jajajajajajajajaja para que sigan comiendo a la gente con el COPY.PASTE en fin les dejo la nota que me parecio interesante y mas el sueldo que gana un amigo como estos les dejo la info...
Tras evidentes fallas de seguridad del Servicio Secreto que se suscitaron en los inicios del gobierno de Barack Obama a finales de 2009, la gente manifestó su desconcierto e ira, pues querían saber lo qué estaba sucediendo con la seguridad.
Como una alternativa para poner un rostro humano a la agencia de seguridad, que en ese momento se encontraba más en la mira de los medios y el público, LIFE solicitó el apoyo del fotógrafo Brooks Kraft, quien ha viajado con los presidentes estadounidenses durante la última década y por lo mismo labora estrechamente con los agentes de seguridad, para coordinarse en los viajes realizados a lo largo del país y el mundo.
Los sitios life.com y latrola.net, han publicado una serie de fotografías donde se puede apreciar justamente el lado humano de la agencia de seguridad encargada de cuidar al hombre más importante de EU. En De10.mx hemos hecho una recopilación de estas imágenes, que revelan el interior del Servicio Secreto.
Las fotografías de Kraft muestran a quienes rodean al presidente en cualquier tipo de situación. El fotógrafo ha sido testigo de la vigilancia casi sobrenatural de los agentes de servicio, sin importar si el lugar es conocido o es el más incongruente de los sitios.
Kraft resalta el trabajo silencioso y la concentración que imprimen en su trabajo, que a pesar de los avances tecnológicos, sigue dependiendo de los sentidos, la formación e instinto de los agentes.
Un ejemplo de ello, es que ni los auriculares, telescopios, detectores de metal, ni cualquier otra tecnología, pueden hacer mucho cuando se trata de proteger a alguien en medio de una multitud estridente.
El agente Joe Petro comentó recientemente al hablar con LIFE, que en sus 23 años en el Servicio Secreto, lo más importante es conocer su función de administrar el riesgo. A ese nivel una forma de tener control sobre el riesgo es lo que conocen como "Agarrar y no soltar", refiriéndose en los momentos en que el presidente podría recibir un ataque directo.
El Servicio Secreto se fundó en 1865 para luchar contra el lavado de dinero falso en el país, cercano al final de la Guerra Civil. Fue en 1902, un año después del asesinato del presidente William McKinley, que su misión oficial cambió a la de proteger al presidente, vicepresidente y sus familias. Irónicamente, la ley que creó al Servicio Secreto, estaba en el escritorio de Abraham Lincoln la noche en que fue asesinado.
Sería fácil suponer que los agentes del Servicio Secreto tienen un remuneración económica importante, sin embargo, nadie ingresa a la agencia buscando hacerse millonario, ya que su salario inicial, dependiendo de la experiencia, educación y otros factores, va de 43 mil a 73 mil dólares anuales, lo cual no es mucho considerando el riesgo y la responsabilidad que representa su trabajo.
Petro, quien es autor del libro Pie al lado de la historia: La vida de un agente dentro del Servicio Secreto, asegura que la agencia proporciona un entrenamiento riguroso frecuentemente a sus agentes para prepararlos de cualquier contingencia, incluyendo escenarios que parecerían imposibles.
Cada dos meses durante casi dos semanas, los agentes entrenan en su centro de formación en Beltsville, Maryland, donde cuentan con bloques de la ciudad llena de fachadas de edificios de oficinas y hoteles, las carreteras de caravanas de automóviles, y un Boeing 707 para simular situaciones en las que esté involucrado un avión.
Para el Servicio Secreto no existe un lugar cien por ciento seguro, siempre se debe estar alerta e inspeccionar cada espacio, aunque parezca desierto.
El automóvil presidencial, es una limusina Cadillac que desde 1983, se ha convertido en ícono nacional y un emblema de poder. Cada presidente cuenta con un vehículo diferente y el de Barack Obama es conocido como "La bestia".
