La salida y regreso de Carmen Aristegui de MVS - Todas las discusiones

#41
Carmen Aristegui y el derecho a preguntar

Yo no se si Calderón tiene un problema con la bebida, pero desde luego lo tiene con su intolerancia. El despido de Carmen Aristegui de MVS, por las preguntas que la periodista se atrevió a pronunciar, nos revelan cuán lejos estamos aún de convertirnos en una sociedad democrática. Lo que hizo Carmen fue absolutamente pertinente visto desde la ética periodística; en cualquier país democrático los periodistas están en la obligación de plantearse preguntas que son pertinentes para la la vida pública, incluyendo los aspectos personales que influyen en la capacidad de un mandatario para gobernar.

Pero vivimos en un país de simulaciones. En muchas charlas de sobremesa, en conversaciones privadas a todo lo largo del país se ha hablado del supuesto problema de alcoholismo de Calderón. Puede o no ser cierto, pero el tema no lo inventó Carmen Aristegui. Cuando la manta del PT con el texto sobre el alcoholismo presidencial desplegada en la Cámar suspendió la sesión legislativa por el abandono del PAN, el asunto se convirtió en nota periodística. El reportero del noticiero MVS de Carmen cubrió el hecho de manera impecable, incluyendo las distintas versiones de los legisladores. Al terminar la nota Carmen simplemente se hizo la pregunta sobre el contenido de la manta y la necesidad de tener una respuesta oficial sobre el tema, dado que ya se había convertido en noticia. ¿Dónde está la transgresión de la ética?

Hace cuatro años Jorge Ramos, el conductor de Univisión, publicó un texto que no tiene desperdicio: El derecho a preguntar. En él afirma: “Si nosotros los periodistas no preguntamos, no indagamos ¿quién lo va a hacer? Nuestra principal función social es evitar los abusos de los poderosos y nuestra arma es la pregunta”. Ramos dice que cuando entrevistó al entonces presidente Vicente Fox, le preguntó si tomaba antidepresivos (porque justamente había esa conseja popular). Antes de la entrevista, dice Ramos, “tuve mis dudas sobre si hacer o no esa pregunta. ¿Me estaba metiendo demasiado en la vida privada de Fox? Al final, decidí hacer la pregunta porque su salud afectaba la vida del país y los mexicanos –creo- teníamos el derecho a estar informados. Sé que a Fox no le gustó la pregunta pero la contestó. “Ustedes (los periodistas) tienen la libertad absoluta de preguntar y yo la libertad absoluta de responder.”

Parafraseando a Ramos, ahora resulta que Fox le dio una lección de democracia a Calderón. No tenemos certeza de que Los Pinos haya ordenado o presionado a los Vargas, dueños de MVS, para despedir a Aristegui. Presidencia ya lo rechazó, por supuesto. Deja mal sabor la insistencia de la empresa para que Carmen leyeran unos párrafos de disculpa preparados de antemano sin que se cambiase una sola palabra. Pero no puede comprobarse la “autoría intelectual” de Los Pinos. Lo que si se sabe es que la empresa lo comunicó al mandatario antes de anunciar tal despido. Y allí es dónde cabe cuestionarse la escasa sensibilidad de Los Pinos para quedarse cruzados de brazos por el despido de una de las principales periodistas del país por una crítica al presidente. En el mejor de los casos el empresario concesionario quería congraciarse con Calderón, en el peor obedecía órdenes. En cualquiera de ambos, quedamos como país africano, con perdón para los africanos.

Si Calderón no tiene problemas con el alcohol y se trataba de sólo un rumor, ahora se ha convertido en noticia internacional (CNN divulgó el despido y las razones durante el día). Al rumor ahora se añade la censura. Y por el contrario, si no es rumor y en efecto Calderón es candidato para AA, la salida de Carmen es muestra de un autoritarismo salvaje: despedir a los periodistas que digan la verdad. Por los dos lados pierde.

Pero en el fondo perdemos todos. Hace tres años escribí un artículo, Réquiem para Carmen, a propósito del despido de la periodista del noticiero de la W. El lamento sigue siendo el mismo:

“Réquiem por todos nosotros. La salida de la conductora Carmen Aristegui de W Radio, luego de cinco años de conducir uno de los noticieros más exitoso del país, es una mala noticia para la salud de la opinión pública y para la sociedad. Carmen Aristegui construyó un espacio crítico, incómodo para los grupos de poder acostumbrados a negociar con los concesionarios y los conductores pseudos periodistas. Allí se dieron a conocer las grabaciones entre el “gober precioso” y Kamel Nacif; allí se dio voz a las denuncias en contra del Cardenal Norberto Rivera por su defensa de sacerdotes pederastas; allí se ventiló la trágica muerte de la anciana de Zongolica cuando el resto de los noticieros decidieron abandonar el tema; allí se ventilaron las críticas sobre la Ley Televisa.

El silenciamiento de Carmen es un duro golpe para la salud del debate en el país. Los grupos de poder están empeñados en una suerte de “operación cicatriz” que intenta reducir las voces disidentes y generalizar las versiones de consenso, las verdades oficiales. Una falsa cultura terapéutica a la que se han sometido concesionarios de radio y televisión.

En una sociedad con ausencia endémica de credibilidad, en que la legitimidad de las instituciones y sus personeros está en crisis crónica, ministros de la corte incluidos, la sólida reputación de Aristegui constituye un activo social.

Carmen utilizó su credibilidad para recordarnos que en todo proyecto público en que hay ganadores, también hay perdedores; para hacernos ver que los consensos construidos falsamente conducen a la parálisis y eventualmente a la ruptura social; para airear los testimonios de las víctimas que el sistema pretende hacernos creer que no existen. Algo está pasando en México cuando voces como la de Carmen Aristegui y Gutiérrez Vivó, las de mayor audiencia, pierden micrófonos a manos de concesionarios que se pliegan al deseo de los poderosos. El resultado es que la opinión crítica está siendo desterrada dentro de las fronteras de nuestro país. Contemplamos el principio de una tiranía invisible a través del callado sometimiento de los medios. www.jorgezepeda.net twitter: @jorgezepedap
 

miguelito06

Bovino de la familia
#42
Recien lei las notas y a todas luces es un Autoritarismo y una intolerancia hacia la libre expresion
este pais se esta cayendo a pedazos y no hacemos nada
Animo Carmen la verdad siempre sale a flote.
 

DHL xD

Bovino Milenario
#45
Tienen enlace con EXA Vallarta, y en la mañana que no la escuche, me imagine que era porque tomo el puente o algo similar, que lamentable noticia.
 
