Pesó más el poder económico que el bien de la humanidad

Meroll

Bovino de alcurnia
#1
Cambio Climático

Vinimos a negociar, no a presenciar un show: Bolivia; ya se piensa en Durban

Pesó más el poder económico que el bien de la humanidad
Luis Hernández Navarro
enviado
Periódico La Jornada
Sábado 11 de diciembre de 2010, p. 41

Cancún, QR, 10 de diciembre. Cancún ha muerto, viva Durban (Sudáfrica). En la última parada de un camino sin final, nadie quiere mirar a sus espaldas para no convertirse en estatua de sal. Todos prefieren ver hacia la próxima cumbre del cambio climático que se efectuará en África.

Cancún se convirtió en Cancunhage. Los dos textos presentados para la negociación en el úl-timo momento, uno sobre el Protocolo de Kyoto y otros sobre las acciones de Cooperación de Largo Plazo, recogen, de manera más elaborada, las iniciativas que se trataron de imponer por los países desarrollados hace un año en Dinamarca.

A la hora de escribir las propuestas, los redactores tuvieron una oreja grande y otra pequeña. Mientras las posiciones de Estados Unidos quedaron plenamente plasmadas en la redacción, se excluyeron los puntos de vista de Bolivia y muchos otros países pobres. Aunque México señaló que los documentos fueron elaborados como respuesta a una solicitud de los estados parte en una sesión formal, esto no fue así.

La guerra sucia contra Bolivia no se ha hecho esperar. Se le quiere responsabilizar de no aceptar lo inaceptable. Se le quiere aislar y arrinconar. Tan es así que en la reunión en la que se presentaron los documentos no se le quiso dar la palabra, a pesar de haberla solicitado. “No nos sentimos solos –dijo su embajador Pablo Solón–; defendemos las propuestas de los pueblos y los movimientos sociales. De ellos recibimos nuestro mandato. No aceptamos negociar bajo chantaje. Hemos venido a negociar, no a presenciar un show”.

Misión imposible

Nunca fue tan necesario un acuerdo, pero nunca fue tan imposible alcanzarlo. Dos lógicas sobre el cambio climático chocaron en Cancún. La primera parte de considerar los problemas ambientales como una cuestión de mercado, partiendo de la capacidad para regular el clima como una mercancía mensurable, asignando un precio al mercado de emisiones de CO2 y abriendo nuevas plazas que puedan “salvar” a los que no han funcionado bien. Es decir, se trata de desamortizar todos los bienes públicos o comunes vinculados a la emisión de dióxido de carbono para que funcionen desde una lógica mercantil.

La segunda sostiene que no hay más camino para combatir las consecuencias del deterioro ambiental que el del compromiso de los países desarrollados de reducir entre 40 y 50 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero.

Rechaza que los mecanismos de mercado sean eficaces para afrontar los efectos del proceso ambiental, y ve en ellos la vía para despojar a la humanidad en lo general y a los pueblos indígenas en particular de sus recursos naturales.

La primera posición es sostenida por una poderosa alianza de gobiernos de las naciones desarrolladas, grandes empresarios y organismos financieros multilaterales. La segunda, por una variopinta coalición de movimientos sociales, ONG y gobiernos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y varios países africanos y asiáticos. Aunque Bolivia ha sido la voz cantante en la defensa de este punto de vista, otras naciones se identifican con ella. “No todos pueden hablar de la misma manera aunque quisieran hacerlo”, dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez.

La coartada japonesa

En lo inmediato, esta contradicción antagónica se expresa en la negativa de Japón de firmar un segundo periodo del Protocolo de Kyoto a partir de 2012, y la reivindicación de los países en desarrollo que ven en su continuidad una opción innegociable.

“Creemos que eso no es justo”, dijo Akira Yamada, representante del Ministerio del Exterior nipón, y añadió: “Queremos un único instrumento legalmente vinculante en el que estén todos los grandes emisores”. Parapetados detrás de la negativa japonesa se encuentran Estados Unidos (que no ha firmado el protocolo), Australia y Canadá. El jueves, Rusia se sumó a la posición de Japón.

La actitud nipona ha provocado malestar y protestas entre delegados y movimientos sociales presentes en la conferencia. Tosi Mpanu, presidente del Grupo de África, dijo: “Entiendo que Japón tiene una fuerte tradición de honorabilidad. No deberían deshonrar su compromiso con el Procolo de Kyoto si el honor es tan importante para ellos.”

