Pues para no dejar que se muera el post, les contaré algo que me sucedió hace ya bastantes años, lo curioso es que cuando le suceden cosas a una sola persona podemos decir incluso que es sugestión, que vimos mal, podemos atribuir muchas cosas, pero cuando dos personas comparten un fenómeno incluso estando separados, quiere decir que algo en realidad sucedió aunque no tengamos la respuesta a qué es.
Lo que les voy a narrar sucedió cuando yo estudiaba la carrera, en ese entonces mi madre era bastante estricta con los horarios de televisión, nada de desvelarse viendo televisión, a mas tardar 22:10 se apagaba la televisión y si me desvelaba era sólo por estudiar (ahora se lo agradezco pero en su momento eran tan enfadosas esas reglas). Así que un día ella se fue a un retiro espiritual por parte de su religión y yo estaba más que contento porque era viernes y sábado y por fin podía desvelarme viendo televisión (¡que ñoño!) y me emocioné porque iban a pasar Vanilla Sky y su contraparte española, una después de la otra, así que me dispuse con todo para ver las películas. En la tarde que se fue mi mamá se despidió y me dijo que me portara bien, así que cuando ella se fue, corriendo fui al súper por palomitas de microondas, refresco y cosas para ver la película ¡me iba a desvelar viendo películas!, así que era una gran ocasión.
Unos quince minutos antes de las películas por ahí de las 22:30 comenzaron a pasar comerciales de esos que son reseñas-trailers de películas, yo con mi tazón enorme de palomitas y sentado en el piso sobre un cojín esperando ansioso el inicio de las películas cuando de repente mi cuerpo saltó como si me hubieran picado las costillas, fue algo raro-gracioso porque yo no sentí nada, les mentiría si les dijera que sentí la presencia de un ser extraño o algo así, sólo mi cuerpo reaccionó en automático y salté, me comencé a reír porque no le dí importancia o no le relacioné con algo sobrenatural, incluso pensé que era por la emoción de la película. Segundos después sentí la típica piloerección, es decir la famosa carne de gallina, en mis brazos y en todo mi cuerpo, nuevamente pensé que era porque hacía frío o era de noche o equis cosa, así que jalé una sudadera que tenía en el sillón y me la puse, sin perder de vista la pantalla por supuesto. Así que de repente, de reojo del lado derecho en el umbral que divide la sala donde me encontraba y la siguiente habitación, distinguí una figura de blanco parada, ahí si fue cuando me asusté y volteé, no vi nada, yo seguía sintiendo frío pero al estar de frente no vi nada, así que atribuí la visión a un reflejo en mis lentes, quizás el reflejo de la televisión, en fin un largo etc de probabilidades, cuando me puse nuevamente a mirar la televisión vi la figura ahí parada, pude distinguir de reojo que era un hombre alto, moreno, de turbante blanco y una gran blanca larga que llegaba hasta su pecho. El verlo nuevamente me puso nervioso, volteé y de frente no vi nada, nuevamente volteé hacia la tv y de reojo lo seguí viendo ahí parado. Así que con todo el nervio del mundo pregunté "¿qué quieres?", a mis adentros pensé, "si este me contesta segurito me orino del miedo", así pasé no sé cuanto tiempo, minutos que parecían eternos, entre que esa figura estaba ahí de pie y no decía ni hacía mas nada. De repente escuché un sonido como cuando se desinfla un globo o algo así, el ambiente frío se quitó y hasta se movieron las cortinas que estaban en el umbral, el ambiente se sintió mas ligero y ya no ví al sujeto en cuestión. Acto seguido agarré mi tazón de palomitas y lo dejé en la mesa, apagué la tele y me subí a mi cuarto (si el miedo no anda en burro), logré conciliar el sueño y me dormí.
El sábado que regresó mi mamá en la tarde-noche, estuvimos platicando y ella me dijo que había tenido un sueño "bastante raro", me dijo que en la noche le había tocado compartir la habitación con una señora que ella no conocía pero que según era para que se hicieran lazos de convivencia. El caso es que al dormir, soñó que un hombre se paraba entre las dos camas. En ese momento le describí al hombre que yo había visto, y ella me dijo que exactamente así era el hombre de su sueño, un hombre moreno alto, vestido de blanco, con turbante y una gran blanca, que se paraba entre las dos camas y mi madre en el sueño y sabiendo que estaba soñando le preguntó que si quería que rezara por él o si era un alma en pena que necesitara algo y lo único que hizo fue señalarle una esquina de la habitación donde al verla se podía ver la sala de mi casa, y al ver ella hacia donde le señalaba, se despertó de ese sueño. Ya después le conté lo que había sucedido y nos quedamos pensativos en qué o quien pudo haber sido ese ente.
Como ven, ambos coincidimos en el evento de haber visto al mismo señor, incluso me atrevería a pensar que a la misma hora, pero en lugares distintos, yo en la sala de mi casa y ella en un sitio que usaban para los retiros espirituales. La descripción podría coincidir con la de los yoguis o personajes hindús. En fin después de eso no volvimos a saber de este personaje.