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Historia cornuda

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Becerro
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12 Abr 2010
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21
Les debo decir antes que nada, que la historia de mis cuernos es larga, por lo que subiré de a poco (trataré que lo más rápido posible) cada parte de la historia. Espero la disfruten. Saludos.


Hola, mi nombre es Alberto y soy mexicano, les voy a contar la historia de mi matrimonio.


Cabe decir que me considero muy normalito, tirándole a delgado, no muy alto y lampiño, no me considero atractivo, pero siempre había tenido algo de suerte con las mujeres.


Yo soy de Aguascalientes, México y me dedicaba a dar mantenimiento a computadoras, un trabajo mal pagado pero con el que podía ir pasándola. Debido a mi oficio tenía que ir dando soporte en muchas empresas y así fue como conocí a la que ahora es mi esposa, Laura. Ella tenía en ese entonces 19 años y yo 25, trabajaba como recepcionista en uno de los lugares a los que fui a dar mantenimiento, desde el principio me llamó la atención, pues aunque se vestía de manera muy anticuada y no era muy bonita de cara, a mí me tenía cautivado, pues era muy agradable y tierna, eso sí, era muy conservadora, la tenían completamente educada a la antigua, y me tardé casi los dos meses que estuve en esa empresa para que me aceptara una salida al cine.


Naturalmente nos hicimos novios pronto y a pesar de la reticencia de sus padres, sobre todo por la gran diferencia de edad, nos casamos dos años después, ella tenía 21 y yo 27. En nuestros años de noviazgo ella se mostró muy tímida respecto al sexo, pero completamente dispuesta a aprender; como a los dos meses de salir juntos por fin me dio una mamada, y la verdad era bastante buena, ya después me explicó que ella tenía un primo mucho mayor que siempre le pareció muy atractivo y en su fiesta de 15 años el dichoso primo logró hacer que ella, gracias a unas dos copitas que se pudo tomar a espaldas de su familia, le diera su primera mamada pues se gustaban mucho y así cada que se veían y podían ella le hacía sexo oral, eso sí, hacía cerca de un año que eso se había terminado pues el dichoso primo se fue a Estados Unidos de mojado para buscar trabajo, y debo decir que dejó muy bien entrenada a Laurita para dar unas mamadas espectaculares, pues imagínense, 3 años aprendiendo, aunque nunca llegaron a más, y lo pude comprobar porque yo fui su primer hombre, ella perdió la virginidad conmigo, pero no me la otorgó hasta que estuvo segura de que nos íbamos a casar, por lo tanto fue como 2 meses antes de la boda y realmente no fue tan especial, aunque según para ella sí.


Nuestro primer año de matrimonio fue muy rico en todos los niveles, nos llevábamos increíble, teníamos (seguimos teniendo, claro está) una increíble confianza y a nivel sexual la verdad es que estábamos muy contentos, estábamos felices. Después de un año y medio de matrimonio, conseguí un gran empleo, solo que en la capital de mi país, por lo que nos tuvimos que mudar un poco lejos de nuestra familia y amigos, pero pudimos comprar una casa y mi esposa dejó de trabajar. Sin embargo, por esas fechas me, digamos, asusté con una serie de actitudes mías que no eran para nada normales, por ejemplo, me empezaron a gustar mucho los relatos eróticos, pero los relatos “normales” me aburrieron muy rápido, después exploré los de violaciones, y aunque me entretuvieron muchísimo, a la larga también me hartaron hasta que descubrí los de infidelidades, uf, me ponía muy burro con esos, me encantaban todos, aquellos donde los cuernos eran consentidos, o en los que el pobre cornudo no se daba cuenta hasta el final de lo puta que era su mujer o cuando algún o alguna vivales se aprovechaba de la inocente pareja para cumplir sus deseos más oscuros; después de los relatos me interesé en las imágenes, buscaba muy concretas, de esposos viendo con sus propios ojos cómo sus mujeres los engañaban o en los que la mujer era completamente dominada. Yo trataba de entender esa “perversión”, me autoflagelaba porque no me parecía normal esto que me gustaba, aunque después, entrando en foros y chats me di cuenta que muchas parejas vivían eso con normalidad, me tranquilicé un poco, aunque sabía que jamás podría hacer esas cosas con mi esposa, pues ella era muy chapada a la antigua, y eso que nuestra vida sexual era muy buena, lo hacíamos 3 o 4 veces por semana, ella desde el principio se cuidaba para no embarazarse, se puso un dispositivo y siempre me la chupaba y después cogíamos, yo no era un portento de hombre, pero siempre creí, como todos los que la tenemos pequeña, que lo importante es cómo se usa, vamos, que estaba más que conforme con mis 14 centímetros, y mi esposa no se quejaba. Pero no podía quitarme esas ideas locas de mi cabeza, de ver coger a mi mujercita puritana con otro.


Al fin, después de un tiempo dándole vueltas a la cabeza se me ocurrió una forma de intentar hacer mi fantasía realidad (en estos momentos era cuando estábamos con los preparativos de la mudanza a la capital del país), era obvio que no podía llegar con este tipo de peticiones a una mujer que en su vida había usado una tanga o una minifalda arriba de las rodillas, pero ya que estaríamos en una nueva ciudad donde nadie nos conocía, empezaría a “prepararla” para que, si tenía éxito, ella misma tuviera las ganas de coger con otro (estando yo enterado, o no), o al menos que tuviera alguna curiosidad por probar a un hombre distinto a su marido, trataría de llevarla poco a poco por un camino en el que fuera despertando su lado más sensual, al final, quién sabe qué pasaría, lo que me quedaba claro es que tenía que ir muy poco a poco, pues aunque curiosa en lo sexual y bastante dispuesta a aprender, no estaba seguro de que aceptara de buenas maneras que su marido (el único hombre en su vida) llegara a pedirle que se acostara con otro.


