Más quejas contra marinos por los secuestros de civiles.

king changuis

Bovino Milenario
#1
Un claro ejemplo para todos aquellos incautos que creen que el ejercito, la marina o cualquier otro cuerpo represor defiende a la ciudadanía o tan siquiera la interesa un poco los derechos humanos, que les recuerdo son inalienables no un privilegio.





Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 3 de julio de 2011, p. 2
Deme un cambio de ropa para su esposo, le dijo el marino a María de los Ángeles Díaz de León Alvarado mientras otros miembros de la Armada de México sacaban a su marido Martín Rico García de la cama el pasado 5 de junio. Nerviosa, aterrada por el operativo que invadía su casa a las seis de la mañana, alcanzó a juntar algunas prendas de vestir y se las dio. Lo arrastraban entre varios, y el hijo preguntó llorando: ¿A dónde se lo llevan? ¿Dónde lo vamos a ir a buscar? Una mujer con el mismo uniforme de la institución le contestó antes de subirse al vehículo oficial: No llores, tu papá va a estar bien. Y desde entonces desapareció.

Del 1º al 23 de junio, marinos secuestraron a 15 hombres residentes de Nuevo Laredo bajo el mismo método: sin orden de cateo entraron a las casas, sin orden de aprehensión se los llevaron. Ha pasado un mes de aquellos hechos documentados con videos y fotografías por los familiares de las víctimas y no hay rastro de ellos.

La Semar niega los hechos, pero los testimonios y las pruebas demuestran los delitos cometidos por integrantes de la institución supuestamente mejor valorada de México. Sin embargo, en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, donde centran sus operaciones, aumentan las quejas contra la Armada por violaciones a derechos humanos: tortura, ejecuciones sumarias y desapariciones.

Sin piedad

Tenga 400 pesos para que arregle la chapa de la puerta y para el susto, le dijo un marino a Oralia Guadalupe Villaseñor Vázquez antes de irse. Había llegado a la una de la madrugada el 5 de junio, destrozando la cerradura de la puerta para entrar a la casa de José Fortino Martínez Martínez, junto a un gran operativo de la Armada de México: “El ruido nos despertó. De repente ocho hombres vestidos con uniformes de la Marina estaban en la casa. Le ordenan a mi esposo que salga. Él les dice que le permitan ponerse un short. Ellos le piden la credencial de elector. Y lo sacan. Desde entonces no sabemos nada de él”.

Oralia Guadalupe y José Fortino, ambos de 33 años, trabajan desde hace seis años en una cooperativa de una escuela primaria. Tienen cuatro hijos de 15, 11, siete y dos años. Aquella madrugada del 5 de junio hubo confusión: “Cuando todos salieron de la casa dejaron que mi esposo volviera a entrar y él les dijo: ‘Señores: ¿ya terminaron, ya puedo cerrar la puerta?’ Uno le contestó: ‘Sí, ya ciérrala’. Mi esposo intentó cerrar pero la chapa no servía. En eso se acerca un marino y le dice: ‘Mejor ven con nosotros. Te vamos a tomar unas huellas’. Y se lo llevaron”.

Acostumbrada a enfrentar las adversidades, Oralia Guadalupe no se quedó en casa esperando que volviera su marido. Subió a sus hijos al coche y fue siguiendo el convoy de 14 camionetas, en el cual integrantes de la Marina lo llevaban sin orden de detención: “Los seguí. Estuvieron en varios domicilios. Yo aprovechaba y me bajaba. Le preguntaba a cualquiera de ellos: Señor, deme razón de mi esposo. ¿Por qué se lo llevan? ¿Qué delito cometió? Me decían: ‘No le podemos decir nada, no podemos dar información. Y no nos siga porque podemos dispararle’”.

La amenaza no hizo efecto en Oralia Guadalupe, que decidió continuar detrás de ellos hasta que llegaron al hotel Santa Mónica. Allí los marinos bajaron a los secuestrados y los metieron en las habitaciones: “Me quedé afuera con mis hijos en espera de alguna noticia. Mi hijo de siete años empezó a gritar: ‘Mami, mami, allí está mi papá en la habitación 123, se asomó por la ventana, trae la playera rayada’”.

Al verlo, pudo comprobar que era su esposo. Suplicando, llorando, les pedía que le permitieran verlo, pero dos mujeres de la Marina la apartaron junto a otras personas que se encontraban en su misma situación y se fueron: Estamos desesperados esperando una llamada. Cualquier ruidito en casa pienso que es él. Quiero pedirle a la Marina que si él cometió un delito, que nos diga para que sea juzgado, pero si es inocente, que lo liberen. Ya no sé qué hacer, no sé qué decirles a mis hijos... Es puro llorar. Sólo les digo: imagínense que su papá anda de viaje y pronto volverá.

Inconsolable, Oralia Guadalupe se limpia las lágrimas constantemente. Tiene miedo de las represalias, al igual que todas las madres, esposas y hermanas que están buscando a los desaparecidos por esa dependencia, pero está decidida a seguir: Me desilusiona la Marina. Yo vi cuando ellos lo sacaron. ¿Por qué ahora dicen que no fueron ellos?, ¿por qué mienten? Le pido a Dios que toque los corazones de los marinos y que lo liberen; nos hace falta; no sé si lo están maltratando. Yo le pido a Dios que le dé fuerzas para que aguante porque yo lo quiero con vida, no quiero que me lo vayan a matar.

En la piel

El hijo de María Cruz Camarillo Pérez tiene todo el cuerpo tatuado, incluso la cabeza. Siempre le gustó grabarse la piel y finalmente puso una tienda en Nuevo Laredo. Vivió desde pequeño en Fort Worth, Texas, con su madre y sus hermanos, pero decidió volver a México hace tres años. El 2 de junio a las 11 de la noche José Cruz Díaz Camarillo, de 32 años, se encontraba trabajando en su taller cuando un grupo de marinos con uniforme y vehículos oficiales arribó al lugar: Era la hora de cerrar. Llegaron preguntando por otra persona que no estaba allí. Los cuatro empleados de mi hijo me cuentan que lo golpearon mucho. Y que al final se lo llevaron con un cliente jovencito que estaba allí de casualidad. Creen que porque tienen tatuajes son delincuentes, pero no es así. A mí tampoco me gustan, pero a él sí.

Antes de irse los marinos se dieron cuenta de que había una cámara de video dentro del local, la destruyeron y se llevaron el aparato. El 4 junio, María Cruz, de 58 años, llegó a México desde Fort Worth para buscar a su hijo: Cada vez nos sentimos más desesperados. Me siento muerta en vida. No sé qué hacer para encontrarlo. He sufrido tanto por este hijo, sin saber dónde está. Ando solita luchando, pensando qué tan golpeado lo tengan. Me estoy imaginando lo peor.

