Niña, sé que cometí mis errores, pero no olvides, que aún con los tuyos te quise demasiado, y aún no te he olvidado.
Sé que quizá tu si, inicias algo nuevo, y a pesar de que ardo por ello, no tengo derecho a impedirlo ... sólo ... te doy las gracias por aquellas sonrisas, por aquellos abrazos, y tantos y tantos momentos en los que me hiciste tan feliz, ahora no lo estoy lo sé, pero éso no impide que tú no lo estés, sólo te pido por piedad, que acabes con lo que queda, para no seguir con esperanzas vacías . . . para que el rencor me ayude a odiarte y más fácilmente dejar de amarte, para que no me duela el ver ahora que le das todo a él, y sólo hay indiferencia para mí