#46
Un punto de vista diferente a lo que sucede con la sra. Aristegui:
Desde la perplejidad


El Premio Nacional de Periodismo fue creado en 1971 con el objetivo de reconocer la labor de los profesionales de la comunicación. De ese año hasta 2001, el Premio fue convocado y otorgado por la Presidencia de la República, lo cual motivó siempre muchas suspicacias y cuestionamientos, considerando la naturaleza autoritaria del viejo régimen. Y sin embargo, quizá por la necesidad de mostrarse plural y tolerante ante la sociedad y “comprometido” con la libertad de expresión, la clase gobernante priista reconoció con el Premio la labor y la trayectoria de muchos periodistas independientes y muy críticos del sistema, como Lorenzo Meyer, Manuel Buendía, Rogelio Naranjo, Magú, Rius, Jesús Blanco Ornelas, Julio Scherer y el que esto escribe. Pero igualmente se premiaron a las plumas más serviles y mercenarias del régimen, tales como Héctor Aguilar Camín, Raúl Trejo Delarbre, José Gutiérrez Vivó, Jacobo Zabludovsky, Joaquín López Dóriga, José Carreño Carlón, Ricardo Rocha, María Luisa Mendoza, Luis Spota, José Pagés Llergo, entre muchos más. Por todo ello, no dejaba de ser políticamente incorrecto que la concesión del Premio recayera en manos de la Presidencia de la República, motivo por el cual, en 2001, se resolvió transferir su entrega y organización a un Consejo Ciudadano, integrado sobre todo por periodistas. La idea fue saludada con beneplácito por el gremio y contó con todo el apoyo oficial para echarla andar. Pero lo que fue una decisión sana y correcta en su momento ha venido contaminándose con el tiempo de nuevos vicios y desatinos, los cuales comienzan a minar gravemente la credibilidad y honorabilidad del Consejo responsable de designar a los premiados.


En particular, varios de los fallos tomados en ocasión de la última edición del Premio y que fueron anunciados recientemente causan, por decir lo menos, una gran perplejidad, misma que se acrecienta si se consideran los propios argumentos esgrimidos por el Consejo para justificar sus decisiones. Para empezar, quizá para atraer los reflectores, el Consejo se ha inclinado por premiar a figuras mediáticas muy conocidas, lo cual, como es sabido, no significa que sean buenos periodistas, si acaso buenos publirrelacionistas para mantenerse visibles. Para entendernos, no todo lo que brilla es oro y mucho menos lo que aparece en la TV, pues de lo contrario no tendríamos más remedio que decir que los “periodistas” que debaten cada semana en el infumable programa “Tercer Grado” de Televisa son grandes profesionales de la comunicación, cuando lo único que hacen es exhibir sus patologías ególatras y sus muchas miserias intelectuales (por cierto, este programa fue premiado en 2008). Puedo entender que buena parte de la sociedad se deje seducir por esos sujetos, pues carece de otros referentes que anteponer y sólo consume la chatarra mediática, pero que los miembros del Consejo responsables de reconocer el talento periodístico también se vayan con la finta es un insulto a la inteligencia. Me queda claro que el Consejo se ha amafiado y ha dejado entrar en su seno intereses muy poderosos, con lo que el Premio no sólo se pervierte sino que se devalúa.


Así, por ejemplo, pongamos el caso de dos de los premiados en la edición de este año, Denise Dresser y Carmen Aristegui, y veamos algunas omisiones injustificadas. La conocida periodista Dresser fue premiada en el género artículo de opinión por su trabajo “Carta abierta a Carlos Slim”. Me acuerdo que cuando leí este artículo en su momento no daba crédito a tanta “mala leche” y perversidad. Quienes lo leyeron se acordarán que Dresser “regañaba” en este artículo al empresario, a quien calificaba de voraz e inescrupuloso, ambicioso y monopólico, insensible y antipatriota, incongruente y mentiroso, colocándose ella, supuestamente, en los zapatos de los ciudadanos, de los agraviados, de los damnificados por la avaricia del hombre más rico del mundo, de los pobres y de las víctimas de la desigualdad y la injusticia social. El artículo de Dresser seduce al gentío más sensiblero porque es el típico discurso que busca solazar de algún modo las conciencias intranquilas y golpeadas por la crisis de millones de mexicanos, buscando un culpable de nuestros males y escupiéndole en la cara todo lo despreciable e insultante que nos resultan él, su riqueza y su éxito como empresario. Como tal, Dresser emplea una vieja estrategia política, consistente en identificar a un enemigo para justificar ciertas acciones y legitimar una posición, da lo mismo que el enemigo sean los judíos, la madre patria, los inmigrantes, los herejes, el imperio, el neoliberalismo o la burguesía, lo importante es exhibirlo y denostarlo hasta generar el deseo colectivo de acabar con él. En este caso, Dresser escogió a Slim, y todo el mundo se identificó de inmediato con el linchamiento público del empresario, como si con ello pudiéramos salvar nuestras almas atormentadas. Por esta vía, además, si bien los agraviados nos curamos en salud fugazmente, no hacemos más que descargar en el enemigo de turno nuestras propias frustraciones y miserias, pues siempre será más cómodo culpar a los demás de nuestras desgracias que reconocer nuestra propia responsabilidad en las mismas. Y no es que no haya nada que reprocharle a Slim, pero de ahí a convertirlo en el principal culpable de nuestra postración nacional es un despropósito a todas luces tendencioso e injustificado. No me sorprende que una periodista sin escrúpulos recurra a estrategias tan perversas y subliminales para ganar lectores y fans, pues el medio se alimenta de ese y otros males, como el “amarillismo”, el “estrellismo” y el “chayotismo”, pero que los profesionales del periodismo responsables de evaluar el trabajo de sus pares premien este tipo de trabajos tan insustanciales y huecos sólo causa perplejidad. ¿Realmente no se dieron cuenta de lo que estaban premiando? Si el panfleto de Dresser contra Slim fue el mejor artículo del año, entonces nuestro periodismo está para llorar. Por lo demás, que un artículo de opinión sea muy comentado y difundido mediáticamente, como el de Dresser, no significa per se que tenga calidad. Sería bueno entonces, que el Consejo aclarara lo que está premiando: impacto o calidad. Además, si alguien carece por completo de autoridad moral para linchar a los empresarios y a los monopolios es precisamente Dresser, quien ha vivido cómodamente desde hace años trabajando para la clase empresarial, dictando conferencias y cursos muy jugosos a las principales corporaciones empresariales y de hombres de negocios, en contubernio con Televisa y otros monopolios, gracias a lo cual se ha convertido en la “intelectual” mejor pagada de México. Pero la congruencia no es una virtud bien cultivada por nuestros hombres y mujeres de ideas. Además, el Consejo responsable de otorgar el Premio descuidó y enlodó las formas de manera innecesaria, pues el presidente del mismo, un empresario de los medios muy exitoso, Ramón Alberto Garza, tiene en la Dresser a su columnista de opinión estelar (y seguramente mejor pagada) en su conocido informativo “Reporte Índigo”.