María Cruz tiene cinco hijos y 17 nietos. Nunca imaginó tocar tantas puertas en busca de un hijo desaparecido. Fue a oficinas de la Procuraduría General de la República, al cuartel militar, a la Procuraduría de Tamaulipas y a los hospitales. Nadie la ayudó argumentando temor a la Marina. Finalmente fue el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, dirigido por Raymundo Ramos, el que le dio apoyo necesario para iniciar la búsqueda a través de vías legales.

No queremos perder las esperanzas, dice llorando y recordando que la última vez que lo vio fue el 10 de mayo. Ya van dos veces que lo sueño. Siento que mi hijo está bien. Él es muy bueno y muy amiguero. Crucito me ha dado muchos nietos. Tiene cinco hijos y uno en camino. Tenemos mucha esperanza en Dios. Somos muchos con hijos desaparecidos. Y hay que luchar para encontrarlos. No creo que pueda sobrevivir sin saber de él. No importa que lo tengan enterrado, pero que me digan. Lo que sea, que ya me lo enseñen; que esté vivo, pero si no es así, pues ni modo, pero que ya nos den razón para poder estar tranquilos... Este dolor es muy fuerte. Cuando se mueren se sufre pero sabemos dónde están, sin embargo, así, es una incertidumbre, es algo mucho más duro.

La ley no mata

La mamá de Diego Omar Guillén Martín, de 22 años, trabajador en un puesto de tacos, aún no entiende por qué la Marina, que se supone representa a la ley, actuó así el 4 de junio: “Entraron a la casa a las cuatro de la mañana violando la puerta. Eran ocho marinos. Llegaron a mi recámara, donde estaba dormida con mi esposo y un nieto de cuatro años. Estaban apuntando con sus armas, azuzándonos. Les dije: ¿Qué pasa? Tengan cuidado, aquí hay un niño. Y uno me contestó: ‘Señora, no se asuste, necesitamos que su esposo salga. Y usted no se mueva de aquí’”, dice María Isabel Martínez Alarcón, de 48 años, residente de la colonia Mirador, donde se acusa a la Marina de haber secuestrado a otras personas.

En la otra recámara estaban su nuera y Diego Omar. Les preguntaron si tenían armas o droga. Al registrar no encontraron nada: “Empezaron a maltratar a mi hijo, lo llevaron a mi recámara. Fue la última vez que lo vi parado en la puerta. Me dijo: ‘Mamá, ¿qué pasa? ¿qué quieren estos hombres?’ Lo sacaron descalzo con su bermuda de dormir. Le voltearon su playera tapándole la cara. A mi esposo le ordenaron que se metiera. Por la ventana vi que lo llevaban agarrado corriendo y lo treparon a una troca de la Marina. Mi nuera les gritó: ‘¿A dónde lo llevan?’. Uno le contestó: ‘No se preocupe señora, usted después lo reclama’. Desde entonces no lo hemos vuelto a ver”.

Sin saber a quién dirigirse, María Isabel llamó al Ministerio Público, pero el agente que le contestó le sugirió hablar al cuartel y un militar le explicó que no tenían nada que ver con la Marina, pero le comentó: hemos oído que están guardando personas en el aeropuerto. Fuimos al aeropuerto, allí nos mandaron a una guarnición. Levantamos un amparo, un acta en derechos humanos y nada. La Marina dice que no, pero nosotros los vimos, no nos lo platicaron. Fueron ellos. Hay fotos y videos que lo demuestran. No levantamos falsos. Es verdad lo que estamos diciendo. Estamos desesperados. Queremos que lo entreguen, se supone que se lo llevaron representantes de la ley, aunque no están actuando de acuerdo con la ley, pero tengo esperanza. Se supone que la ley no mata.

http://www.jornada.unam.mx/2011/07/03/index.php?section=politica&article=002n1pol
 

heavymeza

Bovino adicto
#2
Creía exagerar, pero al leer la nota me doy cuenta que regresó el fantasma de las dictaduras de Videla y Pinochet, el fantasma de los desaparecidos.
Ya ven porqué hay que protestar hasta la mas mínima vulneración a nuestros derechos y garantías?
 

Pescado_azul

Bovino maduro
#3
no dudo que dos o tres soldados estén en el ejército por dinero, yo tengo la idea de que eran disfrazados

hace un tiempo leí que un sujeto fue detenido por soldados por el simple hecho de que llevaba pantalones con el mismo estampado que usan en el ejército y le dieron de dos sopas

-entrega los pantalones a los soldados
-los convierte en bermudas

además, en casi cualquier lugar se puede conseguir ropa parecida a la del ejército, que se vea como uno no necesariamente significa que sea uno de verdad
 

Jamir201bk

Bovino adicto
#4
no dudo que dos o tres soldados estén en el ejército por dinero, yo tengo la idea de que eran disfrazados

hace un tiempo leí que un sujeto fue detenido por soldados por el simple hecho de que llevaba pantalones con el mismo estampado que usan en el ejército y le dieron de dos sopas

-entrega los pantalones a los soldados
-los convierte en bermudas

además, en casi cualquier lugar se puede conseguir ropa parecida a la del ejército, que se vea como uno no necesariamente significa que sea uno de verdad
además, en casi cualquier lugar se puede conseguir ropa parecida a la del ejército, que se vea como uno no necesariamente significa que sea uno de verdad[
 

king changuis

Bovino Milenario
#5
no dudo que dos o tres soldados estén en el ejército por dinero, yo tengo la idea de que eran disfrazados
No existe pero ciego que aquel que no quiere ver ...

Pero este tipo de respuestas es el resultado de un análisis barato y sin sentido, no podemos decir que todos los soldados son asesinos, violadores o secuestradores pero como siempre lo han repetido hasta el cansancio ellos solo siguen ordenes. Y cual es el resultado de estas ordenes ? Masacres, violaciones a mujeres, desapariciones forzadas, un genocidio como el actual, una constante y sistemática violación a los derechos humanos.

Si bien hoy conocemos cual es el lugar donde van a para aquellos soldados que tiene la valentía y la dignidad de decir "NO" a las ordenes sin sentido de la cúpula militar, también tenemos por el otro lado declaraciones tan burdas y tontas como para defender el actual estado fallido en el que vivimos.
 

Pescado_azul

Bovino maduro
#7
la verdad estoy asombrado por la objetividad de algunos

ojalá, y es en serio, que no lleguen al extremo de aventarse a una barranca si ven o escuchan que los demás lo hacen

bárbaro y sin sentido? lo de bárbaro a lo mejor y te lo creo porque no pensamos igual pero lo de sin sentido no completamente, en ningún momento la nota sale de la apariencia de estos sujetos para identificarlos como soldados cuando presentan los testimonios y que a su vez éstos (los testimonios) sólo son una prueba única de las muchas que dicen tener y que no presentan

a lo mejor no puedo probar que no eran de la marina o del departamento que sea, pero la nota tampoco se esfuerza para convencernos
 

witty001

Baneado :(
#8
Como dice el usuario anterior, la nota no se esfuerza en convencernos para nada, de hecho, suena a cuento proselitista como tantos que abunda, como el que se encontró un soldado en el súper y le contó su historia, como el que que vió una versión no editada de bob esponja donde calamardo se volvía loco y mataba a todos...

