Yo, como seguidor del programa Top Gear, ni sudo ni me acaloro y tampoco me queda el saco. Muchas veces me he carcajeado de sus chistes de mal gusto (si, irónicamente, entiendo el humor inglés), viendo que se han "llevado entre las patas" a estadounidenses (rednecks, aficionados a los autos brutos e inmaniobrables, depredadores de petróleo), japoneses (se burlan de sus tradiciones, sus autos pequeñísimos y cuasi-desechables, su comida) , alemanes (de nazis y fabricantes de autos aburridos no los bajan) y hasta a sus mismos compatriotas por igual (ebrios, imbéciles y hasta asesinos de prostitutas, incluso los mismos conductores se tienen apodos y se llevan pesado entre ellos mismos), y esta ocasión no ha sido diferente.
Nosotros, el pueblo mexicano, somos una cultura tan contradictoria, puesto que condenamos el malinchismo, y a su vez, muchos somos culpables de su fomento. Igual sucede con la naturaleza altamente chauvinista de nuestra sociedad, donde nosotros sí podemos burlarnos, señalar, criticar y explotar los estereotipos extranjeros... ¡Ah! Pero que ni se les ocurra a ellos tocar cualquier cosa que sea mexicana, porque estallamos en tremenda cólera que no se apaciguará hasta que los perpetradores sean sacrificados en el altar de Huitzilopochtli. ¡Claro! En esos momentos nos sale el espíritu del Cuauhtli y el Ocelotl, y hasta el Niño Jesus y la Virgencita Morena huyen del imaginario mexicano ante la furia del panteón Mexica, sediento del vital líquido.
"Jezza" Clarkson, "Hamster" Hammond y "Captain Slow" May solo siguen un guión, y sobre todo el primero tiene una muy mala fama (pero fama al fin) que con este tipo de acontecimientos crece y crece. ¿Mi opinión? Hay dos opciones muy particulares:
1.- Solía decir mi abuelita, que en paz descance: "Tomarle la palabra a un pendejo es engrandecerlo".
2.- Háganles caso. Que eso haga notar la imagen que tienen de nuestra sociedad, y aprendamos a ser diferentes a ellos. Y no solo eso, hablar con la verdad y denunciar lo bueno y lo malo de nuestra situación por igual y no andar viendo la paja en el ojo ajeno (como el enano FeCal, que a cada rato trataba de minimizar su fracaso de gobierno y de su estrategia comparándose con Brasil, señalando los problemas de los cariocas pero nunca reconociendo sus avances en materia de gobierno).
Véanse en el espejo que ustedes gusten.