No sé en qué momento Dresser se metamorfoseó en la emisaria de las causas populares, en la redentora de los pobres y los excluidos, en la vocera de los ciudadanos, y tampoco sé si realmente ella se lo cree, pero me queda claro que si hay alguien a quien no le va ese papel es precisamente a ella. Desde el relumbrón de sus trajes de diseñador y la eterna inmutabilidad de su peinado, desde su voz impostada y sus manoteos estudiados, clamar por justicia para los menesterosos resulta tan frívolo como cómico. Tampoco sé cómo la periodista compagina su nuevo rol de Viridiana de las Lomas con sus múltiples y muy rentables “asesorías” a políticos, funcionarios, dependencias públicas y partidos políticos, todo lo cual no hace sino exhibirla de cuerpo entero, comenzando por su poco aprecio por la independencia intelectual. Por todo ello, pero sobre todo por sus escasas contribuciones y el bajo perfil de las mismas, no deja de sorprenderme la creciente influencia y penetración que Dresser ha venido alcanzado en los medios. En realidad, como académica no ha hecho nada relevante (o mejor, no ha hecho nada), a no ser que sumar varias denuncias de plagio por parte de diversos colegas; más allá de sus artículos periodísticos y sus compilaciones de entrevistas a mujeres, no cuenta con obra intelectual alguna. Que ha sido hábil para posicionarse en los medios nadie lo pone en duda, pero que haya llegado a los sets con un trabajo intelectual mediocre y precario, tampoco. Son quizá los resabios de nuestro provincialismo, pues con lo que tiene Dresser nunca hubiera destacado en su país de origen, Estados Unidos, ni como periodista, ni como intelectual, ni como académica, pero aquí en México la premiamos y encumbramos.


Pero si el caso de Dresser es patético el de Carmen Aristegui raya en el delirio. En esta ocasión, la superestrella de las noticias fue premiada en el género entrevista por aquella muy comentada que le realizó al expresidente Miguel de la Madrid. En dicha entrevista, De la Madrid sostuvo que Salinas fue un corrupto y mantuvo vínculos con el narcotráfico, lo que generó un escándalo, al grado de que De la Madrid tuvo que desdecirse después aduciendo problemas de senilidad. La pregunta aquí es: ¿qué está premiando el Consejo al premiar precisamente esta entrevista: la habilidad de la periodista para realizar una entrevista muy difícil de concretar, la calidad de las preguntas y la novedad de las respuestas, la repercusión en la opinión pública de lo que se dice en la entrevista o la capacidad de la entrevistadora para meter en problemas a su entrevistado? Para empezar, la entrevista ganadora no aporta nada a no ser exhibir al personaje entrevistado muy incomodo y nervioso con las preguntas. Ciertamente, éstas fueron muy críticas, pero no puede ser de otra manera si se tiene enfrente a un personaje tan gris y corrupto como De la Madrid. Por lo demás, el entrevistado no dijo nada que la sociedad no supiera o intuyera, como los vínculos de Salinas con el narcotráfico. Fuera de ello, la entrevista no escarba en los intricados sótanos de uno de los gobiernos más infaustos y mediocres del viejo régimen. Eso sí hubiera sido noticia. ¿Entonces? Es obvio que la nueva mafia del Premio de Periodismo le está dando a Aristegui un premio de consolación después de que fracasó en su pedestre estrategia para convertir su despido de la W Radio en un acto de censura e intolerancia mediática. Asunto que comenté profusamente en un artículo muy polémico (“Paranoia”, El Universal, 18 de enero de 2008). Por lo demás, para nadie son un secreto los vínculos muy convenientes y rentables que Aristegui ha mantenido con distintos poderosos políticos, económicos y mediáticos, en diversas etapas de su trayectoria. La suya es la típica carrera de una oportunista que ha sabido mantener hacia su público una imagen de independencia, pluralidad y crítica, pero que a poco hurgar se resquebraja por completo.


Mas los verdaderos damnificados de las decisiones tomadas por el Consejo del Premio de Periodismo son sobre todo los auténticos periodistas, todos aquellos que sin los reflectores de la Dresser y la Aristegui desarrollan todos los días un trabajo serio y profesional y que con gran ilusión y candor lo someten al fallo del Consejo. Este año, por citar un ejemplo entre muchos que podría referir, en el género de reportaje se premió uno sobre el campo y la corrupción agraria en Guanajuato. Dicho reportaje no es malo, pero tampoco tiene el alcance ni la relevancia de una serie de reportajes que sobre la porosidad de las fronteras estadounidense y mexicana en el tráfico de drogas y armas realizó el periodista de El Universal Ignacio Medina. Es una pena que este trabajo no haya sido premiado, no sólo por su calidad incuestionable sino porque mostró al mundo una realidad ignorada por la mayoría y que modifica radicalmente la percepción que se tenía sobre un tema tan actual y preocupante como el narcotráfico. Huelga decir que dicho reportaje estuvo en su momento en boca de todos.


Si en el pasado el periodismo mexicano estuvo atrapado por los controles, la intimidación y la cooptación silenciosa ejercida por los gobiernos autoritarios, ahora está amenazado por los poderes fácticos y la impunidad. Como se sabe, ocupamos el nada honroso primer lugar mundial en periodistas asesinados. Y si bien ahora los periodistas ya no tenemos como censor de nuestras ideas a un régimen para el cual la crítica era considerada muchas veces una insolencia, ahora, en la nueva realidad democrática, tampoco tenemos garantías ni seguridades para ejercer nuestro trabajo. Pero más ruin que todo resulta que el Consejo Ciudadano responsable de premiar y estimular el periodismo nacional haya terminado igual de amafiado que los Comités evaluadores de la era autoritaria, ejerciendo un mandarinato discrecional y arbitrario a espaldas de los verdaderos periodistas y de la ciudadanía, la cual sólo porta de nombre. Estoy consciente que la presente crítica no tendrá ninguna repercusión entre los nuevos mandarines mediáticos ni coadyuvará a sanear los mecanismos hoy viciados del Premio de Periodismo, lo cual no hace más que corroborar que si bien gozamos de libertad de expresión, el peso de los intereses y poderes facticos es cada vez más avasallante. Moraleja: si usted es periodista pero no tiene arrastre mediático o influencias en el Consejo o contactos en los monopolios de la comunicación, no pierda su tiempo enviando sus obras al Premio Nacional de Periodismo. Nunca ganará.
FUENTE
 

OzZrock

Bovino adicto
#47
No hay problema y te entiendo como dice el refran "trata a las personas como quieren que te traten" y mas que nada hay que ganarselo pero aun asi deberia de existir un respeto aunque no coincidamos con las ideas pero hay que ser realidad y en la actualidad en mexico no nos toleramos ¿no crees?
En eso tienes toda la razón compañero, en este país el respeto mutuo está por los suelos... lamentable, pero tienes razón
 