De inmediato me puse manos a la obra (ya estando bien mudados en la ciudad a donde íbamos a vivir); lo primero era hacer que se sintiera muy sexy, muy guapa, y es que con la mudanza y mi nuevo trabajo que era bastante exigente, y con el hecho de que ella ya no necesitaba trabajar, se dedicó mucho más a cuidar de su figura, iba al gimnasio religiosamente por 2 horas diarias, por lo que se le hizo un cuerpo espectacular, de cara seguía siendo la mujer morena de rasgos un poco anchos que conocí, pero sus pechos eran grandes, redondos, turgentes (vamos, tenía 23 años, como no los iba a tener así), talla 36C; su culo era precioso, grande, redondo, bien formado y bastante firme; sus piernas no eran muy largas, pero con el ejercicio se tornearon muy bonito, ya no eran delgadas de ningún lado, vamos que se había convertido, de cuerpo, en un bombón, pero su educación conservadora no ayudaba, y mucho menos la ropa holgada y espantosa que usaba, si hasta para ir al gimnasio se ponía unos pants de algodón que no creo que usara ni mi abuela, pero en fin, inicié diciéndole en la intimidad lo buena que estaba, que las idas al gimnasio habían logrado su cometido, que tenía un cuerpazo digno de cualquier modelo, naturalmente, ella se apenaba, lo negaba y me decía que era un tonto, que decía eso porque era mi esposa, y de ahí me agarré, le decía que por supuesto que no, que si ella se vestía más sexy, notaría como los demás hombres babearían por ella y las mujeres la envidiarían, ella me volvía a decir que era un tonto y zanjaba la conversación; pero de tanto decirle, un día ya no me dijo nada, solo se sonrió, y se volteó; pensé que era una gran oportunidad, pues al no negar nada asumí que no le molestó el comentario, así que cuando fui al trabajo, me di el tiempo para comprarle una minifalda, no una muy corta, pero al menos unos 2-3 centímetros por encima de la rodilla, además de que se la compré de mezclilla (eso sí, bastante pegada) para que pudiera usarla bajo casi cualquier circunstancia.


Le mostré la mini en otro momento de intimidad, y a pesar de que su cara no era muy complaciente, le insistí un poco (ayudado de mis caricias, claro está) y aceptó usarla, con la condición de que solo lo haría si salíamos juntos, el primer paso estaba dado.


Realmente cuando la usó la primera vez no pasó gran cosa, pues fuimos a un centro comercial en donde había bastantes muchachas muy guapas enseñando pierna, pero cuando estábamos en la cama, en los juegos previos, le empecé a decir que algunos hombres se le habían quedado viendo fijamente mientras compraba cosas o estaba sentada, como estaba muy excitada por las caricias que le daba solo escuchaba sus gemidos, pero no decía nada al respecto, al menos no había rechazado los piropos.


Con el paso del tiempo fue una constante que después de que saliéramos y si ella usaba una minifalda (no era común que la usara, pero al menos, si le insistía lo suficiente, lo lograba), al regresar teníamos una muy buena sesión de sexo en la que cuando ya estaba calientita le hablaba de cómo se le quedaban viendo en la calle, traté de dilucidar qué tipo de hombres le gustaban más, y eso lo hacía fijándome con cómo gemía de acuerdo al hombre que le decía que se le había quedado mirando, y cuando vi que no solo se quedaba callada, sino que cerraba los ojos cuando se lo decía, empecé a decirle que seguramente los hombres que la habían visto se masturbarían en la noche pensando en su cuerpo, ella seguía sin decir nada, pero al menos no me rechazaba, cosa que yo veía como un gran avance, aunque trataba de no atosigarla con este tema, pues en cuanto veía que se molestaba un poco con mis comentarios se cortaba por lo que le estaba diciendo me quedaba callado y directamente me la cogía.

Continuará . . . .
 
Última edición:
Suena interesante continúa con la segunda parte bakuno
 
No está mal, vas bien, solo que tengo una duda, ¿Por qué condicionar un relato?, ¿a los cuantos likes subirás la continuación?, ¿Qué pasara si no juntas los likes que deseas?, cuando alguien tiene un relato para compartir, lo comparte y ya, de ahí el público lector te dirá si les gusta o no, así que si tienes algo que compartir y lo harás por regalar algo, pues adelante, de lo contrario, búscate otro foro, no sé, alguno en el que te sientas aceptado.

El relato va bien, se nota interesante y tienes buena escritura, es entendible y eso se agradece, por lo demás, ya lo escribí y ya tu sabrás que hacer.

Saludos.
 
Coincido con Mr. Águila, el condicionar la continuación de un relato a cambio de comentarlo se me hace innecesario, pensé que venías a contar una historia no a conseguir "likes", si cuentas una historia es porque estás seguro de lo que haces, en fin hay gustos para todo, por cierto pintaba bien.

Saludos.
 
No está mal, vas bien, solo que tengo una duda, ¿Por qué condicionar un relato?, ¿a los cuantos likes subirás la continuación?, ¿Qué pasara si no juntas los likes que deseas?, cuando alguien tiene un relato para compartir, lo comparte y ya, de ahí el público lector te dirá si les gusta o no, así que si tienes algo que compartir y lo harás por regalar algo, pues adelante, de lo contrario, búscate otro foro, no sé, alguno en el que te sientas aceptado.

El relato va bien, se nota interesante y tienes buena escritura, es entendible y eso se agradece, por lo demás, ya lo escribí y ya tu sabrás que hacer.

Saludos.

Coincido con Mr. Águila, el condicionar la continuación de un relato a cambio de comentarlo se me hace innecesario, pensé que venías a contar una historia no a conseguir "likes", si cuentas una historia es porque estás seguro de lo que haces, en fin hay gustos para todo, por cierto pintaba bien.

Saludos.

Jeje, no es condicionar la continuación y realmente no quiero "likes", lo único que quería era ver si suscitaba algún interés, pero visto que existe, claro que cuento mi historia, a mi me encanta, ;) siento la confusión, ya no pondré tonterías de esas.

Saludos.
 
Bueno, continúo con la historia exactamente donde la dejé ayer.

