El problema de la creación.
    Qué queremos decir cuando decimos lo que  decimos.
 Pocas veces nos detenemos a pensar acerca de las implicaciones que  traen algunos conceptos que usamos en la vida diaria. Esto no supone  ningún problema grave en muestras actividades cotidianas donde la falta  de precisión en la comunicación de ideas está compensada por nuestra  capacidad natural de completar lo que falta analizando el contexto de la  comunicación. Una capacidad que el ser humano ha desarrollado  precisamente gracias a que podemos transmitirnos ideas complejas y  comprenderlas. Este proceso de retroalimentación donde la capacidad de  comprensión de ideas complejas se usa a su vez para comunicar esas ideas  y viceversa.
 En otros ámbitos donde la precisión en la comunicación de ideas se  hace importante, incluso fundamental, el significado de los conceptos se  vuelve a su vez muy importante. Es el caso de las ciencias que muchas  veces prescinde del lenguaje natural sustituyendolo por el menos ambigüo  y más preciso lenguaje matemático, así mismo la filosofía pone mucho  énfasis en el significado de las palabras cuando se transmiten ideas  filosóficas, precisamente porque se estudian las implicaciones que esas  ideas pueden tener.
 Se hace necesario de esta manera saber lo más exactamente posible de  qué estamos hablando cuando hablamos. Para ello se han inventado los  diccionarios de la lengua los cuales son un compendio de los  significados comunmente aceptados en el uso diario.
 El tema que nos ocupa aquí en este artículo es la existencia de Dios.  Hasta ahora no hemos dado una definición de Dios confiando en que el  lector entiende de qué hablamos cuando hablamos de Dios, pero ¿se ha  detenido a pensar el lector en el significado de la palabra "Dios"?, el  diccionario lo define como "ser que en las religiones monoteístas es  considerado el hacedor del universo". Ciertamente en ese significado hay  conceptos que ya hemos usado y analizado en este artículo, el lector  podrá detenerse a pensar sobre este significado y determinar si está de  acuerdo con él. Los diccionarios tratan de reflejar el uso más común de  las palabras, esto no quiere decir que el diccionario hace el  significado sino que solamente pone con palabras lo que el común de la  gente entiende cuando oye o lee esa palabra en particular. El  significado se lo da el uso, no el diccionario.
 Una persona monoteísta estará muy de acuerdo con el significado de  Dios reflejado en el diccionario, pensará que sí, que Dios es el hacedor  del universo, entre otras cosas, dependiendo de su creencia particular,  pero no cabe dudas de que todos entendemos que Dios es el creador, el  que hizo el Universo.
 ¿Implica esto que Dios efectivamente hizo el Universo, que es su  creador?. No, no exactamente. Solamente indica que si en el futuro nos  topamos con un ser que resulta ser el creador del universo ese es Dios,  de la misma manera que si nos topamos con un animal muy similar a un  caballo y que tiene un cuerno de oro en la frente, a ese animal lo  podemos llamar "unicornio".
     El Dios creador.
 Una cosa que podemos decir de Dios es que se trata de un agente  creador, más precisamente es el agente creador del Universo.  Independientemente de qué otras características le otorguen los teístas a  Dios es necesario que Dios sea ese agente creador del Universo para que  podamos llamarle "Dios".
 Es facilmente comprensible que un creador es distinto de su creación,  de tal manera que un pintor que crear una obra pictórica, es absurdo  decir que la pintura es el pintor, y hay muchos más ejemplos de esto.
 Tenemos por lo tanto dos entidades separadas, Dios y el Universo,  siendo Dios el agente creador del Universo. Así lo entienden los teístas  y así está reflejado en el significado de la palabra "Dios" en el  diccionario.
 Por otro lado una de las cosas que hacen al Universo ser precisamente  el Universo es que el Universo incluye al Tiempo, además del espacio y  todas las cosas ya mencionadas en la sección anterior. Esto lo sabemos,  entre otras cosas, porque nos lo dice la ciencia pero aunque  prescindamos de sus descubrimientos usando solo la razón podemos  concluir que sin Tiempo no hay Universo. El Universo con todas sus cosas  no tiene sentido si no se incluye al Tiempo dentro de él. Los eventos  no ocurrirían, por lo tanto no habría procesos y por lo tanto no se  formarían galaxias, estrellas, planetas y nosotros mismos en uno de  ellos.
     El problema de crear el tiempo.
