Hija de peña nieto Nos llama "Prole y Pendejos"
- Iniciador del tema pearlnew
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Ahora resulta que ya no somos "PROLE" dijera mi madre a lo hecho pecho.Les dejo los ultimos comentarios despues de reabrir su cuenta en twitter.
Pau_95Pena
He decidido reactivar mi cuenta porque han salido cuentas falsas haciéndose pasar por mí y porque me interesa expresar mi opinión.
Pau_95Pena
Quiero ofrecer una disculpa de todo corazón. Mi intención con ese RT jamás fue ofenderlos. Reconozco que hice mal y lo lamento.
Pau_95Pena
Fue un impulso de mi parte al leer algunos tweets que ofendían a mi papá y a la memoria de mi mamá. Hoy aprendí una gran lección
Pau_95Pena
He decidido reactivar mi cuenta porque han salido cuentas falsas haciéndose pasar por mí y porque me interesa expresar mi opinión.
Pau_95Pena
Quiero ofrecer una disculpa de todo corazón. Mi intención con ese RT jamás fue ofenderlos. Reconozco que hice mal y lo lamento.
Pau_95Pena
Fue un impulso de mi parte al leer algunos tweets que ofendían a mi papá y a la memoria de mi mamá. Hoy aprendí una gran lección
Yo nada más te digo: checa tu manera de escribir. Hay gente en la "prole" que tiene dignidad y sabe escribir correctamente...
Para eso es el foro de discusión: para discutir.
Atte.
Alguien de la prole...
Eso no fue una defensa, fue un ataque en contra de un grupo de personas que representan a la mayoría en México...
Ese es el problema: decidió ser un personaje público, debe abstenerse a las consecuencias y las consecuencias en este caso son críticas porque un supuesto escritor no puede decir cuáles fueron los tres libros que más lo influyeron ni tampoco tuvo la descencia de decirle a su hija qué es y en qué se basa el respeto, nisiquiera le pudo decir que jamás usara su cuenta de Twitter para insutltar a alguien, pues eso hablaría mal de toda la familia...
Para eso es el foro de discusión: para discutir.
Atte.
Alguien de la prole...
Eso no fue una defensa, fue un ataque en contra de un grupo de personas que representan a la mayoría en México...
Ese es el problema: decidió ser un personaje público, debe abstenerse a las consecuencias y las consecuencias en este caso son críticas porque un supuesto escritor no puede decir cuáles fueron los tres libros que más lo influyeron ni tampoco tuvo la descencia de decirle a su hija qué es y en qué se basa el respeto, nisiquiera le pudo decir que jamás usara su cuenta de Twitter para insutltar a alguien, pues eso hablaría mal de toda la familia...
Lo que faltaba, no puede ser que este personaje y su familia quieran llegar a la presidencia, es ridículo, que no pueda citar 3 libros, eso refleja que no es una persona preparada!! Además lo de su retoño es una falta de respeto, estuve leyendo unos twets de su señora esposa la gaviota, la verdad es indignante que nos trate de indios revoltosos y señalo que fue justo mandar al ejercito contra los zapatistas, hasta cuando México hasta cuándo vamos a tener la capacidad de organización. Ya basta!! que nos pisoteen.
Saludos desde el sur del país.
Saludos desde el sur del país.
B
Carta a PAULINA PEÑA PETRELLINI por HECTOR ZAGAL
diciembre 7, 2011 at 3:39 am No tengo el gusto de conocerte personalmente. No sé cómo eres, desconozco tus cualidades, tus aficiones, tus intereses. Entiendo tu molestia al escuchar las críticas a tu padre, Enrique Peña Nieto. Son gajes del oficio. Deberás irte acostumbrando a los ataques contra él. En una democracia, la crítica es un ejercicio fundamental. Tu padre es una figura pública y, por ende, sus actos serán juzgados con rigor. “¿Por qué son tan duros con él?”, te preguntarás. Bueno, los funcionarios públicos ganan mucho dinero. Hay miles de personas dispuestas a sufrir críticas y cuestionamientos con tal de figurar en la nómina oficial. El sueldo bien vale esos golpes. ¿No?
Pero no es de tu padre de quien quiero hablar, sino de ti. ¿Te confieso algo? Me aterra que hayas utilizado la expresión “hijos de la prole” como un insulto. Insisto, es disculpable que te enfades por la burla hacia tu padre. No me asustaría que los llamaras “babosos”, “tontos”. Es más, no le preocupa el que nos hayas llamado “pendejos”. En cambio, no se puede excusar tu menosprecio a los hijos de los trabajadores, de los obreros.