Tardé meses con esta rutina, pues me hice a la idea de que solo haciendo mucho juego previo con ella mientras le calentaba la cabeza con todos mis comentarios sobre como se le quedaban viendo y lo atractiva que se veía con la ropa que le compraba no veía mayores avances, pues a pesar de que no se molestaba con lo que le decía, no participaba de ninguna otra forma, y encima me costaba mucho trabajo que usara ropa sexy, porque siempre tenía un pretexto para no usarla. Pero al final, cuando ya me planteaba un cambio radical en la estrategia noté un cambio muy pronunciado en mi esposa, ya que que poco a poco, pero ahora de forma voluntaria y sin que yo le dijera nada empezó a cambiar TODO su guardarropa, se tardó más de 3 meses (a pesar de que al haberlo notado, traté de acelerar completamente el proceso), pero mi sorpresa fue mayúscula cuando noté que cambió todas sus faldas largas, aburridas y holgadas por unas deliciosas minifaldas, todas a medio muslo y las más cortas estaban como 4 centímetros arriba, además de que eran de corte muy variado, no solo pegadas, sino amplias, tableadas o de corte tipo A; además de que los pantalones de mezclilla que parecían de obrero pasaron a ser pantalones muy pegados y a la cadera, en los que se realzaba de forma increíble el culazo que tenía mi mujer; hasta su vestuario para el gym mejoró mucho, pues de usar pants como si fueran pijamas empezó a comprarse tanto mallones muy ajustados, de tan ajustados que se le transparentaba todo, como shorts muy cortos; pero lo que definitivamente me indicó que se estaba realizando un cambio muy profundo en mi mujer fue que se despidió completamente de sus calzoncitos infantiles de algodón que hasta figuras tenían para dar paso a un arsenal de tangas impresionante, prácticamente todas eran de hilo dental y se justificaba diciéndome que, desde que le compré la primera y se acostumbró a usarla, se dio cuenta de que eran muy cómodas, que prácticamente ni se sentían, para mí verla en tanga era un poema, sobre todo en combinación con sus pantalones a la cadera, pues era inevitable que el resorte de su ropa interior se mostrara cada que se agachaba (o a veces ni necesitaba agacharse para mostrar esos laterales).

Ya con el cambio total de guardarropa y, a pesar de que en realidad en nuestras maratónicas sesiones de sexo ella siguiera sin responderme cuando le hablaba de cómo la veían por la calle (y ahora sí era completamente cierto que se le quedaban viendo, pues se vestía como toda una zorrita), yo sentía que cada vez estaba más cerca de mi cometido. Entonces decidí dar otro paso, en realidad no estaba seguro de qué hacer, pero aún así me arriesgué a comprar un consolador, aunque para no espantar a mi esposa primero compré uno de un tamaño muy parecido a mi pene (el único que había probado su panochita).

Naturalmente no le mostré el juguetito a mi esposa hasta que la tuve bien caliente, mientras le comía su panochita diciéndole todo lo que tradicionalmente le decía (como se masturbarían los hombres que la habían visto durante el día) le dije que le había comprado un regalito, lo saqué y antes de que me dijera nada se lo metí hasta el fondo, con un profundo suspiro por parte de mi mujer, así que continué con mis dichos mientras la masturbaba a conciencia, aunque otra vez, no decía nada, ahora suspiraba y gemía como nunca.

Después de que estuve seguro de que mi esposa no se molestaba en absoluto por la intromisión cotidiana del nuevo juguetito, me atreví a llevar las fantasías mucho más allá, aproveché que ese día usó una de las minifaldas más cortas que tenía, una verde limón pegadita como 4 centímetros arriba de medio muslo y que un muchacho bastante atractivo al que le compramos una piñata se le quedó mirando, para decirle que se imaginara que el juguetito con el que jugábamos era la verga del muchacho de las piñatas, uf, era una medida arriesgada pero dio resultado, pues aunque no dijo nada, sentí claramente en mi lengua como se mojaba muchísimo más, cerraba los ojos, seguramente imaginando a ese guapo muchacho, y gemía y hasta gritaba como pocas veces la había escuchado. Después de que terminó con su orgasmo, y cuando me monté sobre ella, la verdad es que yo también estaba tan excitado que terminé en apenas un par de minutos. Obviamente, y para no arruinar el logro realizado, preferí no hablar sobre lo sucedido, pero si repetirlo en nuestras siguientes sesiones se sexo.

Así encontré una nueva rutina para nuestros encuentros sexuales: mientras le comía la panochita y jugaba con los juguetitos que compraba le hablaba de cómo muchos hombres diferentes se la cogían, le pedía que se imaginara que era la herramienta de cualquier tipo de los que la habían volteado a ver durante el día, sin embargo, en esos jueguitos tardábamos más de una hora, por lo que casi siempre cuando por fin la penetraba yo estaba tan excitado por todo lo que le había dicho que terminaba normalmente en menos de dos minutos; pero al menos, y gracias a dichas fantasías, pude cambiarle varias veces el juguetito, obviamente con el pretexto de que muchachos tan guapos tendrían una herramienta mucho más grande, así que cada vez le compraba consoladores (que, dicho sea de paso, según mi esposa, ella nunca los usaba, solo yo los tocaba) lo más parecido posible a una verga de verdad y cada vez más grandes, hasta que terminé con uno de 23 cm venoso y grueso que a mi esposa le encantaba.

Pero otra vez ya estaba pensando seriamente en cambiar de estrategia o en confesarle a mi esposa mi más oscura fantasía, pues llevaba meses comiéndole la panochita y haciendo todo el trabajo con el dichoso juguetito y ella seguía sin participar, solo se mojaba como nunca, gemía y gritaba como loca, y lo peor es que si se me ocurría comentar algo de las fantasías mientras ella no estaba caliente me quedaba sin sexo como una semana y tenía que ir poco a poco calentándola de nuevo, pues a pesar de que ella ya se vestía muy sexy de forma cotidiana si se enojaba no me dejaba ni tocarla ni mucho menos fantasear; hasta que un día que estábamos en el cine todo eso cambió.