No es que no queramos ver la verdad, que sin duda ahí está, pero una cosa muy diferente es creernos historias baratas, que para hacerse creíbles introducen numerosos simbolismos sentimentales, para hacerse más convincentes, creo que cuando se recurre a eso para hacer una historia creíble, es por la falta de reales pilares para que por sí sola se contituya como tal... el hijo gritando papiii, la narrativa al puro estilo televisivo de la rosa de guadalupe, el hijo que salió adelante con esfuerzo y dedicación, los crueles soldados mandados por el dictador, fríos y sin escrúpulos... etc, etc...

Historias baratas sin duda, y luego dicen que si no las creemos es porque televisa así nos tiene, que para intentar ganarles ahora se usan los mismo métodos???
 

king changuis

Bovino Milenario
#9
Bueno vamos por partes...

Una pregunta, como saben que no eran disfrazados del narco?
Antes que nada a falta de un buen redactor, asumiré que tu pregunta se refería a que si acaso no eran narcos disfrazados de marinos ...

En primer lugar, los familiares de las personas desaparecidas han acudido a varias instancias tanto civiles como militares y ninguna les ha hecho caso y mucho menos aquella instancia a la que se le culpa directamente para al menos decir "No, no fuimos nosotros".

En segundo lugar no ha existido por parte de la marina una averiguación para saber quienes secuestraron a estas personas, por que ? Pues por que fue un operativo suyo el que se los llevo.

la verdad estoy asombrado por la objetividad de algunos

ojalá, y es en serio, que no lleguen al extremo de aventarse a una barranca si ven o escuchan que los demás lo hacen

bárbaro y sin sentido? lo de bárbaro a lo mejor y te lo creo porque no pensamos igual pero lo de sin sentido no completamente, en ningún momento la nota sale de la apariencia de estos sujetos para identificarlos como soldados cuando presentan los testimonios y que a su vez éstos (los testimonios) sólo son una prueba única de las muchas que dicen tener y que no presentan

a lo mejor no puedo probar que no eran de la marina o del departamento que sea, pero la nota tampoco se esfuerza para convencernos
Como dice el usuario anterior, la nota no se esfuerza en convencernos para nada, de hecho, suena a cuento proselitista como tantos que abunda, como el que se encontró un soldado en el súper y le contó su historia, como el que que vió una versión no editada de bob esponja donde calamardo se volvía loco y mataba a todos...

No es que no queramos ver la verdad, que sin duda ahí está, pero una cosa muy diferente es creernos historias baratas, que para hacerse creíbles introducen numerosos simbolismos sentimentales, para hacerse más convincentes, creo que cuando se recurre a eso para hacer una historia creíble, es por la falta de reales pilares para que por sí sola se contituya como tal... el hijo gritando papiii, la narrativa al puro estilo televisivo de la rosa de guadalupe, el hijo que salió adelante con esfuerzo y dedicación, los crueles soldados mandados por el dictador, fríos y sin escrúpulos... etc, etc...

Historias baratas sin duda, y luego dicen que si no las creemos es porque televisa así nos tiene, que para intentar ganarles ahora se usan los mismo métodos???
El par de usuarios que escribieron esto están acostumbrados a un ejercicio periodístico carente de toda moral y que peca de propagandistico, o bueno es lo unico que me explica ese par de respuestas carentes de sentido.

Me fastidia hacer esto pero lo hare por uds. dos compañero, el periodismo se divide en varias ramas y la que uds. leen en esta nota es un reportaje y por lo mismo no busca convencer a nadie de nada, si uds. piden a gritos que alguien les inserte ideas, los guíe en su vida diaria pues prendanle a Lopez Doriga, a Loret de Mola o a cualquiera que les diga que pensar por que el verdadero ejercicio periodístico no va a convencerte de nada, de hecho ni los reportajes de opinión tratan de convencer sirven para vertir "una opinión" y que a partir de ella podamos compararla con otros o elaborar análisis de la realidad.

Este par de opiniones me traen el recuerdo de una época donde se negaba hasta lo irrisorio la desaparición de miles de seres humanos, estoy hablando de la "guerra sucia" (que si bien aquí en México no vivimos los niveles que sufrieron nuestros hermanos sudamericanos, si sufrimos desapariciones forzadas, asesinatos en masa, violaciones de derechos, etc.), pero hoy en día es una burla que estamos de cara a las consecuencias que este tipo de acciones por parte del estado nos trajo como sociedad y algunos ciudadanos se empeñen en repetir las dosis de "ingenuidad" que en esa época les receto el estado.
 
#11
El par de usuarios que escribieron esto están acostumbrados a un ejercicio periodístico carente de toda moral y que peca de propagandistico, o bueno es lo unico que me explica ese par de respuestas carentes de sentido.

Me fastidia hacer esto pero lo hare por uds. dos compañero, el periodismo se divide en varias ramas y la que uds. leen en esta nota es un reportaje y por lo mismo no busca convencer a nadie de nada, si uds. piden a gritos que alguien les inserte ideas, los guíe en su vida diaria pues prendanle a Lopez Doriga, a Loret de Mola o a cualquiera que les diga que pensar por que el verdadero ejercicio periodístico no va a convencerte de nada, de hecho ni los reportajes de opinión tratan de convencer sirven para vertir "una opinión" y que a partir de ella podamos compararla con otros o elaborar análisis de la realidad.

Este par de opiniones me traen el recuerdo de una época donde se negaba hasta lo irrisorio la desaparición de miles de seres humanos, estoy hablando de la "guerra sucia" (que si bien aquí en México no vivimos los niveles que sufrieron nuestros hermanos sudamericanos, si sufrimos desapariciones forzadas, asesinatos en masa, violaciones de derechos, etc.), pero hoy en día es una burla que estamos de cara a las consecuencias que este tipo de acciones por parte del estado nos trajo como sociedad y algunos ciudadanos se empeñen en repetir las dosis de "ingenuidad" que en esa época les receto el estado.
Jaja y dale con lo de siempre, que nadie puede tener una idea diferente o independiente, si no es bajo el yugo de la tv?
Ese recurso... bueno creo que solo pongo de manifiesto mi subyugación e idolatrización por los señorones de la tv al negarlos verdad? Pero en fin, a lo que me refería y si de perdido te detuviste a leer el comentario que la realidad es innegable, tanto que ni siquiera me atrevería a tratar de defenderla o negarla, pero de ahí a creer estas "notas periodisticas subramificadas", pues es muy diferente; a lo que me refería es a la forma de narrativa que raya peligrosamente en el cuento mágico, claro validado en la inclusión de numerosos simbolismos sentimentales, y cualquiera que haya ido a la preparatoria puede ver eso, que no te quiere convencer de nada, estoy de acuerdo, lo que si trata y claramente es explotar la manipulación sentimental, o el sentimiento de pertenencia, claro que te quiere convence, no de la forma de noticia cruda, pero si por manipulacion, y que quede claro que jamás intenté decir que lo que trata de transmitir "el reportaje", no pase, eso creo que el se atreviera a negarlo de plano o esta ciego o con retraso severo.
 

ethereo

Bovino maduro
#12
Una pregunta, como saben que no eran disfrazados del narco?

