Bueno como dije ya he vuelto aqui os dejo el cap 2 de la 3 parte de esto espero os guste y que haya valido la pena esperar muchas gracias a todos
LOS PROBLEMAS SIGUEN AVANZANDO CAP 2
-- ¿Eres tu, Catia? …¿Pero como es posible si estabas mal herida? …-- pregunte yo sorprendida al verla, esta vez vestía unos pantalones vaqueros de color blanco, un poco ajustados y en su torso un blusa de color rojo discreta sin escote cosa que me extraño la verdad en la cintura colgaba una placa de policía, no creía que lo fuese pero por que la llevaba.
-- Shhh…mejor luego te explico, la situación…lo mas apremiante es sacarte de aquí…-- me acallo Catia, en cuanto lo hizo la puerta volvió a abrirse y entro Elvira con un café en la mano y otro para mi.
-- Bueno esta es la situación, tu decides que hacer, o me dices la verdad de lo que ha pasado o terminaras entre rejas así que elige…-- me dijo Elvira mientras se sentaba, por un instante se quedo mirando a Catia sin decir palabra.
-- ¿Rubí esta bien? …-- le pregunte algo sobresaltada esperaba que no le hubiera pasado nada.
-- Si te refieres a esa niña disfrazada…si esta bien, no debes preocuparte por ella…-- respondió Elvira y yo pude respirar aliviada al enterarme.
-- Menos mal…gracias…-- le agradecí por lo menos en ese aspecto estaría tranquila.
-- Bueno a lo que íbamos…será mejor que me digas la verdad…-- dijo Elvira, como un consejo. Pero que podría contarle por mucho que le dijera no iba a creerme en absoluto.
-- ¿Qué es lo que quiere saber? …-- pregunte yo mirándole a los ojos.
-- Según tu expediente académico, eres una estudiante normal, sin ningún problema con la justicia ni nada por el estilo, tu padre ha viajado mucho últimamente sobre todo por Egipto, se trajo de allí una estatua llamada, el corazón de Alouqua y lo dono al museo, a raíz de eso, lo atacaron en la calle, cerca de su trabajo y a raíz de eso esta en coma en el hospital, tu madre no hemos podido contactar con ella…Ahora bien, me podrías decir como una chica de la noche a la mañana normal como todas…se convierte en una asesina múltiple…-- dijo Elvira resumiendo todo aquello, lo que no sabia es que mi padre había traído eso de su viaje, tenia que saber lo que era.
-- Por mucho que le diga no me creerá…no se por que atacaron a mi padre… y yo no mate a esas chicas…tiene que creerme…-- dije a Elvira mirándola a los ojos no sabia que responderle, sin desvelar varias cosas.
-- Entonces dime una cosa… ¿Por qué tu sangre estaba en el lugar? …¿Por qué tenias esas espadas en tu poder? …¿Y por que las mataste? …-- pregunto Elvira una cosa tras otra, y yo seguía sin poder decir nada.
En la cara de Catia podía verse, que quería sacarme de allí pero que no podía hacerlo estaba conteniéndose, se veía como cerraba los puños de rabia.
-- Muy bien, si tu no me respondes…lo hará Verónica…Y si, la hemos arrestado también como cómplice tuyo y por encubrimiento…-- dijo Elvira, como si fuera una amenaza pero estaba convencida de que Verónica no diría nada al respecto sabia también como yo que no podía desvelar nada.
Diciendo esto Elvira se levanto de la silla y salio de la habitación lo mas probable para preguntarle a Verónica y corroborar lo que había dicho.
-- ¿Se puede saber que haces aquí? …Te echaba mucho de menos… ¿Y como que tienes una placa de policía? …¿Y como te has recuperado tan rápido? …-- dije mirándola con los ojos casi llorosos de la alegría.
-- Espera…-- dijo Catia mientras se concentraba mirando al espejo, como si esperara oír a alguien.
-- ¿Qué pasa? …-- pregunte yo extrañada.
-- No hay nadie …He podido recuperarme mas rápido gracias a Verónica y su sanación, y no es que sea policía precisamente, he tenido que noquear a uno para poder entrar, al menos no se fijan tanto, tenemos que sacarte de aquí a ti y a ella…creías que te iba a dejar sola…no te libraras tan fácilmente de mi…la suerte fue que me dirigí al instituto y por suerte Verónica me encontró antes y me explico lo que pasaba y que me dirigiera a la comisaría, por que lo mas seguro que terminaríais detenidas, así que en cuanto te manden a prisión, saldremos de aquí…-- explico Catia lo que había pasado.