Recuerdo que estaban pasando unos trailers de películas de acción (género que a mi en lo particular no me gusta nada, pero a mi esposa le fascina), y de repente me preguntó si quería ver la película del trailer, cuando le respondí que no, que me pregunta abiertamente si la dejaría ir con Tony, un maestro de inglés con el que tomó clases varias veces, inmediatamente me excité, pues era la primera vez que ella participaba en una fantasía (aunque fuera tan inocente como esta) y además de que ni siquiera estábamos teniendo sexo, naturalmente dije que sí de inmediato, que por mi no había ningún problema, y ella solita empezó a decirme que mejor no, que qué pasaba si Tony se empezaba a aprovechar de ella (pero todo esto me lo decía con una sonrisa), yo le contestaba que a qué se refería con eso, pues quería sacar lo más posible de la conversación, ella me decía, y si me besa en un descuido o me empieza a tocar las piernas, uf, yo ya estaba muy caliente, así que le dije que no había problema que yo confiaba en ella, pero ella me contestó que a lo mejor yo confiaba en ella, pero no debía confiar en Tony, jeje, al final el inicio de la película nos interrumpió la conversación, eso sí, terminé con una erección de caballo que no me pude quitar en casi toda la película, pues veía cada vez más cerca el cumplimiento de mi fantasía.

En este momento es importante explicar quién es el dichoso Tony, en primer lugar diré que viene de Estados Unidos, es de ascendencia mexicana (su abuelo era mexicano) aunque su lengua materna es el inglés y casi no habla español, en segundo lugar dirá que vive bastante cerca de donde nosotros vivimos (como a 15 minutos caminando), aunque no en el mismo fraccionamiento, es divorciado de dos matrimonios anteriores y tiene 37 años, se cuida muchísimo, por lo que está increíblemente fuerte, es blanco, calvo rapado, bastante musculoso y tiene tiempo de sobra debido a que trabaja como profesor de inglés en escuelas del rumbo además de impartir clases particulares a grupos reducidos; lo conocimos debido a que como seis meses después de que llegamos, mi esposa se aburría como un ostión en la casa, ya que a pesar de que iba al gimnasio diario y por varias horas, estaba acostumbrada a otro ritmo de vida, a trabajar jornada completa, y al estar tan joven, pues me empezó a preguntar que qué podía hacer, porque tampoco quería meterse a trabajar un turno entero, por lo que le comenté que buscara qué hacer, así que decidió empezar a estudiar inglés con Tony, pues era el único profesor nativo que había por donde vivimos y se lo habían recomendado en el gym. La verdad es que no sabía nada más de lo que me había contado mi mujer, en el grupo de mi mujer solo había otra señora vecina nuestra y naturalmente terminaban platicando de sus vidas y todo, por eso me enteré que Tony era divorciado, y de que actualmente tenía muchas “amiguitas”, cuando mi mujer me lo contó yo aproveché para decirle que lo más seguro era que intentara hacerla su amiguita, pero al principio se ofendió, que no dijera tonterías, que él era muy profesional, eso sí, cuando se lo dije ya en la intimidad y con las caricias necesarias no dijo nada, y aunque yo sospechaba que a lo mejor mi esposa ya era una de sus “amiguitas” cuando me dijo lo del cine, la verdad es que no noté nada extraño, ella seguía llegando a las mismas horas y me seguía contando todo sobre lo que hablaba con Tony, así que no sospechaba nada.

Continuará
 
Continúo con la historia de mis cuernos, también cualquier pregunta o comentario, con gusto me lo pueden hacer:

Ya en casa y durante el juego previo, le pregunté directamente a mi mujer si le gustaba su teacher, a lo que ella sin dudar me dijo que sí y en lo más álgido de las fantasías (ya con el juguetito metido hasta el fondo), ella, por fin, empezó a participar de forma muy activa, me decía que era la verga de Tony, que estaba bien rica, que se la metiera más y más, me quedé helado, yo no esperaba que mi esposa se destapara así, pero terminó de manera riquísima y ya la cogida posterior fue puro trámite, jeje, duré menos de un minuto debido a la excitación.

