Empiezo diciendo: Si tú me lo contaras no te creería, por que de igual forma sé que tú a mí no me vas a creer; pero en algún momento mi hermano y yo la escuchamos, fueron 3 gritos: el primero fué lejano, el segundo en la puerta de mi casa y el tercero cerca del panteón de San Lorenzo Tezonco, que es por donde vivo a 2 calles.
Y tengo que decir que si grita "Hay mis hijos... Ahhhhhhh..." El último alarido es que se escucha bien cabrón y el que te congela.