Me quedo un poco sorprendida con algunas respuestas (aunque todas sean respetables). Se afirman cosas, se invocan hasta bases de Psicología para dar fuerza a los argumentos, y tan felices.
Lo que cuentas, sucede a muchas personas y no solo con la pareja, suelo cambiarle el nombre a mis primos, tios, con frecuencia y no hay ningún trastorno psicológico detrás, ni los llamados "actos fallidos de la teoría de Freud, que no sea una falta de atención.
Como te dicen algunos bakunos, si a ti te molesta, lo encaras de frente y lo hablas. El hacerle lo mismo es una respuesta infantil y poco inteligente, y lo creáis o no, si algo valoramos muchas mujeres, es la inteligencia.
saludos
Gabriela