Eso es lo peor de todo, ahora y nunca se podrá saber, ya que como todos sabemos, esas 2 caras, (narco / militar o policias) estan el uno por el otro, como uña y mugre por decir una frase y lamentablemente ahunque nos lo pinten bonito, nunca se acabará.

Saludos.
 

Joker

Moderador risitas
#13
Cómo saben que no eran narcos disfrazados? Pues de la misma manera en que no saben si efectivamente eran marinos. Pero independientemente de la respuesta aquí se cometió un crimen y se llama secuestro (o privación ilegal de la libertad). Es muy fácil suponer cuando se trata de unos o de otros, para empezar, si eran narcos, qué caso tenía disfrazarse de marinos? Qué caso tenía seguir sus métodos? No hubiera sido más fácil ejecutarlos ahí mismo? Porque sabemos que existen diferencias a la hora de operar entre los narcos y los marinos.

El modus operandi es muy raro que cambie, especialmente porque no hay motivo real para hacerlo. La lógica indica que es más probable que sean marinos, porque es lo más lógico. Ahora bien, podemos estar equivocados? Claro que sí, pero para eso están las instancias. Si yo soy la autoridad y un grupo delictivo se anda disfrazando de mis operativos para cometer ilícitos, no debería estar interesado en investigarlo? No sería lógico pensar que ellos deberían ser quienes quisieran atraparlos? Entonces, por qué no hacen nada?

Si estas son las razones por las que nosotros creemos que fueron marinos, podrían indicar cuáles son las razones que les hacen creer que no son?
 

king changuis

Bovino Milenario
#14
Jaja y dale con lo de siempre, que nadie puede tener una idea diferente o independiente, si no es bajo el yugo de la tv?
Ese recurso... bueno creo que solo pongo de manifiesto mi subyugación e idolatrización por los señorones de la tv al negarlos verdad? Pero en fin, a lo que me refería y si de perdido te detuviste a leer el comentario que la realidad es innegable, tanto que ni siquiera me atrevería a tratar de defenderla o negarla, pero de ahí a creer estas "notas periodisticas subramificadas", pues es muy diferente; a lo que me refería es a la forma de narrativa que raya peligrosamente en el cuento mágico, claro validado en la inclusión de numerosos simbolismos sentimentales, y cualquiera que haya ido a la preparatoria puede ver eso, que no te quiere convencer de nada, estoy de acuerdo, lo que si trata y claramente es explotar la manipulación sentimental, o el sentimiento de pertenencia, claro que te quiere convence, no de la forma de noticia cruda, pero si por manipulacion, y que quede claro que jamás intenté decir que lo que trata de transmitir "el reportaje", no pase, eso creo que el se atreviera a negarlo de plano o esta ciego o con retraso severo.
Claro que puedes tener una idea diferente, todas las que gustes pero tu como el otro usuario están pidiendo una nota que se esfuerce en convencerlos de creer algo, yo simplemente te pongo donde puedes obtener esas "notas periodísticas" que pides, no es mi culpa que te contradigas entre un comentario y otro.

Pero mira para que veas que soy buena onda y lo que busco aquí no es otro asunto que hacer llegar noticias del contexto actual del país te voy a dejar un informe de Amnistía Internacional México, donde hablan del mismo tema, solo para que no te esfuerces en buscar mas información y aprendas a distinguir entre "notas periodisticas subramificadas" y verdadero periodismo ...


El presidente mexicano Felipe Calderón debe iniciar inmediatamente una investigación civil sobre el paradero de al menos seis personas detenidas por Efectivos de la Secretaría de Marina (SEMAR) a principios de junio, ha dicho hoy Amnistía Internacional.
En una carta abierta dirigida al Presidente, El Secretario General de Amnistía Internacional, Salil Shetty, apunta a los testimonios y fotografías que evidencian las desapariciones forzadas de al menos seis personas entre el primero y cinco de junio en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

“Han transcurrido casi cuatro semanas y aún no sabemos nada respecto al paradero de estas personas o del por qué fueron detenidas por integrantes de la Marina” ha dicho hoy Javier Zúñiga, Asesor Especial de Amnistía Internacional.

“Como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas mexicanas, la cadena de comando termina en el Presidente Felipe Calderón. El Presidente ordenó a las Fuerzas Armadas participar en el combate contra la delincuencia organizada y es el último responsable de cualquier abuso cometido contra los derechos humanos”.

“El Presidente debe urgentemente garantizar que se conozca el paradero de estas personas y que los tribunales civiles sean quienes hagan rendir cuentas a los responsables de estas desapariciones”.

Entre los desaparecidos se encuentran: José Fortino Martínez, José Cruz Días Caramillo, Joel Díaz Espinoza, Martín Rico García, Diego Omar Guillen Martínez y Usiel Gómez Rivera.

En cuatro de estos casos, personal no uniformado de la Marina extrajo a los hombres de sus casas y les transportó en vehículos oficiales. En una ocasión familiares siguieron al convoy hasta las puertas de una base militar cercana.

Familiares de los detenidos han dicho que estos fueron interrogados con respecto a la posesión de drogas y armas, pero que nunca se mostró una orden de arresto u otra justificación para su detención.

Una organización local de derechos humanos en Nuevo Laredo ha recibido durante este mes reportes de otras ocho desapariciones forzadas que no han sido denunciadas por los familiares por miedo a represalias.

La SEMAR continúa negando su participación en las desapariciones.

A pesar de las denuncias presentadas con autoridades locales y nacionales, el paradero y las condiciones en las que se encuentran los detenidos continúan sin conocerse. De acuerdo con las familias la investigación iniciada por la Procuraduría General de la República no ha mostrado avances significativos.

México se ha adherido a varios tratados internacionales para poner fin a las desapariciones forzadas que constituyen una grave violación al estado de derecho y que pueden considerarse como crímenes de lesa humanidad.

“México se enfrenta a una compleja situación de seguridad, pero eso nunca justifica que las autoridades cometan o ignoren serias violaciones a los derechos humanos” dijo Javier Zúñiga.

