Karol Wojtyla tenía dos rostros: la persona amable, sencilla, inteligente, bondadosa, es la imágen que muchas personas tienen de él alrededor del mundo.
Pero Wojtyla era más que eso y tenía otro rostro menos agradable. Siempre estuvo en contra de todo lo que oliera a comunismo y socialismo, lo cual se entiende porque él mismo vivió en carne propia este tipo de regímenes, sin embargo, este repudio se convirtió en una especie de delirio que lo llevó a luchar en contra de la teología de la liberación, una vertiente católica que reivindicaba a los pobres, retomando algunas de las ideas al respecto existentes del nuevo testamento.
Es bien sabido que la religión católica está en claro declive, puede que cada día tenga más creyentes, pero cada vez les importa menos la religión. Wojtyla estaba a favor del capitalismo, tanto que el mismo usó estrategias propias de este estilo de economía.
La mayoría de las religiones del pasado eran politeístas, incluida la religión oficial del entonces imperio romano, cuando este impoerio decidió dejar de perseguir a los cristianos para posteriormente convertir a esa religión en la religión oficial del imperio y así intentar unificar a un imperio cada vez más dividido, una de las complicaciones que tuvieron los padres de la iglesia católica es hacerles entender a los "paganos", es decir, aquellos a quienes pretendían convertir a la nueva religión, que solo existía un solo dios y no la gran cantidad de dioses. Las personas contaban con sus dioses personales a quienes rendían tributo, porque creían que tendrían su ayuda a cambio de adoración, la solución de los fundadores de la iglesia católica fue el crear varias categorías de deidades inferiores al dios cristiano, entre ellas los beatos y santos, pero ninguna cerca del dios de esta religión.
Wojtyla entendió que una de las razones que hacían a la gente ir perdiendo el deseo de mantener la fe era por una especie de "aburrimiento espiritual". La solución que se planteó fue la de hacer beatos y santos a personajes de varias regiones católicas, este tipo de eventos harían a la gente recordar que existían personajes con cierta espiritualidad y que al ser llevados a un nuevo rango dentro de la "jerarquía divina", otorgaban una nueva identidad a la región de donde provenían dichos personajes. Así, Wojtyla beatífico a alrededor de 500 personajes y canonizó a otros mil, cantidades insólitas sabiendo que los procesos de beatificación y canonización llevaban décadas y en ocasiones hasta siglos. Él inventó entonces, una forma de realizar estos procesos eclesiásticos anteriormente largos y engorrosos a una velocidad que envidiarían los diputados y senadores mexicanos que pasan leyes sin siquiera leerlas ni saber bien de que se tratan.
Una de las acciones que le diferenciarían al realizar este tipo de procesos era que el papa se desplazaba hacia la región donde se realizaría la beatificación o canonización, donde oficiaba actos públicos, anunciando dichas beatificaciones o canonizaciones o símplemente realizándolas.
Fue así como Karol Wojtyla, alias Juan Pablo II se convirtió en una celebridad del catolicismo, que si bien se acercó a las masas, sus intereses parecían ser más mercadotécnicos, tratando de acercar más a la gente a la religión que tratando de llevar el verdadero mensaje de Jesús, que nada tiene que ver con adorar a personajes que si bien pudieron tener comportamiento ejemplar o sufrieron martirios defendiendo su fe, han hecho a algunas personas olvidar que en toda religión cristiana quien más importa es precisamente el dios cristiano.
Su lado más obscuro aún permanece oculto a muchas personas, ya sea porque lo niegan o porque lo desconocen. Y es que durante su papado tuvo que enfrentar una de los más graves problemas a los que el Vaticano se habría de enfrentar a lo largo de su historia: los casos de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos a los niños. Wojtyla tenía dos opciones: entregar a los culpables a la justicia "terrenal", creando un gigantesco escándalo a nivel mundial que tendría repercusiones en los seguidores de esta religión, o mantener todo bajo una gran discreción, hacer lo posible porque las víctimas no hablaran y no entregar a la justicia a los culpables, confiando en la justicia del propio Vaticano y por lo tanto, según ellos, en la de dios.
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=79135
Claramente eligió la segunda opción, pero las cosas se le salieron ligeramente de control cuando en algunos países empezaron a hablar las víctimas de abuso sexual, mientras aparecían cada vez más rumores de casos en otros paises, rumores que inclusive llegaron a señalar al amigo de Wojtyla, el mexicano Marcial Maciel, fundador de una de las organizaciones católicas que más poder habían ganado en los últimos años: los Legionarios de Cristo.
Hay quien argumenta que Wojtyla, alias Juan Pablo II desconocía estos casos, sin embargo, el mismo fue en el año 2002 a Estados Unidos precisamente porque en ese país y en esos momentos se estaba agudizando la crisis por causa de los casos de pederastia. El mismo Wojtyla redactó una carta en la que hablaba sobre el tema a los cardenales:
http://www.elcatolicismo.com.co/index.php?idcategoria=618
Resulta dificil de defender a un personaje tan ambiguo como Wojtyla una vez que se conocen con más profundidad su actuar, a menos claro que se utilice el negacionismo y se justifique sugiriendo supuestos ataque por parte de los enemigos de la iglesia o del mismo Satanás...