México.....En la segunda guerra mundial...

imlea

Bovina de la luna
#1
Hola :cute:

Buenas noches... Me gusta leer y mucho, el otro día, me entere de algo en el pasado de México que me pareció increíble... Increíble en el modo de no dar crédito a lo que me dijeron, y me puse a leer y a investigar... Y me encontré con esto... Es algo largo y si no gustan de leer, están a tiempo de salir... Sin mas preámbulos... Este es mi tema... No supe bien como llamarlo...

Para empezar...

Durante el primer semestre de 1940, Adolfo Hitler y los altos mandos de la Wehrmacht analizaban en su búnker militar si su poderío en tecnología bélica, aunado a sus innovadoras tácticas de guerra, les permitirían someter en breve a dos potencias mundiales de manera simultánea: la Unión Soviética e Inglaterra.



Ejercito soviético


En junio de ese mismo año pusieron en curso la invasión aérea sobre el Reino Unido, preámbulo a la Operación León Marino, que consistía en un desembarco sobre las playas inglesas tras abatir a sus aviadores, mientras preparaban la Operación Barbaroja contra la Unión Sovietica. Según cuenta Walter Schellenberg en Los secretos del Servicio Secreto Alemán, los generales del ejército nazi creían ciegamente en la locura de Hitler, quien aseguraba con firmeza: "el ejército ruso será derrotado en seis semanas".

Esa confianza en la palabra del Führer los hizo enviar sus tropas a sortear el gélido invierno nórdico. Para enfrentar a Inglaterra al mismo tiempo, resultaba vital conocer el apoyo que podría recibir de su aliado en Estados Unidos. Por ende, la Oficina Central de Seguridad del Reich, encabezada por Reinhard Heydrich, puso manos a la obra para investigar el potencial de Norteamérica y acabar con la resistencia al otro lado del Atlántico.


Reinhard Heydrich encargado de la oficina central de seguridad alemana

Todas las secciones del aparato de espionaje alemán participaron en esa tarea. La Gestapo de Heinrich Müller; el Contraespionaje Político del RSHA encabezado por W. Schellenberg y la Abwehr; el Servicio de Inteligencia Militar, que dirigía el carismático Almirante Wilhelm Franz Canaris, quien se adelantó al decretar órdenes para ampliar las operaciones de su organización al hemisferio occidental.


El ejército alemán necesitaba conocer a detalle el potencial industrial de Estados Unidos, así como los movimientos navales de su flota y sus estrategias militares. Por lo tanto, la Abwehr escogió a México para establecer un centro de espionaje en todo el continente. El Almirante Canaris consideró competir en territorio mexicano por su valor estratégico: una extensa y porosa frontera con Norteamérica, desde donde se podría ejecutar el sabotaje a su industria.

Esta es la parte que me sorprendió de verdad...

Adolfo Hitler y Hermann Göring tenían otro objetivo al mandar a sus hombres a México: aprovechar sus ricos yacimientos petrolíferos. Desde el mes de mayo de 1938 Alemania recibía importantes flujos de crudo, proveniente de la República Mexicana. El presidente Lázaro Cárdenas le vendió petróleo a Hitler, a la Italia fascista de Mussolini y al Japón del emperador Hiroito como una medida para salvar su decreto de expropiar el energético a las empresas británicas, holandesas y estadounidenses.



Cuando el Presidente ordenó la nacionalización de la industria petrolera, el 18 de marzo de 1938, Gran Bretaña y los Estados Unidos reaccionaron con un boicot a México y exigieron a sus aliados que no le compraran crudo a la empresa recién creada por Cárdenas: Petróleos Mexicanos. Adolfo Hitler y Benito Mussolini rechazaron el boicot y gracias a ello se convirtieron en los salvadores de la paraestatal mexicana. El petróleo mexicano que recibía la Alemania nazi, era procesado en sus refinerías de Hamburgo, donde se producía el combustible que utilizaba su fuerza aérea, la Luftwaffe.




En 1938 la producción de crudo en la República Mexicana alcanzó los 38.8 millones de barriles anuales y se vendía al exterior alrededor del 70 %. Durante los primeros años de la guerra, Alemania absorbió el 48 % de las exportaciones, Italia el 17 % y Japón compraba una cantidad menor.