“El Presidente Calderón debe enviar un mensaje fuerte y claro de que las desapariciones forzadas y otras violaciones a los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas no serán toleradas"

http://amnistia.org.mx/nuevo/2011/0...esapariciones-forzadas-imputadas-a-la-marina/
 

king changuis

Bovino Milenario
#15
Como posdata de esto y para que nos vayamos dando cuenta del tipo de instituto que es la Marina, va otra notita. Igualmente de un medio muy respetado y que no necesita andar haciendo "cuentos de hadas para convencer ciudadanos"

El marino que desapareció… en tierra
MARCELA TURATI
REPORTAJE ESPECIAL

Marinos durante un operativo.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (Proceso).- A cuatro días de haber sido comisionado por la Secretaría de Marina para participar en operativos especiales en Lázaro Cárdenas, Michoacán, el marino de 26 años Paolo César Antonio Cano Montero desapareció. Cuando sus familiares preguntaron por su paradero, los mandos superiores de la Armada respondieron que el joven había desertado… y no lo buscaron.

Esto ocurrió el 28 de octubre de 2010 y desde entonces su familia lo ha intentado localizar sin el apoyo de esa institución, que acusa al joven de su propia desaparición: considera que huyó, aunque en ningún documento consta que Cano Montero haya pedido su baja.

“Se comunicaba cada tercer día con su madre y la última vez habló para decirnos que había llegado bien, que Lázaro Cárdenas estaba muy bonito, que el 28 iba a salir de comisión, que por favor le depositáramos 2 mil pesos… y no volvió a hablar. El depósito sigue en su cuenta; nunca lo retiró. Sus cosas están en su casillero. ¿Cómo es posible que nos digan que desertó?”, señala Gregorio Cano Uribe, padre del desaparecido.

En sus manos lleva un cartel elaborado por la PGR donde se lee que su hijo tiene 26 años, mide 1.79, posee un lunar carnoso del lado izquierdo de la boca y que el registro de su expediente es el 675/EXT/2010.

Aunque el señor Cano ha viajado a Michoacán para encontrar pistas sobre su tercer hijo –el menor de la familia–, la procuraduría ni siquiera les dio número de acta cuando denunció su desaparición. En el XX Batallón de Infantería y Marina el comandante Melquíades Martínez Severo y el marino Abraham Cervantes Puereco lo recibieron con la noticia de la “deserción” de su hijo.

Gregorio Cano pidió que le mostraran las pertenencias de su hijo y frente a él rompieron el candado de su casillero; constató que su ropa y su celular estaban ahí. Sólo pudo averiguar que un día su hijo se fue al centro de la ciudad con dos compañeros y no regresó.

“Estaba contento en la Marina, iba a cumplir dos años, le gustaba andar en los operativos. Se sentía importante”, dice a Proceso.

Derechos humanos



Para ingresar a la Marina Cano Montero tomó un curso de tres meses (“de mucho ejercicio, órdenes básicas, historia, derecho, disciplina”, según comenta el padre). Fue dado de alta en la Armada el 1 de abril de 2009. Su número de matrícula es C-8727009. En la foto del diploma se le ve con su uniforme. Había estudiado dos años de bachillerato técnico en radiología, pero dejó las clases porque le atrajo la vida policial y entró a Guardias Presidenciales, donde cuidaba funcionarios.

En sus menos de dos años en la Marina fue asignado a la aduana de Veracruz, la destrucción de cultivos de mariguana y amapola en Sinaloa y a reforzar labores en Monterrey, donde participó en enfrentamientos con bandas del crimen organizado.

La familia ha levantado quejas ante las procuradurías General de la República y las generales de Justicia del Distrito Federal y Michoacán, la Presidencia de la República y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Recurrió también a la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, que logró la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que su caso fuera escuchado por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias.

A raíz de su encuentro con los representantes de la ONU, el trato gubernamental hacia la familia cambió: la Subprocuraduría de Justicia de Michoacán le pidió que acudiera a Lázaro Cárdenas a ampliar su denuncia, para que no quedara como acta circunstanciada. A su vez, la CNDH realizó diligencias en Michoacán y solicitó muestras de ADN a la familia para cotejarlas con cuerpos encontrados.

Sin embargo, la Secretaría de Marina mantiene su indiferencia. Cada semana, cuando Gregorio Cano llamaba para pedir informes, le inventaban nuevos hallazgos. A veces le decían que habían encontrado un cuerpo parecido al de su hijo; después lo negaban. Incluso le dijeron que habían averiguado que el muchacho había sido forzado a subir a un auto. Por el desgaste emocional el hombre ya dejó de llamarles.

http://ht.ly/5yb7s
 

king changuis

Bovino Milenario
#16
Y al final nomas por no dejar y saber que todas nuestras fuerzas armadas son vulnerables a los malos elementos ...

Y perdón por los usuarios que leen en estas notas un sentimentalismo extra por la desaparición forzada de un ser humano, es que aun se torna difícil el deshumanizarse.

El ejército detiene a dos militares sospechosos de desaparición y tortura
Miércoles, 06 de julio de 2011 a las 09:57



(CNNMéxico) — Los presuntos responsables de la desaparición forzada del joven Jethro Ramsés Sánchez Santana fueron detenidos y presentados ante un juez militar, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Sin dar más detalles sobre la identificación de los consignados, la Sedena publicó en un comunicado que dos oficiales subalternos fueron detenidos por su presunta responsabilidad en los delitos de violencia y homicidio de Jethro Sánchez y el de tortura contra el ciudadano Horacio Hernández Demesa.

Jethro desapareció el 1 de mayo después de haber sido detenido —junto con Horacio— por policías municipales en Cuernavaca, Morelos, por supuestamente incitar un conflicto callejero. Ellos lo entregaron a policías federales que argumentaron que sólo hacían labores de vigilancia y lo llevaron con militares, según describió Horacio Hernández.

El joven Hernández Demesa regresó a su hogar tras haber sido golpeado por los militares, pero a Jethro su familia no lo ha vuelto a ver.

“El Ejército mexicano sigue negando tener información alguna sobre el paradero de Jethro Sánchez Santana, y no hay ningún indicio de que la SIEDO investigue a los miembros del Ejército”, denunció Amnistía Internacional la semana pasada.

La Sedena aseguró que ha entrado en contacto con la familia de Jethro para proporcionarles el apoyo necesario y mantenerlos informados sobre la investigación del caso.

La desaparición forzada de Jethro fue uno de los casos que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia, le presentó al presidente Felipe Calderón el 23 de junio pasado, cuando ambos se reunieron en el Castillo de Chapultepec para discutir un cambio en la estrategia contra el crimen organizado.

En su reporte anual 2011, El estado de los derechos humanos en el mundo, Amnistía Internacional denunció que en el país regía la impunidad sobre todo cuando los involucrados en abusos y violaciones a derechos humanos eran juzgados bajo el fuero militar, como podría ocurrir en el caso de Jethro y Horacio.