¿Oíste del escándalo de las Ladies de Polanco? Descalificaron a un policía llamándolo “asalariado”. Algo similar hiciste tú: descalificas a la mitad del país por su condición social. ¿Qué tiene de malo ser hijo de un obrero? Sabes, yo soy nieto de un minero, un proletario. No me da vergüenza decirlo. ¿Te avergonzarías de tu padre si fuese un vendedor de tamales o un plomero?
Tu padre, que ha leído la Biblia, te puede recordar una frase de Jesús en el Evangelio: “De la abundancia del corazón, hablará la boca”. Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo. Desprecias el trabajo manual. Minusvaloras a quienes se mantienen con su esfuerzo. ¡Qué tristeza que así piense la hija de un candidato presidencial!
“Hijos de la prole” son, en efecto, quienes estudiaron en escuelas públicas, quienes utilizan el metro, quienes no comen cortes argentinos y quesos españoles, quienes no utilizan zapatos de miles de pesos, quienes no se atienden en el hospital ABC, quienes no viajan en helicóptero. Los hijos de la prole, por el contrario, deben hacer largas horas de filas en las clínicas del seguro social, deben comer carbohidratos (tortillas), deben estudiar en salones sin computadoras, deben apretujarse en los transportes públicos. Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.
Cuando leas estas líneas has el siguiente ejercicio. Revisa lo que llevas puesto encima: perfume, cremas, desodorante, ropa, zapatos, celulares, aretes. Suma el total. ¿Sabes que traes encima más de lo que una indígena gana durante un año de trabajo duro?
Paulina, me da terror que pienses así. Tu lapsus reveló tu “realidad”: vives en una burbuja color de rosa. “Hijos de la prole” no es un insulto, sino un título honorable. Este país, que tu padre aspira a gobernar, depende de los obreros, de los campesinos, de los empleados, depende de esas personas a quienes menosprecias.
Ojalá este gravísimo desliz, no sea fruto de la educación que recibiste en casa. Ojalá y sea culpa tuya, fruto de tu arrogancia (tan propia, eso sí, de la clase alta mexicana). ¿Qué será de México si lo llega a gobernar una persona que desprecia al proletariado?
Mira Paulina, me parece que por tu bien, debes inscribirte en una escuela pública, reducir tu escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerte a trabajar. Por si no lo sabes, muchos de los “hijos de la prole” se pagan sus estudios con su trabajo: los hay campesinos, vendedores, obreros. Algunos trabajan desde niños.
Paulina, haz puesto en riesgo el futuro político de tu padre. Pero lo que es más grave: pones en peligro en riesgo el futuro de México.
http://elneorama.wordpress.com/2011...ctor-zagal/?blogsub=confirming#subscribe-blog
diciembre 7, 2011 at 3:39 am No tengo el gusto de conocerte personalmente. No sé cómo eres, desconozco tus cualidades, tus aficiones, tus intereses. Entiendo tu molestia al escuchar las críticas a tu padre, Enrique Peña Nieto. Son gajes del oficio. Deberás irte acostumbrando a los ataques contra él. En una democracia, la crítica es un ejercicio fundamental. Tu padre es una figura pública y, por ende, sus actos serán juzgados con rigor. “¿Por qué son tan duros con él?”, te preguntarás. Bueno, los funcionarios públicos ganan mucho dinero. Hay miles de personas dispuestas a sufrir críticas y cuestionamientos con tal de figurar en la nómina oficial. El sueldo bien vale esos golpes. ¿No?
Pero no es de tu padre de quien quiero hablar, sino de ti. ¿Te confieso algo? Me aterra que hayas utilizado la expresión “hijos de la prole” como un insulto. Insisto, es disculpable que te enfades por la burla hacia tu padre. No me asustaría que los llamaras “babosos”, “tontos”. Es más, no le preocupa el que nos hayas llamado “pendejos”. En cambio, no se puede excusar tu menosprecio a los hijos de los trabajadores, de los obreros.
¿Oíste del escándalo de las Ladies de Polanco? Descalificaron a un policía llamándolo “asalariado”. Algo similar hiciste tú: descalificas a la mitad del país por su condición social. ¿Qué tiene de malo ser hijo de un obrero? Sabes, yo soy nieto de un minero, un proletario. No me da vergüenza decirlo. ¿Te avergonzarías de tu padre si fuese un vendedor de tamales o un plomero?