Para la Operación Barbaroja, el ejército nazi preparaba cinco mil aeronaves y más de 3,500 tanques. Esos planes enfatizaron la importancia que tenía México, ya que hasta los primeros meses de 1940 aún dependían de sus fuentes de abastecimiento. Así que durante el arranque de la Segunda Guerra Mundial, el Tercer Reich no podía darse el lujo de perder el suministro del crudo mexicano.


La Abwehr comenzó los preparativos para mandar a sus hombres a México a finales de 1939. Se analizaron planes en la sede del Oberkommando der Wehrmacht con los responsables de la División Económica del Servicio de Inteligencia (IWI por sus siglas en alemán), sección que buscaba conocer el potencial industrial de los países enemigos.


El doctor Ernest Bloch, quien comandaba a la IWI, revisó una lista para seleccionar quién viajaría a la República Mexicana. El responsable debería conocer muy bien tanto Latinoamérica como Norteamérica, hablar el idioma español e inglés y estar capacitado para el espionaje industrial. Después de analizar los expedientes, se inclinó por un militar que recién se había reintegrado a la milicia y en ese momento estaba como encargado de las operaciones de la IWI en Holanda, Bélgica y Francia.


doctor Ernest Bloch

El oficial seleccionado contaba con 42 años de edad, y 10 de ellos los había vivido trabajando en Colombia en diversas sucursales del banco Germánico de las Américas del Sud. Su nombre: Georg Nicolaus. Como segundo al mando se escogió a un barón llamado Friedrich Kart Von Schelebrugge. Nicolaus nació el 26 de septiembre de 1898 en Charlottenburgo. Era hijo del banquero, Robert Nicolaus. Después de concluir su militancia en el ejército germano en la Primera Guerra, se fue a trabajar en el Banco de Antioquía, una subsidiaria del Banco Germánico en Colombia. Gracias a ello, recorrió Sudamérica y conoció a profundidad su cultura.

En octubre de 1939 Nicolaus fue contactado por el Ernest Bloch para proponerle ampliar las operaciones de la Abwehr a México: "Tu misión -le dijo Bloch- tendrá como objeto determinar la potencialidad bélica de nuestros enemigos en el hemisferio occidental", según testimonio del propio Nicolaus, registrado en el Archivo General de la Nación, Galería 2 IPS, Caja 330 Expediente 1, que contiene su declaración al FBI en Bismark, Dakota del Sur, al término de la Segunda Guerra Mundial.


La misión fue clasificada de máxima prioridad para el ejército de Hitler, ya que además del espionaje industrial, incluía vigilar movimientos de navíos militares y buques de carga de los Estados Unidos, principalmente en el Golfo de México y a través del Canal de Panamá. Sus operaciones incluirían también conseguir materias primas para su maquinaria bélica.

Inmediatamente después de su elección comenzó una capacitación para enviarlo a México, la cual duró alrededor de tres meses. Se intercalaba entre la sede del Oberkommando Wehrmacht y el Instituto Químico Técnico del Reich, donde realizó un curso de sabotaje. Durante su entrenamiento conoció que se pueden fabricar poderosos explosivos mezclando un inofensivo chocolate con substancias que se pueden adquirir en cualquier farmacia.


Georg Nicolaus arribó en avión a la capital mexicana el 30 de marzo de 1940. Pudo cruzar sin problemas los filtros de la migración mexicana gracias al aplomo aprendido durante su entrenamiento.

En el momento de su arribo la efervescencia política imperaba en todo el país. La nación se encontraba convulsionada por ser año electoral: se disputaba la presidencia para sustituir a Lázaro Cárdenas. La candidatura de un militar de derecha, Juan Andreu Almazán, ganaba simpatías desde Baja California hasta Yucatán. El candidato oficial del grupo en el poder, Manuel Ávila Camacho, se mostraba conservador. Ambos aspirantes querían deslindarse de las medidas radicales del presidente saliente.


