Coincido contigo en que lo deseable es abrir espacios para la participación de los ciudadanos, crear un proyecto entre todos, pero realmente no creo que como sociedad estemos ya preparados para eso. Tal vez la clase media ilustrada sí lo está y de sobra, pero lamentablemente somos una sociedad formada mayoritariamente por una masa empobrecida, mal alimentada, manipulada por los medios, una inmensa masa desorganizada que necesita un líder fuerte. A veces ese líder parecerá autoritario, incluso podrá serlo (y sus enemigos políticos se encargarán de exagerar cualquiera de sus defectos a través de los medios), pero si somos realistas, tal vez sea esa la manera menos traumática de propiciar un cambio en este país. Un líder blando quizá no reuniría la fuerza suficiente para enfrentar el inmenso poder que ha amasado la oligarquía en nuestro país.
Además, su actuación en twitter y demás espacios de la red no está reñida con la interactividad y la participación de los ciudadanos, aunque no las propicie. Tal vez no sería mala idea hacerlo si ello no implicara descuidar la organización de las masas por los métodos tradicionales, las giras a ras de tierra, la grilla interna de su grupo de colaboradores, entre otros asuntos importantes.
Me parece que esto es discutible. Precisamente por eso sigue siendo un líder: porque no es igual a los otros, por lo menos en un aspecto que me parece fundamental en política: no lo han podido comprar, nadie ha demostrado que busque dinero (poder sí, por supuesto, pero no dinero) y eso lo diferencia de los demás. También es un error creer que porque no es un santo entonces no merece nada.