Lo más interesante fue que la rutina con Tony le fascinaba a mi esposa, se volvió increíblemente activa en las fantasías, ya que SIEMPRE pedía que “little Tony” (el último consolador que le había comprado y al que le puso ese apodo) la penetrara y vaya que gritaba y gemía, ahí fue cuando realmente me di cuenta que en realidad quería que se cumplieran mis fantasías, porque no sentía ningún tipo de celos a pesar de que era evidente que mi esposa había decidido tomar el control de nuestras fantasías para imaginarse que era salvajemente cogida por un hombre que le gustaba bastante más que yo; por suerte, esto no duró mucho tiempo, unas pocas semanas después del gran cambio de actitud de mi esposa y posterior a una sesión especialmente cachonda con little Tony, estábamos descansando con las manos entrelazadas cuando me pregunta muy seria si realmente quería que nuestras fantasías se volvieran realidad. Naturalmente, el comentario me tomó descolocado, no esperaba una pregunta tan directa y menos en un momento en el que ya había pasado el clímax de la excitación, pero de inmediato sentí como mi verga se ponía increíblemente dura (no lo podía creer, pues eso era muy difícil en mí, muy pocas veces había podido cogerme a mi esposa más de una vez en una sesión de sexo), estaba pensando en esto cuando escucho reír a mi mujercita diciéndome que no me preocupara, que ya mi cosita se había encargado de responder por mí, de inmediato empezó a masturbarme diciéndome al oído que Tony la había invitado a bailar el viernes después de la clase, y que habían estado coqueteando mucho como para no saber en qué terminaría la noche, uf, la verdad es que mi cuerpo reaccionó por mí y terminé casi de inmediato en cuanto me di cuenta que mi esposa por fin, después de casi dos años de “preparación” por fin cumpliría mi sueño, después de mi corrida mi mujer quedó bastante sorprendida y con una gran sonrisa en la boca me dijo que parecía que ya tenía segura una cita para el viernes. Sin embargo yo no dejé así las cosas y le pedí que me diera todos los detalles; parecía que eso la divertía bastante pues casi riéndose empezó a contarme que llevaban meses (¿meses?) coqueteando, que al principio no pasaban de miradas durante las clases o alguno que otro comentario sobre lo bien que se veía mi esposa con su cambio de look (recuerden que para entonces ya había cambiado su guardarropa, y la verdad es que ya no estaba tan seguro de que la razón de ese cambio fuera yo), pero que últimamente los comentarios habían subido bastante de tono, sobre todo cuando terminaba la clase y Tony le comentaba que era raro que un marido mexicano dejara vestir tan sexy a su mujer sobre todo si salía sola, que seguramente escucharía muchos chiflidos por la calle y con razón, que hasta le llegó a decir que se vestía así porque tal vez su marido no la atendía como se merecía, ella me contó que al principio lo cortaba haciéndose la ofendida, pero que de poco empezó a sentir curiosidad y le preguntaba si él atendía bien a sus amiguitas, y ahí fue cuando Tony aprovechó para decirle cómo es que se debería hacer gozar a una mujer como mi esposa de manera continuada, haciéndola gritar de placer, mi mujer me contó que en verdad eso la empezó a mojar mucho y que fue ahí cuando empezó con las “fantasías” conmigo y su juguetito, pero que todo se detonó el lunes de esa semana, pues ella llevaba puesto un mallón ultra pegado negro, y que por esa razón era prácticamente transparente y con una tanguita blanca, pues todo se le veía y que cuando empezó a decirle de nuevo que se veía increíble así vestida ella se le acercó y le dijo que a poco se veía mejor que sus otras amiguitas, él le contestó definitivamente sí, y que de ahí el la empezó a besar y ella se dejó hacer, sobre todo cuando le empezó a acariciar las nalgas que estaba súper mojada, pero que como tenía otra clase después le tuvo que decir que no podía cumplirle todo lo que había dicho, ella bromeando lo retó diciéndole que seguramente eran puras habladurías, él le contestó que se lo podía demostrar el viernes, que después de su clase no tendría a nadie más, que la invitaba a bailar para que empezara a ver como se debía a tratar a una mujer como mi esposa, pero, burlonamente, la retó diciéndole que seguramente no podría porque su esposo no la dejaría salir el viernes hasta tarde, ella le respondió que desde que nos habíamos cambiado no había salido por la noche, así que me diría que saldría con algunas vecinas y que llegaría hasta tarde, y se despidió de él dándole un piquito en la boca y agarrándole el paquete y que ahí se dio cuenta de que estaba bien armado y él le contestó nalgueándola y diciéndole, adiós amiguita. Pero mi esposa decidió decirme todo porque notaba que yo estaba muy entusiasmado con su juguetito y con las fantasías que creaba con little Tony. Naturalmente le dije que no había problema por mí y que se divirtiera todo lo que pudiera, pero con la condición de que me contara cuando regresara, ella asintió con la cabeza y me besó apasionadamente.

El día siguiente (miércoles) me sorprendió mi esposa porque en cuanto llegué de trabajar me dijo que necesitaba comprarse ropa nueva para su cita del viernes, la verdad es que me excité de inmediato, ya que se veía que estaba completamente preparada para salir, solo me tocó el paquete y me dijo que mi amiguito estaba de acuerdo; cuando estuvimos en el centro comercial fue tremendamente excitante ver a mi mujer probándose diferentes prendas, saliendo del probador y preguntándome abiertamente si pensaba que le gustarían a Tony, uf, y que ropa terminó comprándose, un tanga de hilo dental diminuto café, solo con un triangulito por delante, el tanga más pequeño en su colección, un trajecito rojo super pegado de minifalda como 3 centímetros arriba de medio muslo escotado por la espalda y sin tirantes ni mangas, en lugar de bra se compró unas como estampas de florecitas que solo le cubrían los pezones diciéndome que con ese vestido no podría usar bra y unos tacones rojos bastante altos. Realmente mi esposa se veía espectacular, así que ese día tuvimos sexo muy salvaje cuando regresamos de las compras mientras me decía que le había encantado la ropa que le había comprado especialmente para salir con su teacher y que le encantaba saber que me excitaba comprarle ropa para irse a acostar con otro hombre.

Y el día siguiente fue peor (o mejor, desde mi punto de vista), porque en cuanto llegué de mi trabajo, mi mujer me dijo que subiera a la habitación que tenía algo que decirme muy grave, al subir la veo solo con la tanguita que se llevaría al siguiente día a su cita con Tony y ella me decía que se veía horrible, que todos los pelitos de su vagina se veían horribles con una tanguita tan pequeña, le dije que no había problema que eso se podía arreglar rasurándola o depilándola y entonces que me pone a rasurarla, y cuando me puse a hacerlo se empezó a calentar pues me decía cosas como que le encantaba que su maridito le estuviera preparando el conejito para otro hombre, que era increíble que la primera vez que estaría sin un pelito fuera para lucirse con un hombre tan varonil como su teacher, que seguramente a Tony le encantaría mi trabajo de peluquería y cosas así. Al final yo también estaba muy excitado pero en cuanto me disponía a hacer algo más, por primera vez en la relación mi esposa se negó, diciéndome que entendiera, que quería estar muy ganosa para él, así que me tuve que conformar con terminar de comerle la panochita y hacerme una paja en el baño.

Por fin llegó el viernes, ella tenía su clase a las 6 de la tarde, a la misma hora que yo salía del trabajo, por lo que no la podría ver hasta que regresara de su “cita” con Tony, fue uno de los días más largos y tortuosos de mi vida, porque para serles sincero, desde la mañana tuve una erección muy fuerte, no me masturbé porque quería disfrutar de lo que me contara mi mujercita cuando regresara, durante el transcurso del día mi esposa y yo estuvimos intercambiando mensajes de texto, ya cuando se acercaba la hora de que saliera me ponía cada vez más cachondo pues me describía todo el proceso antes de irse, que se estaba bañando, perfumando, vistiendo (con esa ropa tan sexy que le había comprado), y justo cuando salía me escribió que estaba muy nerviosa, que por favor, si me arrepentía de lo que estaba a punto de hacer que le llamara o le enviara un mensaje para que se detuviera; uf, le contesté que se divirtiera mucho, que no la molestaría.

Continuará. . .
 