Desde Berlín se dieron órdenes de reforzar la presencia germana en México. Para mediados de 1940 comenzaron a llegar agentes de la Gestapo y prominentes colaboradores de los nazis que operaban en Brasil, Argentina, Francia y España. Para esa fecha ya había concluido el gobierno de Cárdenas, y antes de abandonar la presidencia, redujo los envíos de crudo a Alemania. Los nazis, por su parte, pretendían penetrar e influir en los miembros del nuevo gabinete del presidente Manuel Ávila Camacho, quien derrotó a Almazán en unas elecciones controversiales.

Entre otros espías, llegó el ciudadano de origen polaco Edgard S. Weisblat, considerado por los servicios de inteligencia estadounidenses como "uno de los más expertos y capaces agentes de la Gestapo", como se puede corroborar en la Caja 318 de las Investigaciones Políticas y Sociales del Archivo General de la Nación.





Además, dos prominentes sospechosos de apoyar al régimen fascista acapararon la atención en el país: Errol Flynn (acusado por Charles Higham como colaborador de los Nazis en Errol Flynn: The Untold Story), el famoso actor, y Jean Paul Getty, multimillonario estadounidense.

A esos círculos se sumó el magnate sueco Axel Wenner-Gren, quien era considerado uno de los hombres más ricos del mundo. Llegó con el pretexto de invertir en varias empresas, a bordo de su esplendoroso yate de 1,850 toneladas, el Southern Cross. Fue recibido por el hermano del presidente, Maximino Ávila Camacho, en el Puerto de Veracruz. Wenner-Gren era enviado directamente por órdenes del mariscal Hermann Göring, el segundo al mando de la Alemania Nazi, según se especula en documentos desclasificados por el Archivo General de Washington, recogidos en el libro Trading With The Enemy: The Nazi-American Money Plot 1933-1949.



El 9 de febrero de 1941 llegó a México Hilda Krüger, una actriz que probablemente colaboraba en los círculos nazis. Fue enviada directa del poderoso Dr. Joseph Goebbels, el Ministro de Propaganda del Tercer Reich.




Quien tuvo mejor suerte para ganarse al gobierno mexicano fue Hilda. A menos de dos meses de haber llegado al país ya registraba entre sus amantes a dos altos funcionarios del gabinete de Ávila Camacho: el Secretario de Gobernación Miguel Alemán Valdés y el subsecretario de Finanzas Ramón Beteta, según cuenta un memorándum enviado por la embajada de Estados Unidos en México al Departamento de Estado el 1 de julio de 1941, y que aún se puede encontrar en el Archivo General de Washington. Según el servicio de inteligencia estadounidense, Krüger "viajaba a la ciudad de Toluca" con el Ministro Interior, y con el financiero al puerto de Acapulco. Los agentes estadounidenses que la vigilaban informaron al Departamento de Estado que Hilda Krüger también se relacionaba con el Canciller Ezequiel Padilla y con el general Juan Andreu Almazán.




Krüger había entrado ilegalmente al país por Nuevo Laredo como ciudadana americana gracias a una carta de recomendación que envió Jean Paul Getty al Secretario de Relaciones Exteriores Padilla, como se encuentra datado por el FBI en un documento sobre la investigación del caso de Krüger. Para el 3 de julio de 1941, la actriz decidió legalizar su estancia inscribiéndose en el Registro de Extranjeros del Servicio de Migración. Su ficha, la número 137348 que se encuentra en el Archivo General de la Nación, precisa que es alemana, con 28 años, 1.65 m. de altura, soltera y actriz de teatro. Donde se solicita un nombre y domicilio en México de una persona que pueda dar referencias, la actriz escribió: "Lic. Miguel Alemán".

Gracias a la protección del Secretario de Gobernación, el aparato de espionaje que conformó Nicolaus pudo realizar exitosas operaciones para los nazis, como enviar a Europa "cientos de toneladas" de materias primas para fabricar explosivos. Enviaron reportes sobre movimientos navales de la flota de los Aliados y datos muy precisos sobre la producción de aviones en Estados Unidos y Canadá, así como informes respecto a la fabricación de material bélico. Un documento que devela con claridad estas prácticas, es aquel enviado por el capitán del Puerto de Coatzacoalcos, quien le informa al presidente Ávila Camacho sobre la llegada de estas mercancías, fechado el 15 de julio de 1942, y que se encuentra en el Archivo General de la Nación.