El asunto no debería estar a discusión. “El Protocolo de Kyoto fue firmado y ratificado –expresó Pablo Solón–, no debería (disentirse), pero lo está. La apuesta de los países desarrollados es a desfondar el acuerdo, buscar que se establezcan compromisos no vinculatorios (no obligatorios), y avanzar en acuerdos parciales como REDD, en los que se establezcan mecanismos de mercado. Esto pudo verse más o menos con claridad, a partir de la posición de Estados Unidos, que jugó durante toda la negociación con cartas marcadas. Por eso, Vía Campesina definió que “más vale un no acuerdo, que un mal acuerdo”.

Para los países menos desarrollados el panorama es dramático. Bruno Sekoli, presidente del Grupo de Países Menos Desarrollados, dijo: “La situación para nosotros es extremadamente desesperada. Nuestros países aún luchan para sobrevivir. Tuvalu podría desaparecer bajo el agua en cualquier momento. Es muy preocupante imaginar qué pasará dentro de 10 años con la actual tasa de misiones.” Según Tosi Mpanu, presidente del Grupo de África, por culpa del cambio climático entre 75 y 100 millones de personas en su continente padecerán escasez de agua y la producción agrícola caerá en 2025 en 30 por ciento.

Reducir las emisiones significa modificar el patrón energético. Grandes empresas extractoras de carbón y petróleo, y generadoras de electricidad a partir de combustibles fósiles, resultarían afectadas. El modelo de vida de la población de los países desarrollados tendría que cambiar drásticamente. Y por supuesto, la resistencia a hacerlo es enorme. Un informe de Global Carbon Project da cuenta de cómo las emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo en el mundo: tras la disminución de las emisiones de CO2 de 1.3 por ciento entre 2008 y 2009 (debido a la crisis y al freno de la actividad), las previsiones para 2010 son de un incremento de 3 por ciento.

No hay compromiso hacia Kyoto, dijo Collin Beck, embajador de las Naciones Unidas de las islas Salomón. Estamos hablando de sobrevivir. “Desafortunadamente, estamos dejando el interés de la humanidad atrás y poniendo por delante los intereses económicos”.


Tiene razón Collin Beck. En Cancún no hubo compromiso hacia Kyoto, sino sumisión hacia los países industrializados.
De la jornada.

Hace un tiempo fui a una conferencia de la comunidad de quimicos en D.F. (aprox 3 años), el caso es que aqui escuché por primera vez lo de los bonos de CO2, no crei que fuera en serio y parece que estos malditos empresarios son capaces de todo; lo que nos queda, no es el biobandalismo (sic) [utilizandolo como referencia a esos grupos radicales que hacen acciones de guerrilla en nombre de grupos ambientales], mas bien son cosas como "Piensa en grande, actua en pequeño".
 

ZombieCowII

Bovino Milenario
#2
Seeeee... me lo esperaba, esto es un teatro armado... puro bla-bla-bla y la gente cada día es más ignorante y se muere de hambre. Pero ha!!!!! cuidado con la naturaleza!!!! prfffff...
 

