Pues para pareja me resulta mas atractivo una mezcla de fresa con chakal pero necesariamente debe ser gay el tipo......
ahora si es solo para coger.... me resulta mas atractivo un mayate.... que es del tipo chakal pero no cobra y no por no pagarle pero prefiero que lo hagan por disfrutar que por recibir algo.
Quien prueba carne de hombre…¡¡REPITE!!”.
La Viry,
bruja yoruba transmoderna.
La pareja que bonito...
EN CONCLUSIÓN:
Aunque en ambos casos tenemos una prostitución masculina, o por decirlo de otra manera
gay for pay, el
chakal viene a ser parte de una amalgama multicultural, el
mayate no, este último resulta ser un símbolo de la globalización y de una normativización del deseo homoerótico el cual resta fuerza al grado de perversión otorgado desde fuera, desde la perspectiva excluyente de los “normales”. A la par que instituye arquetipos de deseo en el homoerotismo, cosa que resulta de lo más irrisoria pues la monstruosidad del deseo gay se basa en eso, en lo amorfo. El
chakal por su parte, pareciera estar peleado con la sofisticación de la masculinidad, pues opera mediante la corporeidad rudimentaria. Es decir, el
chakal resulta el reflejo de un mecanismo de deseo local, un terreno por allanar, el cuerpo se muestra como ese atributo en el cual convergen memoria, experiencia y testimonio –ya no sólo rotulación- de una historia que, aun llevándola a cuestas nos orilla a una expulsión de lo sublime, sujetos políticos que argumentan la carencia de razón en el amante…
Atte.
Performativo Decadente