En marzo de 1941 las redes del Tercer Reich recibieron reportes sobre un buque inglés que se encontraba anclado en el puerto de Tampico. Inmediatamente tomaron la decisión de ejecutar el primer ataque contra un navío enemigo en este lado del Atlántico, para lo cual se planeó colocar una bomba y hundir el barco mercante artillado llamado Forresbank.




primer objetivo del espionage aleman en mexico el Forresbank.

La noche del 11 de marzo se reunieron Walter Baker (el principal agente en Tampico), un marinero de apellido Juettner, Von Schelebrugge y Nicolaus en el Río Pánuco, donde estaba anclado el Forresbank. Baker consiguió una pequeña balsa de hule para llegar al barco por la noche: "Dejamos -narra Nicolaus en su declaración al FBI al término de la Segunda Guerra- a Schelebrugge en el automóvil. Baker nos acompañó al río. En seguida Juettner y yo nadamos empujando por delante la balsa con el explosivo y el alambre. Estaba oscuro y el agua aceitosa. El Forresbank estaba anclado lejos y nos tardamos media hora en llegar. Podíamos ver a los guardias a bordo, así como el cañón del barco. Tenía poco lastre y se veía buena parte de la hélice. Trabajamos juntos, amarramos con alambre la bomba en una de las aspas de la hélice que quedaba bajo el agua". La bomba estaba programada para explotar cinco días después. "Regresamos a tierra conservando la balsa, que fue devuelta a Baker. Cuando llegamos al automóvil Schelebrugge estaba dormido".

Después de perpetrar el atentado se mandó un reporte a los mandos de la Abwehr y se solicitaron instrucciones. Desde Berlín se les ordenó esperar, ya que su acción generó nuevos planes para atacar a los Estados Unidos. Así, Canaris diseñó la Operación Pastorius, el primer plan nazi para importar la guerra al territorio norteamericano.

El operativo, que tomó el nombre de Daniel Pastorius, líder del primer grupo de alemanes que llegó al nuevo continente, consistió en desembarcar en la costa este de EU a dos grupos capacitados para colocar explosivos en blancos estratégicos El proyecto fue aprobado y se ordenó a la Abwehr enviar submarinos a Florida y Nueva York.


Meses antes de que arrancara ese proyecto, el aparato de espionaje en México comenzó a infiltrar agentes nazis a los Estados Unidos. El principal colaborador en esta actividad era un importante empresario alemán de Monterrey llamado Guido Otto Moebius.

El 20 de febrero de 1942 se informó al Secretario de Gobernación que Nicolaus había viajado a Monterrey, "donde fue a ver a un alemán llamado Guido Otto Moebius", quien tenía una poderosa antena de radiotransmisor para recibir órdenes de Berlín.



Otro de los reportes de la Secretaría de Gobernación, conservado en el Archivo General de la Nación en la Caja 329 de la Galería 2, precisó: Otto Moebius "desarrolla gran actividad en compañía de los alemanes Kitscha y Massa, en el contrabando de agentes nazis entre México y Estados Unidos (...) Los agentes son llevados subrepticiamente a los Estados Unidos, y traídos a México en la misma forma". Por su parte, los espías norteamericanos informaron al Departamento del Estado que Moebius actuaba como "el jefe de la organización nazi local que incluye a 150 soldados perfectamente entrenados".

Cuando el Departamento de Estado conoció los informes mexicanos sobre el contrabando de espías, cambió su actitud frente a Miguel Alemán, quien "se había convertido en el representante de los intereses de Alemania en México" (Paco Ignacio Taibo II, "Café, espías, amantes y nazis", La Jornada, octubre de 2001) y comenzó una campaña para que se eliminara "la Quinta Columna nazi". La presión que ejerció Estados Unidos obligó al gobierno de Ávila Camacho a capturar a Nicolaus, Moebius y Krüger en marzo de 1942.




Las detenciones realizadas en México provocaron que los simpatizantes de Hitler escondieran sus tendencias ideológicas y comenzaran a colaborar estrechamente con el gobierno norteamericano. Para refrendar la nueva relación entre México y Estados Unidos, los mandatarios Manuel Ávila Camacho y Franklin Delano Roosevelt acordaron reunirse en Monterrey, el 20 de abril de 1943. Esto serviría para mandar un mensaje a los políticos y seguidores de los alemanes.