Ayrton Senna

Bovino de la familia
#48
Un punto de vista diferente a lo que sucede con la sra. Aristegui:
Siempre es bueno escuchar a los dos "bandos" de cualquier situación, ya que muestra nuevos aspectos y/o aspectos que habiamos omitido.
Desde la perplejidad

El Premio Nacional de Periodismo fue creado en 1971 con el objetivo de reconocer la labor de los profesionales de la comunicación. De ese año hasta 2001, el Premio fue convocado y otorgado por la Presidencia de la República, lo cual motivó siempre muchas suspicacias y cuestionamientos, considerando la naturaleza autoritaria del viejo régimen. Y sin embargo, quizá por la necesidad de mostrarse plural y tolerante ante la sociedad y “comprometido” con la libertad de expresión, la clase gobernante priista reconoció con el Premio la labor y la trayectoria de muchos periodistas independientes y muy críticos del sistema, como Lorenzo Meyer, Manuel Buendía, Rogelio Naranjo, Magú, Rius, Jesús Blanco Ornelas, Julio Scherer y el que esto escribe. Pero igualmente se premiaron a las plumas más serviles y mercenarias del régimen, tales como Héctor Aguilar Camín, Raúl Trejo Delarbre, José Gutiérrez Vivó, Jacobo Zabludovsky, Joaquín López Dóriga, José Carreño Carlón, Ricardo Rocha, María Luisa Mendoza, Luis Spota, José Pagés Llergo, entre muchos más. Por todo ello, no dejaba de ser políticamente incorrecto que la concesión del Premio recayera en manos de la Presidencia de la República, motivo por el cual, en 2001, se resolvió transferir su entrega y organización a un Consejo Ciudadano, integrado sobre todo por periodistas. La idea fue saludada con beneplácito por el gremio y contó con todo el apoyo oficial para echarla andar. Pero lo que fue una decisión sana y correcta en su momento ha venido contaminándose con el tiempo de nuevos vicios y desatinos, los cuales comienzan a minar gravemente la credibilidad y honorabilidad del Consejo responsable de designar a los premiados.


En particular, varios de los fallos tomados en ocasión de la última edición del Premio y que fueron anunciados recientemente causan, por decir lo menos, una gran perplejidad, misma que se acrecienta si se consideran los propios argumentos esgrimidos por el Consejo para justificar sus decisiones. Para empezar, quizá para atraer los reflectores, el Consejo se ha inclinado por premiar a figuras mediáticas muy conocidas, lo cual, como es sabido, no significa que sean buenos periodistas, si acaso buenos publirrelacionistas para mantenerse visibles. Para entendernos, no todo lo que brilla es oro y mucho menos lo que aparece en la TV, pues de lo contrario no tendríamos más remedio que decir que los “periodistas” que debaten cada semana en el infumable programa “Tercer Grado” de Televisa son grandes profesionales de la comunicación, cuando lo único que hacen es exhibir sus patologías ególatras y sus muchas miserias intelectuales (por cierto, este programa fue premiado en 2008). Puedo entender que buena parte de la sociedad se deje seducir por esos sujetos, pues carece de otros referentes que anteponer y sólo consume la chatarra mediática, pero que los miembros del Consejo responsables de reconocer el talento periodístico también se vayan con la finta es un insulto a la inteligencia. Me queda claro que el Consejo se ha amafiado y ha dejado entrar en su seno intereses muy poderosos, con lo que el Premio no sólo se pervierte sino que se devalúa.


Así, por ejemplo, pongamos el caso de dos de los premiados en la edición de este año, Denise Dresser y Carmen Aristegui, y veamos algunas omisiones injustificadas. La conocida periodista Dresser fue premiada en el género artículo de opinión por su trabajo “Carta abierta a Carlos Slim”. Me acuerdo que cuando leí este artículo en su momento no daba crédito a tanta “mala leche” y perversidad. Quienes lo leyeron se acordarán que Dresser “regañaba” en este artículo al empresario, a quien calificaba de voraz e inescrupuloso, ambicioso y monopólico, insensible y antipatriota, incongruente y mentiroso, colocándose ella, supuestamente, en los zapatos de los ciudadanos, de los agraviados, de los damnificados por la avaricia del hombre más rico del mundo, de los pobres y de las víctimas de la desigualdad y la injusticia social. El artículo de Dresser seduce al gentío más sensiblero porque es el típico discurso que busca solazar de algún modo las conciencias intranquilas y golpeadas por la crisis de millones de mexicanos, buscando un culpable de nuestros males y escupiéndole en la cara todo lo despreciable e insultante que nos resultan él, su riqueza y su éxito como empresario. Como tal, Dresser emplea una vieja estrategia política, consistente en identificar a un enemigo para justificar ciertas acciones y legitimar una posición, da lo mismo que el enemigo sean los judíos, la madre patria, los inmigrantes, los herejes, el imperio, el neoliberalismo o la burguesía, lo importante es exhibirlo y denostarlo hasta generar el deseo colectivo de acabar con él. En este caso, Dresser escogió a Slim, y todo el mundo se identificó de inmediato con el linchamiento público del empresario, como si con ello pudiéramos salvar nuestras almas atormentadas. Por esta vía, además, si bien los agraviados nos curamos en salud fugazmente, no hacemos más que descargar en el enemigo de turno nuestras propias frustraciones y miserias, pues siempre será más cómodo culpar a los demás de nuestras desgracias que reconocer nuestra propia responsabilidad en las mismas. Y no es que no haya nada que reprocharle a Slim, pero de ahí a convertirlo en el principal culpable de nuestra postración nacional es un despropósito a todas luces tendencioso e injustificado. No me sorprende que una periodista sin escrúpulos recurra a estrategias tan perversas y subliminales para ganar lectores y fans, pues el medio se alimenta de ese y otros males, como el “amarillismo”, el “estrellismo” y el “chayotismo”, pero que los profesionales del periodismo responsables de evaluar el trabajo de sus pares premien este tipo de trabajos tan insustanciales y huecos sólo causa perplejidad. ¿Realmente no se dieron cuenta de lo que estaban premiando? Si el panfleto de Dresser contra Slim fue el mejor artículo del año, entonces nuestro periodismo está para llorar.

