Antes quisiera pedir una disculpa por no escribir la historia el día que se los prometí, entre pero el foro estaba en reparación; el resultado de sus votaciones no lo supe, pues no encuentro las dos historias que les había compartido. Solo retomo que son historias que me han pasado y que me han contado, todas contadas de primera mano, de quien le sucedió o que me sucedieron. Esto le sucedió a mi abuelo, el vive en santa Cecilia Clavijero, un pueblo al sur de Tepexi en Puebla. Bueno aquí esta la historia.
Me encontraba tejiendo el petate, pues mañana se ponía la plaza; tenía que ir y sacar dinero para comprar de comer. La palma estaba muy fresca, así que costaba trabajo domarla. Su peculiar aroma al partir la palma envolvía el viejo cuarto, donde se filtraban haces de luz que irradiaba la luna; no teníamos luz así que después de la puesta de sol, teníamos que hacerlo casi a ciegas. Podía hacerlo mañana, pero el retraso lo resentiría el estomago, así que continúe tejiendo esmeradamente.
Siempre uno tras otro, había que tejer la palma de manera hermosa, pues siempre existe competencia y un petate mal tejido se vendia barato o peor no se vendía. Ya había pasado mas de la medianoche, no sabia, pero el frio demostraba el roció de la madrugada. Y por fin había terminado la cuota, así que me prepare para descansar, a tientas coloque los petates uno sobre otro en el suelo y camine hasta la cama. De repente escuche un sonido que me erizo la piel, parecía un grito ahogado, emanaba mucha tristeza y en ocasiones se confundía con una risa.
-Esta cerquitita- Pensé y solo me limite a que pasara. El sonido era continuo, y cada vez se escuchaba mas cerca. Tan cerca que parecía que aquella cosa se encontraba a mi lado. No me atemorice ya había escuchado sobre esto, sin duda es la "Llorona".
Después de unos minutos, el sonido se fue haciendo débil hasta convertirse en un lamento lejano. ¿Era un lamento y si alguien se encontraba en problemas? así que decidí a ver a donde se iba lo que acababa de escuchar. Me puse mis huaraches y tome mi sombrero, y salí a ver a donde iba y que era lo que escuche.
Salí a prisa, me detuve en la esquina y me asome para ver quien estaba, no había nadie a excepción de un pequeño perro, sus orejas bien paraditas y con poco pelo, era apenas un cachorro. El perro estaba sentado en medio de la calle, de repente se paro y avanzo unos pasos, se detuvo y alzo su cabeza para aullar; y me aterre al descubrir que lo que había hecho ese sonido era el, me había encontrado con el espíritu. Por curiosidad me acerque un poco mas, pues se alejaba demasiado y en la esquina se detuvo una vez mas a aullar, el sonido se escuchaba lejano pero el perro estaba allí. Por alguna razón no podía saciar mis ganas de ver a ese perro aun más de cerca, pero no me atrevía, así que lo seguí. Caminaba y caminaba alrededor del pueblo, ¿Que hacia ese perro? no lo sabia; pero el perro se detenía y aullaba de manera tan lastimera que me transmitía su dolor.
El perro tomo el camino para el monte y poco a poco se alejaba, yo sabia que si lo seguía ya no regresaría, así que deje que fuera solo. Una vez mas sus aullidos se escuchaban tan cerca de mi que se me erizaba la piel, pero seguí mi camino, todavía había obscuridad y las calles estaban desiertas, camine por mas de media hora, se me había ido el tiempo así que apresure mi avance y a una cuadra de mi casa una señora iba a paso veloz y con su reboso cubriéndole la cabeza.
-Buenas noches- dijo la señora
-Buenas noches- respondí un poco desorientado.
-Vengase conmigo, un café le va a quitar el frio- me invito la señora con una risa demasiado forzada.
-¿Por que esta aquí tan temprano?- Pregunte.
-Es que acaba de fallecer el compadre Facundo, pensé que ya lo sabía-
Me quede mirando a la mujer pero no me exalte, es algo común todos nos moriremos alguna vez. La acompañe a la casa del difunto y le platique lo sucedido. Ella me explico que era lo que vi y lo asocio con lo que había pasado.
-Es el coyote penado, vino por el alma del difunto Facundo. Dicen que antes de ir con los muertos, el alma del difunto recorre y visita los lugares que frecuentaba en vida, el coyote siempre lo sigue desde atrás recogiendo las huellas que ha dejado y guiándolo al otro lado. Usted señor también acompaño a don facundo hasta que tuvo que irse.-
A veces lo confunden con la llorona, suenan similar, o eso dicen; dicen que el coyote penado le gusta asustar y perder a la gente. Pero su principal trabajo es guiar a los muertos a el otro lado; se les encomendó eso como penitencia a las almas que han quedado atrapadas entre los dos mundo, recogiendo sus pasos y compartiendo su pena.
Espero que les guste, y no he olvidado la otra historia si tengo tiempo hoy la escribo.
