Una raya más al tigre...
Vecinos de Santa Cruz Atoyac demandan a párroco por modificaciones a iglesia
■ El templo, catalogado como monumento histórico, sufrió cambios estructurales, acusan
Josefina Quintero M.
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El interior de la iglesia, sin las imágenes religiosas
Foto: Josefina Quintero
Ampliar la imagen Aspecto del templo consagrado a la Santa Cruz de Jerusalén, que data del siglo XVI
Foto: Josefina Quintero
Ante una presunta desaparición de imágenes religiosas y retiro indebido de restos humanos habitantes de la colonia Santa Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez, presentaron una denuncia de hechos en la Procuraduría General de la República (PGR) contra Sergio Oliva, párroco de la iglesia de Santa Cruz de Jerusalén, por el “abuso” que ha hecho de un inmueble catalogado como monumento histórico, que data del siglo XVI.
En la demanda también detallan las modificaciones que ha sufrido dicho monumento, localizado en avenida Cuauhtémoc 1316, en la colonia Santa Cruz Atoyac, luego de los trabajos de restauración a que fue sometido, los cuales, aseguran, modificaron el edificio.
Las obras contaron con el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con la responsabilidad del arquitecto Miguel Ángel Castañeda, quien actúa como representante de la coordinación de monumentos históricos y a quien responsabilizan de la modificación de un inmueble con valor histórico.
De acuerdo con el testimonio de los demandantes, en las obras recientes los cambios del edificio fueron evidentes. “Desaparecieron los arcos y algunos fueron rellenados con cantera; además, en el interior se habilitó un espacio para los nichos, pese a la recomendación del INAH, que dijo en su momento que debían estar fuera de la iglesia.”
Una de las modificaciones que más alertaron a los habitantes y que motivó la denuncia penal fue “el retiro de los restos de nuestros antepasados”, manifestó Mauricio Reyes. El piso de la iglesia fue cambiado, las lápidas desaparecieron y con ello varias generaciones de familias, “porque hasta el momento no nos han informado qué sucedió con los restos que ahí se depositaron”.
La presunta exhumación, manifestaron, es un delito porque se debe contar con los permisos, así como notificar a los familiares. Además, denunciaron, durante el periodo que estuvo cerrado el inmueble por los trabajos de restauración desaparecieron imágenes religiosas que tienen valor patrimonial.
De acuerdo con los archivos de los vecinos, hay determinado número de imágenes que fueron entregadas al clero cuando el pueblo de Santa Cruz Atoyac cedió el inmueble para su resguardo, las cuales no se encuentran en el templo; afirman que el padre las retiró.
Las paredes del templo lucen vacías; sin embargo, los encargados de la iglesia aseguran que los nichos y altares de vírgenes y santos que estaban en el lugar se encuentran en restauración. Por ello, los vecinos piden que se haga un conteo físico, cotejado con el inventario de 1957, en presencia del pueblo y de las autoridades competentes.
Los temores de los habitantes se sustentan en lo que consideran errores que se cometieron en los trabajos de restauración tanto del inmueble como de las imágenes, pues con anterioridad denunciaron que los trabajos comenzaron sin autorización del INAH, además de la mala restauración que se hizo al Cristo de Pasta de Caña, que fue reconocido por la misma Coordinación Nacional de Conservación del INAH, y pese a ello no hubo sanción alguna, sin considerar que la afectación a un monumento histórico es un delito tipificado por la ley, denunciaron.
Fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2008/11/28/index.php?section=capital&article=041n1cap