El experimento realizado por el doctor Mohamed Babu, fue absolutamente fortuito, ya que su esposa notó que había hormigas blancas cerca de un poco de leche derramada en la cocina y él quiso ver qué pasaba si atraía otras con agua azucarada mezclada con colorantes para alimentos.
Las hormigas aprovechaban el agua azucarada y bebían hasta casi estallar, provocando que su abdomen se expandiera y se volviera transparente permitiendo que se viera en su interior lo que había ingerido.
Según el Dr. Babu las hormigas, en general, preferían los colores brillantes a los oscuros.