¿Qué opinan los periodistas del acuerdo para cubrir la violencia?
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¿Qué opinan los periodistas del
Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia del Crimen Organizado?
Ya el tema causó opiniones encontradas en redes sociales, y entre muchos de los periodistas cuyos medios firmaron el acuerdo.
Animal Político se dio a la tarea de recabar opiniones y análisis sobre el contenido de estos puntos entre gente del medio periodístico, académicos y defensores de derechos humanos para tener testimonios de primera:
“Si este es un acuerdo únicamente de medios sería incompleto” -Mario Campos (@mariocampos).
“El acuerdo me parece, en principio, un ejercicio muy positivo que refleja en todo caso una demanda que llevaba mucho tiempo desde diversas instancias como son, académicos, sociedad civil, periodistas, que desde hace muchos años habían visto que era necesario discutir los criterios con los que se procesaba la información relacionada con el crimen organizado, porque en este proceso de aprendizaje de cómo retratar estos fenómenos se han cometido una serie de errores en, por ejemplo, la vulneración de los derechos de las víctimas del crimen organizado, en servir de cajas de resonancia para las estrategias del crimen, en reproducir de forma acrítica las estrategias de comunicación de las instancias gubernamentales, y por eso me parece muy positivo que los medios de comunicación, manteniendo cada uno su línea editorial, suscriban principios con los que de entrada nadie tendría que estar en desacuerdo.”
Mario Campos, quien conduce la primera emisión en Antena Radio, en 107.9 del FM, señala que no tiene ningún punto en particular con el que tenga objeción. “Mi interés será ver qué instrumentos tiene cada medio de comunicación para ver que lo que han suscrito se cumpla en los hechos”.
Otro de los puntos que resalta es que el acuerdo “tiene que ser un acto voluntario y es perfectamente válido que unos decidan suscribirlo y otros no”, además que sería “un error establecer cualquier tipo de criterio de superioridad moral o periodística porque al final creo que cada medio trata de cumplir de la mejor forma posible con el compromiso que tiene con sus audiencias, con sus radioescuchas, con sus lectores”
“También es un compromiso fundamentalmente con las audiencias, de cuáles son los criterios con los que se va a procesar la información. De tal forma que yo apostaría también por que un acuerdo de esta naturaleza sirva para que los lectores, los radioescuchas, los televidentes valoren si la información que están recibiendo o el tratamiento que están recibiendo consideran que es el más adecuado para los fines de retratar y explicar lo que está pasando. Si este es un acuerdo únicamente de medios sería incompleto”.
Es un acuerdo contradictorio -John M. Ackerman (@johnmackerman)
El señala que es “evidentemente que el acuerdo es una respuesta directa al movimiento “no más sangre”, el cual atribuye la violencia principalmente al gobierno y su fallida estrategia de combate a la delincuencia organizada, y este acuerdo lo que esta haciendo es empujar a una gran cantidad de medios de comunicación a siempre atribuir la violencia al narcotráfico en sus coberturas. Esto para mi es la nuez de este acuerdo.”
Según Ackerman ”hay elementos positivos en el acuerdo, evidentemente, sí hay abusos en la cobertura de estos actos de violencia del narcotráfico. Pero de forma interesante los abusos son más patentes y claros en precisamente los promotores de este acuerdo, como son Televisa y TV Azteca. Si alguien genera más amarillismo y presenta la violencia descontextualizada de lo que está ocurriendo en el país, son los mismos promotores de este acuerdo, entonces, esto llama la atención y hace dudar de la autenticidad del acuerdo, pero también hay cierta esperanza porque si es que realmente se cumplieran con algunos elementos de este acuerdo, las televisoras tendrían que modificar radicalmente las formas en las que cubren estas notas, sobre todo con respecto al contexto y contra el amarillismo. Pero sospecho que esto no es lo más relevante, más bien, de la forma que se presentó hoy, pareciera más un acto político y no tanto un acto periodístico e insisto la nuez para mí es esta respuesta al movimiento “No más sangre”. intentando convocar a los medios de comunicación para que atribuyan la violencia casi exclusivamente a los delincuentes.
“Hay una contradicción muy clara: Dicen, por ejemplo, en el punto 5: no prejuzgar culpables, entonces están diciendo que en principio los medios no deberían estar juzgando con respecto a quién es el responsable de estos delitos, justo para darle su garantía constitucional de debido proceso, pero simultáneamente en el punto 4 dice ¡’Atribuir responsabilidades explícitamente’! Entonces, ¿cómo vamos a atribuir responsabilidades explícitamente si no prejuzgamos? Esto para mí es una contradicción muy fuerte: parece que lo que está diciendo que en materia penal no se debe prejuzgar, pero en materia política sí se debe atribuir responsabilidades desde antes y de acuerdo con los criterios que se tengan en cada medio.”
El peligro es que se conviertan en un gran consejo censor desde la ciudadanía. La duda es si tienen competencia sobre los medios que han firmado o sobre todos los medios. Lo que necesitamos realmente es un órgano ciudadano, pero independiente, para regular a los medios y asegurar más pluralidad en la propiedad y en los enfoques políticos que se expresan en los principales medios de comunicación. Esto es lo que nos va asegurar mayor ética en la materia, a partir de la competencia.
Un documento sin precedentes -
Darío Ramírez, Artículo 19
“El acuerdo firmado es un documento sin precedentes por el apoyo y por el tema”, señala el director para México de
Artículo 19.
“El apoyo por el número de medios que se han adherido a él, y el tema, que es el reflejo de la preocupación y del interés de los medios de comunicación por corregir y analizar cómo se está haciendo la cobertura de la violencia del crimen organizado en nuestro país”.
