El Código Penal Federal indica, desde el artículo 401 al 413 los delitos electorales que son posibles cometer dentro de un procedimiento electoral.
Pero, para ello, diferencía entre los posibles actores de un acto ilícito a los siguientes: servidores públicos, funcionarios electorales, funcionarios partidistas, candidatos, documentos públicos electorales y material electoral, de tal manera que los delitos derivados de los artículos no entran en la posibilidad de ser violados por destruir de forma intencional o llevarse el voto los textos señalados en los artículos 401 (que son definiciones); 404 (para ministros religiosos); 405 (para funcionarios electorales); 406 (para funcionarios partidistas o candidatos); 407 (para servidores públicos); 408 (por no presentación a ejercer el cargo de candidatos ganadores); 409 y 410 (relativo al Registro Nacional de Ciudadanos); 411 (relativo al Registro Federal de Electores); 412 (exclusivo para funcionarios partidistas y organizadores de actos de campaña); y 413 (falta de beneficio de la libertad bajo fianza).
Ahora bien, el artículo 402 nos indica que además de la pena indicada en el artículo concreto, se podrá inhabilitar de 1 a 5 años y destitución del cargo, pero para ello, se deberá haber cometido alguno de los ya señalados, pues no se puede aplicar esta pena si no se ha cometido ningún delito electoral.
El artículo 403 indica la imposición de 10 a 100 días multa y prisión de 6 meses a tres años –que pueden ser revocadas con suspensión de sentencia- por actos de los cuales las fracciones I, II, III, V, VI, VII, VIII, IX, XI, XII y XIII no están ni directa ni indirectamente relacionadas con el “destruye o llévate intencionalmente tu voto”, mientras que las fracciones IV, X, podrían –cuando hubiera mala fe del sistema- implicar al ciudadano común en el acto de destrucción o “llevada” del voto, ya que, solo las fracciones IV y X del mencionado 403 pueden implicar, dolosamente y de mala fe, a cualquiera que participe en este movimiento social de “destrúyelo o llévatelo”, puesto que la fracción IV sanciona a quien “obstaculice o interfiera dolosamente el desarrollo normal de las votaciones, el escrutinio y cómputo, el traslado y entrega de los paquetes y documentación electoral o el adecuado ejercicio de las tareas de los funcionarios electorales”, de tal manera que mientras no se obstaculice o interfiera dolosamente en el desarrollo normal de las votaciones –el resto queda fuera del alcance de un movimiento popular pacífico- salvando las sanciones de esta fracción IV, mientras que la fracción X, indica que se sancionara a “quien introduzca en o sustraiga de las urnas ilícitamente una o más boletas electorales, o se apodere, destruya o altere boletas, documentos o materiales electorales, o impida de cualquier forma su traslado o entrega a los órganos competentes”, y debido a que para introducir más de una boleta electoral es necesario tenerla y solo se tiene una, no encaja, no entra, mientras que para sustraer es necesario sacarla de la urna, tampoco es la intención sino antes al contrario, ni siquiera introducirlo a la urna, sino llevarte tu voto, por lo que esta parte de la fracción queda fuera quien solo reciba su voto, pase a la soledad de la mampara y, en esos preciosos 40 o 50 segundos en que el ciudadano común realmente ejerce el poder de decisión, el verdadero poder, destruya la boleta y, debidamente ordenados los papelitos meta la boleta destruida en la urna, sin introducir ninguna otra boleta y por supuesto, no saque ninguna boleta de la urna, mientras que si decide llevarse el voto, puede cambiar su boleta por un papel color claro, doblando y haciendo “cuadritos” este nuevo papel, mientras la boleta se la lleva debidamente doblada a una bolsa delantera de un pantalón de mezclilla –por ejemplo-, o a una bolsa interior de un saco o una chamarra, o a una bolsa femenina, o en caso extremo, comerse el voto, de tal manera que no se vea hacia fuera y al salir, colocar el papel doblado a “cuadritos”, pasar a la mesa directiva, que te pongan en uno de tus dedos la tinta indeleble, que te sellen la credencial IFE, que te pongan el sello de “VOTO” frente a tu nombre en la lista, te retiras y listo.
