Dicho proyecto de inversión presentado a la Secretaria de Hacienda no especifica si las naves llegaron al final de su vida útil. La Sedena señaló que el único inconveniente de las naves es que tienen que hacer escalas para vuelos trasatlánticos.
La compra de otra aeronave implicaría un gasto de 8 mil 669 millones de pesos, más mil 170 millones 378 mil por concepto de mantenimiento, ello, a pesar de que el presidente realiza vuelos cada dos meses y medio.
Gasto excesivo
El periódico Reforma señala que el equivalente a 757 millones de dólares contrasta en sobremanera con lo que cuestan los aviones más grandes y caros del mercado.
Un ejemplo es el Boeing 737 nuevo que está cotizado en 90 millones de dólares, sin embargo, expertos argumentan que se puede comprar hasta en 45 millones.
Mientras que un Boeing 777-300ER tiene un precio de lista de 298 millones, pero en realidad se cotiza en alrededor de 150 millones.
En base a ello, con la cantidad que prevé gastar el gobierno federal, se podrían adquirir tres aeronaves nuevas.
Incluso el avión presidencial de Estados Unidos, un Air Force One, está valuado en 325 millones de dólares, menos de la mitad de lo que se pretende gastar el gobierno mexicano.