a caray ami me salio esto y yo ni cocino
10 de 10 del 2010
Es tarde y tienes sueño, pero tienes que preparar la comida, es mejor que hacerla al día siguiente por la mañana. Hoy ha sido un mal día en el trabajo, y mañana no tiene pinta de ir mejor. Tienes la cabeza en otro sitio, mientras preparas de manera casi automática la comida. Estás desganado, pero esta es la rutina en la que estás atrapado. Me temo que no tienes otra opción.
Tarda demasiado en hacerse, no sabes cuánto tiempo lleva ya en el fuego, pero la olla exprés ni siquiera a empezado a hervir. Es raro, ya lleva mucho tiempo al fuego, compruebas una vez más que el fuego está encendido. Lo está. ¡Joder si la está! Casi te quemas, y eso que no has llegado a tocar la olla. Y sin embargo, no sale nada de vapor. ¿Está atascado? ¿Puede atascarse el pitorro? Miras a ver, si ves algo que esté atascando la salida, mientras golpeas con un tenedor
No ha sido la mejor idea de tu vida. Estaba atascado, y al golpearle con el tenedor, un chorro de vapor te salta al ojo
Es la cosa más dolorosa que has sentido en tu vida. No ves nada por ese ojo, y el dolor hace que te tambalees y te desplomes por la cocina, tirando todo a tu paso. Te desmayas del propio dolor.
Cuando te despiertas, la cara te duele horrores, y el ojo no lo sientes. Te duelen los oídos. No, no te duelen, es algo molesto, es un pitido tremendamente agudo. Es la olla exprés, que chilla por llamar tu atención. Está como loca, no es capaz de liberar todo el vapor, algo sigue obstruyéndola, y el pitido es cada vez más agudo.
Te intentas levantar, pero te duele todo demasiado, intentas gritar, pero apenas puedes. Te arrastras por el suelo, intentando alcanzar el fogón. Cuando estás cerca, la olla exprés no puede más.
Boom
Lo último que pasa por tu cabeza es un trozo de metal. Estás muerta
atte M.V (melisa viviana)