-- Tenemos que rescatar también a Rubí y a las espadas…-- dije yo; no quería dejar nadie atrás y menos a Rubí de una forma u otra terminarían descubriendo lo que era y no podía permitirlo.
-- ¿A Rubí…? …Parece que te has encariñado con ella…-- pregunto Catia sorprendida.
-- Mas de lo que piensas…y no pienso dejarla atrás pase lo que pase…-- dije sabiendo que iba a ser mas complicado pero no quería abandonarla se lo prometí y pensaba cumplirlo.
-- Muy bien…nos la llevaremos también…Shhh será mejor que lo dejemos hay vienen…-- dijo Catia mientras prestaba atención a la puerta.
Y no se equivoco al momento se volvió a abrir entrando Elvira, y volviéndose a sentar enfrente mía.
-- Muy bien dime te lo has pensado…por que Verónica nos lo ha contado todo que tu fuiste la que lo planeo todo…que ya estabas harta de ellas…por lo que parece te ha traicionado y le ha podido los nervios…-- dijo Elvira con una sonrisa de malicia en la cara, como si estuviera pensando que ya me había cogido.
-- Eso es mentira no creo que te haya dicho nada de eso, por que yo no he sido no se quien ha podido ser…es cierto que mi sangre esta allí…pero no puedo explicárselo…-- dije yo, sabiendo que no podía decírselo.
-- Escucha, te estas enfrentado a una dura pena de cárcel y a tu edad en una prisión eres un bombón…créeme lo he visto…-- dijo Elvira aconsejándome.
En ese preciso momento la puerta de la sala de interrogatorios se abrió y entro uno de los policías se acerco a Elvira y le dijo algo al oído.
-- De acuerdo ahora mismo no tengo tiempo…y hasta que venga tu abogado tendrás que permanecer en el calabozo…Agente llevesela…-- dijo Elvira diciéndoselo a Catia, pensé que a lo mejor era eso lo que había planeado pero no esperaba que fuera otra cosa mucho peor.
-- Andando…-- dijo Catia escenificando su papel, incluso hasta yo me lo creí.
Catia me cogio del brazo y me saco de allí en dirección al calabozo, al parecer la comisaría estaba un poco alterada; aunque no imaginaba el por que, yo empezaba a sentir un dolor agudo en el abdomen, no podía ser en aquel preciso momento, tenia que sacar fuerzas de donde fuera para poder continuar.
Nos dirigimos a otra sala de interrogatorios, pero en la puerta había un guardia vigilando, Catia me soltó del brazo y se acerco al guardia.
-- Vengo por la sospechosa Verónica, ordenes de Elvira…-- dijo Catia esperando que se lo creyera, aunque hasta el momento le había salido muy bien.
El policía abrió la puerta y la dejo pasar mientras yo esperaba fuera tocándome el bajo vientre por el dolor, que poco a poco se iba agudizando mas, al momento salio Verónica de allí de la mano de Catia.
-- Me podrías decir donde se encuentra, la detenida Rubí…tengo ordenes de trasladarla también…-- dijo Catia, esperando que resultara.
-- Se encuentra en la sala de interrogatorios tres…pero tenga cuidado…-- dijo el policía advirtiéndoselo yo pensé que lo mismo podría haberles gruñido o liar alguna de las suyas.
Verónica me miro extrañada, mientras me tocaba el bajo vientre por el dolor sabia perfectamente lo que me pasaba.
-- ¿Te encuentras bien? …-- pregunto Verónica mirándome con preocupación, ojala hubiera podido contestarle que si.
-- No, es como si me estuvieran clavando algo dentro de mí, y cada vez se agudiza mas…-- dije yo con la expresión de dolor en mi rostro, pero sabia que debía de continuar.
-- Es mejor que nos dejemos de charla…tenemos que recuperar a Rubí y las espadas aun…-- dijo Catia mientras nos cogía de los brazos y nos dirigíamos a la sala de interrogatorio tres.
-- ¿Cómo te metieron aquí? …-- pregunte a Verónica mientras andábamos.
-- Me pillaron en el instituto, al parecer tu sangre estaba por allí…y como yo era tu profesora creen que soy cómplice de todo esto…no pude hacer nada al menos pude enviar a Catia a tiempo me suponía que pasaría…-- explico Verónica, al menos pudo preverlo.
