Tal vez muchos no llorarían, pero seguro se encolerizarían si algún irrespetuoso se metiera en la fila sobornando a los guardias, como ellas dicen, y comprara todos los boletos para revenderlos a mucho más. Ése es el verdadero problema. La niña que sacrificó sus XV años (yo también hubiera utilizado el dinero en otra cosa) tenía el dinero para un boleto de 1800 , no para uno más caro. Y muy su problema si lo hizo.
El Internet existe, y a través de él se pueden comprar los boletos. Pero no todos tienen Internet; no todos conocen los servicios en línea.
Por último, no entiendo qué tienen que ver los valores y la educación inculcada con las niñas del video. ¿Acaso olvidaron a Alex, en la Naranja Mecánica? Adoraba a los clásicos inmortales, y era tan vil como despreciable. Eso sí, el ejemplo sólo pretende anular la operación «la suma de buena educación y buenos valores da como resultado la música que a mí me gusta» colocando sobre la mesa un estilo de música bastante admirado y una personalidad caótica.
En unos años mirarán para atrás y se darán cuenta de cuán ridículas se vieron. Eso es indudable. Pero de momento, si ellas quieren hacerlo y a nadie afectan ¿Qué más da?