Un joven "pirata" sin trabajo llegó diez minutos tarde para la admisión en la oficina de empleo de su ciudad, Stoke-on-Trent. Para vengarse, junto el "popó" de su perro en una bolso, buscó en un parque y la revoleó contra el edificio gubernamental.

Un británico de 21 años quiso cobrar el subsidio al desempleo pero se lo negaron porque demoró 10 minutos en inscribirse. Molesto, juntó 10 kilos de caca de perro y los tiró contra el edificio público.

El insólito caso ocurrió en la ciudad de Stoke-on-Trent, situada en Staffordshire, en la región de Midlands del Oeste, Inglaterra, y tuvo como protagonista a Simon Bonnell, un desempleado de 21 años.

El joven llegó 10 minutos tarde para la admisión en la oficina de empleo local y por eso se le negó el pago del subsidio al desempleo. Enojado por el rechazo, el británico ideó un plan “muy sucio” para vengarse.

Bonnell juntó excremento de su perro en una bolsa, y luego se dirigió a un parque cercano para seguir aumentando el volumen de desperdicios. En total, juntó 10 kilos de caca de animal que luego arrojó contra el edificio gubernamental.

El joven, finalmente, fue arrestado y hallado culpable de daño a un edificio público. Además, deberá pagar una multa de 200 libras (315 dólares) y otras 63 (99 de la moneda estadounidense) para limpiar las alfombras de la oficina de empleos, publicó diariogazeta.com.

Además, a Bonnell le fue prohibido registrarse para recibir la pensión durante tres meses, por lo que perderá unas 600 libras (945 dólares).