Por lo demás, que un artículo de opinión sea muy comentado y difundido mediáticamente, como el de Dresser, no significa per se que tenga calidad. Sería bueno entonces, que el Consejo aclarara lo que está premiando: impacto o calidad. Además, si alguien carece por completo de autoridad moral para linchar a los empresarios y a los monopolios es precisamente Dresser, quien ha vivido cómodamente desde hace años trabajando para la clase empresarial, dictando conferencias y cursos muy jugosos a las principales corporaciones empresariales y de hombres de negocios, en contubernio con Televisa y otros monopolios, gracias a lo cual se ha convertido en la “intelectual” mejor pagada de México. Pero la congruencia no es una virtud bien cultivada por nuestros hombres y mujeres de ideas. Además, el Consejo responsable de otorgar el Premio descuidó y enlodó las formas de manera innecesaria, pues el presidente del mismo, un empresario de los medios muy exitoso, Ramón Alberto Garza, tiene en la Dresser a su columnista de opinión estelar (y seguramente mejor pagada) en su conocido informativo “Reporte Índigo”.
Desafortunadamente, el autor cae en lo que critica: ataca a una periodista bastante conocida que a su vez atacó al empresario más poderoso de México. El autor está dando su interpretación de la "carta abierta a Slim", diciendo que es un ataque a un supuesto objetivo, al cual supuestamente Dresser culpa de mucha de la situación en México. La realidad es muy distinta: Slim es un producto precisamente de lo que nos tiene en esa situación, es decir, el gobierno mexicano. Los que hizo Slim es aprovechar el gigantesco regalito que le dejó Salinas de Gortari: una empresa paraestatal que a su vez era un monopolio, con un mercado potencial de poco menos de 100 millones de personas en ese momento. Slim no es la enfermedad: Slim es el síntoma, es lo que nos demuestra qué tan malo es el sistema para la mayoría, que tenemos que soportar a la que fue la única empresa de telefonía local durante años, que ofrece altos costos y pésimo servicio, empresa que presume "no ha elevado sus tarifas en años", cuando en el resto del mundo se introducen tecnologías que hacen las comunicaciones más baratas y fiables. Mientras tanto, hay unos pocos que se benefician del sistema, acumulando grandes riquezas y siendo sus empresas intocables sin importar que sean las más denunciadas por la calidad de sus servicios.
No sé en qué momento Dresser se metamorfoseó en la emisaria de las causas populares, en la redentora de los pobres y los excluidos, en la vocera de los ciudadanos, y tampoco sé si realmente ella se lo cree, pero me queda claro que si hay alguien a quien no le va ese papel es precisamente a ella. Desde el relumbrón de sus trajes de diseñador y la eterna inmutabilidad de su peinado, desde su voz impostada y sus manoteos estudiados, clamar por justicia para los menesterosos resulta tan frívolo como cómico. Tampoco sé cómo la periodista compagina su nuevo rol de Viridiana de las Lomas con sus múltiples y muy rentables “asesorías” a políticos, funcionarios, dependencias públicas y partidos políticos, todo lo cual no hace sino exhibirla de cuerpo entero, comenzando por su poco aprecio por la independencia intelectual. Por todo ello, pero sobre todo por sus escasas contribuciones y el bajo perfil de las mismas, no deja de sorprenderme la creciente influencia y penetración que Dresser ha venido alcanzado en los medios. En realidad, como académica no ha hecho nada relevante (o mejor, no ha hecho nada), a no ser que sumar varias denuncias de plagio por parte de diversos colegas; más allá de sus artículos periodísticos y sus compilaciones de entrevistas a mujeres, no cuenta con obra intelectual alguna. Que ha sido hábil para posicionarse en los medios nadie lo pone en duda, pero que haya llegado a los sets con un trabajo intelectual mediocre y precario, tampoco. Son quizá los resabios de nuestro provincialismo, pues con lo que tiene Dresser nunca hubiera destacado en su país de origen, Estados Unidos, ni como periodista, ni como intelectual, ni como académica, pero aquí en México la premiamos y encumbramos.


Pero si el caso de Dresser es patético el de Carmen Aristegui raya en el delirio. En esta ocasión, la superestrella de las noticias fue premiada en el género entrevista por aquella muy comentada que le realizó al expresidente Miguel de la Madrid. En dicha entrevista, De la Madrid sostuvo que Salinas fue un corrupto y mantuvo vínculos con el narcotráfico, lo que generó un escándalo, al grado de que De la Madrid tuvo que desdecirse después aduciendo problemas de senilidad. La pregunta aquí es: ¿qué está premiando el Consejo al premiar precisamente esta entrevista: la habilidad de la periodista para realizar una entrevista muy difícil de concretar, la calidad de las preguntas y la novedad de las respuestas, la repercusión en la opinión pública de lo que se dice en la entrevista o la capacidad de la entrevistadora para meter en problemas a su entrevistado? Para empezar, la entrevista ganadora no aporta nada a no ser exhibir al personaje entrevistado muy incomodo y nervioso con las preguntas. Ciertamente, éstas fueron muy críticas, pero no puede ser de otra manera si se tiene enfrente a un personaje tan gris y corrupto como De la Madrid. Por lo demás, el entrevistado no dijo nada que la sociedad no supiera o intuyera, como los vínculos de Salinas con el narcotráfico. Fuera de ello, la entrevista no escarba en los intricados sótanos de uno de los gobiernos más infaustos y mediocres del viejo régimen. Eso sí hubiera sido noticia. ¿Entonces? Es obvio que la nueva mafia del Premio de Periodismo le está dando a Aristegui un premio de consolación después de que fracasó en su pedestre estrategia para convertir su despido de la W Radio en un acto de censura e intolerancia mediática. Asunto que comenté profusamente en un artículo muy polémico (“Paranoia”, El Universal, 18 de enero de 2008).
La manera de hacer "periodismo" del autor del artículo no solo raya en el delirio, sino en la exageración y es una manera patética de mostrar algo que parece más envidia que cualquier otra cosa. No le doy mucha credibilidad al premio nacional de periodismo, pero el autor claramente trata de desprestigiar a ambas periodistas simplemente por haber sido galardonadas.
Por lo demás, para nadie son un secreto los vínculos muy convenientes y rentables que Aristegui ha mantenido con distintos poderosos políticos, económicos y mediáticos, en diversas etapas de su trayectoria. La suya es la típica carrera de una oportunista que ha sabido mantener hacia su público una imagen de independencia, pluralidad y crítica, pero que a poco hurgar se resquebraja por completo.
Yo no conozco esos vínculos, no significa que existan ni que no existan. También para nadie es un secreto que las elecciones del 2006 fueron manipuladas, pero nadie tiene pruebas contundentes.
Mas los verdaderos damnificados de las decisiones tomadas por el Consejo del Premio de Periodismo son sobre todo los auténticos periodistas, todos aquellos que sin los reflectores de la Dresser y la Aristegui desarrollan todos los días un trabajo serio y profesional y que con gran ilusión y candor lo someten al fallo del Consejo. Este año, por citar un ejemplo entre muchos que podría referir, en el género de reportaje se premió uno sobre el campo y la corrupción agraria en Guanajuato. Dicho reportaje no es malo, pero tampoco tiene el alcance ni la relevancia de una serie de reportajes que sobre la porosidad de las fronteras estadounidense y mexicana en el tráfico de drogas y armas realizó el periodista de El Universal Ignacio Medina. Es una pena que este trabajo no haya sido premiado, no sólo por su calidad incuestionable sino porque mostró al mundo una realidad ignorada por la mayoría y que modifica radicalmente la percepción que se tenía sobre un tema tan actual y preocupante como el narcotráfico. Huelga decir que dicho reportaje estuvo en su momento en boca de todos.


