En mi caso, la primera vez que sentí placer en los genitales fue al subir un poste de la cancha de baloncesto en la escuela, como a los 11 años. Recuerdo que mis compañeros me animaban a seguir subiendo y yo volteaba hacia abajo pensando: "Si supieran lo que estoy sintiendo acá arriba". Sin embargo, pasó como un año más cuando, ya que vivía en un pueblo, tenía oportunidad de montar una yegua y fue precisamente en una de esas ocasiones, que con el movimiento del trote empecé a sentir esa sensación placentera que me dejaba sin fuerzas, ni siquiera para detener a la yegua que continuaba su camino. Fue entonces cuando comencé a explorar mis genitales, pero mi prepucio no se retraía y no tenía una eyaculación. Ésta me sorprendió meses después y fue cuando vi por primera vez mi glande. La impresión fue fuerte, pues ambas cosas fueron inesperadas y no sabía si me había pasado algo fuera de lo normal, no tenía información al respecto. No lo recordaba hasta que vi tu pregunta. Creo que debe clasificarse entre los buenos recuerdos.