DPhoenix

Bovino Milenario
#3
Añado esta noticia que va relacionada con el tema

En Cancún se pudo, presume el Presidente


Cancún.- En la COP-16 triunfaron la buena voluntad y la responsabilidad humana, por lo que los Acuerdos de Cancún inician una nueva historia de cooperación ante el cambio climático, que superó tensiones y desencuentros, aseguró el presidente Felipe Calderón.
Luego de que se aprobaron los primeros acuerdos en la madrugada del sábado y ante los delegados en la sesión plenaria, el mandatario se congratuló. “Dije que Cancún podía, y la verdad es que Cancún pudo. Cancún podía sacar acuerdos, y Cancún sacó acuerdos. Cancún podía iniciar una nueva era de combate, junto y corresponsable al cambio climático, y lo está logrando”.
Una vez que prosperó la decisión de no detenerse ante la renuencia de Bolivia a avalar el consenso, el presidente Calderón entró al salón a las 3 y media de la mañana, cuando aún no finalizaba la plenaria.
Dijo que los actores relevantes muestran actitudes más constructivas, aunque “el panorama aún se ve brumoso y difícil”, pero aseguró que en Cancún se recuperó la confianza en el multilateralismo y que “la esperanza ha vuelto” para lograr acuerdos respecto al cambio climático y “me atrevo a decir, en muchas otras materias que también requieren confianza y que también requieren esperanza, de nuestros problemas globales”.
Cuando a pesar de la oposición expresada por Bolivia se aprobó el “consenso” ante los Acuerdos de Cancún mientras el jefe negociador calificaba tal hecho de un atentado contra las reglas de la Convención, el presidente Calderón aseguró que México había seguido “escrupulosamente” las reglas.
Además justificó que “actuar ahora hasta el límite que el consenso permite no cancela, ni debe cancelar, no nos lo permitamos, nuestra exigencia ni nuestro nivel de mayor ambición”, indicó luego de felicitar a loa ministros y a su canciller Patricia Espinosa.
A partir de los desencuentros registrados en Conferencias vividas, dijo, se había dañado enormemente la confianza de todos. “La inercia de esa desconfianza llevaba a la parálisis y, sobre todo, a un preocupante sentimiento de incapacidad colectiva ante la avasalladora realidad del cambio climático”.
Según el presidente Calderón, “contra todo pronóstico” hubo un proceso incluyente de negociación y calificó de inéditas algunas acciones para poner en marcha los compromisos de Convención Marco suscrita en 1992, que permitirán actuar de inmediato e “iniciar una nueva era de cooperación en el cambio climático. Hoy damos los primeros pasos de este largo, pero renovado camino”, dijo.
Y parafraseando a la representante de Colombia, dijo que un buen acuerdo es aquel en el que todas las partes quedan igualmente insatisfechas. Por lo que con los precedentes y las desconfianzas con las que llegó a la COP 16, los delegados lograron “un verdadero éxito” porque, a pesar de todo, hubo acuerdo en una serie de tareas comunes.
En primer lugar mencionó el hecho de que por primera vez se estableció la meta común de mantener por debajo de dos grados centígrados el incremento de la temperatura de la tierra e incluso revisar esa meta a partir de evidencias científicas, así como plasmar en el documento los compromisos voluntarios de mitigación lo que, aseguró, superan las metas de reducción de emisiones de carbono establecidas en el Protocolo de Kyoto. “Aquí nadie, nadie ha renunciado a nuestro indeclinable objetivo de lograr un nuevo periodo para el Protocolo de Kyoto, a través de acuerdos vinculantes”, dijo, par luego admitir que “somos conscientes de que es menos de lo que se requiere”.
El presidente Calderón también enumeró otros logros como los esquemas de apoyo a gastos de adaptación para países pobres, la transferencia de tecnología, la creación de centros de investigación y tecnología en países en desarrollo, en lo que México se compromete a establecer uno por su cuenta.
“Cancún ha sido un logro también”, indicó el mandatario mexicano, por los fondos de arranque rápido por 30 mil millones de dólares, de aquí a 2012 y aunque se quedaron en compromisos para posterior acuerdo, el Fondo Verde, y la movilización de 100 mil millones de dólares anuales, a partir de 2020, para acciones de mitigación y adaptación en países en desarrollo.
Reiteró además que uno de los mayores logros de Cancún fueron los mecanismos para reducir las emisiones por deforestación y degradación de suelos (REDD), con respeto a las comunidades indígenas.
Felicitación de Obama
Los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvieron ayer una conversación en la que intercambiaron puntos de vista sobre el caso WikiLeaks y sobre los resultados de la cumbre climática en Cancún
Ayer, el jefe de la Casa Blanca llamó al presidente Calderón para felicitarlo “por el liderazgo y excelente trabajo realizado por el gobierno de México, los cuales permitieron concluir exitosamente la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático”.
El mandatario estadunidense consideró que se lograron “históricos acuerdos, así como acciones concretas y efectivas frente al cambio climático, que representan un importante paso en la dirección correcta en esta materia
El Jefe del Ejecutivo mexicano agradeció el reconocimiento de Obama y le manifestó que gracias a la voluntad y esfuerzos de todos los países, más allá de diferencias e intereses particulares, fue posible establecer las bases para que se tomen medidas urgentes que se requieren para enfrentar esta amenaza global.
La Casa Blanca informó que la reunión de Cancún “construye sobre el histórico Acuerdo de Copenhague y promueve el esfuerzo para abordar el reto del cambio climático”.
Los presidentes, señaló el comunicado, también destacaron la importancia de la asociación entre México y los Estados Unidos sobre una amplia gama de asuntos y reafirmaron su compromiso compartido de trabajar juntos contra las organizaciones criminales transnacionales, ampliar la cooperación fronteriza y mejorar el bienestar económico de los pueblos de ambos países. (México. Daniel Venegas)
Felicitación de ONU
La Organización de las Naciones Unidas calificó de exitosas las negociaciones que se suscribieron en la COP-16. Además, reconoció la labor de Calderón por la búsqueda de compromisos para beneficio mundial.
“Felicito a los gobiernos por su búsqueda de compromisos, pieza fundamental del multilateralismo efectivo. Al hacer esto, han comprobado que las Naciones Unidas pueden lograr resultados incluso sobre los problemas más desafiantes de nuestros días”, indica el texto.
 

jmcg92.crown

Bovino Milenario
#6
Pero claro, cuando se trata de dinero, todo lo demás vale madres.
La peor parte es que nosotros nos quejamos y nos quejamos y decimos y bla bla bla en contra de esta clase de cosas, pero siempre dejamos que nos pisoteen. Lástima de mundo en el que vivimos.
 
Arriba