Ciertamente, para todos aquellos que nos encontramos "más allá del bien y del mal dictado por nuestra sociedad cristiano-tradicionalista hereditaria", esta nota resulta un episodio más en el que reafirmamos nuestra postura contra aquella pomposa y aberrante institución que tan soberbiamente se autoproclama domingo tras domingo (y los demás días que ellos consideren sacros y de alabanza) como "Santa, Católica y Apostólica; Heredera de la Única y Verdadera Fe", como les han venido dictando las ofidias mentes y bífidas lenguas de sus representantes por generaciones.
Resaltando la ironía, me permitiré "pecar" con un comentario tan trillado como "estamos en pleno siglo XXI y resulta casi imposible pensar que aún haya personas que sigan teniendo ideas así", tan conservadoramente nocivas o tan nocivamente conservadoras que no permitan a estos hombres seguir la regla de oro de su líder espiritual, del que tanto presumen cada vez que ostentan "La señal de la cruz", de "amar a su prójimo", siendo que son los primeros en señalar fanáticamente los supuestos errores de la feligresía y demás población fuera de la visión católica cristiana, cayendo en una pecaminosamente deliciosa hipocresía que sin el mayor reparo les permite "desgarrarse las vestiduras" a diestro y siniestro, que tanto les conduce a escandalizarse hasta la histeria al ver a una pareja de individuos homosexuales como de mostrarse cuasi-irascibles ante la entrada de una chica con minifalda/escote o un joven con shorts/bermudas a "La Casa de Dios". No hay frase más ad-hoc para estos consagrados en El Señor que una cita atribuída al mismísimo Mesías en un versículo del Evangelio según San Mateo: [FONT="] “¿De qué sirve blanquear el sepulcro por fuera [/FONT]para que el viandante descuidado no choque con él por la noche, si[FONT="] el interior del mismo está lleno de huesos y de podredumbre?”[/FONT]
Esta organización eclesiástica se presenta como un verdadero invernadero para las semillas de aquellos 7 pecados de los que tanto despotrican y de los que se ufanan "combatir vigorosamente", y con esta noticia tan lamentable, donde este supuesto "Prelado de Dios" se expresa de otros seres humanos, "sus hermanos" como nos nombró El Ungido, sentenciándolos al Fuego Eterno solo por no pensar igual que él o por amar contradiciendo la presunta Palabra de Dios, cae en el peor de los 7: La Soberbia, falta tan grave que en su mismo círculo religioso se dice que que es el pecado favorito de aquel que representa al Maligno, el Enemigo, o como dijeran en Los Simpson: "El Hombre de Rojo que no es Santa Claus".
Ya para rematar, me permito citar esta vez no a un erudito con publicaciones del calibre de un Best-Seller o a un autor de culto de la contra-cultura mexicana, sino a un músico de cuya obra soy seguidor, el genial Tobias Sammet, líder de la banda alemana Edguy y de la metal opera/super-band Avantasia, donde, a mi juicio, ciertamente expresa una proyección muy peculiar con la que concuerdo en su totalidad en su tema "Sign of The Cross":
Siete ojos para estar ciegos por siempre en el tiempo
La Señal de La Cruz
El infierno se levanta, castigo bajo la señal
La Señal de la Cruz
Nos hace ahogarnos... en el Vino del Altar
De nuestro albedrío dependerá si decidimos abrir los ojos o seguir ciegos por la eternidad. ¿Y tú, amigo lector, qué decides?