Una vez hubimos llegado vimos que no había nadie en la puerta pensarían que no necesitarían guardia alguna al ser una niña; Catia abrió la puerta en cuanto Rubí me vio se lanzo a mis brazos, dándome besos por la cara, parecía que no me había visto en mucho tiempo.
-- ¿Estas bien? …¿Has sido una niña buena? …-- pregunte yo, pero sabia perfectamente lo que me iba a responder.
-- Rubí estar bien…Rubí ser niña buena… ¿Mami…estar bien? …pregunto Rubí viéndome el rostro, sabia perfectamente que algo me pasaba, pero no podía decirle nada.
-- Si…no te preocupes…es solo un pequeño dolor de estomago nada mas…-- respondí sonriéndole lo mejor que podía ocultando el dolor.
Una vez estuvimos las tres salimos de la zona de interrogatorios hacia la sala principal, al llegar allí pudimos ver como la policía estaban mas alterados de lo normal muy grave tendría que haber sido el incidente para que estuvieran así.
--Quedaos aquí un momento veré si me puedo enterar de lo que ocurre…-- dijo Catia moviéndose entre los policías y preguntándoles.
-- Al parecer te vuelve a doler…los signos de contención no duraran mucho…espero que haya tiempo de sobra…-- dijo Verónica mientras me miraba seriamente.
-- No te preocupes estoy segura de que lo habrá…-- respondí yo devolviéndole la mirada.
Al rato Catia volvió tenia el rostro en blanco; muy mala tenia que haber sido la noticia, para que estuviera así.
-- El “Gato Afortunado”, lo han… destruido…-- dijo Catia con el semblante en blanco, sin llegar a creérselo aun.
-- ¿Qué…? …¿Pero como es posible…? …-- pregunte completamente sorprendida no podía creer que hubieran llegado tan lejos.
-- ¿Y Akemi y las chicas…? …-- pregunto Verónica, entre sorpresa y miedo.
-- Dicen que han encontrado…algunos cuerpos…la mayoría de hombres…lo mas seguro de clientes del bar…y algún que otro de mujer…pero que no están seguros…-- dijo Catia entrecortadamente se notaba que la noticia le había afectado demasiado.
-- Será mejor que vayamos para allá a ver que ocurre y si están bien todas…-- dije yo intentando que nos concentráramos en algo para que se nos pasara el miedo y la sorpresa.
-- Es mejor ir por las espadas y después ir directamente al local, para ver que podemos hacer…-- dijo Catia intentando recuperarse del shock que había sufrido.
Nos dirigimos hacia las escaleras, donde se supone que estaba el sótano y el almacén de pruebas de la policía para poder sacar las espadas, aquel sitio no era muy grande tuvimos que cruzar varios pasillos solitarios hasta que llegamos a una habitación llena de rejas detrás de una de ellas estaba uno de los policías algo mayor.
-- Vengo por las espadas, ellas y la prueba van a ser trasladadas a otra comisaría…-- dijo Catia intentando que colara, nuevamente la mentira, ya habíamos tenido demasiada suerte.
-- Muy bien…firma aquí y te las daré… ¿Se puede saber que es lo que pasa arriba que hay tanto alboroto? …-- pregunto el policía mientras rebuscaba entra todas las pruebas que allí estaban.
-- Han atacado un edificio por lo que parece el “Gato Afortunado”…-- respondió Catia bajando la cabeza.
-- Tú, eres nueva ¿no…? …-- pregunto el policía con interés, ya pensaba que nos habían pillado.
-- Si acaban de trasladarme hace poco…y ya ves me han dado el encargo de niñera…pero bueno por algo se empieza…-- respondió Catia intentando seguirle la corriente.
-- Bueno…si necesitas algo…estaré por aquí…y animo que seguro que ya mismo tendrás mejores cosas…-- dijo el hombre animando a Catia, mientras le entregaba las espadas.
-- Gracias ya nos veremos…-- agradeció Catia al policía.
Salimos de aquel sitio en dirección al aparcamiento para poder coger un coche, y llegar lo antes posible al local. Cuando llegamos al aparcamiento pudimos ver que casi no quedaba ninguno allí, pero al menos pudimos encontrar uno que estaba abierto y con las llaves puestas, al parecer algunos policías tenían demasiada confianza.
Catia arranco y nos dirigimos a toda velocidad hacia allí a lo lejos podía verse una columna de humo del local y varias ambulancias que se dirigían al edificio, pusimos la sirena para poder tener mas libertad.
