jajajajajajaja pobre amigo se pazaron de lanza les dejo la info juzguen ustedes mismos
Si J. K. Rowling hubiera tenido más cuidado a la hora de escoger el nombre del personaje de ficción que la convirtió en una de las mujeres más multimillonarias del siglo XX, la vida de este chico de 20 años, residente en Portsmouth, Reino Unido, no se hubiera convertido en todo un infierno. Y es que, aunque muchos no acaban de creérselo, fuera de las páginas del libro y de las escenas de la película, en la vida real, existe alguien que se llama Harry Potter.
Esta horrible coincidencia le ha llevado a la desesperación y, como era de esperar, a odiar al personaje de ficción que lleva su mismo nombre y que tantos malentendidos le está causando en su día a día.
Tuvo que enseñarle el pasaporte a su novia cuando le dijo cómo se llamaba, ya que ella pensó que le estaba tomando el pelo. Y lo cierto es que cualquier persona haría lo mismo si alguien se te acerca y te suelta que su nombre real es Harry Potter.
Además de sufrir todo tipo de bromas por culpa de su nombre, que van desde comentarios típicos como “tú eres un mago Harry” hasta burlas algo más subiditas de tono como “cuidado con tu varita mágica”, también tiene problemas con su vida laboral. Y es que él es el único de todos los empleados del banco en el que trabaja que no puede utilizar su nombre real para dirigirse a los clientes, ya que, según los jefes, podría perjudicar la efectividad de sus quehaceres diarios.
Parece que lo de tener un nombre popular como el de Harry Potter, en la vida real, no da muy buenos resultados.
FUENTE
Si J. K. Rowling hubiera tenido más cuidado a la hora de escoger el nombre del personaje de ficción que la convirtió en una de las mujeres más multimillonarias del siglo XX, la vida de este chico de 20 años, residente en Portsmouth, Reino Unido, no se hubiera convertido en todo un infierno. Y es que, aunque muchos no acaban de creérselo, fuera de las páginas del libro y de las escenas de la película, en la vida real, existe alguien que se llama Harry Potter.
Esta horrible coincidencia le ha llevado a la desesperación y, como era de esperar, a odiar al personaje de ficción que lleva su mismo nombre y que tantos malentendidos le está causando en su día a día.
Tuvo que enseñarle el pasaporte a su novia cuando le dijo cómo se llamaba, ya que ella pensó que le estaba tomando el pelo. Y lo cierto es que cualquier persona haría lo mismo si alguien se te acerca y te suelta que su nombre real es Harry Potter.
Además de sufrir todo tipo de bromas por culpa de su nombre, que van desde comentarios típicos como “tú eres un mago Harry” hasta burlas algo más subiditas de tono como “cuidado con tu varita mágica”, también tiene problemas con su vida laboral. Y es que él es el único de todos los empleados del banco en el que trabaja que no puede utilizar su nombre real para dirigirse a los clientes, ya que, según los jefes, podría perjudicar la efectividad de sus quehaceres diarios.
Parece que lo de tener un nombre popular como el de Harry Potter, en la vida real, no da muy buenos resultados.
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