TU PESO NO ES TU CULPA

brycaz

Bovino adolescente
#1
TU PESO NO ES TU CULPA
Las formas ocultas que los fabricantes de comida traman para hacer que engordes
Los seis lineamientos nutrimentales de la dieta para el abdomen y sus 12 alimentos con poder te conducirán por la calle de la buena alimentación. Sigue esos principios y pronto verás cambios notables en tu apariencia y en tu salud. Ahora, puedo llevarte por la calle y mostrarte los caminos que conducen a una vida de más músculo y menos grasa, pero sería un pésimo guía si no te advirtiera de los dos mayores rufianes que andan rondando a la vuelta de la esquina. Son los dos ingredientes que te atacarán y te despojarán de todo el progreso que hayas hecho en la dieta: el jarabe de maíz alto en fructosa y la grasa trans. Por suerte, gracias al trabajo de algunos artistas del esbozo científico, tenemos una idea bastante buena de cómo operan y cuándo atacan.
Y atacan con frecuencia. Esas dos nuevas bombas de calorías casi nunca se consumían antes de la mitad de la década de los setenta, pero ahora andan por ahí en todo tipo de comida. No es de sorprender que un estudio reciente elaborado por los centros para el control y prevención de enfermedades encontró que, en 1971, los hombres estadounidenses consumían en promedio 2 450 calorías diarias y las mujeres un promedio de 1 542 calorías. Sin embargo, en el año 2000, los hombres estaban consumiendo en promedio 2618 calorías (7 por ciento más), mientras que las mujeres estaban comiendo 1 877 calorías (22 por ciento más). ¿Acaso todos nos volvimos más hambrientos? No. Nuestra comida se volvió mucho más grande... y nosotros también.
Ahora recuerda: esta dieta no trata de restricciones y privación, así que no te voy a decir que te des la media vuelta y corras cada vez que veas jarabe de maíz alto en fructosa y grasas trans. Lo que quiero que hagas es llegar a conocerlos. Debes saber en qué alimentos se encuentran y entender cómo pueden destruir todas las cosas buenas que has hecho para cambiar tu cuerpo. Verás, uno de los secretos del éxito de la dieta para el abdomen es que incorpora formas de lidiar con esta pareja terrible. Al comer seis comidas y refrigerios balanceados con ingredientes que aceleran tu metabolismo, tendrás menos antojo de alimentos que contengan las sustancias malas. Y, al permitirte una comida a la semana en la que puedes comer lo que quieras, puedes programar un espacio en el que te consientes con algunos de tus alimentos favoritos que caen en la categoría criminal. En lugar de resistirte a ellos todo el tiempo, dales entrada ocasionalmente, pero" debes saber que por tu bien no debes hacer demasiados viajes a ese lado del pueblo.
jarabe de maíz alto en fructosa
Juega asociaciones de palabras con jarabe de maíz alto en fructosa y, si eres como yo, dirás "Froot Loops". Pero, cuando los nutriólogos juegan ese mismo juego, dicen otra palabra: obesidad. El jarabe de maíz alto en fructosa es un endulzante hecho por el hombre que resulta más barato y más dulce que el azúcar. Los fabricantes de comida lo aman porque aumenta sus ganancias, de modo que lo añaden a un número increíble de alimentos: cereal, cátsup, refrescos, salsa para pasta, galletas. Incluso a algunas barras de reemplazo de comidas, que supuestamente son buenas para tu salud, incluyen al jarabe de maíz alto en fructosa en los primeros ingredientes de su lista.
Estamos hablando de un endulzante procesado que ni siquiera existía en la cadena alimenticia hasta la década de los setenta. Y el jarabe de maíz alto en fructosa es realmente muy, muy malo para tu salud. Eso se debe a que está lleno de calorías, pero tu cuerpo no las reconoce. De hecho, el jarabe de maíz alto en fructosa apaga los interruptores naturales que tiene tu cuerpo para controlar el apetito así que puedes comer y comer y comer mucho más allá de lo que tu cuerpo sería capaz de manejar normalmente. Probablemente conoces chicos que se pueden beber una botella de dos litros de Coca en una sola sentada. Bueno, ¿adivina qué? Antes de que se inventara el jarabe de maíz alto en fructosa, los seres humanos no podían hacer eso. Nuestros interruptores naturales para controlar el apetito entraban en funcionamiento, detectaban el azúcar que estábamos consumiendo y decían: ¡No more!Sin embargo, al apagar los interruptores que controlan nuestro apetito, el jarabe de maíz alto en fructosa (un verdadero alimento chatarra) está haciendo que Estados Unidos engorde. En 1970, los norteamericanos comían alrededor de 225 gramos de jarabe de maíz alto en fructosa por persona al año. Para finales de la década de los noventa, cada persona estaba consumiendo alrededor de 28 kilos al año. Eso se traduce en 228 calorías adicionales por persona al día.