El artículo 13 de la Constitución mexicana determina que los militares sólo podrán ser juzgados en tribunales afines. Según Amnistía, durante el último año no hubo información de un solo militar en activo condenado por violaciones a garantías individuales, pese a que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) registró 1,613 quejas de abusos perpetrados por las fuerzas armadas.

http://mexico.cnn.com/nacional/2011...litares-sospechosos-de-desaparicion-y-tortura
 
#17
Sí, también leo la página de proceso...
y también ( y perdón por tomar experiencias personales como referencia, sé que eso no tiene mucha validez para algunos), conozco personas víctimas de ésto y tengo 2 amigos entrañables en la marina, de los que tengo más de 6 meses de no saber nada, En fin hehe creo que te seguirás empeñando en ver solo las partes en rojo de lo que escribo, es el problema cuando te empeñas en ver solo lo que quieres ver, sin notar que existe un contexto...
 

Robertson

Bovino Milenario
#18
Familiares de desaparecidos se quejan de represalias por denunciar a la Marina

- Elementos de la Armada torturan en Coahuila a detenidos, acusa ONG

Periódico La Jornada
Domingo 10 de julio de 2011, p. 2


El domingo pasado fue tiroteada la casa de Oralia Guadalupe Villaseñor –ubicada en Nuevo Laredo, Tamaulipas–, quien denunció a la Marina por la desaparición de su esposo, Fortino MartínezFoto La Jornada


Nuevo Laredo, Tamps. Oralia Guadalupe Villaseñor Vásquez sabía que arriesgaba su vida al denunciar a la Armada de México por la desaparición de su esposo, José Fortino Martínez Martínez, a manos de marinos, pero nunca imaginó las consecuencias. Un día después de que algunos medios nacionales, entre ellos La Jornada, publicaron su historia, su casa fue balaceada con armas de grueso calibre. Le dejaron 40 agujeros en la fachada.


Fue la madrugada del domingo pasado. Eran las tres de la mañana y su coche estaba estacionado fuera y la luz exterior de la casa encendida. Pero afortunadamente ella estaba dormida con sus cuatro hijos en la vivienda de su madre. Dios la salvó, dice, aunque el mensaje surtió efecto: ha decidido exiliarse en Estados Unidos y prefiere dejar de buscar a su marido para proteger a sus hijos. Ya no quiero saber nada, ya no quiero pedir justicia. Que se haga lo que Dios quiera.


Para Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, las cosas están claras: es un mensaje de vida o muerte para quienes andamos denunciando a los marinos.


En Nuevo Laredo son 15 los casos de desaparición forzada atribuidos a la Armada, ocurridos del primero al 23 de junio pasado. En todos los casos, marinos portando uniforme y viajando en vehículos oficiales secuestraron a hombres que ahora están desaparecidos. Sin orden de cateo, sin orden de detención se los llevaron.


Los familiares tienen fotos y videos que demuestran cómo los marinos mantuvieron por horas en el hotel Santa Mónica a los secuestrados e incluso a algunos en el aeropuerto. Y saben algo más: que a todos se los llevaron finalmente a un lienzo charro ubicado a 50 kilómetros de Nuevo Laredo –donde la Marina hizo un campamento–, en Hidalgo, Coahuila. Pero ninguna autoridad ha hecho nada. Ni la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, ni la PGR, ni la SIEDO. Ni siquiera la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha girado recomendación alguna. Por eso, los familiares se han visto en la indefensión absoluta.


“Hemos tomado una decisión muy vergonzosa, muy humillante, que es decir a la Secretaría de Marina: ‘vamos a retirar las denuncias, ya no vamos a hacer ningún cuestionamiento público, solamente presenten a nuestros familiares vivos o muertos. Si quieren de manera anónima. Dígannos dónde están y nos olvidamos del asunto’”, afirma Ramos, que ha solicitado medidas cautelares para las esposas, madres y hermanas que presentaron las denuncias.


En el discurso existen los derechos humanos, en el discurso existe la protección a las familias que denuncian la violencia del Estado, pero en la realidad no. Se supone que vivimos en un estado de derecho, y renunciar a la justicia, a la formalidad de un procedimiento jurídico es muy humillante.


Impunidad endémica
Otras madres han decidido continuar. Los tenemos que encontrar vivos o muertos. Nos tienen que decir dónde quedaron, advierte María Isabel Martínez Alarcón, madre de Diego Omar Guillén Martín, desaparecido por marinos el 4 de junio. Vive en la colonia Mirador, donde la Armada secuestró a otro hombre el mismo día: A las 10 de la noche mi hermano fue a la farmacia con su esposa en su coche. Llegaron los marinos, lo bajaron de su carro, le pidieron a su esposa que se retirara. Él les preguntó la razón por la que se lo llevaban, si no había cometido delito alguno. Se defendió. Forcejeó y le pusieron la chicharra eléctrica, hasta que desfalleció. Luego le pusieron las esposas y lo cargaron entre varios. Otro marino se llevó su coche, señala Ana Gómez Rivera.


Se trata de Usiel Gómez Rivera, mecánico de 33 años. Fue secuestrado por personal de la Marina en la vía pública: “fuimos a Hidalgo, Coahuila, al campamento que tienen allá. Vimos salir camionetas grises de la corporación. Cuando fuimos se nos ponchó una llanta cerca del campamento. Y salieron unos marinos. Les dijimos que íbamos buscando a mi hermano y uno nos respondió: ‘Por lo menos su familiar cayó en manos de nosotros, si hubiera caído en manos del Ejército ya lo hubieran matado’”.


La noche que se lo llevaron, algunos marinos fueron a la casa de Osiel, donde se encontraba su hijo de 13 años junto a otros niños de la familia: mi sobrino no sabía nada. Rodearon la casa apuntando con armas largas. No encontraron nada. Y asustaron a los niños.


Las escenas de los abusos de marinos cometidos en Nuevo Laredo se han vuelto cotidianas. Violan las garantías individuales con total impunidad. Cuenta que ese mismo día en una pizzería había 15 trabajadores de una fábrica cercana donde labora su sobrina. Elementos de la Marina llegaron al lugar para catear a los comensales: los tuvieron desde la una hasta las tres de la tarde supuestamente investigándolos. Me quedé sorprendida porque se supone que ellos nos vienen a traer seguridad, y lo que nos están dando es inseguridad, secuestrando gente.
Explica que tienen un video que presentaron a la procuraduría de Tamaulipas y a la PGR, donde se ve claramente que los marinos llevan a su hermano al hotel Santa Mónica la misma noche del secuestro. En las imágenes también se ve cómo un marino estaciona el auto de Usiel Gómez Rivera: cuando salen se ven las camionetotas de la Marina y en medio el carro de mi hermano, y se ve cuando lo sacan para llevárselo quién sabe adónde. Queremos la verdad. Estamos desesperados. Así como ellos se lo llevaron, quiero que me lo entreguen con vida, porque no es justo lo que están haciendo. Si ya les mostramos las pruebas, ¿qué más quieren? La Marina los tiene.