Este "búnker" rodante cuenta con su propio sistema de circulación de aire para proteger al presidente en caso de una ataque químico. Sus puertas están revestidas de una armadura militar con un espeso de ocho pulgadas y las ventanillas son a prueba de balas, por lo que tienen cinco centímetros de espesor.
En el pasado las limusinas no contaban con tanto blindaje, pero actualmente se prevé que un ataque podría ser más prolongado y violento.
El trabajo de un agente puede resultar muy aburrido, pues deben estar de pie durante 10 ó 12 horas sin hacer nada más que observar y escuchar. A pesar de que todos los agentes reciben la misma formación, cada uno desarrolla su propio estilo de análisis, en el que ponen mayor atención a los hechos que parecen ser poco comunes, como una persona que viste un abrigo en un ambiente donde por el calor, todos usan ropa ligera.
El Servicio Secreto no se compone de los agentes con traje, corbata, lentes de sol y auriculares. De hecho, como la misión de la agencia es proteger tanto a personalidades como salvaguardar la infraestructura financiera del país, la mayoría de los agentes están equipados como un equipo SWAT y son los elementos de la agencia que están más fuertemente armados.
No acompañan al presidente directamente, pero sí ubicándose en las escaleras, techos, callejones y cualquier lugar estratégico que les permite actuar adecuadamente para protegerlo.
La limusina forma parte de un paquete de seguridad indispensable para proteger al presidente, por ello lo acompaña en cualquier viaje dentro de Estados Unidos o al extranjero. Es un elemento básico de protección en caso de que se requiera desplazarse en público.
Mucho se habla del juramento que hacen los miembros del Servicio Secreto de sacrificar sus vidas por la del presidente, sin embargo, Petro asegura lo contrario y señala que no existe tal juramento.
"Cuando se dispara, estamos capacitados para sacar nuestra arma, de pie con la espalda recta, y el fuego a cambio. En vez de protegernos a nosotros mismos, nos convertimos en un blanco más grande. Esa es una razón por la cual todos nuestros entrenamientos de disparo se realizan de pie. No hacemos ningún disparo boca abajo."
FUENTE
Tras evidentes fallas de seguridad del Servicio Secreto que se suscitaron en los inicios del gobierno de Barack Obama a finales de 2009, la gente manifestó su desconcierto e ira, pues querían saber lo qué estaba sucediendo con la seguridad.
Como una alternativa para poner un rostro humano a la agencia de seguridad, que en ese momento se encontraba más en la mira de los medios y el público, LIFE solicitó el apoyo del fotógrafo Brooks Kraft, quien ha viajado con los presidentes estadounidenses durante la última década y por lo mismo labora estrechamente con los agentes de seguridad, para coordinarse en los viajes realizados a lo largo del país y el mundo.
Los sitios life.com y latrola.net, han publicado una serie de fotografías donde se puede apreciar justamente el lado humano de la agencia de seguridad encargada de cuidar al hombre más importante de EU. En De10.mx hemos hecho una recopilación de estas imágenes, que revelan el interior del Servicio Secreto.
Las fotografías de Kraft muestran a quienes rodean al presidente en cualquier tipo de situación. El fotógrafo ha sido testigo de la vigilancia casi sobrenatural de los agentes de servicio, sin importar si el lugar es conocido o es el más incongruente de los sitios.
Kraft resalta el trabajo silencioso y la concentración que imprimen en su trabajo, que a pesar de los avances tecnológicos, sigue dependiendo de los sentidos, la formación e instinto de los agentes.
Un ejemplo de ello, es que ni los auriculares, telescopios, detectores de metal, ni cualquier otra tecnología, pueden hacer mucho cuando se trata de proteger a alguien en medio de una multitud estridente.
El agente Joe Petro comentó recientemente al hablar con LIFE, que en sus 23 años en el Servicio Secreto, lo más importante es conocer su función de administrar el riesgo. A ese nivel una forma de tener control sobre el riesgo es lo que conocen como "Agarrar y no soltar", refiriéndose en los momentos en que el presidente podría recibir un ataque directo.
