Consecuencias de la colonización
Encomienda y esclavitud
Con la llegada de los europeos cristianos a
América, se originó un intenso debate teológico y legal sobre la naturaleza de sus habitantes para su incorporación, expulsión o destrucción mediante la guerra de los territorios que serían dominados por el Imperio español. Esta polémica se saldó con la oposición de la Corona a su esclavitud y la incorporación de los nativos americanos como súbditos de la Corona.
Así, desde comienzos del
siglo XVI, teólogos y filósofos como
Juan López de Palacios Rubios o
Matías de la Paz desde la
Universidad de Salamanca y
Martín Fernández de Enciso o
Bartolomé de las Casas desde los propios territorios americanos, enfrentan el problema de la naturaleza de los nuevos pobladores desde diferentes visiones. Finalmente, en
1537 se promulga la bula
Sublimis Deus del
papa Pablo III, en la que se declara a los indígenas como hombres en todas sus capacidades.
A partir de este momento las leyes de la Corona Española establecieron que los indígenas americanos (amerindios) no serían sometidos a la
esclavitud, sino a un régimen de
servidumbre denominado
"encomienda", mediante el cual eran dados a "
encomendados" españoles. El régimen de encomienda establecía que los indígenas debían trabajar obligatoriamente para el encomendero, al mismo tiempo que este se obligaba frente a la Corona del cuidado y
"evangelización" de los indígenas. Más allá de las intenciones y las circunstancias históricas, la encomienda fue un sistema de
trabajo forzado, muy cuestionado por el incumplimiento en América de sus leyes, con el resultado de un trato inhumano que fue denunciado incluso en aquellos tiempos. Entre los mayores críticos del sistema de encomiendas se destacaron Fray
Bartolomé de las Casas, los padres
jesuitas que organizaron las
Misiones Guaraníes en la zona del
Paraguay,
Túpac Amaru, etc.
Pero siendo posible que la población de nativos americanos descendiese en los primeros 130 años, y siendo distinta la naturaleza de cada empresa conquistadora, esto podría explicar una falta de mano de obra indígena que se trató de reemplazar con personas secuestradas del
África subsahariana y sometidos a un régimen de
esclavitud por otras potencias europeas que comerciaban con
esclavos en América. El número de personas esclavizadas procedentes de África varía, según distintas estimaciones, entre los 10 y los 28 millones de personas,
[13] aunque hay que tener en cuenta que fueron secuestrados no menos de 60 millones, muriendo la mayoría de ellos en el traslado.
[14]
Religión
Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en
México, uno de los principales santuarios católicos del mundo
El
papa Alejandro VI, en sus bulas
Inter Caetera estableció la obligación de la
Corona de Castilla de convertir a todos sus súbditos, incluidos los amerindios y afroamericanos, al
cristianismo, en su vertiente
católica romana. Las tareas para lograr la conversión se realizaron mediante una gran variedad de procedimientos y una considerable cantidad de misioneros de distintas órdenes partieron de
España hacia
América a tal fin.
Los métodos adoptados para obtener la conversión fueron muy diversos. En líneas generales se ha dicho que España conquistó América con «la cruz y la espada».
Uno de los primeros métodos elaborados para proceder a cristianizar a los pobladores de América fue el
Requerimiento, adoptado a partir de
1513, mediante el cual, cuando un conquistador se encontraba con alguna cultura local, procedía a leerles, en
castellano, un manifiesto en el que se les
requería abandonar su religión, destruir sus templos e imágenes sagradas y adoptar el cristianismo como nueva religión. El «Requerimiento» tuvo una gran importancia porque si el
pueblo originario requerido no destruía sus símbolos sagrados y no demostraba haberse convertido de inmediato al cristianismo, el conquistador español quedaba habilitado para emprender contra ellos una «guerra justa». El sistema de
encomienda, por el cual se sometía a los indígenas a la autoridad de un español, incluyendo el deber de trabajar para el encomendero, también establecía la obligación de éste último de cristianizar a sus encomendados.
En algunas ocasiones los religiosos católicos se relacionaron estrechamente con los pobladores nativos, involucrándose en sus problemas y en los abusos que sufrían por parte de algunos conquistadores y encomenderos, trasmitiendo las injusticias a las autoridades de la península. En muchos casos los misioneros católicos utilizaron las lenguas americanas, como el
quechua, el
náhuatl o el
guaraní, contribuyendo a preservarlas al ser dotadas de sistemas de
escritura.
La conversión al catolicismo de la población americana por parte del Imperio español fue ampliamente exitosa y en la actualidad (2007) la mitad de los católicos del mundo habitan en
Iberoamérica.
[16]
Por otra parte, el catolicismo latinoamericano tomó formas peculiares derivadas del fenómeno conocido como
sincretismo religioso, mediante el cual las antiguas religiones y creencias precolombinas y africanas se integraron al cristianismo.