 Al darnos cuenta de este hecho, es decir, que el Universo incluye el  Tiempo como parte constitutiva y fundamental del Universo encontramos  también que el acto de crear, como toda acción, transcurre en el tiempo,  esto se debe a que crear es una acción y una acción se identifica  presisamente como aquello que ocurre en el tiempo, en otras palabras,  para que ocurra una acción es condición necesaria que el tiempo exista.
 De lo anterior se deriva que Dios, creador del Universo, tiene que  haber creado el Tiempo también. ¿Pero es esto posible?.
     Dios no puede crear.
 Dios es el creador del Universo, por lo tanto ejecutó una acción, la  de crear. Pero el Universo incluye al Tiempo, como hemos visto antes,  por lo tanto Dios creó también el Tiempo, pero si lo creó, quiere decir  que antes no existía el Tiempo, de hecho, no podemos admitir que hubo un  momento anterior a la creación del Tiempo porque justamente no existe  el Tiempo al cual unir ese "momento anterior". Es como tratar de ir al  Polo Sur desde un lugar más al sur que el Polo Sur, tal lugar no existe  ni puede existir, de la misma manera, no se puede encontrar un momento  anterior al tiempo mismo.
 Nos encontramos ante un absurdo. Dios ejecuta una acción donde no hay  Tiempo, lo cual es imposible de hacer, por las razones vistas más  arriba.
 Por lo tanto Dios no puede existir.
 El amable lector creerá ver una aparente contradicción en lo que  acaba de leer: ¿cómo es posible entonces que Dios sea el creador del  Tiempo y a la vez no poder ser el creador del Tiempo?. La contradicción  es aparente, y aparenta serlo porque se tiende a pensar que una  definición es una afirmación cuando en realidad no lo es. Primero me  remito a lo ya expuesto más arriba cuando hablamos acerca de lo queremos  decir cuando decimos lo que decimos. Las definiciones no son acertos,  no son cosas que se afirman, son convenciones, descripciones que  permiten identificar conceptos, a veces esos conceptos tienen un  referente real, a veces imaginario.
 Para entender mejor la diferencia entre una definición y una  afirmación voy a poner un ejemplo. Un jefe le dice a su secretario que  le traiga "el archivo 22 de la gaveta", ésta frase define un objeto  particular, se trata de un archivo con el número 22 que está en la  gaveta, no es el archivo número 21, no es el archivo número 23, es  exactamente aquél archivo que está identificado con el número 22 y  además está en la gaveta. Ahora bien supongamos que el secretario, que  conoce la oficina, se encuentra con el siguiente problema: los archivos  en la gaveta no están numerados, de hecho están ordenados por nombres  que no incluyen números. ¿Significa esto el jefe hizo una afirmación  errónea?, no, puesto que él no afirmó que tal archivo existe, lo que ha  ocurrido es que el jefe definió un objeto que no existe ni puede  existir. Dadas las circunstancias del ejemplo es imposible que exista un  archivo tal que esté en la gaveta y lleve el número 22, pero es  perfectamente posible definir un objeto así.
 De forma similar es perfectamente posible definir un ser cuya  característica sea la de hacedor del Universo y luego demostrar que un  ser así no existe ni puede existir. Eso es exactamente lo que acabo de  hacer. Uno (cualquiera) puede definir lo que quiera de la forma que  desee, pero eso no quiere decir que la cosa así definida exista  realmente.
 Por eso no hay tal contradicción en el argumento presentado.
 Argumento antropológico.
 La contradicción ocurre cuando dos afirmaciones, proposiciones o  supuestas verdades son mutuamente excluyentes, esto es, si una  afirmación dice una cosa y otra afirma algo diferente esto supone que lo  segundo es la negación de lo primero, ambas cosas no pueden ser verdad  al mismo tiempo.
   Uno o muchos.
 Para algunos es evidente evidentísimo que hay un solo Dios, para  otros es igual de evidente que hay muchos, más de uno al menos. Esto es  una contradicción, no puede haber un Dios y muchos dioses al mismo  tiempo. ¿Cómo se explica que haya gente que crea que existen muchos  dioses y otras que crean que hay solo uno?. Toda esta gente afirma lo  suyo con igual seguridad y usando la fe como último recurso. Todos están  igual de dispuestos a defender su verdad. Los primeros negando a los  segundos y viceversa diciendo que "los otros" están equivocados cuando  no directamente les acusan de mentir.
    Uno pero muchos.