NO INVENTES ESTA BUENISIMO, OJALA SUBAS UNA FOTO DE TU ESPOSA CON ESA TANGUITA SE HA DE VER DIVINA
 
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Jeje, esta historia que estoy contando tiene casi dos años de haber sucedido, por lo que esa tanguita ya no existe (verán lo que le sucedió), sin embargo, les comparto otras dos tanguitas que les tomé foto, la que se llevó ese día es muy parecida a la café que pueden ver en la foto.

subefotos
 
Jeje, esta historia que estoy contando tiene casi dos años de haber sucedido, por lo que esa tanguita ya no existe (verán lo que le sucedió), sin embargo, les comparto otras dos tanguitas que les tomé foto, la que se llevó ese día es muy parecida a la café que pueden ver en la foto.

subefotos
Entonces mejor aun, porque no subes unas fotos con alguna de estos, total echaremos a volar nuestra imaginación, y no la imaginaremos que es cafe...
 
Bueno, les dejo la continuación del relato justo donde lo dejé, espero que les siga gustando, saludos.


Llegué a casa a eso de las siete y media de la noche, todo nervioso, tenía mucha curiosidad por saber lo que sucedería, el atuendo que llevaba mi esposa era más que sugerente para que Tony entendiera que iba dispuesta a todo, era como entregarse en bandeja de plata, solo esperaba que ella no se rajara antes. Y así tratando de distraerme, me di cuenta de que, por fin se había cumplido mi fantasía, pues dieron las doce de la noche y no tenía ninguna noticia de mi esposa, seguramente estaría con su teacher, lo que no sabía es si ya estaría dándole clavo a mi mujercita o aún bailando, trataba de ni siquiera moverme, pues si lo hacía tenía miedo de que, debido a la mega erección que tenía, terminara irremediablemente. En esta terrible situación aún tuve que esperar más de dos horas, porque mi esposa no llegó hasta pasadas las dos de la mañana, en cuanto abrió la puerta de la casa no pude evitar ver que venía completamente despeinada, primera muestra de que mi fantasía ya era realidad, en cuanto entró me levanté y no pude evitar preguntarle, “amor, ¿cómo te fue?”, ella volteó a verme, me sonrió, bajó la mirada y como única respuesta solo se levantó la minifalda del traje y me mostró que ¡¡¡no traía la tanguita!!! No sabía qué hacer, era la muestra clara y contundente de que mi mujer había regresado de su cita, muy, pero muy bien cogida, la verdad es que no sabía qué hacer, tenía delante de mí a mi mujer con el traje arremangado a la cintura y yo con una mega erección de caballo que no podía con ella, no se me ocurrió otra cosa que tomar a mi esposa de la mano y llevarla al sofá, le abrí las piernas, me puse de rodillas frente a ella y me puse a lamerle la panochita, se sentía caliente, pero muy limpia, y hasta un poco seca, aunque casi de inmediato se empezó a mojar bastante, yo me la comía con desesperación, subía y bajaba mi lengua y cuando la metía a su vulva era muy fácil hacerlo, pronto no solo sentí completamente inundada a mi mujer, sino también su mano en mi cabeza empujándola de manera bastante salvaje, inmediatamente la escucho decir con voz entrecortada por la excitación:

  • Así cornudo, así, más, más.

  • ¿Te gusta como te como la panochita? Le pregunté muy excitado.

  • Si amor, me encanta como me lames mi conejito recien cogido por otro hombre, ¿te gusta que llegue bien atendida? Me preguntó ya completamente perdida de placer.

  • Claro amor, es delicioso probar tu cosita recien usada. Contesté.

  • Y fue la mejor atendida que me han dado en mi vida, su aparatote no tiene nada que ver con el tuyo. Me dijo ella con los ojos cerrados y gimiendo muy fuertemente. La verdad es que no me esperaba un comentario así, pero la verdad es que me encendió aún más si cabe.

  • Entonces tu teacher tiene una vergota que te encantó. Le dije en un respiro que me dio su mano en mi cabeza.

  • Nunca había visto verga más rica, estaba deliciosa, además de que me atendió como nunca. Jamás me imaginé que un hombre podía durar más de 5 minutos. Contestó mi esposa completamente extasiada.

Así seguimos como por diez minutos más, ella hablando de los portentos que le había hecho ese hombre y yo lamiendo y chupando como si la vida me fuera en ello, ella terminó de forma muy escandalosa gritando, así cornudo, así. Y yo terminé de una forma increíble, pues en cuanto escuché que me decía cornudo terminé sin que me tocara.


En cuanto me levanté ella vio la enorme mancha de semen en mi pantalón, se sonrió y empezó a decirme, mira amor, parece que te gusta tanto que regrese bien atendida que tu amiguito vomitó sin que lo tocaran, jajajaja, así como vamos no te va a dar tiempo de meterme nada cada que regrese de con Tony, porque te comento que me gustó tanto como me trató que seguro repito la dosis. Yo no dije nada, pues a pesar de que sus comentarios empezaban a ser hirientes, no me molestaban en lo absoluto, estaba feliz porque mi sueño al fin se había cumplido.

Continuará . . .

PD. Mañana el relato será algo extenso.
 
ja ja ja esta bueno, pero no inventes como que no había imaginado que un hombre podía durar más de 5 minutos...? pues tu cuanto duras ja ja ja, excelente tu anécdota, sigue estaremos al pendiente, y por favor, regalaos una fotito de tu esposita, para que nosotros al igual que tu, nuestro amiguito desembuche je je je
 
Bueno, pues continúo con la historia


Al siguiente día por la noche ya le pedí que me contara absolutamente todo lo que había pasado, con lujo de detalles, que no me molestaría. Ella se veía insegura y me decía que no era lo mismo contarme toda excitada que así en frío, le pregunté qué necesitaba para que empezara a contarme, y me sorprendió su actitud, pues de inmediato se quitó su pantalón y tanguita, se abrió de piernas y me dijo, anda amor, tu lengua me pone muy a tono para contarte cómo se cogieron a tu mujercita ayer, no me pude negar y de inmediato me bajé a comerle la panochita, en cuanto empezó a gemir me contó lo siguiente (esta historia tiene casi 2 años, así que la narración es sobre lo que recuerdo):


