3 - Tener gato...!Por Dios! Solo un homosexual consumado tendría gato. Un gato es como un perro, pero en maricon. No tiene sentido común, se lava con su propia lengua, come pescado y nunca se emborracha. Es decir, el hombre que tiene un gato en casa vive en una profunda relación homosexual. Fíjense que a un perro se le llama con dignidad masculina: "Hércules, cabrón, ¡ven aquí!", pero a un gato..."Bsss-bsss-bsss-bsss-bsss, micifu..bonito" ¡Ridículo! ¡Marica!