Les comparto este artículo publicado por Sergio Mejía Cano en el periódico "Express de Nayarit"
2015 / 07 / 09
Sigue creciendo el rumor en las redes sociales de que el Sector Salud ya no da para más, y que por lo mismo tiende a su desaparición o quizá en una fusión de las dos principales instituciones: ISSSTE e IMSS, pero esto para dar paso después a su desaparición total o al menos quedar como ahora funciona el Seguro Popular: Únicamente dando consultas y atención determinada sin llegar a dar servicio de tratamientos costosos.
Esto desde luego que a pesar de ser un rumor, ha empezado a inquietar a gran parte de la ciudadanía, sobre todo a quienes padecen diabetes; pero más a quienes requieren de diálisis o tratamientos constantes de hemodiálisis. También quienes necesitan medicamentos caros que si bien, en muchas de las ocasiones están escasos en ambas instituciones, cuando las hay se surten de manera normal.
Desde luego que no han faltado las voces que señalan que sí tiene los visos de que se quiere desaparecer o privatizar ciertas áreas del Sector Salud, pues está pasando algo parecido como cuando se empezó el proyecto de privatizar Telmex y los ferrocarriles.
Telmex antes de su privatización empezó durante un buen tiempo a dar un pésimo servicio generando mucha inconformidad entre los usuarios protestando por cobros indebidos, cortes en las líneas, falta de atención para la reparación de las mismas, quejas a tal grado que llegó el día en que como hoy que es la CFE la que mayor cantidad de demandas ante la Profeco tiene, en su tiempo fue Telmex la empresa reina en cantidad de quejas por el mal servicio. Así que cuando empezó el caldo de cultivo para su privatización, de inmediato hubo voces de aprobación porque ya era insostenible seguir con un servicio tan nefasto; y que se privatiza Telmex y como por arte de magia el servicio mejoró de la noche a la mañana, si bien no óptimamente, sí de acuerdo a los estándares de un país tercermundista.
Igual, cuando se empezó a fraguar la privatización de los ferrocarriles, llegaron a su dirección personas catalogadas como “liquidadores de empresas”, empezando por incomodar a los embarcadores de los estados de Sinaloa y Sonora poniéndoles muchas trabas para darles un servicio eficiente. Para empezar se les empezó a cobrar el arrastre de las unidades vacías que requerían los embarcadores desde Guadalajara hasta el punto donde necesitaran la unidad vacía para que la cargaran. Esto desde luego que indispuso a los embarcadores de los graneros de México, que se preguntaban cómo era esto posible si desde siempre habían trabajado con el ferrocarril pidiéndole unidades vacías y éstas eran colocadas en sus espuelas para su carga. Pues así están las cosas, se dice que respondió la empresa ferroviaria aún sin concesionar. Y para colmo de males, estos liquidadores no quisieron trabajar como siempre se había hecho: a crédito, es decir, el ferrocarril trabajaba a crédito llevando y trayendo unidades cargadas y vacías, y ya una vez terminada la zafra, se ponían a hacer cuentas para el pago del arrastre del flete. Sin embargo, como los directivos liquidadores de la empresa ferroviaria dijeron que no, los embarcadores prefirieron acarrear sus productos por carretera, por lo que bajó considerablemente la afluencia de trenes; así que cuando se mencionó que se iba a privatizar, hasta la mayoría de los trabajadores estaban felices para ver si ya concesionada la empresa a particulares, mejoraba la situación.
Y sí mejoró, ya que los embarcadores volvieron a hacer uso de las líneas férreas. Sin embargo, la mejoría no llegó a toda la planta laboral, ya que prácticamente quedó sin empleo casi el 80 por ciento de los trabajadores en activo, quedando fuera de la modernidad que trajo la concesión ferroviaria.
Así, ahora el Sector Salud ya tiene tiempo que no da un servicio como debiera ser por tratarse precisamente de eso: la salud de la población, y si corre el rumor de que tal vez se privatice dicho sector, quizá mucha gente diga que qué bueno para ver si se mejora la atención, pero tal vez será la gente que tiene medios económicos para atenderse particularmente, porque el grueso de la población ya se empieza a tronar los dedos de qué irá a hacer en caso de que se cumpla la sentencia de “cuando el río suena es que agua lleva”.
Y si quedan dichas instituciones del Sector Salud con un cuadro básico de atención baja, será parecido al Seguro Popular, y aquí no hay más que recordar que muchos de los seguros facultativos que vende el mismo IMSS, son con restricciones, es decir, nada más para cierto tipo de atención.
