Una vez en Glasgow ibamos un grupo de 4 mexicanos y al llegar al hotel el botones que nos ayudo con las maletas nos escucho hablar, ya saben echando desmadre, y ya cuando llegamos a nuestro piso nos pregunto en español que de donde eramos, porque nuestro acento era muy diferente, estaba acostumbrado el acento de España que fue donde trabajo y aprendio el idioma, el era de marruecos por cierto, nunca nos imaginamos iba a entendernos, jejeje, lo bueno que no dijimos nada malo de el.