El problema con el jarabe de maíz alto en fructosa no es el jarabe de maíz, es la fructosa (azúcar que se presenta de manera natural en las frutas y la miel). El jarabe de maíz está hecho principalmente de glucosa, la cual se puede quemarcomo fuente de energía inmediata, se puede almacenar en tu hígado o músculos para usarla después o, como último recurso, se puede convertir en grasa. Sin embargo, el jarabe de maíz no es tan dulce como otros azúcares, razón por la cual el jarabe de maíz alto en fructosa se ha vuelto tan popular. Es barato y es doblemente dulce.
A diferencia de la glucosa, tu cuerpo no usa la fructosa como una fuente de energía inmediata. Aunque la pequeña cantidad de fructosa que obtienes de manera natural a través de la fruta y la miel no te hará engordar, comer jarabe de maíz alto en fructosa es como poner una bomba que envía la grasa directamente a tu barriga. Uno de los peores transgresores son los refrescos: el consumo de refresco se ha duplicado de 113.5a 227 litros por persona al año en las últimas décadas. De modo que la cantidad de jarabe de maíz alto en fructosa que estamos consumiendo no tiene precedentes y muchos investigadores piensan que hay un nexo directo entre la enorme cantidad de jarabe de maíz alto en fructosa que estamos consumiendo y los enormes números que estamos viendo en la báscula.
Regresa a lo que sabes sobre los carbohidratos. Cuando comes cualquier carbohidrato —ya sea que contenga glucosa o almidón— tu cuerpo libera insulina para regular tu peso. Primero, intenta empujar los carbohidratos al interior de las células musculares para que se usen como energía y facilita que los carbohidratos se almacenen en el hígado para ser usados después. Luego, suprime tu apetito, diciéndole a tu cuerpo que ya has tenido suficiente. Finalmente, estimula la producción de otra proteína, la leptina, que se fabrica en tus células de grasa. En esencia, la leptina ayuda a regular la cantidad de grasa que almacenas y ayuda a acelerar tu metabolismo para mantener tu peso bajo control. Como la suegra que trata de decirte cómo educar a tus hijos, la fructosa arruina un sistema que estabafuncionando perfectamente bien sin ella. La fructosa no estimula la insulina y, por tanto, no aumenta la producción de leptina y el argumento más importante en contra de la fructosa y del jarabe de maíz alto en fructosa es el siguiente: sin insulina y leptina, tu cuerpo no tiene un mecanismo de apagado. Puedes beber cuatro litros de Coca o darle baje a 2.5 litros de yogur congelado y tu cuerpo piensa que no has comido desde la última vez que Bill Gates le pidió dinero prestado a su papá.
Los refrescos son una de las fuentes principales de jarabe de maíz alto en fructosa, pero los investigadores trataron de determinar si el problema era la soda en sí o el jarabe de maíz alto en fructosa. El veredicto: el jarabe de maíz alto en fructosa. En un estudio del American Journal of Clinical Nutrition, los investigadores tomaron dos grupos de personas con sobrepeso e hicieron que durante diez semanas un grupo bebiera refrescos normales mientras que el otro bebió refresco de dieta (que no contiene jarabe de maíz alto en fructosa). El grupo que tomó refrescos normales subió de peso y aumentó su grasa corporal, al mismo tiempo que vio un aumento en su presión sanguínea. El grupo que tomó refresco de dieta consumió menos calorías de las que consumía normalmente, bajó de peso, redujo la grasa corporal y bajó su presión sanguínea.
Incluso si no eres de las personas que toman refresco, el jarabe de maíz alto en fructosa puede entrar furtivamente en tu dieta. Aquí es donde resultan útiles las etiquetas nutrimentales. Si una etiqueta dice "azúcar" o "azúcar de caña", el producto contiene sucrosa, que es una mezcla que contiene 50 por ciento glucosa y 50 por ciento fructosa. Eso no parece ser un gran problema. Si el jarabe de maíz alto en fructosa está enlistado en el primer o segundo lugar, lee la tabla de la etiqueta nutrimental para ver cuánta azúcar contiene ese alimento. Si es sólo un gramo o dos, no te preocupes. Pero si ves un alimento que tiene 8 gramos o más de azúcar y el jarabe de maíz alto en fructosa ocupa los primeros lugares en la lista de ingredientes, haz lo que haces cuando te rechazan para una cita: nada. Sin embargo, cuando tus números de jarabe de maíz alto en fructosa empiecen a verse como las estadísticas de la carrera de Michael Jordán, es cuando vas derechito a los problemas. Consulta la tabla de sustitución para conocer las cantidades de bajo mantenimiento.
alimentos con mucho jarabe de maíz alto en fructosa
reemplázalo con
Refrescos normales
Agua mineral sin endulzar o refresco dietético
Dulces comerciales (como caramelos)
Barras de chocolate (revisa la etiqueta; algunas barras de chocolate contienen jarabe de maíz alto en fructosa)
Jarabe para panqué
Jarabe de mapple natural
Yogur congelado
Helado
Yogur con sabor a fruta
Yogur orgánico
Cereales muy endulzados
Cereales sin azúcar o con poca azúcar
Salsa para pasta
Salsa para pasta sin azúcar
Barras energéticas
Barras energéticas sin jarabe de maíz alto en fructosa

