Top Gear y su larga lista de quejas
02 de febrero de 2011 • 08:45
Las quejas que generaron los comentarios despectivos hacia los mexicanos en Top Gear, recordaron una larga lista de polémicas en las que se ha envuelto este programa de la BBC, que tiene una audiencia de 350 millones de espectadores en unos 90 países, incluido América Latina.El martes, el embajador de México en Reino Unido, Eduardo Medina Mora, solicitó a la BBC que se disculpe públicamente por los comentarios "vergonzosos, vulgares e inexcusables" dirigidos contra los mexicanos en la emisión del popular programa el pasado 30 de enero.
Los presentadores afirmaron, entre otros comentarios, que los vehículos mexicanos reflejan las características de ese país y que son "vagos, irresponsables, flatulentos y pasados de peso".
Pero este estilo no es nuevo, pues los presentadores muchas veces hacen comentarios con base en estereotipos con casi cualquier nacionalidad, británicos incluidos. Tampoco falta la homofobia.
Para comprobarlo no hace falta irse muy lejos en el archivo. Minutos antes hablar de "lo mexicano", hablando de un duelo que mantenían con la versión australiana del programa, y mientras les iban ganando, uno de los presentadores, Jeremy Clarkson, dijo: "Es como tener una competición para saber qué país es más apto para invadir Polonia y los alemanes quedan últimos".
A los mexicanos los clasificaron de vagos, pero a los alemanes les recuerdan constantemente el nazismo, a los franceses los acusaron de oler a ajo, también llamaron tontos a los estadounidenses y tampoco se escapan los españoles... pues hasta saben hacer "chistes de gallegos".
Quizás el más polémico de los tres presentadores es sobre todo Clarkson, quien ejerce orgulloso el personaje de típico machista, conservador, bebedor de cerveza en pubs, que desprecia casi sistemáticamente todo lo que viene de fuera, no le importa reconocer que vive lleno de prejuicios.
Esta semana, Clarkson se mostró a favor de los presentadores de otro canal de televisión despedidos por sus comentarios machistas contra una juez de línea mujer. Dijo que si se hace público lo que dice entre bastidores, a él lo deberían haber despedido varias veces.
Y no son pocos los que tienen ganas de que eso pase. Su estilo muchas veces va más allá de lo que muchos consideran políticamente correcto y ha recibido incontables quejas, desde diplomáticos hasta diputados británicos.
"De Berlín a Varsovia con un tanque"
¿Y por qué no se quejaron los alemanes con el comentario de la competición para invadir Polonia? Tal vez porque esta semana también dijeron que los coches de ese país reflejan su carácter nacional: "bien hechos, eficientes, etc.".
O quizá porque ya están cansados de asistir a episodios parecidos: en 2005 el gobierno alemán se quejó por el tratamiento que le dieron al nuevo Mini, la "quintaesencia del auto británico" lanzado por la alemana BMW.
Los presentadores llegaron a decir que el navegador sólo apunta a Polonia y equipaba un "ein fanbelt (una banda) que va a durar mil años", en clara alusión a la propaganda nazi.
Aunque no es imposible que lo que esta vez le ahorró la queja alemana fue que Berlín tuvo su buen momento en la entrevista a Boris Becker, cuyo trabajo como comentarista de la BBC le ha valido ganarse la etiqueta del "alemán más popular en el Reino Unido", en palabras de Clarkson.
Eso sí, en la entrevista con el tenista quienes no quedaron bien parados fueron los policías italianos, de quien Clarckson insinuó que les gustan tanto los coches deportivos, que a alguien que maneja a 200 kilómetros por hora lo dejan pasar con gestos de aprobación.
La constante alusión a la invasión nazi de Polonia con que se inició la II Guerra Mundial tuvo su momento culminante con una parodia de anuncio del Volkswagen Scirocco, ilustrado con polacos huyendo despavoridos mientras el potencial para ahorrar combustible del modelo terminaba con un juego de palabras: "De Berlín a Varsovia con un tanque".
La broma ofendió prácticamente a todos y cada uno de los polacos, país que sufrió como el que más la crueldad de los nazis.
De homosexuales a camioneros
El propio organismo de control de calidad de la BBC llegó a manifestarse contra el programa por un especial en el Polo Sur en el que Clarkson apareció conduciendo mientras tomaba alcohol, conducta que tachó "altamente irresponsable".
Los productores del programa trataron de defenderse diciendo que estaban fuera de la jurisdicción de la prohibición de beber alcohol y que el presentador no apareció ni borracho ni fuera de control.
En programa también son constantes los chistes sobre el hecho de que otro de los presentadores, James May, soltero y sin hijos, es un homosexual que no ha salido del armario. Lo que les ha granjeado no pocas quejas.
Pero tampoco parecen felices los camioneros después de que Clarkson, manejando uno, dijera: "Cambio de marcha, cambio de marcha, comprobar el retrovisor, asesinar a una prostituta, cambio de marcha, cambio de marcha, asesinar... es un montón de trabajo para un solo día".
Al tercer presentador, Richard Hammond, también le han caído las bromas de tener secuelas mentales después de un fuerte accidente que sufrió rodando el programa. Las diferentes asociaciones de enfermos psiquiátricos no tardaron en mostrar su repulsión.
Pero la lista es tan larga que no termina ahí, otro ejemplo se dio cuando Clarkson dijo que Rumanía era un país como el del personaje cinematográfico Borat y lleno de gitanos.
Los portavoces del programa se limitaron a confirmar que, después del último episodio recibieorn una carta del embajador mexicano y que le responderán directamente. Si los presentadores continúan considerando graciosos el mismo tipo de chistes, seguramente no será la última.