Con respecto a la pregunta que inició este hilo puedo respetuosamente comentarles (sin pretender ser gurú sino con el humilde fin de aportar y ayudar) que he estado revisando durante bastante tiempo mucha información con respecto a algunas religiones (no todas) y reflexionando sobre todo lo visto he entendido que todos y cada uno de nosotros tiene una misión principal que cumplir en esta vida (y todas aquellas que en definitiva nos propongamos); la tarea en esta tierra es difícil. Lo que decidamos depende sólo de nosotros mismos ya que Dios nos ha dado el libre albedrío, ello significa que podemos optar por hacer el bien o el otro camino. La Humanidad durante su pasar por la Tierra se ha visto enfrentada a la toma de grandes decisiones, en algunos casos ha pasado las pruebas y en varios otros se ha equivocado. Los errores nos dejan un gran karma (este tema es complejo, después lo podemos ver) que nos llevan a grandes crisis globales. Cuando nos encontramos en estos trances hemos sido ayudados mediante la llegada de seres de luz (o maestros o guías) y también encarna entre nosotros algún gran ser espiritual que decida aceptar esta gran tarea, son conocidos como Mesías, profetas, guías principales…seres que hemos llamado Moisés, Jesús (Sananda, Yeshua,) Ellos se esfuerzan por guiarnos y dejarnos sus enseñanzas para que podamos trascender. Lamentablemente las religiones que le siguen enfrentan los ataques de la otra polaridad y ésta le gana muchas batallas, uno de los efectos es que las enseñanzas iniciales son tergiversadas. Un claro ejemplo sucedió en torno al año 325 D.C. luego del Concilio de Nicea; un grupo de obispos determinó declarar proscritas todas las alusiones a la reencarnación que contenía la Biblia, lo cual fue terminado de ejecutar por Constantino, el cual advirtió que sujetar todas las almas a un juicio final era mejor que reconocer que cada alma es inmortal y que la vida actual es una de muchas, lo cual debilitaba su poder. Lo que ha venido ocurriendo por siglos es que han taponeado nuestra evolución, pero ha ocurrido que ésta se desbordó. El Papa Juan Pablo II dijo una vez “el cielo y el infierno más que lugares son estados de conciencia”, la explicación que se deduce de sus palabras es tremenda y larga, por tiempo la postearé en este hilo más adelante.