 
grasas trans
Toqué el tema de las grasas trans en el capítulo 4, pero son tan malas para tu salud que quiero que lo retomemos. Usadas en miles de alimentos preparados comunes, desde wqffles congelados hasta galletas Oreo, desde papas fritas hasta panquecitos de salvado, las grasas trans son simplemente aceite vegetal con hidrógeno añadido. Puede que no hayas escuchado mucho al respecto, porque, hasta el 2003, no se exigía a las empresas que enlistaran las grasas trans en sus etiquetas nutrimentales.
Las grasas trans son difíciles de digerir, de modo que incrementan la cantidad de colesterol malo en tu sangre y pueden aumentar drásticamente tu riesgo de padecer enfermedades cardiacas, pueden debilitar tu sistema inmunológico e incluso pueden causar diabetes. Algunos científicos han estimado que las grasas trans contribuyen en más de 30 000 muertes prematuras cada año.
En la década de 1950, los científicos hicieron por primera vez la relación entre grasa saturada, colesterol y enfermedades cardiacas. Después del descubrimiento, los fabricantes pelearon por encontrar una forma de compensar las grasas saturadas. Su solución fue un proceso llamado hidrogenación parcial, en la cual el aceite vegetal se combina con hidrógeno y se calienta a temperaturas extremadamente altas. A medida que se calientan las moléculas del aceite, se unen con el hidrógeno, transformando un líquido en un sólido. Listo, ya tenemos ácido trans graso. De inmediato, fue un exitazo. A los restaurantes les gustó porque podían llenar sus freidoras con él y mantenerlo caliente sin llenar de humo sus cocinas. El ácido trans graso era más barato que la mantequilla y duraba más tiempo, de modo que los restaurantes podían comprarlo en masa sin preocuparse por desperdiciarlo. Pronto se convirtió en el pilar de lo que encuentras en esos dos o tres tentadores pasillos del supermercado: papas fritas y galletas. La grasa trans hizo que las papas fritas fueran más crujientes y dio a los fabricantes una forma de agregar el gran sabor de la grasa en formas que nunca se habían tenido antes... como el relleno de las galletas Oreo.
enseñanza sustituía
Los aceites parcialmente hidrogenados están por todos lados. No puedes eliminarlos de tu dieta, pero si eliges las marcas adecuadas de los alimentos que te gustan, puedes reducir drásticamente la cantidad que estás consumiendo diariamente.
Como la grasa trans no existe en la naturaleza, el cuerpo tiene muchas más dificultades para procesarla que en el caso de otros tipos de grasa. Si tu cuerpo fuera un sistema de metro, la primera parada que haría la grasa trans sería en tu corazón. La grasa trans incrementa tu colesterol malo y baja tu colesterol bueno y aumenta los niveles en la sangre de un complejo llamado lipoproteína. Ente más lipoproteína tengas en tu sistema, mayor será tu riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Los investigadores incluso han encontrado que la grasa trans podría incrementar tu riesgo de padecer cáncer.
Después de años de luchar contra la industria de la comida (que no quería incluir en la lista la grasa trans, por miedo a que el hecho de que los consumidores supieran al respecto resultara en pérdidas de billones de dólares al año), la Food and Drug Administration de Estados Unidos pasó una regulación a mitad de 2003 que obligaba a las compañías a enlistar la grasa trans en las etiquetas de los alimentos. Sin embargo, las compañías son libres de hacer el cambio en fases, lo que significa que no verás las grasas trans enlistadas en todas las etiquetas de ingredientes durante años. Mientras tanto, a continuación se encuentran algunas cosas que puedes hacer para limitar la cantidad de grasas trans de tu dieta
Los aceites parcialmente hidrogenados se encuentran en miles de alimentos. No puedes eliminarlos por completo, pero el Instituto Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda eliminar de tu dieta el mayor número posible de gramos de grasas trans.

 

n666n

Bovino de alcurnia
#3
mm, se que el aporte esta muy bueno, pero por favor, mueve algo en la edicion, por que asi a simple vista, no dan ganas de llerlo, se que hay quienes igual lo leeran pero algunos otros no lo haran, gracias!
 

aguilamax

Bovino maduro
#6
Interesante...

sobre todo para aquellos que no sabemos que pex con ese tipo de cosas, y que quiza solo las evitamos porque "nos han dicho que son malas"

Estaria genial que pudieramos hacer una lista de alimentos que contienen grasas trans, y jarabe de maiz alto en fructosa con todo y marcas para darnos una idea de que son los alimentos que debemos evita comer.

gracias por la info.
 
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