Cuando llegamos pudimos ver una gran cantidad de coches de bomberos por el sitio sofocando las llamas la policía estaba acordonando la zona para que no entraran los curiosos, la televisión también había llegado hasta allí, los enfermeros, iban de un sitio para otro, por lo que podíamos ver eran casi todos hombres alguna mujer que otra, pero no eran del local.
Nos metimos en uno de los callejones para poder observar la situación mientras veíamos como las llamas devoraban aquel lugar, Catia fue a ver si podía hacer algo y encontrar alguna de sus compañeras.
Al rato escuchamos unos pasos detrás de nosotras cuando nos giramos pudimos ver a una de las chicas con la cara llena de heridas, la ropa la tenia destrozada, su cara estaba ensangrentada, aquello era como en mi sueño pero de otra forma no podía creerme que se hubiera hecho realidad.
Verónica se apresuro a cogerla en brazos para que no cayera el suelo, al mirar en el callejón vimos que varias de ellas también estaban allí, al parecer pudieron escapar de aquel infierno, en sus caras podía reflejarse la tristeza y el dolor.
-- Akemi… ¿Sabéis si ha salido? …¿Si se encuentra bien? …-- pregunte yo inquieta mirando hacia aquel grupo, no podía verla por ninguna parte.
-- Akemi…no pudo salir la ultima vez que la vi…se encontraba en los sótanos…haciendo salir a las chicas y ayudándolas…-- dijo la muchacha, entrecortadamente sacando fuerzas de flaqueza.
-- Mierda…no puede ser que haya ocurrido es imposible…no quiero pensar siquiera que a mi madre le haya pasado algo…no puedo perderla…-- maldije pegando un puñetazo a una de las paredes, aquella reacción provoco que el dolor que ya sentía se agudizase aun mas haciéndome caer de rodillas.
Aquel dolor era como si me atravesara el abdomen, no podía mas que abrazármelo, Rubí al verme en aquel estado se abrazo ami intentando consolarme, cubriéndome con sus pequeñas alas.
-- Parece que ese sello no durara mucho tenemos que saber como desbloquearte, el chi o terminaras muerta…-- dijo Verónica mientras intentaba apoyar aquella chica lo mejor que podía en el suelo.
Verónica debido a aquello saco sus orejas y las colas aparecieron, cerro los ojos y empezó a recitar un cántico, una especie de aura verdosa nos rodeo las heridas de las chicas comenzaron a sanar lentamente, mientras tanto Rubí empezó a entonar un cántico en una lengua que no había escuchado nunca las muchachas se quedaron mirándola, escuchándola atentamente aquella cancioncilla hacia que aquel dolor fuera cesando lentamente, era como si calmara a aquella pequeña cría que tenia en mi interior.
-- ¿Pero que has hecho Rubí…? …-- pregunte intrigada.
-- Rubí cantar canción de dormir…Rubí escucharla de pequeña y gustar mucho…y Rubí cantársela a hermanita…-- dijo Rubí sonriéndome no podía hacer mas que abrazarla.
-- Eres toda una caja de sorpresas…-- le dije mientras la besaba, en las mejillas.
-- ¿A mami gustar canción? …-- pregunto Rubí sonriendo.
-- Me encanta cariño es preciosa…-- respondí con lagrimas en los ojos.
-- Rubí estar feliz…A Rubí decirle que no cantar bien en la bandada…-- dijo Rubí recordando su pasado.
En ese momento Verónica termino su rezo, las heridas de todas las chicas estaban sanadas es como si literalmente no hubieran estado, debido al esfuerzo cayo al suelo por suerte pudieron recogerla a tiempo, al menos había un problema menos, pero tenia que ir a ver que le había pasado a mi madre y si se encontraba bien.
-- Bueno…al menos tendremos ese tiempo que necesitábamos… debo descansar un poco, estos Sutra son algo complicados y requieren mucha energía…-- dijo Verónica mientras se incorporaba poco a poco, algo mareada.
Al rato llego Catia al callejón, estaba pálida es como si todo se le hubiera venido encima la destrucción del local había sido como un shock para ella.
-- Dicen que ha habido varias victimas la mayoría hombres, lo que supongo que eran clientes del local, pero aparentemente por lo que he podido ver entre los cuerpos que sacaban y demás, no estaba el de Akemi, y el de ninguna otra chica del local…¿Pero no me puedo imaginar que es lo que ha pasado…? …-- dijo Catia bajando la cabeza al menos podía estar convencida de que Akemi se había salvado.
-- Perdonad yo pude ver lo que paso…-- dijo una de las muchachas del grupo.
-- Me alegro saber que os habéis salvado… ¿Cómo fue…?…-- pregunto Catia interesada.