Si en el pasado el periodismo mexicano estuvo atrapado por los controles, la intimidación y la cooptación silenciosa ejercida por los gobiernos autoritarios, ahora está amenazado por los poderes fácticos y la impunidad. Como se sabe, ocupamos el nada honroso primer lugar mundial en periodistas asesinados. Y si bien ahora los periodistas ya no tenemos como censor de nuestras ideas a un régimen para el cual la crítica era considerada muchas veces una insolencia, ahora, en la nueva realidad democrática, tampoco tenemos garantías ni seguridades para ejercer nuestro trabajo. Pero más ruin que todo resulta que el Consejo Ciudadano responsable de premiar y estimular el periodismo nacional haya terminado igual de amafiado que los Comités evaluadores de la era autoritaria, ejerciendo un mandarinato discrecional y arbitrario a espaldas de los verdaderos periodistas y de la ciudadanía, la cual sólo porta de nombre. Estoy consciente que la presente crítica no tendrá ninguna repercusión entre los nuevos mandarines mediáticos ni coadyuvará a sanear los mecanismos hoy viciados del Premio de Periodismo, lo cual no hace más que corroborar que si bien gozamos de libertad de expresión, el peso de los intereses y poderes facticos es cada vez más avasallante. Moraleja: si usted es periodista pero no tiene arrastre mediático o influencias en el Consejo o contactos en los monopolios de la comunicación, no pierda su tiempo enviando sus obras al Premio Nacional de Periodismo. Nunca ganará.
FUENTE
Exageración acompañada de una aparente envidia por parte del autor, el cual trata de desprestigiar trayectorias que para cualquier persona analítica y objetiva resultan mucho más honrorables que otros periodistas que descaradamente obedecen intereses de terceros.
 
#49
Otro punto de vista: desde la microeconomía...

Microeconomía Práctica.
Aristegui, más allá de la censura


M.P.P. Gonzalo J. Suárez P.

08 de Febrero, 2011 - 00:46

Salió del aire Carmen Aristegui, una de las mejores periodistas del país. Crítica y valiente, no es la primera vez que su empresa la sanciona. Coincide en todos los casos que cubre temas polémicos de manera constante y ruda, pero también de forma torpe. Sostengo que sus sanciones no se deben únicamente a mera censura gubernamental, sino que tienen un trasfondo comercial también.

Un viejo adagio señala que "el periodismo es el arte de llenar de noticias la parte de atrás de los anuncios". Al anunciante se le respeta. Es decir, hay tres maneras de garantizar la viabilidad de un medio: tener subsidio gubernamental, tener una amplia base de anunciantes o tener una gran cantidad de lectores. Un ejemplo del tercer modelo son La Jornada y Proceso: pueden hacer un periodismo férreamente opositor porque tienen una amplia base de lectores que gustos pagan suscripciones o compran tales medios. Destaca que Proceso es uno de los pocos portales noticiosos de paga en México. Un segundo caso es Reforma: tienen muchos anunciantes y pagan bastante por cada anuncio; su área comercial está totalmente ajena de la redacción, de manera que comprar publicidad no genera trato especial, pero el espacio disponible para noticias se sabe después de insertar publicidad. En el primer caso abundan medios satélite, que viven sólo de cantar panegíricos y loas al gobierno, a pesar de que no tengan lectores y que mucha de su devolución --pues casi no se lee- se dedique a hacer cartón.

En el caso de los medios electrónicos, hay que respetar mucho la pauta publicitaria: el anunciante compra cierto tiempo aire, pero además a cierta hora o en cierto tema, una columna por ejemplo. Pasar los anuncios en otro momento, o no pasarlos, o peor aún, agruparlos, lastima la relación comercial entre el medio y su anunciante. Cuando Aristegui hizo una entrevista de casi una hora, ininterrumpida con García Valseca --en la que el entrevistado afirmó que a él lo secuestraron los mismos comandos que secuestraron a Jefe Diego; que la autoridad sabe quienes son y que tienen protección policíaca- concluyó diciendo al aire "estoy segura que el área comercial querrá descontarme los anuncios que no transmitimos; vamos a ver si lo intentan". Eso me parece burlarse de la compañía al aire.

Para mi, el motivo real de su salida pasa por ese incidente: de W Radio salió, más que por su cobertura del caso Lydia Cacho o Marcial Maciel, porque constantemente hacía entrevistas continuas, sin cortes comerciales; y aunque su raiting era alto, producía pérdidas al no cumplir la pauta comercial. No dudo que MVS le haya contratado con un firme compromiso de cumplir, ahora sí, esa parte de respeto al área comercial. Y es el incumplimiento de la misma, y la burla al aire sobre la cláusula contractual, lo que causa su salida. Porque durante casi una semana se uso el soundbyte de Carmen pidiendo al aire que Presidencia aclare si Felipe Calderón tiene o no problemas con la bebida como imagen institucional de su noticiario. Pero burlarse al aire de su empresa si es una violación ética que sólo Los Simpson pueden hacer al aire respecto a la cadena Fox impunemente...

Durante esta semana en mi blog http://gjsuap.com analizaré otros casos de economía y periodismo dignos de recordarse en este contexto. Los invito a continuar el diálogo.

http://twitter.com/gjsuap http://gjsuap.com
FUENTE
 
#50
Esperemos ver de vuelta a esta gran periodista que dice las cosas como realmente suceden, y por lo que se ve hay que censurar a todo aquel que hable mal del gobierno del Super Presidente Felipillo
 

heavymeza

Bovino adicto
#51
Al parecer ya no tendremos que esperar al 2012 para ver de vuelta las viejas manias priistas, con estos sucesos Calderon esta cumpliendo cabalmente con el dicho "Piensa mal y acertaras..."
Lo unico bueno que rescato de todo esto es la reaccion de la gente que no se ha hecho esperar, y por Carmen seguramente no tardara en aparecer en otro medio dada su calidad periodistica que conocemos de sobra.
 

mikeluppo

Bovino de alcurnia
#52
se repite nuevamente el mismo escenario que cuando la "renunciaron" en W radio. Nos queda en CNN (ellos no tienen ninguna concesion del gobierno para usufructuar una estacion de tv); por ella no hizo mas que poner en el centro del debate pubñico si calderas tiene o no un problema de alcoholismo: es secreto a voces desde que era diputado por el pan (con minusculas, como el "presidente") que tanto max cortazar, como j.c. mouriño y aun el cara de palo de cesar nava junto a fecal, se reunian en un bar de la ciudad de mexico, en el que incluso se les puso su nombre las sillas y estaba reservada de manera permanente su mesa, pues eran habituales sus parranditas hasta altas horas de la madrugada.
se rumora en los pasillos del poder que Aristegui le puso el dedo en la llaga y que quien mas "paso a molestar" por esta preguntita fue la señora zavala, de ahi que le exigieran a varguitas que le diera "flit" a Carmen. ellos se lo pierden, es quien les mantenia rating.
lo bueno de esta pesadilla es que ya esta cercano su fin (al menos en la etapa del borrachin)
 

tiburonxx

Bovino de alcurnia
#53
“¡Carmen sí, Felipe no!” Gritan Decenas de Manifestantes Frente a MVS

http://jenarovillamil.wordpress.com...enas-de-manifestantes-frente-a-mvs/#more-2304