¿Qué opinan y qué más saben acerca del tema?
Saludos
2015 / 07 / 09
Sigue creciendo el rumor en las redes sociales de que el Sector Salud ya no da para más, y que por lo mismo tiende a su desaparición o quizá en una fusión de las dos principales instituciones: ISSSTE e IMSS, pero esto para dar paso después a su desaparición total o al menos quedar como ahora funciona el Seguro Popular: Únicamente dando consultas y atención determinada sin llegar a dar servicio de tratamientos costosos.
Esto desde luego que a pesar de ser un rumor, ha empezado a inquietar a gran parte de la ciudadanía, sobre todo a quienes padecen diabetes; pero más a quienes requieren de diálisis o tratamientos constantes de hemodiálisis. También quienes necesitan medicamentos caros que si bien, en muchas de las ocasiones están escasos en ambas instituciones, cuando las hay se surten de manera normal.
Desde luego que no han faltado las voces que señalan que sí tiene los visos de que se quiere desaparecer o privatizar ciertas áreas del Sector Salud, pues está pasando algo parecido como cuando se empezó el proyecto de privatizar Telmex y los ferrocarriles.
Telmex antes de su privatización empezó durante un buen tiempo a dar un pésimo servicio generando mucha inconformidad entre los usuarios protestando por cobros indebidos, cortes en las líneas, falta de atención para la reparación de las mismas, quejas a tal grado que llegó el día en que como hoy que es la CFE la que mayor cantidad de demandas ante la Profeco tiene, en su tiempo fue Telmex la empresa reina en cantidad de quejas por el mal servicio. Así que cuando empezó el caldo de cultivo para su privatización, de inmediato hubo voces de aprobación porque ya era insostenible seguir con un servicio tan nefasto; y que se privatiza Telmex y como por arte de magia el servicio mejoró de la noche a la mañana, si bien no óptimamente, sí de acuerdo a los estándares de un país tercermundista.
Igual, cuando se empezó a fraguar la privatización de los ferrocarriles, llegaron a su dirección personas catalogadas como “liquidadores de empresas”, empezando por incomodar a los embarcadores de los estados de Sinaloa y Sonora poniéndoles muchas trabas para darles un servicio eficiente. Para empezar se les empezó a cobrar el arrastre de las unidades vacías que requerían los embarcadores desde Guadalajara hasta el punto donde necesitaran la unidad vacía para que la cargaran. Esto desde luego que indispuso a los embarcadores de los graneros de México, que se preguntaban cómo era esto posible si desde siempre habían trabajado con el ferrocarril pidiéndole unidades vacías y éstas eran colocadas en sus espuelas para su carga. Pues así están las cosas, se dice que respondió la empresa ferroviaria aún sin concesionar. Y para colmo de males, estos liquidadores no quisieron trabajar como siempre se había hecho: a crédito, es decir, el ferrocarril trabajaba a crédito llevando y trayendo unidades cargadas y vacías, y ya una vez terminada la zafra, se ponían a hacer cuentas para el pago del arrastre del flete. Sin embargo, como los directivos liquidadores de la empresa ferroviaria dijeron que no, los embarcadores prefirieron acarrear sus productos por carretera, por lo que bajó considerablemente la afluencia de trenes; así que cuando se mencionó que se iba a privatizar, hasta la mayoría de los trabajadores estaban felices para ver si ya concesionada la empresa a particulares, mejoraba la situación.
Y sí mejoró, ya que los embarcadores volvieron a hacer uso de las líneas férreas. Sin embargo, la mejoría no llegó a toda la planta laboral, ya que prácticamente quedó sin empleo casi el 80 por ciento de los trabajadores en activo, quedando fuera de la modernidad que trajo la concesión ferroviaria.
Así, ahora el Sector Salud ya tiene tiempo que no da un servicio como debiera ser por tratarse precisamente de eso: la salud de la población, y si corre el rumor de que tal vez se privatice dicho sector, quizá mucha gente diga que qué bueno para ver si se mejora la atención, pero tal vez será la gente que tiene medios económicos para atenderse particularmente, porque el grueso de la población ya se empieza a tronar los dedos de qué irá a hacer en caso de que se cumpla la sentencia de “cuando el río suena es que agua lleva”.
Y si quedan dichas instituciones del Sector Salud con un cuadro básico de atención baja, será parecido al Seguro Popular, y aquí no hay más que recordar que muchos de los seguros facultativos que vende el mismo IMSS, son con restricciones, es decir, nada más para cierto tipo de atención.
¿Qué opinan y qué más saben acerca del tema?
Saludos
v).