Durante sus cónclaves privados en Monterrey, los Presidentes Manuel Ávila Camacho y Franklin D. Roosevelt discutieron estrategias para la defensa de sus fronteras y la seguridad de ambas naciones.


Sin embargo, esos planes fueron conocidos por el disminuido aparato de espionaje alemán, ya que el traductor oficial fue un agente nazi incrustado en la oficina de la Presidencia, un teniente de nombre Roberto Trauwitz Amezaga.

La escena que se desarrolló en el majestuoso Palacio de Gobierno de Nuevo León ahora resulta cómica: el mandatario estadounidense, contando secretos de Estado para combatir al Tercer Reich con su homólogo mexicano, sin sospechar que el hombre que lo traducía era un agente que colaboraba con Nicolaus, y que incluso su hermana era la líder de las Juventudes Hitlerianas en México.



Como mencioné... Quedé anonadada... ¿La corrupción en México no es tema actual?... ¿Era peor en otras fechas? (si soy una ingenua preguntándome esto)... La verdad no quiero causar controversias... El afán de este tema era el de compartir... En lo personal, cuando hondas demasiado, las aureolas se le caen a los santos... Gracias a los que se tomaron la molestia de leer este post...

fuente >>>>>>>>>>>>> :eolo:
 

Deta

Bovino Milenario
#6
pues fue un post genial, entre en la historia y me parece interesante, ademas no se donde pero habia leido que la fuerza aerea mexicana habia apoyado en resguardo de bombarderos aliados en la segunda guerra mundial, no se si antes o despues de este hecho, en fin ojala tenga el dato y te lo paso, gracias por compartir...
 

pastelitoatomico

Bovino adolescente
#7
muy buena informacion! Yo busque en google "la verdad de los testigos de jehova" y salio informacion de ellos relacionada con la alemania naci y pues como informacion tambien esta buena. Bueno, saludos y gracias por compartir
 

pack8

Bovino Milenario
#13
que interesante y ya despues vienen los hundimientos de los buques "faja de oro" y "potrero de llano" lo cual hace que México participe en la Segunda Guerra Mundial con el Escuadron 201
 

efx__3d

Bovino de alcurnia
#14
muy, pero muy interesante información, jamás pensé que México hubiera estado enredes de espionaje CON ALEMANIA !!! o_O
 

mix_taurix1

Bovino de la familia
#16
Buena información, gracias por compartir la guerra si fue mundial no solo se limito a los enfrentamientos en europa, rusia y japon sino que muchos paises participaron en diferentes niveles.
 

eahl2

Bovino maduro
#17
Ya tenia conocimiento que Mexico habia estado en la segunda guerra mundial, pero la verdad no sabia de que manera y pues nada que ver con lo que me imaginaba....
 

cega

Bovino maduro
#19
que interesante y ya despues vienen los hundimientos de los buques "faja de oro" y "potrero de llano" lo cual hace que México participe en la Segunda Guerra Mundial con el Escuadron 201
También por ahi leí que los que provocaron el hundimiento de esos buques no fueron los alemanes, si no los gringos para motivar a México a que entrara a la guerra como su aliado, ya que temían de una invasion nazi por medio del territorio nacional, haciendo parecer que los alemanes habían sido los causantes de eso.

Pero bueno, excelente información si me puse con cara de :eolo:, son cosas que no enseñan los libros de texto.
Gracias por compartir imlea
 
#20
excelente aporte es bueno conocer de nuestra incomoda historia, y bien dice mi abue, mas jala un cabello de mujer que una yunta de bueyes mira que tener de amante a 2 de los hombres mas influyentes en mexico de ese tiempo, no puedo creer hasta donde llega nuestra politica desde esos tiempos, por cierto, en un documental aparecio una carta de la primer guerra mundial donde se pedia a colaboracion de mexico a invadir eua y que acambio alemania le regresaria el territorio perdido (claro en caso de ganar) ahi se los dejo como dato. Y una vez mas Muy buen aporte
 
Arriba