-- Era una noche normal como todas las demás, algunas estábamos sirviendo, copas y otras bailando lo de costumbre; lo normal es que la mayoría de la clientela fueran hombres y ya sabes que siempre tenemos alguna que otra mujer, que le gusta pero que las conocemos a todas, al parecer entro una joven de pelo largo oscuro, no era muy alta, vestía de lo mas normal, se acerco a la barra donde estaba y pidió un vaso de ginebra no se el por que pero tenia un mal presentimiento me fui para la oficina de Akemi y se lo advertí, en ese momento miro a través de la cortina del escenario, no se lo que vio pero al momento me dijo que fuera advirtiendo a las chicas que fueran descendiendo a la arena, hice lo que pude, pero la mujer en ese momento exploto, fue un baño de sangre no podía creer lo que había visto la gente chillando de dolor se quemaban delante mía, Akemi empezó a ayudar a las chicas, llevándonos al refugio a la mayoría a las demás nos hizo salir, de aquel infierno, mientras caían escombros …-- dijo la muchacha recordando aquel suceso, en la cara podía verse que tardaría en olvidar aquella masacre que había presenciado.
-- Bueno ahora queda otra cosa, donde nos vamos a quedar…-- pregunto Catia, intentando pensar una solución.
-- Podemos hacer una cosa… ir al instituto de mientras esa zona será el ultimo sitio que van a mirar, ya han sacado pruebas y demás, al menos tendríamos un sitio donde descansar, además lo han vallado y de momento no hay clases hasta nueva orden…-- dijo Verónica, al principio creí que era una broma de las suyas pero según lo iba explicando cada vez me parecía mas verosímil ya que en mi casa no podíamos quedarnos, eran el primer sitio que mirarían y mas aun que había huido de la comisaría.
Así que decidiendo esto nos dirigimos al instituto, caminando entre calles secundarias, y callejones para no ser descubiertas, cuando llegamos vimos que efectivamente estaba completamente solitario y en la verja de afuera podía verse la típica cinta de la policía, saltamos la verja, algunas mas ágilmente que otras cabe destacar, la puerta principal estaba cerrada además tenia un precinto de seguridad y si lo rompíamos podían darse cuenta.
Empezamos a mirar por los alrededores y descubrimos una ventana abierta la del laboratorio que casi siempre estaba así por si se formaba algún vapor o algo peligroso que pudiéramos tener ventilación, pero estaba en el segundo piso.
-- Bueno hay esta la ventana, ahora el problema es como vamos a subir…se que vosotras podéis pero yo no creo que pueda pegar esos brincos…-- dije mientras las miraba, con algo de envidia.
Catia en cuanto termine de hablar empezó a pegar brincos saltando en la pared, como si fuera un verdadero gato llego con mucha rapidez a la ventana y se coló dentro.
-- Esperad en la entrada, creo que tendré que desactivar la alarma para que podamos entrar…-- dijo Catia metiéndose dentro.
La tarde empezaba a caer lentamente, ya ni pensaba el tiempo que había estado en la comisaría, solo sabia que tenia bastante hambre, cuando hubo pasado un rato, la puerta de delante se abrió, pudiendo entrar al primer sitio que me dirigí fue a la cafetería por suerte siempre quedaban algunos dulces y bocadillos por allí y parte del menú, al menos pudimos comer un poco ya que ami me hacia falta y con urgencia, después de aquella comida improvisada y habiendo limpiado algo, fuimos inspeccionando el lugar para ver donde nos podíamos meter.
Escogimos el auditorio, al menos era un sitio grande, nos fuimos hacia el almacén de gimnasia y cogimos varios colchones para hacer de improvisadas camas en aquel lugar estuvimos bastante ajetreadas casi toda la tarde por suerte también encontramos algunas linternas, por que la electricidad no podíamos usarla, entre tanto deje a Rubí con las chicas, cuando estuvimos todas acomodadas fui a investigar algo por allí y descubrí a Catia sentada en una ventana mirando como los últimos rayos de sol decían el adiós al día, y como en el cielo se iban acumulando nubes de tormenta.
-- ¿Te encuentras bien…? …-- pregunte intrigada.
-- Si, no te preocupes…es solo que espero que Akemi este bien cuando llegue la noche iré a ver si puedo llegar a la arena y ver si se encuentra allí…sabes, Akemi es como si fuera mi madre la conocí muy pequeña y me acogió como si fuera su propia hija, me enseño todo lo que se y no quisiera perderla…-- respondió Catia sabia que las lagrimas resbalaban por su rostro, pero era mejor no decirle nada por que estaba segura que lo negaría.
