El poder obscuro que manda realmente en Gringolandia (y no hablo de Obama) siempre ha mantenido las garras enterradas en la arena para no verse amenazante desde lejos pero, cuando sonríe (o te le acercas), deja ver sus agudos colmillos, esa puede que haya sido una de las causas de la extinción del Smilodon (Felino Dientes de Sable), quien por curiosas casualidades, apareció en Norteamérica y se extinguió en Sudamérica, ¿Por qué menciono esto? Bueno pues porque hay más graciosos paralelismos entre uno y otro, por ejemplo, al Smilodon le gustaban las presas grandes porque tenía la fuerza para ello pero no tenía la velocidad para cazar presas más pequeñas y veloces, su olfato para cazar era extraordinario pero su cerebro era pequeño, cazaba en grupo con otros gatos de su especie (en coalición), pero al final, cuando llego el Gran Intercambio Americano, las presas grandes se acabaron y la llegada de un cazador más inteligente (entre otras cosas), provocaron su extinción. Lo que quiero decir, es que de seguir así, puede que los gabachos terminen igual, el problema es que puede que nos arrastren con ellos en el proceso.