Por lo mientras la pregunta es ¿Leyenda o historia?
La malinche; como se creo el volcán llamado del mismo nombre.
La muñeca; una historia donde una pequeña encuentra una muñeca que cambio su vida. Nota: yo conocí a la niña y estuve en un proceso para sanarla.
Me encontraba tejiendo el petate, pues mañana se ponía la plaza; tenía que ir y sacar dinero para comprar de comer. La palma estaba muy fresca, así que costaba trabajo domarla. Su peculiar aroma al partir la palma envolvía el viejo cuarto, donde se filtraban haces de luz que irradiaba la luna; no teníamos luz así que después de la puesta de sol, teníamos que hacerlo casi a ciegas. Podía hacerlo mañana, pero el retraso lo resentiría el estomago, así que continúe tejiendo esmeradamente.
Siempre uno tras otro, había que tejer la palma de manera hermosa, pues siempre existe competencia y un petate mal tejido se vendia barato o peor no se vendía. Ya había pasado mas de la medianoche, no sabia, pero el frio demostraba el roció de la madrugada. Y por fin había terminado la cuota, así que me prepare para descansar, a tientas coloque los petates uno sobre otro en el suelo y camine hasta la cama. De repente escuche un sonido que me erizo la piel, parecía un grito ahogado, emanaba mucha tristeza y en ocasiones se confundía con una risa.
-Esta cerquitita- Pensé y solo me limite a que pasara. El sonido era continuo, y cada vez se escuchaba mas cerca. Tan cerca que parecía que aquella cosa se encontraba a mi lado. No me atemorice ya había escuchado sobre esto, sin duda es la "Llorona".
Después de unos minutos, el sonido se fue haciendo débil hasta convertirse en un lamento lejano. ¿Era un lamento y si alguien se encontraba en problemas? así que decidí a ver a donde se iba lo que acababa de escuchar. Me puse mis huaraches y tome mi sombrero, y salí a ver a donde iba y que era lo que escuche.
Salí a prisa, me detuve en la esquina y me asome para ver quien estaba, no había nadie a excepción de un pequeño perro, sus orejas bien paraditas y con poco pelo, era apenas un cachorro. El perro estaba sentado en medio de la calle, de repente se paro y avanzo unos pasos, se detuvo y alzo su cabeza para aullar; y me aterre al descubrir que lo que había hecho ese sonido era el, me había encontrado con el espíritu. Por curiosidad me acerque un poco mas, pues se alejaba demasiado y en la esquina se detuvo una vez mas a aullar, el sonido se escuchaba lejano pero el perro estaba allí. Por alguna razón no podía saciar mis ganas de ver a ese perro aun más de cerca, pero no me atrevía, así que lo seguí. Caminaba y caminaba alrededor del pueblo, ¿Que hacia ese perro? no lo sabia; pero el perro se detenía y aullaba de manera tan lastimera que me transmitía su dolor.
El perro tomo el camino para el monte y poco a poco se alejaba, yo sabia que si lo seguía ya no regresaría, así que deje que fuera solo. Una vez mas sus aullidos se escuchaban tan cerca de mi que se me erizaba la piel, pero seguí mi camino, todavía había obscuridad y las calles estaban desiertas, camine por mas de media hora, se me había ido el tiempo así que apresure mi avance y a una cuadra de mi casa una señora iba a paso veloz y con su reboso cubriéndole la cabeza.
-Buenas noches- dijo la señora
-Buenas noches- respondí un poco desorientado.
-Vengase conmigo, un café le va a quitar el frio- me invito la señora con una risa demasiado forzada.
-¿Por que esta aquí tan temprano?- Pregunte.
-Es que acaba de fallecer el compadre Facundo, pensé que ya lo sabía-
Me quede mirando a la mujer pero no me exalte, es algo común todos nos moriremos alguna vez. La acompañe a la casa del difunto y le platique lo sucedido. Ella me explico que era lo que vi y lo asocio con lo que había pasado.
-Es el coyote penado, vino por el alma del difunto Facundo. Dicen que antes de ir con los muertos, el alma del difunto recorre y visita los lugares que frecuentaba en vida, el coyote siempre lo sigue desde atrás recogiendo las huellas que ha dejado y guiándolo al otro lado. Usted señor también acompaño a don facundo hasta que tuvo que irse.-
A veces lo confunden con la llorona, suenan similar, o eso dicen; dicen que el coyote penado le gusta asustar y perder a la gente. Pero su principal trabajo es guiar a los muertos a el otro lado; se les encomendó eso como penitencia a las almas que han quedado atrapadas entre los dos mundo, recogiendo sus pasos y compartiendo su pena.
Espero que les guste, y no he olvidado la otra historia si tengo tiempo hoy la escribo.
Por lo mientras la pregunta es ¿Leyenda o historia?
La malinche; como se creo el volcán llamado del mismo nombre.
La muñeca; una historia donde una pequeña encuentra una muñeca que cambio su vida. Nota: yo conocí a la niña y estuve en un proceso para sanarla.
