Por supuesto que si, llegan a ser verdaderos miembros de la familia, verlo ahi tan quietecito, como si fuera de carton, sin mover su colita... El duelo ha sido largo, lo extraño muchisimo. Es una de nuestras rarezas como especie, somos los únicos animales que introducimos una especie ajena en nuestra vida in obtener ningun beneficio de ellos, aunque pensandolo bien, obetenemos salud psicológica, y un amor sincero, total que no hallamos en nuestra propia especie, un amor que no siempre es totalmente correspondido; les damos un plato de comida, un rincón en casa, los sacamos a pasear, a vivir, 10 o 15 minutos, eso si es que los pobres no están en una azotea todo el día esperándonos, para ellos, somos todo, después de un día terrible en el trabajo, llegar y que te hagan una fiesta, solo por ser tu. Como extraño eso.