Un chiste viejo. Desde la A de Anonymous hasta la Z de Zetas.
Desde hace días buena parte de los mexicanos hemos venido siguiendo los eventos de la llamada Operación Cártel
#OpCartel anunciada por el colectivo de ciber activistas Anonymous en contra del cártel de los zetas. Y más que los acontecimientos estamos con cierto morbo de por medio más atentos a las amenazas y mensajes que se han estado enviando el colectivo Anonymous y el cártel de los zetas a través, sobre todo, de las redes sociales de internet. Luego de
la liberación del integrante del colectivo Anonymous por parte del cártel de los zetas quienes lo tenían secuestrado; no han faltado las voces que acusan al colectivo de traidor, cobarde e incluso de haber pactado con el cártel la impunidad de éstos últimos ya que al parecer esos mismos que los acusan de cobardes y traidores esperaban que el colectivo de hacktivistas hiciera el trabajo que por ley y misión le corresponde al estado: castigar el crimen.
En muchas de las discusiones que se dan sobre el asunto se obvian algunas cosas importantes de señalar. Por ejemplo muchos parecen pasar de largo el contexto internacional en que se está dando ésta confrontación entre el colectivo Anonymous y los zetas. En dicho contexto internacional no se puede hacer un lado la marea de movimientos sociales coordinados y encontrándose en las plazas y calles de algunos países que pasa también por organizarse a través de las redes sociales de internet. Estos movimientos sociales, esta verdadera revolución retuiteada apunta, entre otras, a una dirección en particular la cual es el fracaso de los estados modernos ante sus ciudadanos. Luego de 30 años de embates del neoliberalismo, luego capitalismo salvaje, que ha sufrido el estado procurando adelgazarlo y dejarlo sostenido prácticamente de alfileres, las sociedades de algunos países salen a las calles a poner de manifiesto el fiasco y las pifias del modelo neoliberal y del capitalismo voraz y toman como primer objetivo los gobiernos y estados nacionales para inmediatamente después apuntar baterías contra las instituciones y organizaciones financieras locales. Ojalá no tarde en llegarle el fuego a las organizaciones financieras mundiales, verdaderos cárteles de las finanzas quienes deciden la vida y destino de millones en el mundo.Pues bien, es en este contexto actual de fracaso de los estados y gobiernos que tomándose de la mano, en nuestro país, hemos tenido en éste sexenio como en ningún otro la institucionalización total y absoluta de los grupos criminales a los que supuestamente el gobierno lleva ya cinco años combatiendo y que por más spots de propaganda que lanzan, los cárteles son cada día más fuertes y mejor posicionados en el territorio nacional pero sobre todo en el imaginario colectivo mexicano. Es en éste sexenio donde cárteles como los zetas, el de Sinaloa o La Familia michoacana han pasado de ser simples organizaciones delincuenciales a verdaderos gobiernos alternos con territorios bajo su control y total dominio. Desmontarlos del imaginario colectivo debido a la legitimación que les otorga el poder de fuego y la impunidad estatal va a ser tarea de titanes y una de las herencias malditas que dejará éste sexenio pues ya entre las generaciones más jóvenes va permeando la idea de que es mejor ser narco que estudiar alguna carrera y ser persona de bien.
Englobando la confrontación en éste contexto pero además teniendo como referencia una idea de viabilidad de nación y de estado en México, el que existan tanto los cárteles o el colectivo Anonymous simplemente es un absurdo que pone en tela de juicio nuestra supuesta civilización y nuestra supuesta modernidad. Los grupos delictivos como los zetas y demás o el colectivo Anonymous no tienen razón de ser en una sociedad con una convivencia sana, clara y madura que permita el establecimiento de pactos sociales serios y con miras de verdadero largo plazo. Pactos y acuerdos que trasciendan generaciones. Pactos serios que nos permitan decir “aquí se puede vivir en paz”, “me gusta mi país para establecer una familia pues aquí se pueden conseguir y hacer cosas buenas”. Una cosa es cierta hoy, esos pactos no los podemos esperar con estos gobiernos que padecemos en México.Estos gobiernos solo ven por ellos, sus socios, cómplices y patrocinadores.
Mis simpatías hacía Anonymous pero sobre todo el estar de acuerdo en que no se puede en riesgo la vida de personas inocentes me lleva a darles la razón en haber llevado a cabo las acciones tomadas con respecto de la #OpCartel ya que ahí hay otros dos aspectos que seguido olvidan quienes los acusan de cobardes. El primero es que no se vale poner en riesgo la vida de inocentes cuando te has declarado estar a favor del pueblo, simplemente es una aberración y una contradicción. El segundo. Anonymous puso el dedo en la llaga de los zetas ya que éste grupo paramilitar maneja muchos negocios en México pero el de liberar gente de a gratis no es uno de ellos así que si fue liberado el integrante de Anonymous es porque el colectivo en realidad tiene entre sus manos algo de verdadero peso que llevó a los zetas a revalorar el hacerle daño a dicha persona y toparse en el camino con los ciber activistas de frente. No es cosa menor esa como para dejarla pasar así nada más.
El que se acuse a Anonymous de ser cobardes y traidores me recuerda un chiste viejo que cuenta que llegó un loco a una ferretería pistola de juguete en mano y amenazando al del mostrador le ordena le entregue “¡un metro de leche!”, intrigado el dependiente se las ingenia y saca un bote de leche de la trastienda. Mete un dedo al bote de leche y con éste le “pinta” el metro de leche sobre el mostrador al loco aquel diciéndole “¡ahí lo tienes!, ¡un metro de leche!” El dependiente estaba sonriente y satisfecho de su propio ingenio cuando el loco le revira: “ahora envuélvelo para llevar”.
Igual que al dependiente de la ferretería, ¿no será que esperamos de Anonymous cosas que simplemente no le tocan? ¿Qué tal si en lugar de esperar las acciones salvadoras de un grupo de justicieros nos dedicamos a recuperar nuestro proyecto de nación y con éste el proyecto de nuestras propias vidas?
Las respuestas que buscamos van a depender de las preguntas que hagamos.
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