Convocada a través de redes sociales y de mensajes vía teléfono celular, una centena de personas participaron en un plantón de protesta por el despido de la periodista Carmen Aristegui, a las puertas de MVS Radio, en la avenida Mariano Escobedo, con consignas como “¡Carmen sí, Felipe no!” y portando cartulinas con lemas como “MVS: Aristegui, ¿por renovación de la concesión?”.
La protesta que se prolongó por tres horas recibió el apoyo de los automovilistas que pasaban por la avenida de la colonia Polanco y tocaban el claxon en señal de protesta. Decenas de manifestantes portaban tapabocas con dibujos de cierre, en señal de censura. Otros expresaban su malestar con otros símbolos de mordaza y cartelones de la campaña “¡Ya Basta de Sangre!”.
El ex coordinador de la bancada del PRD en San Lázaro, Javier González Garza, fue uno de los primeros en llegar a la manifestación y calificó el despido de Aristegui como “una barbaridad” y “un chantaje de Los Pinos a la empresa, sobre la base de que no le han entregado los refrendos” de las concesiones de radio y de la banda 2.5Ghz.
Cuestionado sobre la actitud presidencial frente a los periodistas críticos, González Garza afirmó que “el problema es el sentimiento de ilegitimidad de Calderón. Es un hecho indignante, que denigra a las propias audiencias”.
Los gritos de “¡boicot, boicot!” a la empresa MVS se generalizaron después de la participación de varios radioescuchas que subrayaron que el noticiario de Carmen Aristegui era el de mayor credibilidad. Otros gritos fueron “¡Carmen sí, facismo no!”.
En el plantón desplegaron la misma manta que generó el escándalo el jueves 3 de febrero, en el recinto de San Lázaro. En ella se observa al presidente Felipe Calderón con la mirada extraviada, en medio de varias copas de licor.
“¡Extra, extra! Borracho atropella a periodista Carmen Aristegui!”, gritaba una de las manifestantes con ganas de ironizar el reciente episodio de censura durante el sexenio de Felipe Calderón.
Comunicado de MVS
Simultáneamente a la manifestación, la empresa MVS distribuyó un comunicado que explicó de esta manera la abrupta salida de Aristegui:
“El pasado viernes 4 de febrero , la periodista Carmen Aristegui dio por válida una presunción, transgrediendo nuestro código de ética y al negarse a ofrecer, como lo solicitó la empresa, una disculpa pública, decidimos dar por terminada nuestra relación cotractual”.
En la página web de MVS desapareció la foto de Aristegui, conductora de la emisión matutina de 6:00 a 10:00 AM que durante los últimos meses se mantuvo en el primer lugar de preferencia de la audiencia en la zona metropolitana.
:mota::mota:
 

tiburonxx

Bovino de alcurnia
#55
Boicot contra MVS por censura contra Aristegui

http://boicotmvs.wordpress.com/2011/02/07/boicot-contra-mvs-por-censura-contra-aristegui/

El día de hoy ocurrió un atentado contra la libertad de expresión: Carmen Aristegui fue cesada de MVS.
Para protestar contra este atropello proponemos lanzar un ataque DDoS contra MVS y sus anunciantes. Si bien el Gobierno Federal también tiene su parte de responsabilidad, no lo incluiremos en la lista de objetivos para no comprometer a nadie a represalias por parte del gobierno.
¿Qué es un ataque DDoS?

Cuando hay un evento extraordinario, como un terremoto por ejemplo, y todo mundo quiere comunicarse con su celular, la red telefónica no soporta tanta demanda y se cae. Este es un ataque DDoS involuntario. Si un número suficientemente grande de usuarios se ponen de acuerdo para visitar una página web al mismo tiempo pasa el mismo fenómeno: el servidor es incapaz de soportar la demanda y queda fuera de línea.
“Los ataques DDos tienen un componente ético-politico , pues son una muestra de democracia activa e hiperpolítica , no tienen repercusión en las urnas pero muestran las opiniones de miles de personas que se congregan para censurar o mostrar su disconformidad con la política de una empresa, una ley, o un partido político.”
http://es.wikipedia.org/wiki/Ataque_de_denegación_de_servicio
¿Cómo puedo participar?

El grupo Anonymous convocó a la Operation Payback para protestar contra las empresas que censuraron a WikiLeaks. Para ello utilizaron un programa de cómputo llamado Low Orbit Ion Cannon (LOIC). Proponemos utilizar este mismo programa para el boicot contra MVS y sus anunciantes.
Primero deben descargar LOIC de SourceForge en la siguiente dirección:

Posteriormente descomprimen el archivo en la carpeta de su preferencia y el día del ataque simplemente dan doble click a LOIC.exe y lo configuran como a continuación se indica:

  • Para el ataque del miércoles 9 deben introducir en URL:
    http://www.noticiasmvs.com
  • Para el ataque del viernes 11 deben introducir en URL:
    http://www.mvs.com.mx
Sólo si son usuarios de Linux o Mac, primero deben instalar Mono para correr LOIC. Una vez instalado, desde una consola se van al directorio donde tienen LOIC.exe y ejecutan el comando “mono LOIC.exe” (sin comillas).
Importante:

El programa LOIC es detectado como virus por la mayoría de los antivirus, como se puede ver en este análisis de VirusTotal. Esto es debido a que el FBI ordenó a las compañías de antivirus que lo identificaran como tal:
“Major Internet security (anti-virus) software providers have instituted updates so they will detect the so-called ‘Low Orbit Ion Canon’ tools used in these attacks.”
Sin embargo, es una herramienta SEGURA siempre y cuando se baje directamente desde SourceForge. Pueden leer más sobre esta herramienta en Wikipedia:

¿Cuándo será el ataque?

El primer ataque está programado para el miércoles 9 de febrero a partir de las 20:00, Hora de la Ciudad de México.
El segundo ataque está programado para el viernes 11 de febrero a partir de las 17:00, Hora de la Ciudad de México.
Para participar, cuando llegue el día y la hora especificados simplemente tienen que abrir LOIC, configurarlo como anteriormente se indicó y dejarlo correr desde la hora de inicio del ataque hasta que puedan (una, dos, tres,…, horas).
¿Es ilegal un ataque DDoS en México?