Además, si ese movimiento se llegase a dar, con solo el 30% de los posibles votantes optando por las opciones de destruir o llevarse el voto (alrededor de 15’000,000 quince millones de ciudadanos), EL HIPÓTETICO PAÍS NO TIENE CAPACIDAD DE RESPUESTA FRENTE A UN ASUNTO DE ESTA MAGNITUD, NI TENDRÍA CAPACIDAD DE RESPUESTA PARA PROCESAR TODAS ESAS AVERIGUACIONES PREVIAS, TODOS ESOS JUICIOS, NI MUCHO MENOS TENDRÍA CAPACIDAD DE TENER A TODA ESA GENTE EN LAS CÁRCELES NI EN LOS PENALES –LO CUAL, ADEMÁS, MOSTRARÍA LA VERDADERA CARA DEL PODER QUE MANDA EN ESE PAÍS: LA DICTADURA Y LA TIRANÍA-, POR LO QUE EL MISMO ESTADO TENDRA QUE TOLERAR ESTE TIPO DE MOVIMIENTOS PÁCIFICOS O NO TENDRÁ DONDE UBICAR A 15’000,000 QUINCE MILLONES DE CIUDADANOS QUE DECIDIERON LLEVARSE SU VOTO, PORQUE, ADEMÁS SE QUEDARÍA SIN FUERZA DE TRABAJO, SIN GENTE PARA LAS OFICINAS, SIN CHOFERES, SIN ALBAÑILES, SIN ESTUDIANTES, SIN NADIE PARA SOSTENER EL POCO TRABAJO QUE EXISTE EN NUESTRO PAÍS.
Además, como argumentos de defensa, tenemos que la boleta es tuya, como tuyo es tu derecho de votar, por lo que debido a eso es que el Estado te da ese instrumento –la boleta integrada por papel y tintas- para que expreses tu intención del voto, y si tu intención es llevarte el voto, es completamente legal, puesto que es una opción más para ejercer tu derecho a votar manifestando tu rechazo a cualquier otra hipótesis aquí planteada.
No se te puede acusar de robo, porque en el momento en que el Estado por vía de los funcionarios de casilla te entrega ese papel – documento, esta en tu posesión y tu dominio o propiedad, no se puede encuadrar el robo donde se sanciona a quien, sin derecho a ello, dispone para sí un bien mueble –como lo puede ser un documento cualquiera- sin autorización de quien conforme a ley puede autorizarlo, pero, para el caso, ya es de tu propiedad y está en tu dominio, puesto que te fue “regalado” o “entregado” –derivado del respeto a las garantías constitucionales y pagada con tus propios impuestos- por el Estado vía funcionarios de casilla para ejercer tu derecho al voto y si tu opción es por ninguno y llevarte la boleta, es tu derecho porque el voto es tuyo –tanto el emblemático, que es la boleta, como el ejercicio que es cualquier hipótesis que puede hacer que lo entregues a la urna, que lo destruyas intencionalmente o que te lo lleves- siendo también tuyo el ejercicio de esa decisión democrática libre, secreta y universal de decidir quién va a ser tu representante o decidir que nadie tiene derecho a ello y por ello te llevas el conducto –tanto el físico que es el papel (boleta)- como el emblemático, que es la opción por llevarte tu voto porque ninguna de las opciones merece ni siquiera que anules tu voto.
Este movimiento –el golpe de estado democrático- puede ser histórico, pero olvidé que esto es sólo una hipótesis que puede ser convertida en realidad solo y solo si participa cuando menos un 20% de posibles votantes que darían al traste con un estado que no ha dado resultados positivos a una sociedad que los ha soportado por toda su vida.
¿Existe ese 20% de posibles votantes dispuestos a dar ese golpe de estado democrático en ese imaginario país?
Así, con un golpe de estado democrático, el estado –y todos sus colaterales- tendría que mejorar obligatoriamente o desaparecer dejando los espacios a gente nueva, con ideas nuevas, que realmente sean nuestros “representantes”, porque de lo contrario, de hacer cualquier farsa para evitar ese golpe de estado democrático, en 2012, de repetirse un evento similar al planteado en la hipótesis, nos quedamos sin diputados federales, sin senadores, sin presidente de la república, sin gobernadores, sin diputados locales y sin presidentes municipales.
Como podemos ver, entre más gente participe mejor, yo ya he convencido a varios de anularlo a recuperar su voto, porque ¿de que sirve anularlo si al final no será tomado en cuenta? Lo que importa es la efectividad de nuestras acciones y anularl
o no tiene (creo) efectividad más que "expresar nuestro descontento", cosa repetida hasta el tuétano en marchas y similares SIN RESULTADO, así que a difundir esta idea que el tiempo corre en nuestra contra.
Excelente opción, hoy mismo iré a las papelerías cercanas de mi casa a comprar un poco