A decir de Ramírez, el documento es perfectible como todo documento y necesita ver en la realidad qué tanto es viable, pero esto dependerá del compromiso de cada uno de los medios de comunicación que se adhirieron a él. Es un paso significativo para promover una cultura de la prevención y de una prensa responsable.
Para Ramírez hay varios puntos relevantes: 1) La perspectiva de derechos humanos y el respeto a éstos durante las coberturas, 2) elrespeto a las víctimas y a los menores 3) mecanismos de protección a los que se comprometen los medios de comunicación y 4) la cultura de la legalidad, el lenguaje correcto y no acuñar lenguaje que proviene del crimen.
El documento en si no cambia nada, es sólo la visibilización de la buena voluntad y la preocupación de los medios de comunicación, pero lo que sí cambia son las políticas que pueden adoptar de acuerdo a los principios que ahí se enmarcan. Un elemento fundamental de esto es el monitoreo del Consejo Ciudadano, lo cual dará la legitimidad y dirá a ciencia cierta si produjo cambios editoriales o no”.
Los periodistas debemos ver que se cumplan los acuerdos -Elia Baltazar (
@eliabaltazar)
“¿Qué pasa si desde dentro, los periodistas, quienes trabajamos en los medios, en los periódicos, nos damos cuenta que nuestros medios no están cumpliendo con estos acuerdos?
“Yo en principio voy a imprimir este acuerdo, lo voy a pegar en mi lugar de trabajo. ¿Qué va a pasar si descubrimos que en nuestros propios medios no se están llevando a cabo estos acuerdos? ¿Quién va a vigilar este acuerdo desde dentro? A mí me hubiera gustado conocer este documento, que se hubiera dado a conocer dentro de las redacciones”.
“Celebro la disposición de los medios a planearse de cara frente a la sociedad, esa parte es importante. Sin embargo todos los buenos própositos que están contenidos en este acuerdo tienen que llevarse a la práctica por gente real, gente de carne y hueso, no podemos hablar de medios en abstracto o ni siquiera de los directivos de medios como los únicos involucrados en cumplir estos acuerdos.
Para la periodista de Excélsior e integrante de
Periodistas de a pie y
Los queremos vivos quienes en el día a día van a cumplir estos acuerdos, de quienes depende que estos puntos del acuerdo se lleven adelante, son quienes trabajan en los medios, de los reporteros, los editores, los fotógrafos, quienes estamos en la primera linea de la información.
“Ahí es donde yo veo un vacío, creo que hay una brecha que todavía hay que salvar. No es un secreto que las condiciones laborales en los medios no son los ideales, en algunos casos ni siquiera cercano a lo ideal. El punto fundamental que debió haberse integrado a este acuerdo es un compromiso de los medios por ofrecer un periodismo de calidad a los ciudadanos. No es justo ni está bien que lo hagamos, tener una opinión maniquea de que (el acuerdo) es totalmente bueno o totalmente malo. Cada uno de los puntos hay que analizarlos en su posibilidad de llevarlos a cabo”.
En México predomina la hipocresía -Gustavo de la Rosa @GustavodelaRosa
El defensor de derechos humanos y visitador de la CNDH en Chihuahua, señala que el “acuerdo” firmado por los medios refleja que en México comienza a predominar la hipocresía, pues los medios deben dedicarse a informar y no a hacer propaganda.
“Me preocupa que empecemos a convertirnos en un país donde domine la hipocresía”, indica el especialista.
“Cuando los dueños de los medios de comunicación no son periodistas lo que más les intresa es que sus empresas obtengan las mayores ganancias. Los medios se han convertido en propagandistas porque no dan la noticia tal cual es, la dan con una alteración de cantidad o con una alteración en la calidad para poder estar en posibilidades de convertir (la información) en un negocio.”
De la Rosa refiere que en el periodismo se debe priorizar la información y dejar de hacer propaganda.
Hay cuestiones que me parecen no sólo improcedentes, sino ridículas -Sandra Rodríguez
Sandra Rodríguez, reportera de
El Diario de Juárez opina que “hay cuestiones importantes para la reflexión de todos los periodistas, aunque no porque vengan del acuerdo, como son la consideración a la presunción de inocencia y la protección a las víctimas. Esto me parece que es muy de avanzada, aunque no creo que deba estar en un acuerdo que vincule a los medios de esta manera, sino que debe ser una decisión de cada medio”.
La ganadora en octubre pasado del premio “Reporteros del Mundo” otorgado por el diario español
El Mundo, afirmó que “Hay cuestiones que me parecen no sólo improcedentes, sino ridículas. Por ejemplo, cuando dice ‘no convertirse en vocero de la delincuencia organizada’. Creo que para empezar, como en este país no se investigan los delitos, es bien difícil para los medios determinar quién es la delincuencia organizada. Por ejemplo, en el estado de Chihuahua la delincuencia organizada es la misma policía de los diferentes niveles. Determinar políticas diciendo lo que es el bien el mal, en un país donde todo esto se cruza, es, sino improcedente, al menos no llevará a ningún lado”.
La reportera juarense finaliza afirmando sobre el punto 4 del acuerdo (La información que se difunda sobre el crimen organizado debe asignar a cada quien la responsabilidad que tenga sobre los hechos de violencia) que “¡Esto es absolutamente imposible! ¿Nosotros cómo vamos a saber quién tiene qué responsabilidad en cada hecho de violencia si al menos parece que ninguno de estos se investigan?”
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