Tu padre, que ha leído la Biblia, te puede recordar una frase de Jesús en el Evangelio: “De la abundancia del corazón, hablará la boca”. Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo. Desprecias el trabajo manual. Minusvaloras a quienes se mantienen con su esfuerzo. ¡Qué tristeza que así piense la hija de un candidato presidencial!
“Hijos de la prole” son, en efecto, quienes estudiaron en escuelas públicas, quienes utilizan el metro, quienes no comen cortes argentinos y quesos españoles, quienes no utilizan zapatos de miles de pesos, quienes no se atienden en el hospital ABC, quienes no viajan en helicóptero. Los hijos de la prole, por el contrario, deben hacer largas horas de filas en las clínicas del seguro social, deben comer carbohidratos (tortillas), deben estudiar en salones sin computadoras, deben apretujarse en los transportes públicos. Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.
Cuando leas estas líneas has el siguiente ejercicio. Revisa lo que llevas puesto encima: perfume, cremas, desodorante, ropa, zapatos, celulares, aretes. Suma el total. ¿Sabes que traes encima más de lo que una indígena gana durante un año de trabajo duro?
Paulina, me da terror que pienses así. Tu lapsus reveló tu “realidad”: vives en una burbuja color de rosa. “Hijos de la prole” no es un insulto, sino un título honorable. Este país, que tu padre aspira a gobernar, depende de los obreros, de los campesinos, de los empleados, depende de esas personas a quienes menosprecias.
Ojalá este gravísimo desliz, no sea fruto de la educación que recibiste en casa. Ojalá y sea culpa tuya, fruto de tu arrogancia (tan propia, eso sí, de la clase alta mexicana). ¿Qué será de México si lo llega a gobernar una persona que desprecia al proletariado?
Mira Paulina, me parece que por tu bien, debes inscribirte en una escuela pública, reducir tu escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerte a trabajar. Por si no lo sabes, muchos de los “hijos de la prole” se pagan sus estudios con su trabajo: los hay campesinos, vendedores, obreros. Algunos trabajan desde niños.
Paulina, haz puesto en riesgo el futuro político de tu padre. Pero lo que es más grave: pones en peligro en riesgo el futuro de México.
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Carta a PAULINA PEÑA (La hija de Peña Nieto)
Hola bakunos:
En esta ocasión les pego un texto redactado por Hector Zagal. Efectivamente es una carta dirigida con mucha propiedad y sencillez a la hija de Enrique Peña Nieto, después del lamentable comentario que hizo en twitter.
A continuación, el texto:
Carta a PAULINA PEÑA PETRELLINI por HECTOR ZAGAL
In Uncategorized on diciembre 7, 2011 at 3:39 am
No tengo el gusto de conocerte personalmente. No sé cómo eres, desconozco tus cualidades, tus aficiones, tus intereses. Entiendo tu molestia al escuchar las críticas a tu padre, Enrique Peña Nieto. Son gajes del oficio. Deberás irte acostumbrando a los ataques contra él. En una democracia, la crítica es un ejercicio fundamental. Tu padre es una figura pública y, por ende, sus actos serán juzgados con rigor. “¿Por qué son tan duros con él?”, te preguntarás. Bueno, los funcionarios públicos ganan mucho dinero. Hay miles de personas dispuestas a sufrir críticas y cuestionamientos con tal de figurar en la nómina oficial. El sueldo bien vale esos golpes. ¿No?
Pero no es de tu padre de quien quiero hablar, sino de ti. ¿Te confieso algo? Me aterra que hayas utilizado la expresión “hijos de la prole” como un insulto. Insisto, es disculpable que te enfades por la burla hacia tu padre. No me asustaría que los llamaras “babosos”, “tontos”. Es más, no le preocupa el que nos hayas llamado “pendejos”. En cambio, no se puede excusar tu menosprecio a los hijos de los trabajadores, de los obreros.
¿Oíste del escándalo de las Ladies de Polanco? Descalificaron a un policía llamándolo “asalariado”. Algo similar hiciste tú: descalificas a la mitad del país por su condición social. ¿Qué tiene de malo ser hijo de un obrero? Sabes, yo soy nieto de un minero, un proletario. No me da vergüenza decirlo. ¿Te avergonzarías de tu padre si fuese un vendedor de tamales o un plomero?
Tu padre, que ha leído la Biblia, te puede recordar una frase de Jesús en el Evangelio: “De la abundancia del corazón, hablará la boca”. Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo. Desprecias el trabajo manual. Minusvaloras a quienes se mantienen con su esfuerzo. ¡Qué tristeza que así piense la hija de un candidato presidencial!