-- Se como te sientes…yo no soportaría perder a mi madre ahora que la he encontrado…además estoy segura de que esta bien…y también de que saldremos de esta…solo hay que tener fe…-- dije intentando animarla, sabia que le hacia falta.
Decidí dejarla no sin antes fijarme en que miraba para abajo sorprendida y salía corriendo hacia la entrada.
-- Vaya así que ha decidido venir, después de todo no es tan torpe como pensaba…-- dijo sonriendo dirigiéndose hacia la entrada principal.
-- ¿Pero quien es…? … -- pregunte desconcertada, mientras la seguía.
-- No te lo imaginas por que salimos tan fácilmente de la comisaría…no era por mi gran interpretación precisamente…cualquiera se hubiera dado cuenta…-- respondió Catia, era como si la hubiera estado esperando esa visita.
No me dio tiempo a responder cuando llegamos abajo, abrió la puerta y allí estaba era Elvira no podía creer eso, nos había descubierto, pero nada mas que entro se lanzo a los brazos de Catia dándole un beso apasionado y muy largo yo pensé incluso que se quedaban sin respiración, me quede de piedra al ver eso.
-- Vaya…mira quien tenemos aquí…a la fugada y sus cómplices…-- dijo Elvira mirándome seriamente.
-- Así que al final has venido…dime… ¿Que es lo que has averiguado?…-- pregunto Catia rápidamente, sin dejarle tiempo a nada.
-- Vaya si que vas directa al grano pero como siempre…solo se que estáis en busca y captura por la policía, y que no ha sido muy buena idea el venir al instituto precisamente, solo podré detenerlos cuarenta y ocho horas mas, después de eso tendréis que iros…aparte no se lo que va a pasar con el cuerpo que tienen en el forense es una de las vuestras…hasta el momento habíais sido muy discretas…como os habéis descuidado tanto, la verdad no puedo creerlo…¿Y quien es ella…?, y no me refiero al nombre eso lo se…¿Una nueva recluta?…-- pregunto Elvira mirándome de arriba abajo, lo que no me podía creer es que fuera amiga de Catia y que todo aquello hubiera sido un montaje.
-- Esta es Amanda la hija de Akemi…-- me presento Catia brevemente.
-- ¿Ella es su hija…? …no tenia ni idea…pero bueno ya sabéis cual es la situación y con respecto al local no he visto a Akemi por ningún sitio la verdad que me asuste bastante al escuchar que había sido atacado, por lo menos estáis bien…-- dijo sorprendida y resumiendo la situación del local al menos Akemi no había sido encontrada eso presentaba dos situaciones o estaba enterrada en la arena o había salido… ¿Pero a donde?
-- ¿Y como que os conocéis…?…-- pregunte yo interesada en la historia.
-- Fue mientras se encontraba en este instituto hubo un robo y ella estaba involucrada…así que la detuve…y poco a poco me fue engatusando…como puedes ver y así hasta ahora…-- respondió Elvira mientras acariciaba el trasero a Catia.
-- Bueno tenemos que hablar de los viejos tiempos…-- dijo Catia como excusa para quedarse solas mientras avanzaban hacia el almacén del gimnasio.
En cuanto entraron cerraron la puerta, no se por que pero tenia ganas de ver como recordaban esos viejos tiempos, pensé que al final Catia tenia razón que me gustaba mirar, así que decidí espiar que es lo que hacían, me acerque a la puerta y la abrí casi sin hacer ruido por aquella rendija pude observar como las dos se fusionaban en un beso, sus lenguas jugaban una con la otra en una danza, incluso apartaron los labios para moverlas, una junto a la otra, saboreando sus salivas y sabor, podía ver como la cola de Catia se enroscaba en la cintura de Elvira y acariciaba el trasero por encima de la falda, por mi parte empezaba a notar como mis pezones iban endureciéndose y notándose mas a través de aquella escueta camiseta de tirantes, poco a poco iba mojándome, notaba como aquél pantalón pegado como una segunda piel iba humedeciéndose; Catia fue bajando lentamente hasta ponerse en cuclillas empezó a levantar aquella falda de tubo que resulto muy fácil de hacer pude contemplar un tanga de rejilla de color negro que no se apresuro en bajarlo lo hizo deleitándose con la vista de su sexo completamente depilado del que empezaba a emanar flujo y a resbalar por sus muslos, seguidamente que lo hubo bajado empezó a subir recorriendo sus piernas con la lengua lamiendo todo aquello, como si fuera el mas dulce vino, cuando llego a su entre pierna, aplico su boca por entera tapandola moviendo su lengua dentro de ella, Elvira empezo a suspirar, acaloradamente mientras Catia seguia moviendola dentro de ella, pense en aquella sensación entre rasposa y suave que tanto em gustaba, mis manos reaccionaron por si solas, subi mi camiseta y empece a acariciarme los pechos que habian crecido algo de tamaño los pezones estaba duros como piedras me pase los dedos por la lengua mojandolos y empece a acariciarlos rodeandolos sintiendolos entre mis dedos, apretandolos de vez en cuando sintiendo la combinación de dolor-placer que tanto me gustaba, empece a jadear al ritmo de Elvira que por su expresión estaba en su particular eden, su respiración se hacia mas agitada veia como su pecho subia y bajaba a traves de blusa queriendo ser libre de aquella prision de tela, no tardo mucho en proferir un gemido mas agudo estaba segura que habia llegado al climax y que Catia estaba relamiendose con su corrida y degustandola como el mas dulce nectar.
