Que tal compañeros, aquí les traigo otro relato vivido personalmente y que tiene que ver con los duendes, ya que en el transcurso de mi vida he visto a tres (bueno, uno creo yo que era el mismo y lo ví dos veces) y de éste último voy a contarles cuando lo vi por primera vez…
Eso pasó en la colonia tres caminos en Guadalupe nuevo león, en la calle begonia, el número no lo pongo por obvias razones pero era en el primer sector, pa´los que vivan allí ahora; ahí vive un duende.
Cuando vivía en esa casa un día, más bien una madrugada en que bajé al baño a orinar y justo delante de mí lo vi; era una cosilla del tamaño de un balón de futbol, era peludo de color gris (o al menos así lo vi entre la oscuridad) y cuando me vio y supo que lo había visto, lentamente retrocedió y se metió en un closet, pero sin voltear, como si esperara que lo persiguiera y se perdió en la oscuridad del closet. Era rechoncho y narigón, el rostro no se lo pude ver porque era puro pelambre lo que tenía en la cara.
La segunda vez que lo vi, fue junto con mi madre; estábamos en la sala viendo el televisor cuando mi madre me dice: “una rata, una rata” y al ver a ese ser nos dimos cuenta que no era una rata si no el duende que corría por la orilla de la pared y se perdió otra vez en el closet, ahí le comente a mi madre que no era la primera vez que lo veía y le relate lo de la otra noche, por si las moscas esa noche mi madre dejo a la entrada del closet un plato con glorias de linares (dulce típico en monterrey) y bombones…obvio al día siguiente el plato estaba solo y ya no volvimos a verlo, pero mi madre decía que ahí seguiría en la casa porque estaba a gusto. Quién sabe, lo que sí sabemos es que rata no era, y quién sabe si en realidad era un duende, quizás era una especie rara o un fenómeno de la naturaleza, pero decidimos decirle duende porque andaba en dos patas y tenia forma humana o humanoide.
El otro duende vive ahora en donde vivo ahora, en la colonia jardines de la pastora en Guadalupe, y éste si lo hemos visto casi todos los de la familia, desde mi sobrinitas (que fueron las primeras en verlo), mi madre, un servidor y mi padre, aunque él solo lo ha escuchado porque por muy ridículo que suene, este duende esta vestido y tiene gorrita con cascabeles (ríanse si quieren, pero asi es), y todos en alguna ocasión hemos oído los cascabeles en el cuarto de mis padres que es donde siempre lo hemos visto u oído.
La primera que lo vio fue una sobrina que vive en Texas, (la misma de la casa que les conté en otro relato)ella vino de visita y estaba en el cuarto de mi madre cambiándose cuando salió despavorida y nos contó que había visto a un muñeco moverse y que había corrido bajo la cama, obvio ella no sabía que no había muñecos en la casa y días después todos empezamos a tener encuentros con el duende, y hasta la fecha a veces escuchamos los cascabeles bajo la cama de mi madre, este duende no ha querido tomar nada de lo que mi madre le pone en el plato (¿?).
A reservas de pasar como loco o fantasioso este es mi relato y si lo creen o no es cuestión de ustedes, yo sé de lo que hablo y la verdad les digo que creo mucho más en la existencia de los duendes que en las promesas de los políticos jeje….saludos y luego les cuento más cosas que he vivido, no sé si tengo imán para esas cosas pero así es, me han pasado muchas cosas de este tipo y pues luego le sigo.
Eso pasó en la colonia tres caminos en Guadalupe nuevo león, en la calle begonia, el número no lo pongo por obvias razones pero era en el primer sector, pa´los que vivan allí ahora; ahí vive un duende.
Cuando vivía en esa casa un día, más bien una madrugada en que bajé al baño a orinar y justo delante de mí lo vi; era una cosilla del tamaño de un balón de futbol, era peludo de color gris (o al menos así lo vi entre la oscuridad) y cuando me vio y supo que lo había visto, lentamente retrocedió y se metió en un closet, pero sin voltear, como si esperara que lo persiguiera y se perdió en la oscuridad del closet. Era rechoncho y narigón, el rostro no se lo pude ver porque era puro pelambre lo que tenía en la cara.
La segunda vez que lo vi, fue junto con mi madre; estábamos en la sala viendo el televisor cuando mi madre me dice: “una rata, una rata” y al ver a ese ser nos dimos cuenta que no era una rata si no el duende que corría por la orilla de la pared y se perdió otra vez en el closet, ahí le comente a mi madre que no era la primera vez que lo veía y le relate lo de la otra noche, por si las moscas esa noche mi madre dejo a la entrada del closet un plato con glorias de linares (dulce típico en monterrey) y bombones…obvio al día siguiente el plato estaba solo y ya no volvimos a verlo, pero mi madre decía que ahí seguiría en la casa porque estaba a gusto. Quién sabe, lo que sí sabemos es que rata no era, y quién sabe si en realidad era un duende, quizás era una especie rara o un fenómeno de la naturaleza, pero decidimos decirle duende porque andaba en dos patas y tenia forma humana o humanoide.
El otro duende vive ahora en donde vivo ahora, en la colonia jardines de la pastora en Guadalupe, y éste si lo hemos visto casi todos los de la familia, desde mi sobrinitas (que fueron las primeras en verlo), mi madre, un servidor y mi padre, aunque él solo lo ha escuchado porque por muy ridículo que suene, este duende esta vestido y tiene gorrita con cascabeles (ríanse si quieren, pero asi es), y todos en alguna ocasión hemos oído los cascabeles en el cuarto de mis padres que es donde siempre lo hemos visto u oído.
La primera que lo vio fue una sobrina que vive en Texas, (la misma de la casa que les conté en otro relato)ella vino de visita y estaba en el cuarto de mi madre cambiándose cuando salió despavorida y nos contó que había visto a un muñeco moverse y que había corrido bajo la cama, obvio ella no sabía que no había muñecos en la casa y días después todos empezamos a tener encuentros con el duende, y hasta la fecha a veces escuchamos los cascabeles bajo la cama de mi madre, este duende no ha querido tomar nada de lo que mi madre le pone en el plato (¿?).
A reservas de pasar como loco o fantasioso este es mi relato y si lo creen o no es cuestión de ustedes, yo sé de lo que hablo y la verdad les digo que creo mucho más en la existencia de los duendes que en las promesas de los políticos jeje….saludos y luego les cuento más cosas que he vivido, no sé si tengo imán para esas cosas pero así es, me han pasado muchas cosas de este tipo y pues luego le sigo.
yo vivo en apodaca.