“Hijos de la prole” son, en efecto, quienes estudiaron en escuelas públicas, quienes utilizan el metro, quienes no comen cortes argentinos y quesos españoles, quienes no utilizan zapatos de miles de pesos, quienes no se atienden en el hospital ABC, quienes no viajan en helicóptero. Los hijos de la prole, por el contrario, deben hacer largas horas de filas en las clínicas del seguro social, deben comer carbohidratos (tortillas), deben estudiar en salones sin computadoras, deben apretujarse en los transportes públicos. Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.
Cuando leas estas líneas has el siguiente ejercicio. Revisa lo que llevas puesto encima: perfume, cremas, desodorante, ropa, zapatos, celulares, aretes. Suma el total. ¿Sabes que traes encima más de lo que una indígena gana durante un año de trabajo duro?
Paulina, me da terror que pienses así. Tu lapsus reveló tu “realidad”: vives en una burbuja color de rosa. “Hijos de la prole” no es un insulto, sino un título honorable. Este país, que tu padre aspira a gobernar, depende de los obreros, de los campesinos, de los empleados, depende de esas personas a quienes menosprecias.
Ojalá este gravísimo desliz, no sea fruto de la educación que recibiste en casa. Ojalá y sea culpa tuya, fruto de tu arrogancia (tan propia, eso sí, de la clase alta mexicana). ¿Qué será de México si lo llega a gobernar una persona que desprecia al proletariado?
Mira Paulina, me parece que por tu bien, debes inscribirte en una escuela pública, reducir tu escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerte a trabajar. Por si no lo sabes, muchos de los “hijos de la prole” se pagan sus estudios con su trabajo: los hay campesinos, vendedores, obreros. Algunos trabajan desde niños.
Paulina, haz puesto en riesgo el futuro político de tu padre. Pero lo que es más grave: pones en peligro en riesgo el futuro de México.
Hola bakunos:
En esta ocasión les pego un texto redactado por Hector Zagal. Efectivamente es una carta dirigida con mucha propiedad y sencillez a la hija de Enrique Peña Nieto, después del lamentable comentario que hizo en twitter.
A continuación, el texto:
Carta a PAULINA PEÑA PETRELLINI por HECTOR ZAGAL
In Uncategorized on diciembre 7, 2011 at 3:39 am
No tengo el gusto de conocerte personalmente. No sé cómo eres, desconozco tus cualidades, tus aficiones, tus intereses. Entiendo tu molestia al escuchar las críticas a tu padre, Enrique Peña Nieto. Son gajes del oficio. Deberás irte acostumbrando a los ataques contra él. En una democracia, la crítica es un ejercicio fundamental. Tu padre es una figura pública y, por ende, sus actos serán juzgados con rigor. “¿Por qué son tan duros con él?”, te preguntarás. Bueno, los funcionarios públicos ganan mucho dinero. Hay miles de personas dispuestas a sufrir críticas y cuestionamientos con tal de figurar en la nómina oficial. El sueldo bien vale esos golpes. ¿No?
Pero no es de tu padre de quien quiero hablar, sino de ti. ¿Te confieso algo? Me aterra que hayas utilizado la expresión “hijos de la prole” como un insulto. Insisto, es disculpable que te enfades por la burla hacia tu padre. No me asustaría que los llamaras “babosos”, “tontos”. Es más, no le preocupa el que nos hayas llamado “pendejos”. En cambio, no se puede excusar tu menosprecio a los hijos de los trabajadores, de los obreros.
¿Oíste del escándalo de las Ladies de Polanco? Descalificaron a un policía llamándolo “asalariado”. Algo similar hiciste tú: descalificas a la mitad del país por su condición social. ¿Qué tiene de malo ser hijo de un obrero? Sabes, yo soy nieto de un minero, un proletario. No me da vergüenza decirlo. ¿Te avergonzarías de tu padre si fuese un vendedor de tamales o un plomero?
Tu padre, que ha leído la Biblia, te puede recordar una frase de Jesús en el Evangelio: “De la abundancia del corazón, hablará la boca”. Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo. Desprecias el trabajo manual. Minusvaloras a quienes se mantienen con su esfuerzo. ¡Qué tristeza que así piense la hija de un candidato presidencial!