El Servicio Secreto se fundó en 1865 para luchar contra el lavado de dinero falso en el país, cercano al final de la Guerra Civil. Fue en 1902, un año después del asesinato del presidente William McKinley, que su misión oficial cambió a la de proteger al presidente, vicepresidente y sus familias. Irónicamente, la ley que creó al Servicio Secreto, estaba en el escritorio de Abraham Lincoln la noche en que fue asesinado.
Sería fácil suponer que los agentes del Servicio Secreto tienen un remuneración económica importante, sin embargo, nadie ingresa a la agencia buscando hacerse millonario, ya que su salario inicial, dependiendo de la experiencia, educación y otros factores, va de 43 mil a 73 mil dólares anuales, lo cual no es mucho considerando el riesgo y la responsabilidad que representa su trabajo.
Petro, quien es autor del libro Pie al lado de la historia: La vida de un agente dentro del Servicio Secreto, asegura que la agencia proporciona un entrenamiento riguroso frecuentemente a sus agentes para prepararlos de cualquier contingencia, incluyendo escenarios que parecerían imposibles.
Cada dos meses durante casi dos semanas, los agentes entrenan en su centro de formación en Beltsville, Maryland, donde cuentan con bloques de la ciudad llena de fachadas de edificios de oficinas y hoteles, las carreteras de caravanas de automóviles, y un Boeing 707 para simular situaciones en las que esté involucrado un avión.
Para el Servicio Secreto no existe un lugar cien por ciento seguro, siempre se debe estar alerta e inspeccionar cada espacio, aunque parezca desierto.
El automóvil presidencial, es una limusina Cadillac que desde 1983, se ha convertido en ícono nacional y un emblema de poder. Cada presidente cuenta con un vehículo diferente y el de Barack Obama es conocido como "La bestia".
Este "búnker" rodante cuenta con su propio sistema de circulación de aire para proteger al presidente en caso de una ataque químico. Sus puertas están revestidas de una armadura militar con un espeso de ocho pulgadas y las ventanillas son a prueba de balas, por lo que tienen cinco centímetros de espesor.
En el pasado las limusinas no contaban con tanto blindaje, pero actualmente se prevé que un ataque podría ser más prolongado y violento.
El trabajo de un agente puede resultar muy aburrido, pues deben estar de pie durante 10 ó 12 horas sin hacer nada más que observar y escuchar. A pesar de que todos los agentes reciben la misma formación, cada uno desarrolla su propio estilo de análisis, en el que ponen mayor atención a los hechos que parecen ser poco comunes, como una persona que viste un abrigo en un ambiente donde por el calor, todos usan ropa ligera.
El Servicio Secreto no se compone de los agentes con traje, corbata, lentes de sol y auriculares. De hecho, como la misión de la agencia es proteger tanto a personalidades como salvaguardar la infraestructura financiera del país, la mayoría de los agentes están equipados como un equipo SWAT y son los elementos de la agencia que están más fuertemente armados.
No acompañan al presidente directamente, pero sí ubicándose en las escaleras, techos, callejones y cualquier lugar estratégico que les permite actuar adecuadamente para protegerlo.
La limusina forma parte de un paquete de seguridad indispensable para proteger al presidente, por ello lo acompaña en cualquier viaje dentro de Estados Unidos o al extranjero. Es un elemento básico de protección en caso de que se requiera desplazarse en público.
Mucho se habla del juramento que hacen los miembros del Servicio Secreto de sacrificar sus vidas por la del presidente, sin embargo, Petro asegura lo contrario y señala que no existe tal juramento.
"Cuando se dispara, estamos capacitados para sacar nuestra arma, de pie con la espalda recta, y el fuego a cambio. En vez de protegernos a nosotros mismos, nos convertimos en un blanco más grande. Esa es una razón por la cual todos nuestros entrenamientos de disparo se realizan de pie. No hacemos ningún disparo boca abajo."
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