Un.. duende? en Xico, Ver.

Xaositec

Bovino adicto
#1
Hace varios años tenía por costumbre ir a acampar al bosque con mis cuates. Uno de nuestros lugares favoritos era un claro junto al rio, era bien curioso porque hay un árbol enorme que en la parte baja de su tronco se divide, como una Y invertida, y la gente decía que era una puerta dimensional para los duendes.. El lugar tiene una cualidad bien interesante, y es que, aparte de las vacas del ranchero dueño del lugar que nos daba permiso de quedarnos, no había un solo animal: no había pájaros, ratones, conejos, ni peces en el río ni insectos en el pasto vaya. Eso si, es un lugar que los hippies acostumbran en la época de lluvia porque se dan los hongos alucinógenos. Esta experiencia sucedió en una semana santa.

En aquella ocasión ibamos 4 personas solamente: mi chica, una amiga y otro cuate, la perrita xolotzcuintle de mi amiga y yo. Llevábamos tres casas ese día, en una estabamos mi chica y yo, en otra mi amiga y su perra, y en una individual mi cuate.

Luego de haber cenado unas quesadillas y unas salchichas asadas con vino de caja, nos fuimos a dormir. A eso de la madrugada, a mi me dieron ganas de ir al baño, pero como hacía algo de frío no me animaba, pero por lo mismo tampoco estaba logrando conciliar el sueño. Abrí los ojos y la luz de la luna iluminaba el cielo; lo primero que ví fue la silueta de las ramas de un arbol encima de la casa, pero luego de mirar hacia un lado, vi algo raro, muy raro: se trataba de una figura delgada, muy delgada, al principio pensé que eran otras ramas, pero cuando mis ojos pudieron ver con mas claridad, reconocí la figura de una persona, tan flaca que se parecía a Jack Skellington pero rambién muy alta! Yo pienso que sería algo así como 2 metros y medio, y tenía algo como un sombrero de copa. Me quedé helado, pues la figura se movió, rodeó la casa, y luego pasó encima de ella, sin hacer un solo ruido. Le susurré a mi chica:

"-oye, sigues dormida?"
"-no... algo raro pasa verdad?"
"-shhh, perate..." le dije.

La sombra de la figura se alejó entonces, y solo quedó el silencio por unos minutos.

Luego de unos instantes, mi chica le habló a nuestra amiga:

"-Mari, estas despierta?"
"-Si... hay algo raro verdad?"
"- tu lo viste?" le pregunté
"- no... pero la Toshka (la perrita) no deja de temblar..."
"Pelón... tu estas despierto?"
"eh? que... como?"

Nuestro amigo es quien había tomado más, y no se había dado cuenta de ello.

A la mañana siguiente yo les conté lo que había visto, y aunque el resto no, si habían sentido algo perturbador que los hizo despertar también al mismo tiempo. Lo más curioso es que cuando comenzamos a revisar nuestras cosas, pues habíamos dejado el mantel con la comida y los vasos afuera, en el centro de las casas, nos dimos cuenta que la caja de vino estaba casi vacía, y los dulces chiclosos de leche que habíamos llevado ya no estaban...

Que fue? Quien sabe, pero la siguiente vez que fuimos a acampar a mi se me ocurrió acercarme al rio y ofrecerle unos cuantos dulces, a cambio de que nos cuidaran y no nos molestaran, y en las siguientes visitas (fuimos 3 veces más) nunca más nos volvió a suceder algo parecido.
 
#9
Es parecido a cuando la gente visita los cenotes antes de entrar los visitantes deben darles a los aluxes comida, para evitar que les hagan bromas es algo común gracias por compartir este relato y si quieren saber más de duendes recomiendo lean
Estos libros
Tras la huella de los duendes de México Carlos Alberto Gúzman Rojas Y Adriana Calzada León Editorial Selector Colección Skiros México 2012.

Duendes Carlos Canales y Jesús Callejo Editorial Edaf

Duendes, Aluxes y Chaneques Carlos Gúzman Rojas Y María J. De Oropeza Ed Tomo. México 2006.

Por si algún bakuno le interesa profundizar en el tema.
 
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