 Incluso entre los que creen que existe un solo Dios no coinciden  entre ellos. Diversas religiones monoteístas proponen esto, que hay un  solo Dios pero difieren en tantas cosas en su concepción de ese Dios  (alegando tener "conocimientos profundos" de Él) lo que las hacen  incompatible entre sí. Unos diciendo que es uno, otros que es uno y  trino, otros diciendo que ni tiene ni puede tener hijos, otros creen  fervorósamente que sí lo tiene o ha tenido. No es posible que todos  estén en lo correcto al mismo tiempo.
    Dios habla pero cosas distintas.
 Se ha dicho que Dios ha hablado y que hasta sigue hablando hoy en  día. Unos creen que las palabras de Dios están en la Torá. Otros en la  Biblia. Y otros más en el Corán. Los tres libros se descalifican  mutuamente en multitud de asuntos. Los tres no pueden ser verdad al  mismo tiempo.
 ¿Cuál es el punto de tener tantas personas, agrupadas en religiones,  asegurando tantas cosas distintas acerca de la misma cosa?.
  Hay quienes responden a esto diciendo que todos los dioses  propuestos por las religiones teístas son el mismo Dios. Que se ha  presentado a diferentes culturas en diferentes momentos históricos. Pero  la pregunta persiste ¿cómo es eso de que Dios les dice a unos que tal  personaje histórico es su hijo mientras niega tal cosa a otros o  directamente no se los dice?, ¿cómo es eso que para unos después de la  muerte hay un paraíso mientras que para otros hay reencarnación?, ¿por  qué a unos les dice que Dios es uno y solo uno mientras que a los de más  allá les dice que Dios es "uno con tres personas"?.
  ¿Debemos concluir que Dios miente?, ¿o no será esto también una  prueba de que cada cultura ha inventado su propio Dios?.
    La existencia de religiones prueba que no hay  Dios.
 Si Dios existiera y nos ha hablado algunas vez, nada impide que nos  hable ahora mismo. Si Dios ha hablado y lo que ha dicho es verdadero y  lo que ha dicho es para toda la humanidad, es imposible que haya tantas  religiones.
 En última instancia, si hay Dios, la existencia de las religiones  demuestra que ese Dios nunca ha hablado a la humanidad. Es decir, todas  las religiones están equivocadas. Si Dios nunca ha hablado y no se ha  manifiestado nunca a la humanidad esto quiere decir que no hay pruebas  de su existencia, lo que, Principio de Parsimonia mediante, podemos  concluir que no hay Dios.
    La religión es un fenómeno humano.
 A lo largo de la historia de la humanidad vemos que cada grupo de  ellos ha manifestado creencias similares entre individuos del mismo  grupo y diferentes del grupo vecino. Esas creencias difieren tanto como  tan alejados estén un grupo de otro (la religión de los egipcios  antigüos difiere muchísimo de la religión hindú de la misma época y esta  difiere muchísimo de la Maya de siglos después y así...).
 Esto nos sugiere que hay una especie de contaminación de creencias  entre grupos humanos. Un grupo cree una cosa, el vecino a éste copia  (pero también es copiado) alguna que otra creencia de ese grupo y la  modifica. Todo esto es un proceso antropológico que puede apreciarse  claramente observando la evolución de los distintos grupos humanos a lo  largo de la historia.
 Algunas religiones se parecen mucho, otras difieren hasta en lo  fundamental (como es el caso del budismo, una religión escencialmente  "sin dioses"), cada grupo hereda parte de las creencias del grupo del  que procede, o cuando ocurre una asimilación observamos sincretismo,  esto es, la mezcla de dos o más religiones (como ocurrió con el judaísmo  y la religión babilónica).
 Algunas religiones intentan otorgarse la autoridad alegando su  antigüedad. El cristianismo asegura ser una religión con 2000 años de  antigüedad, pero el judaísmo es más viejo, y la religión egipcia antigüa  duró sus buenos 3000 años. Esto no puede ser un argumento definitivo.
 Este cúmulo de información con el que contamos hoy nos indica que,  como ya dije, la religión es un fenómeno humano que opera bajo uno o  varios principios básicos y que se desarrolla para adecuarse al entorno  de cada grupo humano que lo experimenta, y no es algo instaurado por  Dios o dioses.
 Lo que nos lleva a concluir que la creencia en Dios es un fenómeno  antropológico. De la misma manera, al igual que cualquier otra  afirmación que cualquier ser humano hace o ha hecho a lo largo de la  historia siempre ha habido otro ser humano que lo ha negado. Podemos  decir que el primer ateo existió casi a la par del primer creyente. No  hay en el fenómeno de las religiones nada que nos indique que hay un  Dios, por el contrario, podemos afirmar que el mero hecho de la  existencia de religiones niega la existencia de Dios.