Tras acabar el pasado sábado con la vida de un hombre a golpes de martillo, esta mañana el autor del crimen se ha presentado en el lugar de los hechos con su mujer y sus hijas con la intención de enseñarles el lugar, momento en el que ha sido detenido por efectivos de la policía local, que aún investigaba la escena del crimen buscando pistas. Los agentes han desconfiado del hombre al verlo llegar, pues conocía exactamente el lugar y hacía fotos a sus hijos, a los que hacía posar como el cadáver.
Es que esto es muy bonito, coño, y tenía que traerlos”, ha dicho
El crimen tuvo lugar sobre las 19.30 horas del sábado en un pazo de la localidad de Mondoñedo, donde, al parecer, el sospechoso condujo a su víctima con la sola intención de acabar con su vida. “Y lo vi todo tan bonito que sabía que le iba a encantar a la mujer, que luego se queja de que nunca hacemos nada juntos”, ha explicado.
“Yo estaba lleno de furia asesina, dando martillazos y pensé: ‘Aquí tengo que volver yo pero con los niños’. Y en eso estamos”, ha explicado. “Y luego pensaba llevarlos a comer a un sitio que yo conozco por aquí, que tienen menú de codillo”, ha añadido.
El hombre iba señalando el taller donde se encontró el cuerpo y diciendo “aquí es donde papá encontró unas herramientas contundentes y optó por el martillo”. Según ha dicho, la excursión también tenía como objetivo que su mujer comprobara “que valió la pena aguantarme esos días en los que estuve un poco ausente en casa”.
Según han explicado los agentes, el asesino, tras ser detenido, ha pedido que le hicieran una foto posando con su familia delante del pazo, ya conocido como “el pazo do morte” debido a la cantidad de sangre que se encontró en los alrededores del cadáver y a la sospecha de que podría haber cuerpos enterrados en las cercanías, de los que se ha iniciado ya la búsqueda.
“Dadles una pala a mis chiquillos, que les encanta jugar con la arena y acabamos antes y nos vamos a comer”, ha sugerido el asesino, según los agentes.
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