Despues de irme a vivir solo (y pasar como 2 semanas sin comer), aprendi que la comida no se rechaza, al contrario se disfruta y hay que tratar de encontrarle el lado bueno (literalmente). Calabazas, higado, chayote, etc... son buenisimos, cuando son bien preparados...
Aunque despues de que me case, me volvi un poco chipilon y no me gustaron unos tacos de moronga que me dio la abuelita de mi esposa... eso si se me hizo GACHO... pero como era la primera vez que comia con ella, pues me lo comi todo...=(