Observe como Elvira tuvo que apoyarse contra el potro de gimnasia para poder tenerse en pie pero creo que Catia no el iva dar cuartel ninguno, se desabrocho el pantalon vaquero, y cogiendola de la mano la puso de espaldas, abrió sus muslos de golpe e inclinándose abrió su trasero empezó a meter la lengua mientras sus dedos los introducía en su vagina húmeda y caliente aun chorreante de flujo y empezó a lamer furiosamente con ansias de vez en cuando introducía y sacaba su lengua dentro de ella como si fuera un pequeño pene, los dedos no dejaban de moverse dentro y fuera de ella acelerando cada vez mas su ritmo, una de mis manos, que estaba jugando con mis pechos, bajo hasta llegar al pantalón ya humedecido y empezó a masajear mi sexo de arriba hacia abajo mis dedos palparon mi clítoris inflamado y notaron la humedad que salía de mi sexo al instante metí los dedos dentro de mi, aquella sensación fue mas maravillosa de lo que había pensado, estaba muy sensible los dedos empezaron a entrar y salir con mucha facilidad de mi interior, tenia que permanecer callada para que no me escucharan, mi respiración iba en aumento no podría aguantarme por mucho tiempo; Catia seguía lamiendo su trasero y metiendo y sacando los dedos de ella su respiración prosiguió en aumento cada vez mas y mas hasta que escuche otro gemido de placer, ya se había corrido dos veces, su expresión era de cansancio pero Catia no quería dejarla insatisfecha quería mas de ella, su expresión lujuriosa no la había visto antes no estaba satisfecha aun, agarro con una mano su miembro que nunca supe donde podía esconder aquella cosa y apoyo la cabeza de este en el agujero de su trasero ahora húmedo por la saliva de su boca y empezó a meterlo en cuanto entro la expresión de Elvira cambio de golpe, era como si se sorprendiera de aquello, Catia sin pensárselo dio un empujón venciendo toda resistencia y logro introducirlo todo dentro, Elvira profirió un grito de placer y sin detenerse empezó a moverse violentamente dando unas arremetidas brutales, incluso aquél aparato de gimnasia temblaba de las embestidas, una y otra vez no le dejaba descanso la cara de la profesora era de éxtasis su cuerpo ya no podía dar mas de si, pero Catia no llego a importarle, mis manos se empezaron a mover mas deprisa y con furia queria sentir aquello dentro y que fuera de la misma forma, sabia que no duraria mucho y que pronto terminaría, y no quería que acabase nunca había visto a Catia de esa forma y me encantaba, su lengua recorrió su espalda hasta llegar a su cuello donde la mordió lo mismo que a mi, mientras se movía sus pechos se balanceaban al ritmo de aquella batalla sexual que mantenían, Catia siguió con su violencia metiendo y sacando cada vez con mas rapidez sus respiraciones estaban agitadas hasta que al fin las tres soltamos un gemido toda aquella carga caliente y espesa se introdujo dentro de ella llenándola por dentro parte del esperma salía por fuera cayendo al suelo mezclado con la corrida de Elvira que manchaba sus muslos, así se quedo un momento yo veía los espasmos de su miembro mientras seguía soltando mas leche dentro de ella pasado un momento, Catia lo saco de ella aun manando leche y como Elvira no podía moverse del sitio solo jadear, y como su cuerpo temblaba del placer, mientras yo estaba en el suelo, con los pantalones mojados y mi mano chorreando, aun jadeando por aquello.
