Desde que tengo uso de razón siempre mis hermanos y yo hemos tenido una rara capacidad para percatarnos de cosas que muchos o la gran mayoría no puede ver, mi caso en particular inicio en unas vacaciones de fin de semana que tuve con la familia, un pueblo en la península de Yucatán donde las leyendas de aluxes no se hacen esperar, pues en la casa donde nos quedamos a pasar la noche existen varias historias y una en particular que en mis siguientes aportes le contare.
Esta se basa en una noche que por el espacio me toco compartir hamaca con mi mamá dormimos en sentidos opuestos, como les comentaba en el párrafo anterior siempre he tenido un extraño sentir para las cosas paranormales, al grado que me despiertan por la noche tal y como paso aquella noche que abrí los ojos y no pude evitar mirar un resplandecer blanco junto a la hamaca de uno de mis hermanos; por la silueta alcance a distinguir que se trataba de una mujer que vestía de blanco y alcanzaba a apreciar por la posición de sus brazos que cargaba a un bebé, por supuesto que me asuste mucho y trataba de despertar a mi madre pero la voz no me salía y cuando por fin lo logré me dijo que me durmiera que no era nada (jajajaja), aún recuerdo de manera muy clara su voz diciéndome que la deje dormir, bueno pero la cosa no quedo así, lo que se me hace mas escalofriante fue ver como caía esa imagen sobre la hamaca de mi hermanito como si empujaras una tabla, de esa forma cayó, eso fue lo que me hizo pegar un brinco y aferrarme fuerte a los pies de mi mamá, entonces dejo de suceder y después de pasar la noche despierto logre conciliar el sueño justo cuando se podía ver la claridad de la mañana.
No fue el último lugar donde vi a esa mujer, tiempo después la volví a ver 2 veces mas pero ahora junto a mi hamaca, en mi cuarto, parada justo a la altura de mis pies, debo confesar que aun me da mucho miedo pero como que ya logro controlar un poco, rezo un par de oraciones y casi de inmediato después de ver que se ha ido logro conciliar el sueño.
Mi edad de la primera vez que vi a esta mujer podría se de unos 6 o 7 años, y las 2 veces siguientes a los mejor unos 15 a 18, ahora ya tengo 30 y la verdad no quisiera volver a verla.
Tengo un sin fin de anécdotas que me han pasado y a mis hermanos (uno de ellos al grado de desmayarse) que con el paso del tiempo les iré redactando.
Paz y bien
Esta se basa en una noche que por el espacio me toco compartir hamaca con mi mamá dormimos en sentidos opuestos, como les comentaba en el párrafo anterior siempre he tenido un extraño sentir para las cosas paranormales, al grado que me despiertan por la noche tal y como paso aquella noche que abrí los ojos y no pude evitar mirar un resplandecer blanco junto a la hamaca de uno de mis hermanos; por la silueta alcance a distinguir que se trataba de una mujer que vestía de blanco y alcanzaba a apreciar por la posición de sus brazos que cargaba a un bebé, por supuesto que me asuste mucho y trataba de despertar a mi madre pero la voz no me salía y cuando por fin lo logré me dijo que me durmiera que no era nada (jajajaja), aún recuerdo de manera muy clara su voz diciéndome que la deje dormir, bueno pero la cosa no quedo así, lo que se me hace mas escalofriante fue ver como caía esa imagen sobre la hamaca de mi hermanito como si empujaras una tabla, de esa forma cayó, eso fue lo que me hizo pegar un brinco y aferrarme fuerte a los pies de mi mamá, entonces dejo de suceder y después de pasar la noche despierto logre conciliar el sueño justo cuando se podía ver la claridad de la mañana.
No fue el último lugar donde vi a esa mujer, tiempo después la volví a ver 2 veces mas pero ahora junto a mi hamaca, en mi cuarto, parada justo a la altura de mis pies, debo confesar que aun me da mucho miedo pero como que ya logro controlar un poco, rezo un par de oraciones y casi de inmediato después de ver que se ha ido logro conciliar el sueño.
Mi edad de la primera vez que vi a esta mujer podría se de unos 6 o 7 años, y las 2 veces siguientes a los mejor unos 15 a 18, ahora ya tengo 30 y la verdad no quisiera volver a verla.
Tengo un sin fin de anécdotas que me han pasado y a mis hermanos (uno de ellos al grado de desmayarse) que con el paso del tiempo les iré redactando.
Paz y bien
