Bueno, no hay peor ciego que el que no quiere ver.
La herencia de Chávez: el preocupante futuro económico que tendrán que afrontar Maduro o Capriles en Venezuela
Los beneficios del petróleo, para pagar la deuda: el déficit público es cada año de entre un 7% y un 8%, con lo que la deuda pública del 51,3% pasará a ser en cuatro años de casi un 80% y en siete del 100%, con un coste difícilmente asumible.
Tras la muerte de Hugo Chávez, el ganador de las elecciones presidenciales que se celebrarán en Venezuela el próximo 14 de abril, sea Nicolás Maduro o el opositor Henrique Capriles, tienen ante sí un horizonte económico bastante confuso y preocupante de cara al futuro.
Una radiografía económica resumida para los próximos cuatro años permite concluir que, a pesar de los extraordinarios precios y beneficios del petróleo, el endeudamiento de Venezuela puede acarrearle serios problemas.
En ese sentido, la herencia de Chávez para el próximo presidente de Venezuela es una economía que cabe calificar de auténtico desastre. Y es que este país posee uno de los mayores déficits fiscales del mundo, la mayor tasa de inflación, el peor ajuste del tipo de cambio, el incremento más rápido de la deuda pública y una de las mayores caídas libres de su capacidad productiva, incluso en lo relativo al sector del petróleo.
Un déficit de entre el 7% y el 8%
Si se observa por ejemplo su deuda pública, que se situó en 2012 en el 51,3%, un porcentaje asumible si se considera que los criterios de Maastrich para Europa son de entre el 60% ó 65%, en tan solo cuatro años esa deuda podría dispararse hasta el 80%, y en siete años alcanzaría el 100%.
Y es que su déficit público en los últimos cuatro años se ha situado entre el 7% y el 8%. En 2009 fue de -8,1% y, con algún altibajo, en 2012 fue de -7,4%, según datos del FMI y de la compañía de información financiera Bloomberg.
Esto equivale a afirmar que, si se mantienen estos porcentajes de déficit público, en los próximos cuatro años el 51,3% de deuda pública se habrá convertido en aproximadamente un 80% y para 2019 podría pasar a ser del 100%, eso sin considerar que a este ritmo se genera una inercia que podría aumentar aún más la deuda.
Con una deuda pública del 100% Venezuela se enfrentaría a unos costes de financiación difícilmente asumibles, lo que convertiría la deuda en insostenible.
La conclusión podría ser que los beneficios del petróleo quedarían sustancialmente reducidos para poder pagar una deuda creciente. Siendo eso así, el Estado tendría que recortar en otras partidas del presupuesto, entre ellas, previsiblemente, las sociales.
Así, se podrían reducir gastos por dos vías: o reduciendo el déficit, y esto quiere decir reducir el gasto, o no reducir el déficit y destinar cada vez más dinero del beneficio del petróleo a pagar ese gasto, que en cualquier caso equivale a destinar menos dinero al presupuesto.
Paralelamente, en los 14 años que Hugo Chávez ha estado en el poder, el bolívar venezolano ha perdido más del 90% de su valor, mientras que el petróleo disparaba por diez su cotización. Estos dos factores han supuesto que los ingresos del Estado en bolívares por cada barril de petróleo exportado se multiplicaron por 100 durante su mandato.
Es precisamente ese dinero el que ha permitido al régimen de Chávez disparar el gasto público, reduciendo la pobreza y el desempleo para contentar a una base electoral y mantener a flote una economía ineficiente.
Al mismo tiempo, la tasa de inflación se ha disparado hasta extremos preocupantes y en 2012 era del 23,3%.
Además, el sector público ha crecido mucho y no se sabe a ciencia cierta la eficacia real de ese sector público, es decir si las empresas son capaces de mantenerse por ellas mismas, por su gestión, o porque está detrás el Estado para mantenerlas.
Todo ello plantea para Venezuela unas perspectivas de futuro muy complicadas, que tendrán que afrontar Maduro o Capriles después de ganar las elecciones.
FUENTE
Si tienes problema con el manejo de la ira, te recomiendo que vayas al psicólogo XD
