Ordena Jueza Frenar Licitación a Favor de Nextel-Televisa

Joker

Moderador risitas
#41
Una nota más de esta telenovela. Si las predicciones de Jenaro Villamil se vuelven realidad estaríamos hablando de un tercer elemento más a la disputa: Carlos Slim.
Una Historia no Contada de Televisa y su “Ganga”

Este es un material exclusivo para el blog y sus lectores. Vaya este desenlace con afecto a todos los compañeros interesados en esta información.
Jenaro Villamil.

Un alto funcionario de Televisa de cuyo nombre no puedo acordarme, se enfureció el 2 de septiembre cuando el presidente Felipe Calderón Hinojosa dio a conocer su famoso decretazo para acelerar la transición de la televisión analógica a la digital.

¿Por qué no los consultaron? ¿Qué pretendía el gobierno federal panista al abrir la puerta a la posibilidad de que el espectro sobrante de los “canales espejo” fueran utilizados para servicios convergentes de telecomunicaciones, como telefonía, internet, audio y, por supuesto, televisión?

Pero la molestia mayor fue porque a través de este decreto el gobierno federal comenzará a repartir unos aparatitos decodificadores para aquellos hogares que no tengan acceso a la tecnología digital. Y la fecha para iniciar ese reparto es el 2011. Y la zona metropolitana sería la primera prueba. Es decir, el gobierno del PAN ensayaría en el Estado de México, el territorio del Copete más caro de México y cliente frecuente de Televisa.

Mandaron a llamar a integrantes de la “telebancada” que frecuentemente se reúnen en las oficinas de Alejandro Quintero, el vicepresidente de Comercialización de Televisa y artífice de los millonarios contratos de Peña Nieto con el “canal de las Estrellas” y también de las rejas.

De esta manera, Andrés Massieu (ex secretario privado de Salinas y ex funcionario de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión), Antonio Navarrete Prida (ex procurador del Estado de México) y otros legisladores pertenecientes a las bancadas del PRI y del Partido Verde acordaron echar abajo el decretazo de Calderón.

Además, algunos consultores jurídicos les dieron la razón: el decreto que redactó el director jurídico de Los Pinos, de apellido Alessio y nada que ver con la cantante de boleros, tenía serias deficiencias. La Cofetel, de acuerdo con la propia Suprema Corte de Justicia, es el único organismo regulador responsable de radiodifusión, es decir, de radio y televisión.

En paralelo, la polémica por la famosa “ganga” de los 30 Mhz de la Licitación 21 comenzó a generar problemas al interior del Consejo de Administración de Televisa. El escándalo generado por el abierto favoritismo de la SCT y de la Cofetel al consorcio formado por Televisa-Nextel estaba afectando la “imagen” de una empresa que vive de comerciar con la imagen.

Surgió una polémica interna. Perdió el vicepresidente de Finanzas, Alfonso de Angoitia, artífice de toda la operación de Televisa para entrar al mercado de telecomunciaciones, adquiriendo empresas como Bestel, invirtiendo en Cablemás, TVI (vinculada a Milenio TV), aliándose a Megacable y Telefónica para entrar a la licitación de los casi 20 mil kilómetros de par de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad.

De Angoitia no pudo convencer a otros integrantes del clan de los “cuatro fantásticos” del equipo de Emilio Azcárraga Jean para que defendieran, hasta la ignominia y a costa de lo que fuera, la “ganga” de la Licitación 21.

En la otra parte de la mesa, Alejandro Quintero, el poderoso bróker de TV Promo, argumentó que el gobierno de Felipe Calderón quería condicionar los contenidos informativos de Televisa, lo cual amenazaba los contratos y los tratos con Enrique Peña Nieto. “Si quieren azul celeste, que les cueste”, dijo, más o menos.

“Esta será su ganga. Condicionar los contenidos de Televisa. Tengan su ganga”, afirmaron. Y valientes, como suelen ser, los cerebros de Televisa acordaron que buena parte de los 4 mil millones de dólares de flujo en efectivo que tienen se invirtieran para recuperar su parte accionaria de Univisión y no en Nextel con quien ya habían comprometido desde febrero de 2010 comprar 30 por ciento de sus acciones por un total de 1 mil 40 millones de dólares.

La danza de los millones de dólares, del futuro de las telecomunicaciones y de los compromisos mediático-electorales de Televisa para el 2012 determinaron su ruptura con Nextel. Y para demostrar quiénes tienen el poder, lograron que la Suprema Corte de Justicia decretara la suspensión provisional del decreto del “apagón analógico” de Calderón.

El ridículo ahora es para las autoridades de SCT, Cofetel y el propio Calderón. Y vaya que cuando el presidente se molesta suele tomar determinaciones furibundas.

Y algunos se preguntan si entre esas decisiones no estará autorizar el cambio de título de concesión de Telmex para que éste pueda ingresar al mercado del triple play. Ahí sí, parece que arderá Troya.
 
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