No soy abogado, sin embargo, técnicamente no es ilegal participar en un ataque DDoS siempre y cuando sea desde su propia computadora y por voluntad propia. Lo único que están haciendo al participar en el ataque es abrir la página web de MVS constantemente, lo cual no es ilegal, y como se trata de una página web pública no están vulnerando la seguridad de sus servidores en ningún momento.
Lo que sí sería ilegal es que participaran desde una computadora ajena sin el consentimiento de su dueño.
¿Qué sigue después?

Si el ataque tiene éxito, se convocará a nuevos ataques contra los anunciantes de MVS en este mismo blog y en la cuenta de Twitter, @ContraLaCensura.
 

tiburonxx

Bovino de alcurnia
#56
Astillero
La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2011/02/08/index.php?section=politica&article=008o1pol

Por la salud de la República (alusión salutífera sin doble sentido), los ciudadanos deberían sostener y repetir la pregunta que Carmen Aristegui hizo la semana pasada: ¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?
El planteamiento de la muy respetada periodista no surgió de súbitos procesos especulativos o de una ocurrencia personal, sino del análisis consecuente que hizo de hechos noticiosos de indudable interés público: la colocación en la tribuna de la cámara federal de diputados de una manta en que se hacía referencia a la incapacidad de gobierno de Felipe Calderón a causa de supuestos problemas etílicos. La presentación rigurosa de esos hechos –con la exhibición en pantalla de la famosa manta, que en otros ámbitos periodísticos fue cuidadosamente aludida– fue acompañada –como usualmente sucede en un noticiero de autoría opinante como han sido los que Aristegui ha conducido– de una serie de reflexiones que en esencia abogaron por la preminencia de la información pública sobre los rumores insistentes: Los Pinos debería aclarar tan peculiar punto, dado que se multiplican los señalamientos acusatorios, al grado de que ese día habían llegado con escándalo al resonante foro de una de las dos cámaras integrantes de uno de los tres poderes republicanos e incluso se había suspendido su sesión de trabajo y se habían producido escaramuzas preocupantes.
La pregunta de Aristegui y su contexto devinieron, sin embargo, en un hecho que pareciera darle inmediata y autoritaria respuesta positiva: a la periodista de medios electrónicos no alineada a las reglas de control impuestas por el gobierno felipista, fugitivo de sí mismo, se le impuso un castigo con ánimos ejemplarizantes: el despido del noticiero matutino que en MVS conducía, bajo la acusación poco sostenible de que era una transgresora (recuérdese que tal era el término preferido por el Ejército para referirse a los insurrectos zapatistas) de un hasta ahora cuasi clandestino código ético al que la voz popular reclasificó como etílico, sobre todo en las redes sociales (interesados pueden ver el registro de cuchufletas que se alojaron en Twitter, en la cuenta @julioastillero y, en menor medida, en Julio Astillero, en Facebook).
Aun cuando MVS asumió directamente la responsabilidad del despido, y Aristegui había guardado silencio hasta el momento de cerrar esta columna (un par de horas antes de su programa en CNN en español, donde expresamente le garantizaron continuidad y respeto), una gran ola crítica situó en Los Pinos el centro de mando de la operación censora. Tal suposición extendida tiene sustento, pues el ocupante de esa residencia oficial mantiene una política de control gerencial de muchos medios de comunicación, en especial de electrónicos, a los que concede un papel preponderante en la fabricación de las percepciones sobre el quehacer público. La presente administración federal –durante la cual ya antes Aristegui había sido contractualmente echada de los micrófonos de la W, y a cuya cuenta represiva también hay que abonar el caso de José Gutiérrez Vivó– se ha esmerado en tener en un puño a quienes desde micrófonos y pantallas a su vez cobran caro por ese sometimiento manual: el precario poder político de Los Pinos se ha atrincherado en el manejo faccioso de los recursos públicos dirigidos a publicidad en los medios de comunicación y, en especial, en el amago y malabarismo jurídico respecto a las condiciones de funcionamiento y temporalidad de las concesiones y, con veneno especial, en el refrendo de éstas.

La impresentable coartada de MVS y el sabido autoritarismo explosivo de Los Pinos acabaron concediendo un estado de veracidad a lo que hasta ahora no se ha podido demostrar jurídica o médicamente, aunque en los corrillos políticos y periodísticos es una especie mencionada con líquida, fluyente frecuencia: el excesivo consumo de bebidas alcohólicas en el circulito íntimo de Los Pinos y la toma de decisiones en esos contextos húmedos que propician los peores humores y las más nefastas acometidas. No se trata, como quiso ubicarlo su principal adversario político, Andrés Manuel López Obrador, de un asunto correspondiente a la vida privada de un ciudadano apellidado Calderón Hinojosa, sino de la responsabilidad colectiva que tiene una persona que ejerce las máximas funciones públicas –haiga llegado a ellas como haiga llegado– y que consume una cantidad importante de recursos del erario en su mantenimiento equilibrado y sano para así poder cumplir las funciones de interés nacional que le han sido encomendadas o, en el caso, que violentamente se encomendó.
En ese contexto, con un país hundido en la narcoviolencia sin control, con una clase política ineficaz, corrupta y en muy buena parte adicta también al consumo de alcohol en exceso –¿cuál gobernador no? ¿cuántos diputados y senadores? ¿cuánto gastan las casas estatales de gobierno en bebidas alcohólicas?–, con un proceso de envilecimiento del periodismo y la discusión pública (ayer, Bozzo y Niurka continuaban ensuciando aún más las pantallas, en una degradación pensada para centrar la atención masiva acrítica en tonterías manipuladas) y en medio de la obsesión bélica de Calderón por controlar todo cuanto le es necesario para intentar una relección por interpósita persona, es justo y necesario, en términos periodísticos, políticos, sociales y éticos, preguntar, como deberíamos hacerlo todos los mexicanos: ¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?
Astillas
La profesora Gordillo ha recibido un primer obús de Los Pinos ahora que ha decidido separarse del calderonismo para reinsertarse en el priísmo, aliada con Peña Nieto. La aceptación oficial del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México es una amenaza al control marcial que hasta ahora ha ejercido la chiapaneca con las excepciones sabidas, ya históricas, de ciertas zonas donde domina la CNTE... Y, mientras sigue la matanza de jóvenes y niños, ¡hasta mañana, con la Corte en vías de cargarse más a la derecha!
:eolo::eolo::eolo::eolo:
 

tiburonxx

Bovino de alcurnia
#57
Posición de Javier Solórzano

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=eNup5rhmbRY&feature=player_embedded#[/youtube]
 

tiburonxx

Bovino de alcurnia
#58
La posición de los miembros (sin albur, bola de sucios) de Primer Plano:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=vPWKxmLgnPQ&feature=player_embedded[/youtube]

:mota::mota::mota:
 
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