En ese momento la puerta termino de abrirse y apareció Catia que se quedo mirándome por un momento.
-- Es lo que decía…al final te gusta mirar…-- dijo Catia mirándome con una sonrisa de lujuria en su rostro, mientras yo no podía apartar la vista de su miembro, aun reluciente y goteando leche.
Catia se acerco a mi y yo me alce abrí mi boca acogedora y caliente para que pudiera introducirlo dentro de ella, y dicho y hecho Catia lo metió dentro de ella, empecé a apretarlo con mis labios en una prisión deliciosa y comencé a saborear aquel coctel de sabores en mi boca que mezclada con mi saliva tenia un gusto muy especial, Catia me agarro la cabeza y empezó a subirla y bajarla a todo lo largo que era, para que lo limpiara a fondo mientras mi lengua se enroscaba en el sentía que por momento se iba endureciendo mas y mas, y eso me gustaba, casi llegaba a mi garganta me llenaba por completo la boca, cuando la saco fuera tosí un poco pero vi que estaba reluciente y como la saliva aun resbalaba por el haciéndolo mas brillante y apetecible aun si pudiese.
Catia me levanto y me dio la vuelta apoyándome contra la pared sus manos se agarraron a mis pechos, cogiendolos y apretándolos yo proferí un gemido al notar sus dedos como se agarraban a mis pezones acariciándolos, al momento bajo mi pantalón, y empezó a restregar su miembro contra mi, lubricándolo con los flujos que aun manaban de el por la corrida, habiéndolo mojado lo suficiente entro con mucha facilidad y empezó a moverse dentro y afuera aumentando su ritmo mientras su cola se introducía en mi trasero haciendo lo mismo eso me encanto estar llena por completa no sabia que hacer solo aguantar aquel maravilloso miembro dentro de mi y sus acometidas que cada vez iban en mas y mas aumento mientras sus manos jugaban, sopesaban, y masajeaban mis pechos, su boca se aplico a mi cuello mordiéndome fue una sensación de placer increíble a pesar del dolor me encanto volver a sentir como sus colmillos se clavaban su furia poseyéndome fue maravillosa estaba a su completa merced no sabia que hacer solo me deje llevar gimiendo mientras ella me penetraba con mas y mas fuerza yo sentía como se movía dentro de mi, llenándome, llegando incluso a la entrada mas profunda de mi estuvimos así un buen rato, hasta que sentí que las arremetidas eran mucho mas fuertes que las anteriores, también sentí como sus colmillos se aferraban mas aun y pude notar como en un empujón entro por entera, su caliente esperma en mi interior llenaba cada rincón de mi interior y como se movía, los espasmos de su miembro y los de mi vagina apretándola, fue indescriptible, permanecimos un momento así hasta que su boca dejo de apretar mi cuello y la saco, la leche brotaba afuera, y Catia tuvo que apoyarse contra la pared estaba jadeando y cansada lo mismo que yo y sobre todo maravillada de tenerla de vuelta.
Cuando hubimos descansado un poco nos dirigimos a las duchas para poder asearnos un poco dejamos que Elvira descansara un poco mas, me sentí en la gloria entre lo que habíamos hecho y el calor del agua fue una delicia, cuando me hube secado, maldije no tener un cepillo para le pelo, y lo único que pude encontrar fue un chándal que ponerme en mi taquilla no tenia otra cosa, me dirigí al auditorio para descansar un poco, pude contemplar como todas las chicas estaban tumbadas descansando, y como Rubí estaba en uno de los colchones mirándome y esperándome que me acostase junto a ella, al momento de haberme tumbado vi a Catia como cruzaba el pasillo y saltaba por una ventana para ir al local, pensé que estaría de los nervios lo mas seguro.
Creí que lo mejor era no seguirla, lo mas probable seria un inconveniente para ella, así que decidí ponerme a dormir lo necesitaba; Rubí se abrazo a mi para darme calor, y empezó a cantar esa cancioncilla nuevamente que me dejo dormida por completo, cuando llego la mañana creí que Verónica tendría que volver a alimentarla pero no sentí su erección, me volví algo sorprendida y la vi como estaba durmiendo pero esta vez tenia una especie de aura apagada de color rojizo rodeándola, la zarandee suavemente para despertarla pero aun así no reaccionaba...
FIN DEL CAPITULO 2
P.
Espero que os guste muchas gracias a todos nueva mente y un beso