“Hijos de la prole” son, en efecto, quienes estudiaron en escuelas públicas, quienes utilizan el metro, quienes no comen cortes argentinos y quesos españoles, quienes no utilizan zapatos de miles de pesos, quienes no se atienden en el hospital ABC, quienes no viajan en helicóptero. Los hijos de la prole, por el contrario, deben hacer largas horas de filas en las clínicas del seguro social, deben comer carbohidratos (tortillas), deben estudiar en salones sin computadoras, deben apretujarse en los transportes públicos. Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.
Cuando leas estas líneas has el siguiente ejercicio. Revisa lo que llevas puesto encima: perfume, cremas, desodorante, ropa, zapatos, celulares, aretes. Suma el total. ¿Sabes que traes encima más de lo que una indígena gana durante un año de trabajo duro?
Paulina, me da terror que pienses así. Tu lapsus reveló tu “realidad”: vives en una burbuja color de rosa. “Hijos de la prole” no es un insulto, sino un título honorable. Este país, que tu padre aspira a gobernar, depende de los obreros, de los campesinos, de los empleados, depende de esas personas a quienes menosprecias.
Ojalá este gravísimo desliz, no sea fruto de la educación que recibiste en casa. Ojalá y sea culpa tuya, fruto de tu arrogancia (tan propia, eso sí, de la clase alta mexicana). ¿Qué será de México si lo llega a gobernar una persona que desprecia al proletariado?
Mira Paulina, me parece que por tu bien, debes inscribirte en una escuela pública, reducir tu escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerte a trabajar. Por si no lo sabes, muchos de los “hijos de la prole” se pagan sus estudios con su trabajo: los hay campesinos, vendedores, obreros. Algunos trabajan desde niños.
Paulina, haz puesto en riesgo el futuro político de tu padre. Pero lo que es más grave: pones en peligro en riesgo el futuro de México.
Excelente, aunque le podría agregar que tanto su padre, ella y toda su familia viven de lo que le quitan a la "prole" a través de impuestos, viven de lo que la mano de obra de la prole produce (alimentos, vestido, calzado, productos domésticos) y que si a insultos vamos pues en todo caso ella es un parásito que vive en un palacio de ilusiones, que nunca ha hecho nada más que estirar la mano para pedir lo que necesita y que es un zángano más succionando de eso que su padre llama presupuesto. Por cierto Pena Miento dijo que leyó la biblia, solo le faltó agregar que cuando llegó a las tablas de la ley de Moisés y leyó "no robarás, no mentirás, no matarás, no codiciarás los bienes ajenos..." mejor decidió cerrarla y hacer como que la virgen le habla.
Yo soy un poco más pesimista.
Este tipo de personas no cambian su forma de pensar con una simple carta, ni con un mitin ni una manifestación. En la intimidad de su familia, Peña debió decir a su hija: "Amor, que bueno que pienses así, eso te he enseñado, pero no lo andes diciendo, que los pinches jodidos que gobierno son como las artesanias de los indios que tu madrastra compró en Metepec, si vuelves a decirles algo así, a lo mejor ahora sí tiene consecuencias para mí y para tí, que uno que otro se va a acordar cuando seas diputada de que les dijiste la verdad"
Es una lástima, y ella debe de pensar:"aish pa', pinche bola de sangrones, ni el más jodido de mi clase es tan pinche sentido, pero pus bueno pa', lo que sea para ayudarlos a salir de su miseria"
Este tipo de personas no cambian su forma de pensar con una simple carta, ni con un mitin ni una manifestación. En la intimidad de su familia, Peña debió decir a su hija: "Amor, que bueno que pienses así, eso te he enseñado, pero no lo andes diciendo, que los pinches jodidos que gobierno son como las artesanias de los indios que tu madrastra compró en Metepec, si vuelves a decirles algo así, a lo mejor ahora sí tiene consecuencias para mí y para tí, que uno que otro se va a acordar cuando seas diputada de que les dijiste la verdad"
Es una lástima, y ella debe de pensar:"aish pa', pinche bola de sangrones, ni el más jodido de mi clase es tan pinche sentido, pero pus bueno pa', lo que sea para ayudarlos a salir de su miseria"
Enrique Peña Nieto manda violar con un tubo a un maestro por ser gay
http://www.youtube.com/watch?v=prBKa_TaE3I
Hoy son los homosexuales los que son perseguidos, ¿Mañana serán los Proles que lo envidian?
Sin Palabras
http://www.youtube.com/watch?v=prBKa_TaE3I
Hoy son los homosexuales los que son perseguidos, ¿Mañana serán los Proles que lo envidian?
Sin Palabras