Los elementos de la Marina siguen patrullando la colonia Mirador: no dejan de pasar por las calles. Catean y se llevan gente. Se estacionan en la esquina de la casa y se ponen a platicar con mujeres y están coqueteando todo el tiempo. No sé qué trabajos están haciendo. Si van en plan de conquista o supuestamente a darnos seguridad o inseguridad. Se están llevando gente inocente. Están violando la ley. Supuestamente son 72 horas y aquí los tienen hace más de un mes.


No se muevan o disparamos
El 3 de junio a las dos de la madrugada, Ana Alejandra López escuchó ruidos en el exterior del rancho que cuida su esposo, Joel Díaz Espinosa, cerca de Nuevo Laredo. Se asomó por la ventana y vio a un marino con uniforme, quien le apuntó con un arma larga y dijo: no se muevan o disparamos.
Agrega: mi esposo lo que hizo fue abrazarme y decirme que me quería mucho. En esos momentos entraron unos cinco hombres vestidos con uniforme militar y chalecos que decían Marina y armados con metralletas y se llevaron a mi esposo por la fuerza.


Aturdida y asustada, Ana Alejandra preguntó: ¿Adónde se lo llevan? Uno de ellos le advirtió: No salga de su casa y no avise a nadie. Si lo hace vendremos por usted también.


Los marinos arrastraron a Joel, y Ana Alejandra pudo ver desde un orificio de la puerta cómo lo golpearon antes de subirlo a un vehículo oficial. Uno se quitó el casco y con él le pegó en la cabeza, mientras otro le daba puñetazos en el rostro.
Por el secuestro y la desaparición forzada a manos de elementos de la Marina, presentó una denuncia ante la PGR con sede en Nuevo Laredo, donde también están integradas otras desapariciones del mismo tipo en la averiguación previa penal número 1994-III/2011.


También interpusieron un amparo por la desaparición de José Cruz Camarillo, Martín Rico García, Héctor Alejandro Rodríguez Vásquez, Diego Omar Guillén, Usiel Gómez Rivera, Alejandro Gil Martínez Martínez, Reynaldo Vielma Cisneros, Juventino Vital Gaona y David Juventino Vital Montalbo (estos últimos son padre e hijo).
Faltan algunos nombres de los 15 desaparecidos, pero sus familias no quieren ventilarlos públicamente porque tienen miedo. La Marina llegó la primera semana de mayo. Le teníamos cierta confianza. Empezamos a ver patrullajes en convoyes de 10 a 15 o 30 vehículos. Pero a las semanas siguientes comenzaron a hacer cateos ilegales y a torturar personas en un campamento que tienen a 50 kilómetros de Nuevo Laredo, en Hidalgo, Coahuila, afirma Raymundo Ramos.


Las primeras desapariciones no fueron denunciadas, pero hay numerosos testimonios al respecto: una vez que los torturaban, los liberaban. A partir del día primero de junio empiezan a hacer detenciones ilegales. Llegaron a detener 15 personas o más. Y en la mayoría de los casos fueron a sus domicilios cuando estaban dormidos y los sacaron. Se los llevaron al campamento de Hidalgo, Coahuila, y ya no los regresaron. Hay fotos y videos que prueban que ellos fueron los que hicieron las detenciones ilegales.


La Armada negó los hechos en un principio. Luego reconoció en un comunicado el pasado primero de julio que tuvo contacto con seis de los 15 desaparecidos: José Fortino Martínez, José Cruz Díaz Camarillo, Héctor Rodríguez Vázquez, Martín Rico García, Diego Omar Guillén Martínez y Usiel Gómez Rivera, pero aseguró que “hasta el momento no existen indicios que hagan presuponer que el personal naval haya asegurado, y menos aún privado ilícitamente de su libertad a estas personas”.


Código:
http://www.jornada.unam.mx/2011/07/10/politica/002n1pol?partner=rss
 

dannyatm

Bovino adicto
#19
- Elementos de la Armada torturan en Coahuila a detenidos, acusa ONG

Periódico La Jornada
Domingo 10 de julio de 2011, p. 2


El domingo pasado fue tiroteada la casa de Oralia Guadalupe Villaseñor –ubicada en Nuevo Laredo, Tamaulipas–, quien denunció a la Marina por la desaparición de su esposo, Fortino MartínezFoto La Jornada


Nuevo Laredo, Tamps. Oralia Guadalupe Villaseñor Vásquez sabía que arriesgaba su vida al denunciar a la Armada de México por la desaparición de su esposo, José Fortino Martínez Martínez, a manos de marinos, pero nunca imaginó las consecuencias. Un día después de que algunos medios nacionales, entre ellos La Jornada, publicaron su historia, su casa fue balaceada con armas de grueso calibre. Le dejaron 40 agujeros en la fachada.


Fue la madrugada del domingo pasado. Eran las tres de la mañana y su coche estaba estacionado fuera y la luz exterior de la casa encendida. Pero afortunadamente ella estaba dormida con sus cuatro hijos en la vivienda de su madre. Dios la salvó, dice, aunque el mensaje surtió efecto: ha decidido exiliarse en Estados Unidos y prefiere dejar de buscar a su marido para proteger a sus hijos. Ya no quiero saber nada, ya no quiero pedir justicia. Que se haga lo que Dios quiera.


Para Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, las cosas están claras: es un mensaje de vida o muerte para quienes andamos denunciando a los marinos.


En Nuevo Laredo son 15 los casos de desaparición forzada atribuidos a la Armada, ocurridos del primero al 23 de junio pasado. En todos los casos, marinos portando uniforme y viajando en vehículos oficiales secuestraron a hombres que ahora están desaparecidos. Sin orden de cateo, sin orden de detención se los llevaron.


Los familiares tienen fotos y videos que demuestran cómo los marinos mantuvieron por horas en el hotel Santa Mónica a los secuestrados e incluso a algunos en el aeropuerto. Y saben algo más: que a todos se los llevaron finalmente a un lienzo charro ubicado a 50 kilómetros de Nuevo Laredo –donde la Marina hizo un campamento–, en Hidalgo, Coahuila. Pero ninguna autoridad ha hecho nada. Ni la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, ni la PGR, ni la SIEDO. Ni siquiera la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha girado recomendación alguna. Por eso, los familiares se han visto en la indefensión absoluta.


“Hemos tomado una decisión muy vergonzosa, muy humillante, que es decir a la Secretaría de Marina: ‘vamos a retirar las denuncias, ya no vamos a hacer ningún cuestionamiento público, solamente presenten a nuestros familiares vivos o muertos. Si quieren de manera anónima. Dígannos dónde están y nos olvidamos del asunto’”, afirma Ramos, que ha solicitado medidas cautelares para las esposas, madres y hermanas que presentaron las denuncias.


En el discurso existen los derechos humanos, en el discurso existe la protección a las familias que denuncian la violencia del Estado, pero en la realidad no. Se supone que vivimos en un estado de derecho, y renunciar a la justicia, a la formalidad de un procedimiento jurídico es muy humillante.


