Ahí les va una:
Mi mamá es originaria del Edo. de Coahuila, lugar en donde se dice que hay mucho dinero enterrado pues allí transcurrió gran parte de la Revolución y todo eso y por esas fechas se acostumbraba enterrar el dinero para "ahorrarlo", evitar saqueos o bien los saqueadores lo enterraban; ella me platicó que ella su hermano, llamado Juan, siempre peleaba con su papá, del mismo nombre, porque lo mandaba a trabajar y él no quería, mi mamá era la más chica y también la más trabajadora y mi abuelo se la ponía de ejemplo a mi tío Juan; total que después de multiples discusiones mi tío optó por irse de la casa, se fué a vivir a otra ciudad, ahí mismo en Coahuila, y entonces sí se tuvo que ponerse a trabajar para mantenerse y pagar el cuartito que rentaba, estuvo allí viviendo por aproximadamente 6 meses, mi mamá lo visitiba seguido pues mi abuelita la enviaba para tener noticias de él, cuando habían pasado seis meses y que mi mamá fue a buscarlo de nuevo enviada por mi abuela se topó con que ya no vivía allí en donde rentaba, la dueña del cuartito le dijo que se había comprado una casa y le dió la dirección a mi mamá, cuando llegó vió que era una casa grande, de dos pisos y con una tienda de abarrotes surtidísima en la parte frontal de la casa (cosa que no era muy común por aquellos tiempos y por esas ciudades pequeñas, sólo los que tenían mucho dinero podían tener tiendas así) quiso asegurarse de que fuera la dirección que le habían dado y entró a la tienda a preguntar y ¡Sorpresa! era mi tío, ella pensó que él andaba en malos pasos pues no podía ser posible que en tan poco tiempo lograra tener todo eso, después de saludarlo comenzó a interrogarlo y él, después de mucha insistencia por parte de mi mamá le dijo que en las noches, en el cuartito que rentaba, oía por la ventana un tropel de caballos y sus relinchidos, los cuales se detenían justo frente a su ventana, y al detenerse se oía como si aventaran muchas cadenas al suelo, se lo comentó a un amigo suyo y se fué a quedar con él en el cuarto, se quedó tres días y en esos tres días no se oyó nada, su amigo le dijo que ahí había dinero enterrado y que el no haber escuchado nada significaba que sólo él podía desenterrarlo, cosa que hizo y sacó una vasija llena de doblones de oro.
Al poco tiempo de haber encontrado el dinero mi tío enfermó levemente, con los años su enfermedad se fué agravando y los doctores no encontraban que era, hasta que finalmente cayó en cama y finalmente murió dejándole todo a su esposa e hijos, toda mi familia dice que eso lo mató, pues debió haber destapado la vasija sin cubrirse nariz y boca.
Esto sucedío hace más de 40 años. Ahora mis primos tiene ranchos y demás propiedades, las cuales se obtuvieron gracias al buen manejo del dinero que mi tío desenterró pero que al mismo tiempo le costó la vida.