Que tal, pues en esta ocasion relatare un encuentro con un raro ser, que vivi ya hace algunos meses.
Pues yo trabajaba una planta electrica llamada IGSA, que se situa en la carretera toluca-mexico en la desviacion hacia un pueblito llamado ocoyoacac.
Yo solia salir a las 12 o 1 de la mañana, por lo que me veia en la obligacion de esperar en la carretera un taxi para ir a casa.
En una ocasion, yo y el taxista hibamos hablando justamente sobre algunas cosas RARAS que le hayan pasado manejando en la madrugada, de repente le pegamos a algo en la carretera, pensamos que fuen un perr o algo asi, le dije que nos bajaramos par quitarlo, sino hiban a pasar mas carros y los hiban a estar desaciendo. Cuando no bajamos no percatamos de que lo que habiamos golpeado no era un perro, ni gato ni animal, era una anciana, pero solo tenia el torso, no tenia piernas ni brazos, y se arrastraba como serpeinte.
Nos miro y nos dijo-cabrones, tengan cudado con lo que hablan, uno nunca sabe que chingadera vaya a pasar-.El y yo nos quedamos aterrados, nos subimos al carro y le dio a todo. No supimos que era, y al parecer, a nadie mas que a mi y a el taxista se nos presento esa cosa.
Espero y les haya gustado esta historia, aunque a mi la verdad no me agrado, fue una experiencia horrible que no le deseo a nadie.
Pues yo trabajaba una planta electrica llamada IGSA, que se situa en la carretera toluca-mexico en la desviacion hacia un pueblito llamado ocoyoacac.
Yo solia salir a las 12 o 1 de la mañana, por lo que me veia en la obligacion de esperar en la carretera un taxi para ir a casa.
En una ocasion, yo y el taxista hibamos hablando justamente sobre algunas cosas RARAS que le hayan pasado manejando en la madrugada, de repente le pegamos a algo en la carretera, pensamos que fuen un perr o algo asi, le dije que nos bajaramos par quitarlo, sino hiban a pasar mas carros y los hiban a estar desaciendo. Cuando no bajamos no percatamos de que lo que habiamos golpeado no era un perro, ni gato ni animal, era una anciana, pero solo tenia el torso, no tenia piernas ni brazos, y se arrastraba como serpeinte.
Nos miro y nos dijo-cabrones, tengan cudado con lo que hablan, uno nunca sabe que chingadera vaya a pasar-.El y yo nos quedamos aterrados, nos subimos al carro y le dio a todo. No supimos que era, y al parecer, a nadie mas que a mi y a el taxista se nos presento esa cosa.
Espero y les haya gustado esta historia, aunque a mi la verdad no me agrado, fue una experiencia horrible que no le deseo a nadie.