“Ay amor, en cuanto terminamos la clase Tony me empezó a besar y a decirme que me veía hermosísima con el vestido, que mi figura era impresionante, no pudimos detenernos y empezamos a tocarnos, hasta que se detuvo y me dijo que teníamos que irnos que quería aprovechar toda la noche conmigo, yo le aclaré que podía llegar tarde pero que tenía que hacerlo, que recordara que era una mujer casada, él se empezó a burlar diciendo, si, como no, casada pero vestida para pedir la verga que no le da el marido. Total que nos fuimos a bailar a un lugar muy guapachoso donde ponían ritmos tropicales, desde salsa y cumbia hasta reggaeton, llegamos como a las 7:30 y de inmediato nos fuimos a bailar, la verdad es que había otras muchachas muy guapas y también vestidas así como yo, eso me tranquilizó mucho pues pensé que sería la única vestida como zorrita, total que estuvimos bailando bastante, pero eso nos calentaba cada vez más y más, pues él siempre aprovechaba para acariciarme las nalgas, sin importarle que mi mini falda se subiera, yo solo me reía, pues había decidido divertirme todo lo que pudiera, además de que ya me había tomado unas cervezas, y de repente que ponen un reggaeton muy movido y aunque había bailado siempre sola en el cuarto practicando el perreo nunca lo había hecho en público ni con una pareja, pero no me importó empecé a bailar bien sexy y pegada con Tony, y él nada tonto que me arrimó tremendo animalote a mis nalguitas, uf, sentía como un tronco detrás de mí, solo podía pensar en little Tony y me imaginaba que seguramente me comería algo parecido esa misma noche, estaba mojadísima, me tomó como si me cojiera por atrás y yo feliz perreando. Después de ese baile nos fuimos a sentar y ahí sí amor, nos comportamos como novios, pues estábamos beso y beso y abrazándonos y acariciándonos, y el me decía, ahora sí Laurita, te voy a atender como nunca te han atendido, vas a ver que te va a encantar, todas mis amiguitas repiten, yo le pregunté si ya iba a ser una de sus amiguitas y me contestó que sí, pero que ya nos fuéramos a otro lugar más privado, le pregunté que a dónde y el me dijo que a donde quisiera, que podía ser en su casa o en un motelito que estaba cerca, le dije que estaba muy excitada que lo más cerca posible, así que de inmediato nos fuimos y en cuanto nos subimos al coche nos besamos y por primera vez otro hombre me metió la mano entre las piernas, yo no solo lo dejé sino que las abrí más y que me dice, pinche Laurita putita si estás toda mojada, así que lo único que hizo fue ponerse a manejar y me dijo, anda zorrita casada sácame la verga y empieza a comérmela que se te ve que te mueres de ganas; ni tarda ni perezosa le hice caso, y cuando la saqué no lo podía creer, estaba segura que era más grande, gorda y venosa que little Tony, en un primer momento me dio miedo, pero es que hasta palpitaba, pero la calentura me ganó terriblemente y empecé a mamar como nunca, estaba deliciosa y no me cabía en la boca, y luego esos huevos, amor, eran redondos, peludos, deliciosos, nunca había visto unos huevos tan gordos, solo de pensar que estaban llenos de leche de macho me excitaba, y Tony insultándome, diciéndome entre inglés y español, así putita, así, eres una puta casada mamadora, yo no podía hablar así como ahora tu no puedes cornudito mío, no me importó que llegáramos al motel, el encargado me vio comiéndome la vergota de Tony y parecía que estaba acostumbrado porque no dijo nada.
 
Para no dejarlos con la duda:

