El líder del Ejército Zapatista cuestiona a la izquierda por “correrse a la derecha“
Usan discurso, dice, “más cercano a Gaby Vargas y Cuauhtémoc Sánchez”
El subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ,se mofó de la “República amorosa”, que promueve como eje de su discurso el candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, a quien no menciona por su nombre y que quienes la representan “son un grupo porril ilustrado”.
“Uno de los 3 bribones que habrán de disputarse el trono sobre los escombros de México, ha venido a nuestras tierras a demandarnos silencio. Es el mismo que no acaba de madurar y reconocer sus errores y tropiezos. El mismo que encabeza un grupo ávido de poder, pleno de intolerancia, que buscó, busca y buscará la responsabilidad de sus torpezas y esquizofrenias en otros. Con un discurso más cercano a Gaby Vargas y a Cuauhtémoc Sánchez que a Alfonso Reyes, ahora predica y fundamenta sus ambiciones en el amor… a la derecha”, escribió el líder del movimiento zapatista en una carta a “Don Luis Villoro”, titulada “Una muerte… o una vida”.
Y pregunta: “¿Aquellos que le criticaron a Javier Sicilia sus muestras de afecto para con la clase política, criticarán ahora la “República Amorosa”? ¿Esos que se sumaron y predicaron el que Televisa era el mal a vencer, criticarán ahora el amoroso apretón de manos con el lacayo del horario estelar?”
Las expresiones del subcomandante del EZLN están incluidas en la postdata a la carta enviada a Villoro, la cuarta, dice, de un “intercambio sobre ética y política”.
“¿Escribirá ahora Octavio Rodríguez Araujo un artículo demandando “congruencia, líder, congruencia”? ¿John Ackerman le exigirá radicalidad argumentando que eso es lo que la gente quiere y espera? ¿El ciro-gómez-leyva de La Jornada, Jaime Avilés, lanzará a sus camisas pardas de cal y canto a denunciarlo por negociar con los chuchos, los empresarios, su odiado López Dóriga? ¿El laura-bozzo de La Jornada, Guillermo Almeyra, lo juzgará y condenará por colaboracionista entonando el estribillo de ‘¡que pase el desgraciado!’?”
Responde que no lo harán y en cambio “mirarán para otro lado”, argumentarán que es cuestión de táctica para ganar votos en la clase media.
En ese sentido, considera: “así que nada es lo que parece: el plantón de Reforma no fue para exigir el recuento de votos que hubiera hecho evidente el fraude, sino para que la gente no se radicalizara; las críticas a Televisa no fueron para denunciar el poder de los monopolios mediáticos, sino para que se le abrieran los espacios de esa empresa (y ser de nuevo su cliente en los spots electorales). ¿Qué sigue? ¿Las brigadas juntando recursos para el teletón?”
Menciona que los zapatistas pueden entender que se trata efectivamente de una estrategia “torpe e ingenua, según nosotros”, pero advierte que no debe creer “que los empresarios lo van a apoyar, que los chuchos no lo van a traicionar, que el PT y el Movimiento Ciudadano son partidos de izquierda”.
El subcomandate también cuestiona: “¿cuándo, en México, le ha dado resultado positivo a la izquierda el correrse a la derecha? ¿Cuándo el ser serviles con los poderosos ha ido más allá de divertirlos? Cierto, los “chuchos” pueden dar cuenta del éxito de esa táctica política (¿o estrategia?), pero no se trata de transitar el mismo camino… ¿o sí?”
Al grupo que lo promueve, lo califica de “grupo porril ilustrado” que “seguirá haciendo malabares para justificar el cambio de rumbo… o apostarán a la desmemoria. De todas formas, no faltará a quién culpar del tercer lugar, ¿no?”
fuente
Usan discurso, dice, “más cercano a Gaby Vargas y Cuauhtémoc Sánchez”
El subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ,se mofó de la “República amorosa”, que promueve como eje de su discurso el candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, a quien no menciona por su nombre y que quienes la representan “son un grupo porril ilustrado”.
“Uno de los 3 bribones que habrán de disputarse el trono sobre los escombros de México, ha venido a nuestras tierras a demandarnos silencio. Es el mismo que no acaba de madurar y reconocer sus errores y tropiezos. El mismo que encabeza un grupo ávido de poder, pleno de intolerancia, que buscó, busca y buscará la responsabilidad de sus torpezas y esquizofrenias en otros. Con un discurso más cercano a Gaby Vargas y a Cuauhtémoc Sánchez que a Alfonso Reyes, ahora predica y fundamenta sus ambiciones en el amor… a la derecha”, escribió el líder del movimiento zapatista en una carta a “Don Luis Villoro”, titulada “Una muerte… o una vida”.
Y pregunta: “¿Aquellos que le criticaron a Javier Sicilia sus muestras de afecto para con la clase política, criticarán ahora la “República Amorosa”? ¿Esos que se sumaron y predicaron el que Televisa era el mal a vencer, criticarán ahora el amoroso apretón de manos con el lacayo del horario estelar?”
Las expresiones del subcomandante del EZLN están incluidas en la postdata a la carta enviada a Villoro, la cuarta, dice, de un “intercambio sobre ética y política”.
“¿Escribirá ahora Octavio Rodríguez Araujo un artículo demandando “congruencia, líder, congruencia”? ¿John Ackerman le exigirá radicalidad argumentando que eso es lo que la gente quiere y espera? ¿El ciro-gómez-leyva de La Jornada, Jaime Avilés, lanzará a sus camisas pardas de cal y canto a denunciarlo por negociar con los chuchos, los empresarios, su odiado López Dóriga? ¿El laura-bozzo de La Jornada, Guillermo Almeyra, lo juzgará y condenará por colaboracionista entonando el estribillo de ‘¡que pase el desgraciado!’?”
Responde que no lo harán y en cambio “mirarán para otro lado”, argumentarán que es cuestión de táctica para ganar votos en la clase media.
En ese sentido, considera: “así que nada es lo que parece: el plantón de Reforma no fue para exigir el recuento de votos que hubiera hecho evidente el fraude, sino para que la gente no se radicalizara; las críticas a Televisa no fueron para denunciar el poder de los monopolios mediáticos, sino para que se le abrieran los espacios de esa empresa (y ser de nuevo su cliente en los spots electorales). ¿Qué sigue? ¿Las brigadas juntando recursos para el teletón?”
Menciona que los zapatistas pueden entender que se trata efectivamente de una estrategia “torpe e ingenua, según nosotros”, pero advierte que no debe creer “que los empresarios lo van a apoyar, que los chuchos no lo van a traicionar, que el PT y el Movimiento Ciudadano son partidos de izquierda”.
El subcomandate también cuestiona: “¿cuándo, en México, le ha dado resultado positivo a la izquierda el correrse a la derecha? ¿Cuándo el ser serviles con los poderosos ha ido más allá de divertirlos? Cierto, los “chuchos” pueden dar cuenta del éxito de esa táctica política (¿o estrategia?), pero no se trata de transitar el mismo camino… ¿o sí?”
Al grupo que lo promueve, lo califica de “grupo porril ilustrado” que “seguirá haciendo malabares para justificar el cambio de rumbo… o apostarán a la desmemoria. De todas formas, no faltará a quién culpar del tercer lugar, ¿no?”
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