Talarán miles de árboles, acusan

xamaneksan

Bovino Milenario
#1
Informan de especies marcadas en más de cuatro hectáreas. También acusan de omisión burocrática a la Profepa y a la Semarnat.

Derribarán miles de árboles, y las delegaciones de Profepa y Semarnat en Hidalgo no han atendido los llamados para detener la tala inmoderada en los predios Los Altamira, Las Delicias y San Nicolás, ubicados en la comunidad Zacacuautla, Acaxochitlán, con el argumento de escaso personal para la vigilancia.
La delegada de Zacacuautla, Filiberta Nevado Templos, y una comisión de la Sociedad Cooperativa El Ocotenco, acudieron a MILENIO Hidalgo para denunciar los hechos.
Ya que en el lugar se realiza tala masiva y que las dependencias encargadas de regular el problema sólo dan seguimiento “en papel” a las quejas, acusaron.
La familia Canales Templos, con escrituras apócrifas, logró en 2006 obtener la autorización de diez años por parte de Semarnat para Aprovechamiento Forestal, el cual se realiza sin seguir los lineamientos, “talan de más, sin notificar y a ras de suelo, lo que no está permitido”.
Además, señalaron que esto afectará los mantos acuíferos que se encuentran cerca de los predios y abastecen de agua a varias comunidades de la zona.
“En 2007 se hizo una denuncia pública por la tala brutal que hicieron ese año, pero la Profepa dice que no tiene personal suficiente y sólo hacen la cuestión burocrática”, denunciaron los integrantes de
la comisión.
La preocupación de la comunidad, expresaron, es que para la tala de 2009 ya se marcaron más de cuatro hectáreas sin informar a Profepa, por lo que solicitan que las dependencias regulen este proceso, pues derribarán miles de árboles, adviertieron.
Sin embargo, mostraron no tener mucha confianza en estas dependencias.
Claves
El problema

• Los predios mencionados suman 53 hectáreas, propiedad de la familia Gómez García. Y siempre han estado al servicio de la comunidad dotando de leña, agua, musgo, tierra, entre otros servicios.
• En 2008 la familia Gómez García inició un juicio de nulidad de las escrituras, con las que la familia Canales Templos se acreditan como propietarios, donde demostraron que éstas son irregulares.
• “Los Canales Templos primero argumentaron donación, tuvieron testigos falsos, y luego dijeron que su papá compró los predios, a los que ahora les cambiaron nombre por El Salto y Ojo de Agua, en 1939 cuando tenía 16 años, lo que es ilógico por no tener representación legal para hacerlo”. En 1980 ante notario solicitaron un permiso de paso por los predios, “con lo que reconocen que éstos no eran de su propiedad”, dijeron.


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