En cuanto llegamos al cuarto vino la primera descarga de leche, y que lechada echó nunca había visto tanto, casi me ahogo, y aunque se me salió un poco tragué la mayoría, eso sí, limpié lo que se salió, al principio me desilusioné porque pensé que, como contigo, ya no podría seguir disfrutando de tremendo animalote, pero para mi sorpresa entramos al cuarto, me tiró en la cama y se puso a lamerme el conejito, ahí si amor, debo aceptar que tu eres mucho mejor que él, pues era torpe y rudo, pero lo bueno fue que en lo que me estaba comiendo se puso duro de nuevo, uf, no lo podía creer un hombre que se pone duro luego luego, estaba en el cielo, así que me desnudé, pero cuando me iba a quitar todo me dijo que la tanguita no, que quería clavarme con ella y con los tacones puestos, le hice caso y la primera posición en la que me puso fue increíble, me dijo, ahora sí, putita casada vas a saber lo que es un macho de verdad y no el impotente de tu marido; amor, verdaderamente no se que me pasó pero empecé a decir, por favor Tony enséñame lo que es un hombre de verdad, tienes una verga deliciosa, me encanta, por favor, ya métemela, el me acostó boca arriba me abrió las pierns y me tomó los tobillos colocándolos en sus hombros y así, con todo mi conejito expuesto arremetió contra mí, la verdad gemí como nunca, se sentía increíble, ni little Tony había llegado a donde llegó el Tony real, además de que la metía profundamente y la sacaba y la metía, me sentía desfallecer, era increíble, no lo hacía tan rápido, pero era constante y delicioso, nunca sentí algo así, sentí como si me orinara, gritaba, le decía, ya, para, me matas, y él me respondía, no putita casada, esto es lo que querías, esto es tener a un macho de verdad dentro de ti, yo le decía, por favor, ya sácamela, sentía que me moría, era demasiado placer, hasta aire me faltaba, pero no me hizo caso, siguió a su ritmo, no sé cuánto duró el cabrón, pero después de, yo creo, dos orgasmos que tuve, ya más tranquila aunque aún con el animalote adentro, recordé que no se puso condón y como me cuido para no tener bebés no me importó que se viniera dentro de mí así que le dije, termina dentro, quiero sentir toda tu crema, a partir de ahí me dio más bestia aún, parecía pistón el cabrón y yo otra vez gritaba como loca hasta que de repente empezó a gritar en inglés algo que no reconocí y solo sentí como se venía mientras trataba de clavármela aún más profundamente, increíble, ya que terminó bajé a lamérsela, como premio a un gran trabajo, hasta que me dijo, stop putita, que me vas a dejar seco y aún quiero darte más, uf, después de tremendo corridón ya descansamos, nos acostamos y empezamos a platicar, jeje, yo le pregunté si ya oficialmente era su amiguita, no sé, me hacía sentir como toda una pirujita que me dijera que ya era una de tantas a las que se cogía, me dijo que sí, que era la mejor amiguita putita que tenía, que me había lucido, que se notaba a leguas que mi marido no me daba lo que me merecía, pues gritaba y gemía como loca, además de que me notaba muy estrecha, yo le dije que cualquier mujer estaría estrecha para él, que su herramienta era impresionante y se la acariciaba de nuevo, el me dijo que era una golosa porque a poco ya quería otra ración de verga, le contesté que la verdad nunca me habían cogido tan seguido y tan rico, que debía aprovechar, me dijo, tranquila nena, que hay Tony para rato, y la verdad me preguntó ¿pero a poco tu marido nunca te ha cogido más de una vez en una noche? Le contesté sinceramente que muy pocas veces y eso cuando estabas demasiado excitado, se empezó a reír y me dijo, que bueno que conociste a Tony, ahora sí sabrás lo que es un macho de verdad, solo me acurruqué en sus brazos y le dije que si me seguía atendiendo así que hiciera conmigo lo que quisiera, él me preguntó que hasta a qué horas me habían dado permiso, le contesté que eso no importaba pero que si tenía que regresar a casa, aunque fuera muy tarde, total que seguimos charlando hasta que se puso de nuevo medio dura, me dijo que nos fuéramos al jacuzzi, que rico amor, un día tenemos que ir, se sentía muy refrescante el baño de burbujas y ahí empezamos a acariciarnos de nuevo y como noté que estaba duro de nuevo le dije ¿a poco ya estás listo? Y él me respondió, claro nena, no soy el impotente de tu esposo, y te lo voy a demostrar, verás que bien resbala mi vergota, y así me empinó en el jacuzzi y empezó a darme con todo, uf, estaba encantada, porque lo hacía mucho más rápido que antes y empinadita lo sentía más adentro, tú sabes lo que me encanta que me lo metan así, eso sí, mientras me daba de esa forma decía, así puta, así, qué verga te gusta más, esta o la de tu marido, y la verdad amor, yo le contestaba, la tuya papi, la tuya, está deliciosa y no tiene nada que ver con la de mi esposo, y me dio durísimo por bastante tiempo, la verdad no supe otra vez cuántas veces terminé, solo que gritaba y gemía como nunca, de repente me la sacó y me dijo, anda zorra, quiero clavarte empinada en la cama, obviamente lo obedecí, me puse en 4 como normalmente me pongo y que me dice, así no puta, para bien el culo, que tu cara esté en la cama, me sentí completamente expuesta, pues sentí que se me abrían bastante las nalgas, y así se puso detrás de mí y él parado me ensartó riquísimo y rapidísimo, no duró ya tanto tiempo y no se si lo hubiera aguantado, pero acabó muy rico dentro de mí, después de esta cogida ahora sí creí que ya habíamos terminado y hasta le dije que me iba a meter a bañar, pero me dijo, no pendeja, aún no acabo de darte lo que te mereces, que el marica de tu esposo no te atienda como se deba no quiere decir que yo tampoco, yo te voy a dejar bien cogida, así que me acosté de nuevo a su lado, y ahora sí dormimos un poco, cuando de repente siento como me despierta Tony mamándome las tetas como desesperado, me decía, que buenas tetas tienes puta, yo empecé a subirme en él y así me di cuenta que ya estaba listo para otro round, así que solita me la clavé y empecé a darme de sentones en su verga, estaba riquísima, el solo amasaba mis nalgas o mis tetas mientras me insultaba, me decía, que rico cabalgas, las casadas son las más putas porque se desinhiben totalmente, me empezó a dar de nalgadas y yo botaba y botaba, hasta que me dijo, si que tu marido es un pendejo, no te ha enseñado a cabalgar como se debe, seguramente cuando te montas encima de él hasta la verga se le ha de salir, mira, empieza a hacer círculos con el culote que tienes y no te preocupes, mi rabo no se saldrá de dentro de tí, le hice caso y sentí aún más rico mientras él seguía diciéndome de cosas, yo solo sentía la vergota hasta la garganta y se movía muy rico dentro de mí, le supliqué que me dijera cuando fuera a terminar para desmontarme ya que quería exprimirle los huevos con la boca, pero cuando lo hizo ya no le salió casi crema, y ahí sí después de la cogida nos metimos a bañar, sólo jugamos un poco y nos enjabonamos mutuamente, pero no pasó de ahí, me dijo que me traía a casa y ya en el camino me preguntó si me había gustado, le dije la verdad, que era la mejor cogida de mi vida con la mejor verga que había probado nunca, él solo se sonrió y me preguntó que qué pasaría si mi marido supiera eso, le dije que no me importaba que después de estar con un macho como él me importaría bastante poco lo que pensara mi esposo, se empezó a reír y me dijo que no me preocupara, que ahora ya era su amiguita y como tal me daría verga cada que quisiera, sobre todo si seguía vistiéndome así de zorra como fui a la clase, que antes de vernos no estaba seguro de que yo aún aceptara ir con él, pero en cuanto me vió entrar vestida así, supo que lo más seguro es que yo tuviera mucho más ganas de que me cogieran que él de cogerme, pues prácticamente me le estaba ofreciendo, me preguntó que qué le iba a decir a mi esposo cuando llegara, y le dije que seguramente el pendejito de mi marido estaría bien dormido, el se rió y cuando llegamos frente a la privada me dijo que no me iba a dejar salir hasta que no le regalara mi tanguita, que le gustaba guardarlas como trofeo, le dije que lo que quisiera, que se había ganado todo lo que me pidiera, así que de inmediato me saqué la tanguita y se la di, el la olió y me dijo, nos vemos el lunes putita, lo besé en la boca y ya después llegué amor, ¿cómo ves?”

Continuará. . .
 
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