Impunidad endémica
Otras madres han decidido continuar. Los tenemos que encontrar vivos o muertos. Nos tienen que decir dónde quedaron, advierte María Isabel Martínez Alarcón, madre de Diego Omar Guillén Martín, desaparecido por marinos el 4 de junio. Vive en la colonia Mirador, donde la Armada secuestró a otro hombre el mismo día: A las 10 de la noche mi hermano fue a la farmacia con su esposa en su coche. Llegaron los marinos, lo bajaron de su carro, le pidieron a su esposa que se retirara. Él les preguntó la razón por la que se lo llevaban, si no había cometido delito alguno. Se defendió. Forcejeó y le pusieron la chicharra eléctrica, hasta que desfalleció. Luego le pusieron las esposas y lo cargaron entre varios. Otro marino se llevó su coche, señala Ana Gómez Rivera.


Se trata de Usiel Gómez Rivera, mecánico de 33 años. Fue secuestrado por personal de la Marina en la vía pública: “fuimos a Hidalgo, Coahuila, al campamento que tienen allá. Vimos salir camionetas grises de la corporación. Cuando fuimos se nos ponchó una llanta cerca del campamento. Y salieron unos marinos. Les dijimos que íbamos buscando a mi hermano y uno nos respondió: ‘Por lo menos su familiar cayó en manos de nosotros, si hubiera caído en manos del Ejército ya lo hubieran matado’”.


La noche que se lo llevaron, algunos marinos fueron a la casa de Osiel, donde se encontraba su hijo de 13 años junto a otros niños de la familia: mi sobrino no sabía nada. Rodearon la casa apuntando con armas largas. No encontraron nada. Y asustaron a los niños.


Las escenas de los abusos de marinos cometidos en Nuevo Laredo se han vuelto cotidianas. Violan las garantías individuales con total impunidad. Cuenta que ese mismo día en una pizzería había 15 trabajadores de una fábrica cercana donde labora su sobrina. Elementos de la Marina llegaron al lugar para catear a los comensales: los tuvieron desde la una hasta las tres de la tarde supuestamente investigándolos. Me quedé sorprendida porque se supone que ellos nos vienen a traer seguridad, y lo que nos están dando es inseguridad, secuestrando gente.
Explica que tienen un video que presentaron a la procuraduría de Tamaulipas y a la PGR, donde se ve claramente que los marinos llevan a su hermano al hotel Santa Mónica la misma noche del secuestro. En las imágenes también se ve cómo un marino estaciona el auto de Usiel Gómez Rivera: cuando salen se ven las camionetotas de la Marina y en medio el carro de mi hermano, y se ve cuando lo sacan para llevárselo quién sabe adónde. Queremos la verdad. Estamos desesperados. Así como ellos se lo llevaron, quiero que me lo entreguen con vida, porque no es justo lo que están haciendo. Si ya les mostramos las pruebas, ¿qué más quieren? La Marina los tiene.


Los elementos de la Marina siguen patrullando la colonia Mirador: no dejan de pasar por las calles. Catean y se llevan gente. Se estacionan en la esquina de la casa y se ponen a platicar con mujeres y están coqueteando todo el tiempo. No sé qué trabajos están haciendo. Si van en plan de conquista o supuestamente a darnos seguridad o inseguridad. Se están llevando gente inocente. Están violando la ley. Supuestamente son 72 horas y aquí los tienen hace más de un mes.


No se muevan o disparamos
El 3 de junio a las dos de la madrugada, Ana Alejandra López escuchó ruidos en el exterior del rancho que cuida su esposo, Joel Díaz Espinosa, cerca de Nuevo Laredo. Se asomó por la ventana y vio a un marino con uniforme, quien le apuntó con un arma larga y dijo: no se muevan o disparamos.
Agrega: mi esposo lo que hizo fue abrazarme y decirme que me quería mucho. En esos momentos entraron unos cinco hombres vestidos con uniforme militar y chalecos que decían Marina y armados con metralletas y se llevaron a mi esposo por la fuerza.


Aturdida y asustada, Ana Alejandra preguntó: ¿Adónde se lo llevan? Uno de ellos le advirtió: No salga de su casa y no avise a nadie. Si lo hace vendremos por usted también.


Los marinos arrastraron a Joel, y Ana Alejandra pudo ver desde un orificio de la puerta cómo lo golpearon antes de subirlo a un vehículo oficial. Uno se quitó el casco y con él le pegó en la cabeza, mientras otro le daba puñetazos en el rostro.
Por el secuestro y la desaparición forzada a manos de elementos de la Marina, presentó una denuncia ante la PGR con sede en Nuevo Laredo, donde también están integradas otras desapariciones del mismo tipo en la averiguación previa penal número 1994-III/2011.


También interpusieron un amparo por la desaparición de José Cruz Camarillo, Martín Rico García, Héctor Alejandro Rodríguez Vásquez, Diego Omar Guillén, Usiel Gómez Rivera, Alejandro Gil Martínez Martínez, Reynaldo Vielma Cisneros, Juventino Vital Gaona y David Juventino Vital Montalbo (estos últimos son padre e hijo).
Faltan algunos nombres de los 15 desaparecidos, pero sus familias no quieren ventilarlos públicamente porque tienen miedo. La Marina llegó la primera semana de mayo. Le teníamos cierta confianza. Empezamos a ver patrullajes en convoyes de 10 a 15 o 30 vehículos. Pero a las semanas siguientes comenzaron a hacer cateos ilegales y a torturar personas en un campamento que tienen a 50 kilómetros de Nuevo Laredo, en Hidalgo, Coahuila, afirma Raymundo Ramos.


Las primeras desapariciones no fueron denunciadas, pero hay numerosos testimonios al respecto: una vez que los torturaban, los liberaban. A partir del día primero de junio empiezan a hacer detenciones ilegales. Llegaron a detener 15 personas o más. Y en la mayoría de los casos fueron a sus domicilios cuando estaban dormidos y los sacaron. Se los llevaron al campamento de Hidalgo, Coahuila, y ya no los regresaron. Hay fotos y videos que prueban que ellos fueron los que hicieron las detenciones ilegales.


La Armada negó los hechos en un principio. Luego reconoció en un comunicado el pasado primero de julio que tuvo contacto con seis de los 15 desaparecidos: José Fortino Martínez, José Cruz Díaz Camarillo, Héctor Rodríguez Vázquez, Martín Rico García, Diego Omar Guillén Martínez y Usiel Gómez Rivera, pero aseguró que “hasta el momento no existen indicios que hagan presuponer que el personal naval haya asegurado, y menos aún privado ilícitamente de su libertad a estas personas”.


Código:
http://www.jornada.unam.mx/2011/07/10/politica/002n1pol?partner=rss
Que no, que son sacrosantos, incapaces de matar una mosca, a menos que sea sospechosa, que han de ser disfrazados, que seguro algo hicieron, que estamos mucho mejor que Burkina Faso, que es por nuestro bien, etc, etc...is for the more... :eolo:
 
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